Partida Rol por web

Cuando deja de ejercer presión sobre el escudo me desequilibro completamente hacia delante y soy incapaz de esquivar el puñetazo que va directamente a mi mandibula. Cuando me acierta algo parece apagarse en mi cerebro y todo comienza a volverse negro mientras voy cayendo con todo mi peso hacia el suelo

El golpe supone un duro revés para tu aguante. Por un momento todo se nubla y te cuesta hasta escuchar la risa burlona del hombre y el crepitar del fuego que se va extendiendo cada vez más por el salón. Todo tu cuerpo te pesa y casi no puedes mantenerte en pie, ni tan siquiera seguir empuñando el hacha y el escudo.

Un grito de auxilio que proviene de la única salida del salón en llamas penetra tu entumecido sentido del oído. Cuando giras la vista para ver de qué se trata, encuentras a una mujer elfa, de tez oscura, pelo blanco como la viene y enfundada en una armadura de cuero negro, que tiene apresada a Mariam. Con una mano le tapa la boca para que deje de gritar y con la otra la amenaza con un cuchillo en la garganta.

- Deja de jugar con ese chico, Kelvin - le espeta la elfa al hombre que te había dejado sin sentido de un solo golpe - Vamos para afuera antes de que se nos caiga el edificio encima. 

- Como ordenes, Lady Nathyra - le contesta de mala gana el hombre de nombre Kelvin, que sin mucho esfuerzo te desarma y te vuelve a propinar un puñetazo que te hace perder el sentido...

Tus sentidos se van despertando y poco a poco recuperas la consciencia. Notas la brisa del aire, el olor de la madera calcinada y el frío contacto del suelo en tu cara. Las fuerzas te han abandonado y no puedes casi moverte. Notas cómo tus manos están atadas.
Abres los ojos. Estás en el patio de entrada a vuestra base. A tu espalda la vieja mansión en ruinas sigue ardiendo y observas cómo parte del primer piso ya se ha derrumbado. Te encuentras rodeado por tres hombres, todos con sus ballestas cargadas y apuntándote tanto a ti como a otro hombre que se encuentra a tu lado.
Esa persona está en peor estado que tu. Su cuerpo refleja multitud de cortes y moratones por todas partes. También está inconsciente y maniatado. No tardas ni dos segundos en reconocerlo, se trata de Garret.

Un sollozo llama tu atención. A escasos cinco metros se encuentra Mariam, sujeta por Kelvin, el hombre que te había noqueado en el interior de la mansión. A su lado se encuentra la elfa oscura que responde al nombre de Nathyra, mirando en dirección a la entrada del recinto. De fondo se escucha el trote de varios caballos...

Keldorn también se encuentra en el exterior de la mansión. Desprovisto de su arma y su escudo, con graves heridas en el cuerpo y dos virotes sobresaliendo de su hombro derecho. Aún así trata de librarse del yugo opresor de dos hombres que lo mantienen sujeto, pero su estado actual no le permite hacer demasiados esfuerzos. La expresión de Keldorn es de total confusión. Mira a Nathyra sin saber qué está sucediendo y por qué esta pasando todo esto.

Finalmente los caballos que se oían acercarse entran en el patio de la mansión. Un total de cinco caballos pero tan solo dos jinetes. Ambos jinetes descienden de sus monturas. Uno de ellos es un hombre muy corpulento, con una armadura de placas negras y el símbolo de una mano roja en el pecho. Se trata de un hombre de mediana edad, de pelo canoso, barba perfilada y una mirada penetrante. El otro jinete no es otra que Moira, portando su espadón colgado en la espalda y un saco de tela del cual gotea un líquido espeso y rojo, probablemente sangre.

- Nathyra, caballeros, habéis echo un excelente trabajo - dice Moira con una sonrisa triunfal. Acto seguido arroja el saco a los pies de Keldorn y sale rodando una cabeza cortada. La cabeza de Anthon...

-¿Que demonios esta pasando? No entiendo nada- Me digo a mi mismo mientras observo toda la escena pasar ante mis ojos -¿No se supone que Nathyra era la elfa del grupo? ¿Y que narices hace Moira? ¿Se ha cargado a Anthon?- No entendia nada de lo que estaba ocurriendo y parecia más algo del grupo que un ataque exterior sin más asi que permanecí callado intentando conseguir algo más de información para poder preguntar algo aunque la verdad era que no sabia si hablar me salvaria o haría que me matasen más rápido

¡Nathyra! ¡Moira! - grita el jefe de los Guerreros del Amanecer - ¿Qué estáis haciendo? ¿Qué hace aquí un Caballero de la Mano Roja y sus secuaces? ¡Qué clase de traición es esta! - Keldorn está totalmente enfurecido con las dos mujeres. Tampoco él parece estar seguro de qué está pasando, pero sus ojos y su paciencia se desbordan cuando ve rodar la cabeza de su amigo Anthon - ¡¡Anthon!! ¡¡Nooooo!! Malditas perras traicioneras. ¡¡Pagaréis por estoooo!!

Moira se acerca a Keldorn y calla al fortachón con un puñetazo en la cara que le hace escupir sangre. - ¿Traición, dices? Esto es un jodido acto de justicia que los Caballeros de la Mano Roja llevábamos tiempo detrás de hacer. El día de hoy se escribirá con sangre en la historia de la Mano Roja. Por que hoy... tras cinco años de mentiras, me quito por fin la máscara ante ti, Keldorn. Yo... Lana Lance... hija de Sir William Lance, Caballero fundador de la Mano Roja, daré muerte al asesino de mi padre con mis propias manos - Moira estalla a reír como una loca desquiciada mientras la cara de Keldorn refleja una sorpresa mayúscula. 

- Im... imposible - balbucea Keldorn - Sir William ni siquiera tenía esposa.

- Lo que me convierte en una auténtica bastarda - responde Moira con sorna y todos los demás le ríen la gracia - Fue todo un acierto para la Mano Roja que sus enemigos desconocieran este detalle - Moira agarra a Keldorn por el pelo y junta su cara - ¿Acaso crees que nuestro encuentro fue casual? ¿Que realmente me salvaste de unos bandidos? - la mujer vuelve a sonreír y se da media vuelta - A sido una puta tortura tener que aguantar a un sucio, viejo y prepotente como tu todos estos años. Pero tenía que esperar el momento adecuado y por fin ha llegado... 

-¡Oye!¡Espera!- Grito para hacerme oir -No estoy entendiendo nada de esto. Si los caballeros de la mano roja sois tan poderosos ¿como os derroto un grupo tan pequeño como los guerreros del amanecer? ¿Y por que matar al resto si solo querias vengarte de Keldron?- Mis preguntas parecen confundir a todos durante unos instantes -Puede que la haya cagado, pero prefiero saber porque voy a morir- Pienso sin dejar de mirar fijamente en dirección a Moira esperando que me explique la situación

-Parece que nos veremos pronto en el infierno, padre- Pienso cuando la cara de Moira se gira en mi dirección y veo la expresión de profundo odio de su semblante

Sientes como uno de los hombres que te están vigilando te golpea la cabeza con la culata de su ballesta cuando se te ocurre hablar. Moira se gira, clavando su penetrante mirada de odio y desprecio en ti y se acerca amenazadora.

- Y aquí tenemos al gran héroe - dice antes de propinarte una patada en la boca de estómago - No esperarás que conteste a tus insignificantes preguntas, gusano. Baste decir que los Caballeros nunca fueron derrotados. Tan solo mi padre fue asesinado por ese bastardo de Keldorn. Perfectamente podríamos haber aplastado a esta pequeña compañía de aventureros, pero como tu dices, el único que me importa es Keldorn y la venganza se sirve fría. - Moira te observa de arriba abajo con su sonrisa malévola - El único que se interponía en nuestro camino era Anthon. Por suerte jamás vio venir la hoja de nuestra querida Nathyra. La suerte que corran el resto de los integrantes de este patético grupo me trae sin cuidado... Excepto vosotros tres - comenta señalándote a ti, a Mariam y a Garret - Debimos dejar que te comieran esos orcos.

Cuando Moira posa su mirada en Mariam, se queda un poco perpleja al verla semidesnuda con la ropa rota - ¡Qué le habéis echo, animales! Seguro que la habéis dejado preñada... - Kelvin, el hombre que estaba violando a Mariam en el momento en que llegaste a la mansión, mira para otro lado tratando de escurrir el bulto.

En un inesperado arrebato, la elfa oscura desenfunda su daga y rápidamente acuchilla hasta tres veces a Mariam en el vientre. El grito desgarrador de Keldorn se une a la sorpresa general de todos los congregados en el patio de la mansión.

- Inesperado - alcanza a decir Moira

- Tan solo la he librado de su sufrimiento - responde Nathyra con una calma y un tono de voz bastante sombríos.

Me quedo de piedra ante el inesperado ataque de la elfa a Mariam, el grito de Keldron me despierta de mi estupor y las palabras "gran heroe" resuenan en mi cabeza una y otra vez -¿Sabes una cosa Moira?- Digo cuando todo el mundo parece más calmado y los gritos de Keldron parecen detenerse un poco -Si no llega a ser porque Mariam acaba de morir me estaria riendo de tus palabras..."Gran heroe" dices. No tienes ni idea de quien soy ni de lo que he pasado, pero una cosa te aseguro. De heroe tengo poco- Al acabar la frase me pongo de rodillas como puedo porque ya estoy harto de la postura y espero el siguiente golpe que seguro me va a llegar. Como parece que no llega sigo hablando -¿Y por que la fijación conmigo? Solo han pasado días desde que me conoces, no tengo ni idea de como he llegado a cabrearte tanto

El golpe vuelve a llegar por la espalda. Esta vez una patada que te tira para delante y caes de cara contra el suelo. Moira hace un gesto y entre dos de los vigilantes te levantan al peso. 

- No me gusta tu cara - te responde en tono borde - Me tocó bastante el coño tener que darte lecciones de combate, yo no soy la puta niñera de nadie. Al final has resultado ser un incordio, igual que Garret. Pero me aseguraré de que vuestra existencia se convierta en un infierno en vida.

- Ya basta, Lana - le dice el otro jinete que había venido con ella a caballo, el hombre de la armadura negra - Es hora de acabar con tu trabajo.

Moira da media vuelta y te da la espalda, para acercarse lentamente hasta Keldorn mientras desenfunda su espadón...

Sonriendo con ironia y tristeza ante la situación mientras Moira se dirige hacia Keldron pienso en lo poco que me ha durado esta segunda oportunidad de vivir -En fin. No es que haya durado mucho después de escapar pero al menos mi madre no sabra jamas como morí y lo mejor es que no me volveré a encontrar con Nilis. Vaya mierda de vida que me ha tocado vivir- Pienso antes de dejar que la sonrisa ironica desaparezca de mi cara y sea sustituida por una cara de resignación ante lo inevitable

El crepúsculo comienza a arrojar sus tenebrosas garras sobre el cielo y el viento ruge con fuerza en un repentino vendaval que aviva más si cabe las llamas, que van consumiendo hasta los cimientos de la mansión a tus espaldas.

La expectación de todos en el patio es máxima. Moira propina una fuerte patada en el bajo vientre a Keldorn, obligandole a caer al suelo de rodillas. La víctima mira a su verdugo a la cara, con lágrimas de dolor y resignación en la cara. Blandiendo su espadón y sin mediar una sola palabra, descarga con fuerza su arma asestando un potente tajo en el cuello de Keldorn, separando  del cuerpo su cabeza que cae rodando al suelo.

- Kel... Keldorn - se oye un hilo de voz casi imperceptible de la moribunda Mariam, que envuelta en un charco de sangre tirada en el suelo, ha presenciado en sus últimos momentos cómo su hermano ha sido brutalmente decapitado.

Como si de un acto ceremonial se tratase, Moira se arrodilla ante el cuerpo decapitado y moja su mano en la sangre que sale a chorros del cadáver. Después se la lleva al pecho para marcarla en su armadura y se levanta mirando al cielo.

- A partir de este día - proclama el caballero de la armadura negra - serás conocida como Sir Lana Lance, Caballero de la Mano Roja, y ocuparás el lugar que por derecho te corresponde en nuestra sagrada orden. ¿Qué sugieres hacer con estos dos hombres, como primer mandato, Sir Lana? - le pregunta refiriéndose a ti y a Garret.

- Que se los lleven a Khaz'Shirol - responde totalmente segura de sus palabras. Lo último que ves es su mirada fría clavándose nuevamente en tus ojos, antes de recibir un fuerte golpe en la nuca que te hace perder el sentido.
La oscuridad te envuelve nuevamente...