Partida Rol por web

La pequeña tira de cuero se desenvuelve sobre el suelo, revelando multitud de herramientas que me hubiera gustado enormemente tener la oportunidad de revisar antes de ponerme a lo que voy a ponerme a hacer. Principalmente, porque mis conocimientos de medicina se reducen a lo que he visto desde lejos y a las escasas cosas que he leído en los libros. Y reconozcámoslo, a la hora de la verdad de empuñar una aguja e hilo, eso y nada es lo mismo. Me quedo un instante congelado, y luego empiezo a ordenar teniendo en cuenta que la vida de Ralph pende de un hilo.

-Que alguien haga presión ahí, y ahí. Lilly, quiero que le sigas hablando en tono calmado. ¡Vamos! -Oh, cielos. Oh, cielos. Oh, cielos. Maldito destino, maldito pájaro, maldito Ralph por no llevar una armadura completa de arriba a abajo para evitar... ¡cómo diantres un pájaro enorme te ha quitado los ojos! -Necesito una aguja e hilo. Y ahora un poco de espacio...

Me pongo a trabajar. Es lo único que se puede hacer ahora.

Guardo el mandoble, aún manchado en sangre como mi armadura y me retiro los guanteletes, dejándolos tirados en el suelo para acercarme al chico herido.

No va a volver a ver a quedado ciego...

Lo pienso, pero no lo digo en voz alta, sino que hago presión allí en donde se me indica, mirando a Alain mientras ayudamos.

Puede que no podamos hacer nada para salvarlo, pero al menos debíamos de intentarlo

Como si de un equipo profesional se tratase, trabajáis coordinados mientras Hollan reparte instrucciones. Unos limpiáis las heridas con el material que el joven ha sacado, otros vais alcanzando los utensilios que va necesitando. Alain y Lilly van guiando la mano de Hollan con sus leves conocimientos en la materia para que suture acá o vende allá. Por unos segundo el pequeño deja de respirar y tenéis que aplicarle los primeros auxilios...

Pero finalmente ¡lográis estabilizar a Ralph!

Sus heridas más profundas quedan cerradas y, a pesar de haber perdido mucha sangre, sobrevivirá a esta mortal experiencia. Pero por lo que no habéis podido hacer nada es por sus ojos. El pobre quedará ciego de por vida.

Una vez que Ralph está fuera de peligro, Lilly respira aliviada. Sus ojos siguen llenos de lágrimas, pero esta vez son de alegría. Se abalanza sobre Loto y se funde con el elfo en un abrazo.

Acto seguido se gira hacia el joven hechicero - Muchas gracias, Collan - dice la felina - Le has salvado la vida a Ralph. A pesar de nuestras diferencias, algo me decía en el fondo de mi corazón que él tenía razón, res una persona de confianza - la chica le estrecha la mano a Hollan y le brinda una sonrisa de agradecimiento.

- Y a ustedes también debo de darles las gracias, caballeros - le dice finalmente a Alain y Ed - Sin su ayuda puede que Ralph no hubiese sido la única victima. Es un gesto honorable por su parte ayudar a unos desconocidos en apuros.

Con el corazón en un puño, trabajo todo lo rápido que me atrevo. La situación va empeorando y mejorando a trechos, y el alma se me cae a los pies durante los breves instantes en que Ralph no puede respirar, llegando a sufrir un ataque de pánico mientras los caballeros consiguen traerlo de vuelta, y termino el poco trabajo que queda, sitiéndome manchado de sangre hasta arriba, pero contento. Al fin y al cabo, considerando a qué oficio me quiero dedicar, tengo que tener claro que manchado de sangre voy a estar en el futuro, y probablemente no en casos tan buenos como éste.

Me pongo en pie cuando todo parecer ya preparado, y entonces el corazón se me hiela en el puño cuando veo que la mujer gato se lanza a abrazar al elfo y luego se vuelve hacia mí, sintiéndome incapaz de no entrar en pánico con la idea de que me haga lo mismo. Por fortuna, aunque es ligeramente triste cuando se piensa en perspectiva, la mujer gato me tiende la mano que tardo un segundo entero de obligarme a actuar en estrechar.

-Ha... tú, no... no ha... sido nada. Todos hubiésemos hecho lo mismo. -Poco a poco, el tono de mi frase va muriendo hasta que las últimas palabras casi parecen más para el cuello de mi túnica que otra cosa. Que la mujer se haya vuelto hacia los caballeros es toda una ventaja, y no puedo evitar prestar atención a sus palabras cuando responden.

La vida del chico se había podido salvar gracias a todos los que intervenimos, eso fue algo que agradecer muchísimo.

-No es nada, es lo que corresponde a un Paladín- le respondí a la mujer gato, para luego mirar al joven herido.

-Es una pena lo que pasó con sus ojos, pero al menos esta vivo, y la vida siempre esta llena de posibilidades, tan solo necesita descansar mucho y poder ponerse fuerte, le costará, pero es joven y estoy seguro de que puede hacerlo-

Loto posó su mano de finos pero largos dedos sobre el hombro de Hollan en señal de apoyo. Inmediatamente después recibió en sus brazos a la peluda muchacha. Aunque habían salvado la vida del mediano no había mucho que celebrar.

- Al menos le quedan los oídos para deleitarse con la música.

- Ahora hay que llevarlo a la villa - dice Lilly mirando al pequeño Ralph con ternura - Está muy débil y será incapaz de seguirnos en su estado actual. Allí podrá descansar y recibir atención en el templo. - Lilly recoge con cuidado al pequeño en sus brazos, levantándolo sin mucho esfuerzo como quién levanta una bolsa de patatas - Puede que nos hayamos quedado sin hogar, pero el templo de la diosa Atenas siempre nos ha recibido con las puertas abiertas.

-Pues entonces les deseo suerte - les dije a los viajeros - nosotros nos dirigimos hacia el Paso de la Garra y tenemos algo de prisa, así como seguramente tienen ustedes para poder atender a su amigo-

No me gustaba dejar a las personas a su suerte pero la verdad es que en este tiempo Mediacara se nos podía haber adelantado mucho y no me gustaría pensar que le podría estar pasando a Lysana.

- Nosotros también nos dirigíamos hacia allí.- Comentó el bardo. Visto lo peligroso del camino era una pena no poder compartir los riesgos con el caballero y su amigo.- Seguíamos el débil rastro de...un amigo en peligro, pero está claro que las desgracias nunca vienen solas.

- Loto, Collan, se que no estoy en condiciones de pediros nada por que ya habéis echo bastante por mi, pero... - la chica os mira con ojos cristalinos - por favor, seguid adelante. Debéis encontrar a Garret. Tengo el presentimiento de que está vivo, en alguna parte. Dimos con su anillo y con el rastro que se adentraba en el Paso de la Garra. Por favor... - la chica os ruega desesperada.

Loto miró a Lilly con ojos vidriosos. ¿Separarse? Había tomado mucho cariño a la mujer gato, más del que hubiera creído jamás. Estuvo a punto de replicar y decirle que fuera Collan el que lo llevara, pero la pobre muchacha ya había sufrido suficiente como para encontrar el cadáver de otro de sus compañeros. No había mucho tiempo. Cuanto más pasara más probabilidades habría para que Garret estuviera muerto. Además, la oportunidad de continuar el viaje con la ayuda de esos dos guerreros era interesante.

- No me gusta la idea de separarme de ti, pero no veo quien podría cuidar y consolar a Ralph.- Después miró a los desconocidos y se presentó.- Mi nombre es Loto, Portador de Anturio, bardo de profesión. Si no les parece mala idea, y ya que coincidimos en parte del camino, podríamos ir juntos. Los caminos son peligrosos.- Como bien habían podido comprobar.

-Vi lo que hiciste elfo- le dije a quien se presentaba - tu flecha bajó al roc para que pudiéramos acabarlo, si no hubiera sido por eso solo hubiéramos contemplado impotentes como raptaban a su amigo- me puse firme y guarde el mandoble en la espalda- mi nombre es Evrard, aunque todos me llaman "Ed", paladín de Apollo y este es mi compañero Alain- dije señalando con la mano al caballero de la rosa- tus talentos a distancia serían un gran complemento para nuestras habilidades en el frente de la batalla, será un gusto viajar contigo, Loto-

Voy pasando mi mirada de Loto a Lilly, de Lilly a Ralph, de Ralph a los dos caballeros y de éstos de nuevo a empezar, como si hubiera un pedazo de la conversación que me hubiera perdido, donde alguien explica por qué diantres no estamos ya en marcha para llevar al mediano al templo que la mujer gato ha mencionado para que lo curen, cuanto antes, mejor. Pero cuanto más tardo, más parece que esa charla no ha existido y directamente se da por obvia. Cosa que no termino de entender en absoluto, pese a todos mis esfuerzos mentales.

-Si creeis que es lo mejor... cuida de Ralph en el viaje. -Le digo a ella, antes de volverme hacia los hombres ante los que Loto ya se ha presentado. Ay, si cada uno de ellos supiera todo lo que yo ya sé... -Caballeros, soy un aprendiz de hechicero de Barataria. Mis caminos me unieron al pequeño herido, y la deuda que con él tengo me insta a continuar el viaje en vez de retroceder con él. Mi magia no es excesivamente poderosa, pero haré lo que esté en mi mano por ayudar. Podemos marchar, pero un momento sólo...

Tras la presentación que probablemente cause unas cuantas palabras que no me interesa demasiado escuchar, me acerco a Ralph y a Lilly, asegurándome que los vendajes y trabajos del primero están bien, y luego me acerco a la segunda con expresión decidida y le susurro unas palabras al oído.

-Cuidad de Ralph y sabed que mantendré mi promesa. Y por favor, Ralph lleva una daga mágica, vigiladla, pues me hizo entender que había gente buscándola y siendo capaces de causar mucho daño por conseguirla. -Hablo rápido y bajito, confiando en que no haya problemas de comprensión en mis palabras susurradas. Pues Ralph ya sufrió una persecución y no me gustaría que, ahora que va a estar en cama, caiga sobre él un yugo poderoso y lo asesinen en el lecho y cegado.

Lilly mira desconcertada a Hollan pero termina asintiendo a sus palabras. - Os estaré esperando en el templo de Villa Fluvial, junto a Ralph. No me separaré de él ni un momento. Lo prometo! - seguidamente mira al elfo por última vez y le acaricia su tersa cara con gran delicadeza - Volveremos a encontrarnos, querido Loto Portador de Anturio. Estaré eternamente en deuda contigo - Lilly le da un pequeño lametón en la cara y, con una amplia sonrisa pone rumbo de vuelta hacia la villa.

Alain observa a Hollan con curiosidad cuando éste se presenta - Dices ser aprendiz de hechicero en Barataria mas no me suena ningún alumno de nombre Collan... no obstante tu cara me resulta levemente familiar - Alain se queda pensando, analizando al hechicero de arriba abajo hasta que finalmente se encoje de hombros - De cualquier manera, no me cruzo a diario con los cientos de alumnos del colegio. ¡Es dificil reconoceros a todos! - el buscador rie un momento, como si hubiese echo algún chiste malo pero enseguida recupera la seriedad - Solo por curiosidad, ¿qué trae a un aprendiz cuyos estudios no han finalizado, hasta este lugar tan apartado de Barataria? ¿Estás de permiso?

Loto respondió a la caricia de Lilly con una dulce sonrisa y   y un gesto con la mano para quitar importancia a sus palabras.

- Soy yo el que está en deuda contigo, me salvaste la vida, ¿recuerdas?- No quería que fuera la última vez que viera a la mujer gato. Esperaba superar los peligros y llevarle a Garret a su presencia sano y salvo.

Aunque no tenían demasiado tiempo para estar de cháchara, Loto se cruzó de brazos a la espera de  la contestación de Collan. Tenía curiosidad por qué respuesta iba a dar el misterioso mago.