Partida Rol por web

Con el olor de la madera quemada todavía impregnada en tu ropa y la pesada carga que suponen las herramientas del herrero, pusiste rumbo a lo desconocido para dejar atrás una vida que ya no te pertenecía. 

Durante días vagaste sin rumbo establecido, alejándote todo lo que podías de el que había sido tu hogar. Atravesaste el bosque y los valles, te refugiaste en cuevas y escondrijos cavados en la misma tierra por animales. 

Pero allí estabas nuevamente. Sin saber cómo ni porqué te encuentras delante de tu casa, ahora reducida a cenizas. Tu madre se encuentra donde antes estaba la entrada, sentada de rodillas y de espaldas a ti. Llorando sin consuelo.

Un gemido surge a tus espaldas y notas cómo una mano se posa sobre tu hombro. Al darte la vuelta sobresaltado ves a tu padre, con la cara destrozada y ensangrentada y su ropa ardiendo. Has echo llorar a tu madre dice el hombre con un tono escalofriante y sereno. De repente tu padre se abalanza sobre ti y en ese momento dejas de ver y sentir todo cuanto te rodea... la oscuridad te atrapa. Comienzas a percatarte que una leve y fría brisa te zarandea suavemente y finalmente un chasquido llama tu atención.

Te despiertas en mitad de la noche. Sigues estando en el bosque, lejos de la civilización, a los pies de un gran árbol que te da cobijo en una noche especialmente fría. 

Me despierto sobresaltado en mitad del bosque y apoyandome en el arbol me levanto y miro a los cielos -Dioses ¿Porque me atormentasis? ¿Acaso no se lo merecia? ¡¡Decidme!! ¡¡¡¿NO SE LO MERECIA?!!!- Grito al firmamento mientras recojo mis cosas y emprendo camino una vez más a traves del bosque.

-Necesito hacer algo. Solo caminar y caminar me deja demasiado tiempo para pensar. Padre siempre decia que una buena guerra mantiene a los jovenes ocupados y a raya. Pero no hay guerras y ser parte de la guardia esta descartado después de lo que he hecho.- Pienso mientras voy caminando a traves de la noche en el bosque.

De repente me doy cuenta de que he pensando en palabras dichas por mi padre -No me libro de ti ni aunque estes muerto cabron- Me habo a mi mismo en voz alta para ponerle más enfasis a las palabras.

Al cabo de un rato la idea viene a mi, como si los mismos dioses la hubiesen inspirado -¡Mercenarios! ¡Eso es! No hacen preguntas y estaré lo suficientemente ocupado para no pensar. Les da igual si hay guerra o no, estan siempre luchando- Con un objetivo claro, esta vez mis pasos son seguros a traves de la maleza mientras me dirijo al pueblo más cercano para preguntar por alguna compañia de mercenarios

Andas por la espesura durante varios kilometros, sin un mapa u otra forma de orientarte más que tu propia intuición. Calculas que deben faltar un par de horas más o menos para que amanezca. Los ruidos habituales de la noche y el bosque te acompañan durante todo el camino, no obstante tienes una extraña sensación, como si algo estuviera vigilando tus pasos o te estuviera siguiendo. De repente, a lo lejos entre la maleza, ves el resplandor de lo que podría ser una hoguera...

Observas a tu alrededor sin ver nada que te llame la atención salvo el resplandor más adelante. Sigues con la extraña sensación de que algo te observa pero puede que sea simple paranoia debido a la oscuridad de la noche y los ruidos del bosque.

Me deshago de la sensación de estar siendo observado, pensando que es producto de haber estado huyendo y me acerco hacia el resplandor que se ve más adelante. Intento acercarme lo más sigilosamente que puedo e intentando que los arboles tapen mi avance

-No se hasta donde me van a perseguir, asi que tengo que tener cuidado- Pienso mientras avanzo a traves de la maleza

Avanzas por la maleza, tratando de ocultarte entre los árboles y los matorrales más altos, hasta ponerte lo bastante cerca del foco de luz como para ver de qué se trata.

Conforme te acercas oyes uno, dos y hasta tres ronquidos diferentes. Todos ellos tan fuertes y profundos que podrían espantar a la persona más valiente.
Desde detrás de un árbol asomas la cabeza y descubres que se trata de un grupo pequeño de orcos que están durmiendo junto a una fogata. Coincidiendo con los ronquidos, tres de estas criaturas están totalmente dormidas, pero hay un cuarto despierto, sentado delante del fuego. Por un momento mira en tu dirección y se queda con la vista fija en un punto, donde no sabrías decir si es a ti al que está mirando o al árbol que te tapa...

-Mierda, mierda ¡Mierda! ¿Por que hay orcos aqui? ¿Tanto me he alejado?- Pienso mientras poso mi equipo en el suelo y saco un par de cuchillos. Me coloco uno en el cinturon y agarro el otro con fuerza. Respiro profundamente y me digo a mi mismo que no se puede razonar con unos orcos perdidos en mitad del bosque -Seguro que son salteadores o algo peor- Pienso antes de salir de detras del arbol y lanzarme a la carrera a por el orco que esta despierto

-Si acabo con él primero a lo mejor el resto se asusta o se despierten tan sorprendidos que pueda con ellos- Me escucho a mi mismo en mi cabeza antes de lanzarme sobre el orco y fallar el ataque

El orco, que seguía mirando en dirección tuya, da un respingo cuando te ve salir de detrás del árbol y se levanta rápidamente. Te abalanzas sobre él pero tu ataque resulta bastante torpe y no consigues acertarle.

El enemigo, paso de la sorpresa a la furia soltando un fuerte grito en su idioma - Lok-Narash - que consigue despertar a los demás compañeros, y pasa a la acción utilizando un garrote de madera como arma para golpearte...

El orco es muchisimo más rapido de lo que me esperaba. Mi torpe ataque no solo no consigue hacerle ni un solo rasguño sino que le da tiempo a despertar a los demás a la vez que me derriba de un golpe con su maza

-Estoy muerto. Vaya una mierda de vida- Pienso mientras caigo al suelo

Tendido en el suelo y conmocionado por el golpe recibido notas como el orco te pisa el pecho para mantenerte inmóvil y se agacha para olfatearte. Mantiene la boca abierta, con sus babas cayendo sobre tu cara, mientras pone una mueca de satisfacción y se relame. - ¿Co...mi...da? - alcanza a preguntar en idioma común.

Los demás orcos comienzan a levantarse de su letargo, unos gruñendo y otros gritando, aunque no consigues entender lo que dicen. 

Intento rajarle la cara con el cuchillo aprovechando que a acercado la cara, pero vuelvo a fallar. El orco se rie mientras soy incapaz de levantarme por su peso mientras el resto de sus compañeros parecen estar cada vez más despiertos -Dioses, ¿asi es como acaba mi vida- Pienso mientras intento forcejear para apartarme del orco y ser capaz de estar de pie para poder luchar dignamente por lo menos.

Por más que lo intente no puedo moverme, pero mientras forcejeo mi mano roza el otro cuchillo que me coloque en el cinturon por si perdia el primero, lo agarro con la mano torpe y aprovechando que sigue riendose y esta solo atento al arma en mi mano derecha se lo clavo fuertemente en el tobillo, del pie que tiene encima de mi pecho. El orco aulla mientras se agarra el pie y eso me da tiempo a rodar y poder ponerme de pie para enfrentarme a los orcos que me acechan

Consigues librarte del orco que te tenía apresado en el suelo y al ponerte de pie observas cómo los otros tres orcos comienzan a rodearte pero manteniendo la distancia. Dos de ellos sacan de sus cinturones una pequeña hacha de mano y el tercero coge lo que parece ser un hueso enorme, probablemente de alguna criatura muerta.

El orco al que has herido, lleno de rabia, se abalanza contra ti y te lanza otra vez un potente golpe con su garrote de madera mientras los demás permanecen a la espera.

Me levanto a toda velocidad tras rodar debajo del orco y veo como el resto estan empezando a sacar sus armas. Estoy tan concentrado en ver como la situación se esta descontrolando tan rapido que cuando veo el garrote del orco que tiene mi otro puñal clavado en su pie esta a escasos centrimetros de mi cara. El impacto me retumba por toda la cabeza, pero por lo menos esta vez consigo aguantar de pie y no caigo al suelo como en el anterior golpe. Mientras la sangre corre por mi cara agarro fuerte el cuchillo esperando mi oportunidad para poder acertar uno de mis ataques

El orco, envuelto en un frenesí sangriento por la batalla, se abalanza nuevamente sobre ti y, con el barrote en alza, toma impulso para propinarte otro de sus potentes golpes. Pero un segundo antes de que esto ocurra, notas como una flecha pasa rozándote la oreja y se termina clavando en la yugular de tu enemigo que dejar caer al instante su arma y se lleva la mano a la herida. En cuestión de segundos, la oscura sangre que mana a raudales se esparce por todo su cuerpo y el orco cae muerto a tus pies.

Al grito de Cargaaaaaaar ves aparecer entre la oscuridad de la noche y los árboles a una mujer y un hombre, fuertemente armados, que atacan a dos de los tres orcos que te estaban rodeando...

Soy casi incapaz de reaccionar cuando veo que voy a recibir otro golpe del garrote, pero afortunadamente aparece de la nada una flecha que se clava en la garganta del orco -¿Pero que?- Pienso mientras soy incapaz de reaccionar correctamente por los golpes.

Escucho el grito, pero permanezco ajeno a él, porque mi cerebro no puede procesar lo que esta pasando. De repente veo pasar a mi lado a un hombre y una mujer armados que atacan a los orcos. Cuando las armas empiezan a chocar veo que uno de los orcos aun esta libre y es entonces cuando por fin mis extremidades se mueven -No puedo dejar que hagan todo el trabajo- Me digo a mi mismo mientras me lanza a por el orco que queda, pero como ocurrio con el otro orco, me esquiva sin problemas

El orco al que habías tratado de golpear se rie al ver la torpeza de tu ataque y, como un rayo, contraataca con su hacha de mano, pero su filo a penas te roza y hace un pequeño corte en la manga de tu camisa que no te produce daño alguno. Una nueva flecha cruza el campo de batalla y se le clava al orco en el hombro. El impacto hace que la criatura arroje sin querer su arma al suelo.

Por el rabillo del ojo, y con un potente y escalofriante grito, ves como la mujer parte le corta un brazo uno de los orcos al blandir su espadón. La mujer está cubierta por la negra sangre de su victima y, con ojos desquiciados, se ensaña con el orco propiciándole severos espadazos.

Por otro lado, el hombre que había aparecido a la vez que la mujer, se enfrenta al orco que portaba el hueso gigante como arma. Más sereno que su compañera, el hombre golpea a la par que se cubre con su escudo de los barridos que hace el orco con su enorme hueso.

Una flecha vuelve a aparecer de la nada atravesandole el hombro y dejandole desarmado. Yo vuelvo a intentar cortarle con el cuchillo, y aunque esta vez me he acercado más el orco sigue esquivandome sin problema -¡Joder!- Grito cuando vuelvo a fallar

Una tercera flecha vuelta hasta impactar de lleno en la cara del orco, incrustándose entre ceja y ceja. El orco cae de espaldas, abatido por este último disparo.

El último de los orcos, el que estaba en combate con el hombre que había aparecido, huye horrorizado al ver como sus camaradas han caído. Pero la mujer del enorme espadón carga rápidamente contra él y antes de que pueda dar más de tres pasos le alcanza con el filo de su arma, atravesándole la espalda y rematandolo con suma facilidad.

- ¿Estás bien, chico? - pregunta un tercer hombre que surge de entre las sombras armado con un arco.

-No es que no haya matado a ninguno, es que no he podido ni tocarles. Solo al del pie y porque estaba encima mio que sino ni eso- Pienso mientras observo la flecha clavada en la cara del orco. Después de unos momentos las palabras del hombre llegan a mi cerebro y salgo de mi aturdimiento -Si, perdona. Gracias por el rescate- Digo mientras me guardo el cuchillo en el cinturon y voy a recoger mi otro cuchillo del pie del orco. Forcejeo  intentando sacarlo y cuando lo consigo caigo de culto por el impulso -Hoy me estoy luciendo- Me digo a mi mismo antes de levantarme y volver donde el guerrero -Perdona, no queria perderlo ¿Quienes sois? ¿Que haceis por aqui?