Partida Rol por web

El aire es cada vez peor,

el viento quema, al igual que el sol,

y yo estoy aquí, encerrado.

Soy peor que un excremento de rata,

soy lo más apestoso de la sociedad,

Nunca escaparé de este sitio con vida,

Mi único pecado fue nacer.... mutante.

Mi vida es un constante sufrimiento,

Y aveces pienso que mi muerte seria un regalo...

Rachel Splatz: Una vida llena de intentos fallidos

Ha sido una vida corta y triste. Es lo que a veces piensas cuando eras libre, antes de que se manifestaran tus poderes, sientes que en cierto forma  has  tenido suerte, pues por lo menos sabes que es la libertad, hay personas en este lugar que nacieron siendo esclavos.

Cuando un bebé nace, le hacen inmediatamente la prueba de genética y si es mutante los envían desde niños a lugares como este. En tu caso, al parecer no te detectaron a tiempo, pero eso parece ser común entre ustedes, muchos de tus compañeros fueron atrapados  ya de adolescentes, o en un periodo posterior.

Vivir así es una pesadilla.

Sea como sea, ahora estas aquí, en esta cárcel, encerrada y viviendo los horrores de la falta de libertad. Los  guardias PURE te tratan como basura, aunque en oportunidades te acosan y han tenido ganas de meterte mano.

 No serías la primer mutante violada en los campos de concentración, pero ciertamente, esperas tener suerte.

Internamente para los Pure, tocar a una mutante es algo peor que el asesinato, así que prefieres los que te miran con asco, y no los que pretenden verte con asco cuando por detrás están pendientes de tus nalgas.

Sea como sea, sientes que si el infierno existe, ya lo estás viviendo. Noches de poco dormir, para luego salir a trabajar en el campo de concentración.

Ya has visto como matan a más de un compañero por tratar de escapar y tu, a pesar de los intentos has tenido suerte, por lo menos estas viva. Estas en un sector de alta seguridad, al igual que otros desafortunados, que en algún momento conocieron la libertad, y ahora están  aquí.

A veces piensas en esos rebeldes que te acompañaron, algunos chismes confirman lo peor, están muertos. Tu compañera de celda se llama Sara, es una joven como tú y han tratado de hacerse amigas.

Desde que estas acá no puedes utilizar tus poderes, tienes un dispositivo que los bloquea.

Parece que no hay esperanza.

Sara 'Coleccionista':  Objetos sin información, sin historia y sin futuro.

Qué triste es la vida, no sabes como de repente todo se volvió negro.

Cuando tenías 16 y descubriste tus poderes, era como tu pequeño secreto que tenías. Enterarte de los coqueteos de tu novio, y saborear intensamente todo lo saberes ocultos de las cosas eran una entretención incalculable, por eso te gustaba coleccionar, aunque en algún momento alguno de tus amigos te dijo que eras una acaparadora, pero ciertamente, a veces te sorprendía encontrar cosas muy interesantes de los  objetos simples.

Ohh tiempos aquellos, donde estudiar era tu única preocupación, tiempos que no volverán.

Los rumores en la escuela y la actitud de tu familia lo único que causó fue que te empujaran a la boca del lobo, y nadie, ni siquiera Steve estaba dispuesto  a ayudarte.

Cuando escapaste de casa llevándote consigo, pequeños tesoros, cosas que habías robado, encontrado y adquirido,  no te sentías tan sola, pero la cara de rechazo de tus padres recorrían tu mente y te hacían daño.

Los rumores se convierten en investigaciones que prontamente las asumían los PURE, aquellos que se dicen, se alegran de tener sangre pura y genes perfectos. Con ello vinieron los centinelas a buscarte.

En algún momento, pensaste que uniéndote a la resistencia estarías a salvo, pero nada te preparó para el derrumbamiento de tus sueños.

Una noche les tendieron a varios una emboscada y tu caíste ahí. Viste como inocentes habían muerto y tus cosas, tus amadas cosas se habían perdido para siempre debajo de la pierna de una centinela que las aplastó como papilla.

Desde entonces estas aquí, en este lugar triste y sombrío. Recuerdas con nostalgia esos momentos en que fuiste libre y que ya no regresaran.  Has  tenido suerte, pues por lo menos sabes que es la libertad. Aquí  hay personas que nacieron siendo esclavos. Cuando un bebé nace, le hacen inmediatamente la prueba de genética y si es mutante los envían desde niños a lugares como este. En tu caso, al parecer no te detectaron a tiempo, pero eso parece ser común entre ustedes, muchos de tus compañeros fueron atrapados  ya de adolescentes, o en un periodo posterior.

Vivir así es una pesadilla.

Sea como sea, ahora estas aquí, en esta cárcel, encerrada y viviendo los horrores de la falta de libertad. Los  guardias PURE te tratan como basura, aunque en oportunidades te acosan y han tenido ganas de meterte mano.  No serías la primer mutante violada en los campos de concentración, pero ciertamente, esperas tener suerte.

Internamente para los Pure, tocar a una mutante es algo peor que el asesinato, así que prefieres los que te miran con asco, y no los que pretenden verte con asco cuando por detrás están pendientes de tus nalgas.

Tu compañera de celda es otra joven como tú, se llama Rachel, y al parecer es la única amiga que tienes por acá.

Desde que estas acá no puedes utilizar tus poderes, tienes un dispositivo que los bloquea.

Reset: Desgracias sin memoria.

Todas las noches tienes la misma pesadilla. Todas las noches se repite lo mismo que comenzó todo. Polvo alrededor, tu tratando de escapar de un edificio que se cae a pedazos y un grupo de soldados buscando mutantes para matarlos, mientras tratabas de escapar un pensamiento recurrente te atormentaba “voy a morir” .

Abres los ojos en medio de la noche asustado, y lo primero que observas son los barrotes  reforzados en tus celda.

El corazón te palpita y estas sudando, pasas la mano por el cuello y te encuentras con ese fastidioso dispositivo bloquea poderes: nadie se lo ha podido quitar sin que active el explosivo degolla cabezas.

Te agarras la cabellera desesperado, y  solo recuerdas lo poco que sabes.

Los esteparios te trataron bien y las cosas comenzaron mal luego que te uniste a una célula rebelde. Decían que iban hacia la base, nunca llegaste a entrar en sus puertas, pues las tormentas de arena hacían imposible andar. Estuvieron días en una cueva esperando, y cuando por fin la arena se calmó una emboscada de repente os quito la libertad de nuevo, y esta vez ni siquiera lo sintieron, un gas letal no les permitía respirar, hasta que todo se volvió negro.

La segunda vez que despiertas sin saber que ha pasado, y estas en la cárcel.

Una cárcel de la cual al parecer es imposible salir. Te sientes deprimido, cansado y desmoralizado. No sabes quién eres, no sabes nada sobre ti, y ahora estas en una cárcel acusado de mutante,  pero sin saber a ciencia cierta cómo controlar el poder de  tele transporte que descubriste de manera casual en el desierto. Te sientes torpe como una papa.

Aquí en este infierno, has conocido a muchos mutantes, pero con pocos has  podido hablar y tener una amistad. Compartes la celda con un hombre fornido de raza negra, que al parecer fue estepario por mucho tiempo. Se llama Tar.

Triste ironía, eran libres y ahora no lo son.

Los soldados Pure son de lo peor que existe, los tratan mal, les golpean, y has visto morir a más de uno. No falta el soldado marica que quiere buscar beneficios, pero has podido alejarte de los problemas, aunque si los problemas te encuentran no puedes hacer otra cosa que luchar.

Estas en un sector de alta seguridad,  cuando salen al campo de trabajo forzado te tratan como ganado, aunque crees que con un animal tendrían más consideración. Tu piel esta quemada y adolorida por las constantes horas debajo del sol abrazador, y tu presente al igual que tu futuro es negro.

Tar: Un gato triste y encerrado

Oh que nostalgia te da la libertad, cuando recuerdas todo lo que perdiste te dan ganas de llorar. Tenias una familia, y tenías respeto. Nadie en tu familia te miraba como un monstruo, y ahora muchos te ven así.

El dolor en tu alma parece destruirte cuando observas los barrotes reforzados de la celda donde ahora vives, y  sientes es  imposible  escapar, en tu cuello hay un collarin suprime tus poderes, por tanto ya no eres un felino, ahora vuelves a tener tu aspecto humano y no gozas de las habilidades felinas.

Las burlas sobre tu nueva apariencia y perdida de facultades, son comunes,  tanto los Pure como de otros mutantes adentro de la instalación.

¿pero como llegaste ahí?

Pues bien, por mala suerte. Estabas junto con tu madre en la caravana, y unos hombres de la misma te pidieron  que les acompañaras, pues en la zona donde pretendían robar agua de un pobre yacimiento, se habían visto Fransome o piratas del desierto.

Caminaste por un trecho junto con ellos, y de repente una ola de dardos, disparos y otras desgracias cayeron  sobre ustedes.

Peleaste, pero el veneno que te inyectó un dardo te dejó inconsciente. Cuando despertaste estabas en la prisión, los rumores dicen que los Fransomes te vendieron a los Pure. Ahora tus días son iguales.

Te levantas, trabajas en las minas  de piedra y vuelves a dormir, pensando en tu madre, pensando en lo que perdiste, mientras ves en los demás el reflejo de la desgracia humana, el reflejo del sufrimiento.

Este es un infierno en vida.

La celda la compartes con otro hombre llamado Reset, parece que tuvo contacto con otros esteparios por un tiempo, es algo raro y vive atormentado por sus propias pesadillas, pero al menos tienes con quien hablar.

Boris Crockroach: Pisar a una cucaracha, duele.

"Justicia social", "igualdad", "méritos"

Tantos años luchando por lo que creías justo, y ahora, luego de un estúpido error te encuentras en la maldita prisión, y no sabes si esta vez podrán contigo. El aparato que esta sobre tu cuello controla algunos poderes mutantes y tu vida se ha convertido en una pesadilla, tantos años luchando por la libertad y resulta que ya no eres libre, la mayoría murió en ese encuentro y ahora te encuentras aquí.

¿pero cómo pasó?

La vida parece un triste chiste. Un estúpido error de novato te tiene bajo estas celdas, uno de los tuyos se dejó espiar, y encontraron la base de la resistencia, como si fueran ratas los exterminaron a todos, a todos menos a ti claro. Sabes que existen otros grupos rebeldes, pero ya no estas tan seguro. Tu vida se ha convertido en un constante martirio.

Ahora te tienen controlado, junto a otros que en algún momento fueron libres.

Los soldados Pure son de lo peor que existe, los tratan mal, les golpean, y has visto morir a más de uno. No falta el soldado marica que quiere buscar beneficios, pero has podido alejarte de los problemas, aunque si los problemas te encuentran no puedes hacer otra cosa que luchar.

Estas en un sector de alta seguridad,  cuando salen al campo de trabajo forzado te tratan como ganado, aunque crees que con un animal tendrían más consideración. A veces te sientes cansado por los constantes abusos de esta gente, el odio ha crecido adentro de tí, pero te sientes impotente.

Hace unas semanas te tuvieron en el hueco durante un mes, no había luz, casi nula comida, golpes y ofensas, al final comprendiste que si querías salir de ahí tenias que seguir su juego, pero  aún te cuesta aceptarlo, es parte de la estrategia que tienes. Deseas salir de ahí, pero todo es muy difícil.

Es triste, y a la vez perturbador, tu compañero de celda es un niño llamado Jhon, solo tiene 12 años, pero a pesar de su edad lo tratan igual o peor que un adulto. Se ha ganado muchas palizas, y te duele ver como de sus ojos ya no brilla la esperanza.

Sea como sea, vives aquí, y posible morirás aquí si no ocurre un milagro.

John Harper: Sin esperanzas..

Los eventos trágicos que te llevaron aquí aún lo recuerdas, eres muy joven para que se te revelaran tantos secretos y tantos dolorosos momentos.  Un padre que te crió y que no era tu verdadero padre, una familia que amas y que no puedes volver a ver, una persecución infinita que te hace cada día más susceptible y momentos de terror que aún te acompañan el resto de tus noches.  

El padre que te crió te amaba tanto que no dudo en dar su vida por ti, pero luego de un tiempo has sido tu quien a tu corta edad le ha tocado salir adelante de tan cruel destino.

Te había ido bastante bien  buscando tus propias respuestas hasta ese día donde un ejercito de centinelas invadió la zona y sin mucha suerte te capturaron, ahora estas viviendo la peor pesadilla de tu vida. Compartes celda con un hombre  al que le dicen Cucaracha, y que parece saber un poco más de la vida, pero en este sitio los PURE no respetan a nadie, ni tienen  consideración por tu edad. Te han dado golpes y te tratan con odio.

Los soldados Pure son de lo peor que existe, los tratan mal, les golpean, y has visto morir a más de uno. No falta el soldado pedófilo ó marica que quiere buscar beneficios, pero has podido alejarte de los problemas, aunque si los problemas te encuentran no puedes hacer otra cosa que luchar.

Estas en un sector de alta seguridad,  cuando salen al campo de trabajo forzado te tratan como ganado, aunque crees que con un animal tendrían más consideración. A veces te sientes cansado por los constantes abusos de esta gente, el odio ha crecido adentro de ti, pero te sientes impotente. Ha sido una vida corta y triste. Es lo que a veces piensas cuando eras libre, antes de que se manifestaran tus poderes, sientes que en cierto forma  has  tenido suerte, pues por lo menos sabes que es la libertad, hay personas en este lugar que nacieron siendo esclavos. Cuando un bebé nace, le hacen inmediatamente la prueba de genética y si es mutante los envían desde niños a lugares como este. En tu caso, al parecer tu verdadero padre buscó la forma de protegerte para que no dieran contigo. Muchos de tus compañeros fueron atrapados  ya de adolescentes, o en un periodo posterior.

Vivir así es una pesadilla.

INTRODUCCIÓN GENERAL:

Un día en el infierno.

Todos se encuentran en el área 1257, uno de los principales campos de concentración mutante de la región.  Dominado por los PURE y  vigilado por soldados y centinelas es considerada un área de reclusión de primer nivel, sin embargo los mutantes le llaman "el infierno".

Ya sean hombres o mujeres les han rapado el pelo de manera irregular, y les han puesto un collarín de control de poderes. Les encadenan las manos y también las piernas, por tanto nunca pueden caminar con libertad. No hay servicio médico y si te enfermas te jodes. Ningún mutante recibe buen trato y ninguno ha salido del área 1257 con vida.

Nadie ha escapado, y eso  castra esperanzas.

El campo de concentración es enorme, tiene niveles subterraneos y  otros al aire libre. Hileras de barracas pequeñas y olorosas a excrementos se  amontonan  de manera regular, mientras guardias los custodian día y noche. Las camas son de alambre, no existen colchones.

La comida sabe a barro, y posiblemente lo sea. Más de uno ha encontrado tornillos, pelos o dientes de rata en el interior de los alimentos. Pero no pueden quejarse porque de hacerlo, los guardias te matarían.

Las mujeres sufren acoso de los guardas y, al igual que los jóvenes adolescentes quienes usualmente son violad@s. Pero eso es uno de los grandes secretos de los guardias PURE, quienes en "teoría" no deberían hacer eso, pues juntarse con un mutante, es equivalente a ir en contra de sus propias normas.

Ustedes se encuentran en el área C del complejo, que es de alta seguridad con trabajos forzados. Cuando se despiertan a la mañana, y con un sorbo de cualquier porquería de desayuno, los reunen en  montones y los conducen en una plataforma hacia el exterior.

La plataforma es como un hueco oscuro, que podría decirse que es una especia de ascensor , pero no se puede esperar algo peor de ellas. Amplias, oscuras y apestosas, reunen adentro de ellas a más mutantes de los que puedan caber, casi uno encima del otro los meten cerrando  la puerta. Sin casi luz para ver y unos muy pegados a los otros, el concepto de "espacio personal" es una utopía. A continuación el sonido mecánico del movimiento ascendente los congestiona, y cuando por fin, han llegado a destino abren la puerta y salen  del lugar agolpados, si se caen en ese proceso son pisoteados, algunos no sobreviven.

Pero al bajar de la plataforma no termina el sufrimiento. El sol les quema el rostro y la arena que se cuela del exterior los ciega. Como esclavos son conducidos hacia una mina de piedra, donde deben a punta de pico y pala, tallar la roca y cargar mucho peso.

Luego a la tarde, los dejan caminar libremente una hora en un sector vigilado, pero no hay nada caritativo en eso, son ganado que sirve para que otros ganen dinero, luego de eso vuelven a trabajar.

Mientras hacen aquello, una estructura arquitectónica se alza imponente. A pesar de estar a varios cientos de metros, una torre  les observa. Tiene un gran ventanal, donde en oportunidades pueden ver a los oficiales PURE  disfrutar viéndolos trabajar y alegrándose de sus desgracias.

Cuando las horas de luz terminan, vuelven a la plataforma y bajan hacia las barracas, donde los forman y los dejan entrar a esos cuartos fríos y sin sábanas. Por la noche disminuye mucho la temperatura, y dormir ahí se convierte en todo un arte.

Pero algunos desafortunados rebeldes los meten a los llamados huecos, donde pueden estar semanas, meses y hasta años. Pocos regresan del hueco con vida, y los pocos, regresan locos, o sumisos. Hay rumores de que los Pure practican experimentos con algunos desafortunados mutantes, como si fueran animales de laboratorio.

En las noches, aveces aperecen guardias PURE que sacan a la fuerzas y a rastras a algunos de los mutantes presos, casi siempre hombreos fornidos o problemáticos, se dice que los llevan al "Purgatorio", un rincón desabitado del infiernos donde hacen luchar a los Mutantes a muerte para apostar con sus peleas, la mayoría de las veces los dos mueren, uno en el combate y el otro a causa de las heridas, ya que nadie los asiste tras la encarnizada lucha...

Es triste, pero es la realidad, están en el infierno...

Desde que me capturaron me había sentido como ciega, como alguien que pierde un sentido el mundo era totalmente distinto sin mi poder, sin poder ver, sin poder aprender. El día, como todos, había sido agotador, sin esperanza de que nada cambiara me habían quitado el pasado y el futuro a la vez.

Otro día más había tenido toda la suerte que podía desear en aquel inmundo lugar, ningun pure me había separado a un oscuro rincon donde no llegasen las miradas.

La fría noche se volvía a acercar, dormir era lo que me pedía el cuerpo por todo el cansancio acumulado, mi cuerpo aun no se acostumbraba al duro trabajo pero el frio era excesivo me acerco a mi compañera de celda como una fuente de calor de la fria celda.

Tras el largo día Tar cae rendido en la celda. No se sienta en la cama, el suelo es más cómodo. Tar observa a su nuevo "mejor amigo". Llevan unos días juntos pero Tar no ha dicho palabra. Su propia voz le sueña extraña, su cuerpo le parece débil, los primeros días casi no podía andar dos pasos, se mareaba y perdía el equilibrio, ya no tiene cola. Tiene frío, ya no tiene el pelo que tanto le gusta.... ya no es hijo de su padre. Cuando se ve las manos no las reconoce como suyas, se toca la cara y no siente que le pertenezca. Le ha costado días poder hablar, y su voz suena rota y le duele al hablar, se sienta apoyado en la pared y mirando hacia su compañero suelta de repente, con voz pausada:

- Oye... Reset no?, supongo que ya lo sabes pero... mi nombre es Tar. ¿Que hacías antes de terminar en este centro de diversión?

Mi mente insiste en hostigarme todas las noches con pesadillas para que recuerde que no recuerdo, para revivir el primer día de una segunda vida, para que vuelva a cuestionarme quien era antes del reset en mi cabeza. Corro pero no avanzo. Grito pero no obtengo respuesta. Miro pero no veo. Sin embargo los escucho tras de mi, sedientos de sangre -voy a morir. -

No puedo evitar despertarme aterrorizado pensando que voy a morir. El alivio por dejar atrás la pesadilla dura un instante fugaz. Inapreciable. Volatil. Intento aferrame a él inutilmente mientras la incomodidad de los alambres y la visión de las rejas me golpea con dureza, arrastrandome a la realidad. - NO!- Y entonces, cada día, soy consciente de que realmente voy a morir.

La rutinaria jornada de trabajo no consigue apagar mi cabeza en funcionamiento hasta que la fatiga se apodera de mi cuerpo y debo usar todas mis fuerzas para combatirla. A veces agradezco su aparición, pues mientras sufre mi cuerpo mi mente descansa. Aunque sospecho que dentro de poco no me abandonara... no hasta mi muerte.

Me dejo caer tras Tar, a su lado. Llevo varios días pensando que quizás hace bien escogiendo el duro suelo antes que el malogrado y reventado somier. Hoy es una buena noche para comprobarlo, aunque solo sea para ahorrarme el esfuerzo de trepar a mi "cama".

Giro la cara, arrastrandola por el suelo, cuando mi compañero de celda, mi más cercano amigo en este infierno, me habla y lo miro a la cara. No era demasiado hablador, incluso podría decir que a su cuerpo le ha costado hablar. Hasta moverse los primeros días en que aun podía ayudarle a mantenerle el equilibrio, ahora mismo ya era una suerte que me mantuviera a mi mismo. ¿Pero por qué?

- Reparaba cosas... Primero con los esteparios... Y justo antes de que me... atraparan, estaba con los rebeldes... - Hasta hablar me resulta agotador y necesitaba coger aire cada pocas palabras.

Giro sobre mi mismo, esperando que al estar boca arriba me resultara más fácil.

- ¿Y tu? ¿qué te han hecho? - pense que quizás hubieran experimentado con él antes de juntarlo conmigo en esta suite de ensueño.

Tar observa a su compañero. No habían hablado. La verdad es que Tar ni siquiera sabía si su amigo lo había intentado. Su nuevo cuerpo se sentía mal, como abotado, su vista, oído,.... todo estaba mal. Pero por fin había sido capaz de adaptarse, al menos de momento.

La pregunta de Reset resonó en su cabeza - ¿Y tu? ¿qué te han hecho?....

Estaba demasiado cansado para llorar, y su orgullo ayudaba. Apretó los dientes con rabia, y se vió los puños apretados que puso delante de la cara, abrió las manos lentamente, viendo las heridas que sus propias uñas habían hecho en sus palmas. Sus palabras eran pausadas y cargadas de un gran pesar y un profundo odio, descargando su pena.

- A mi me han mutilado... hasta un punto que no creí que fuese posible. Me han quitado mi cuerpo.... y me han hecho... débil, normal... humano.

Tar cierra los ojos para que no le broten las lagrímas y los abre y cierra rápido, durante unos segundos, y continúa:

- Verás cuando dejas de ser un niño y te conviertes en hombre, tu cuerpo cambia, no? Te sale pelo, te cambia la voz, te haces fuerte, ... en mi caso me salieron garras, una nueva cara, cola, pelo en todo el cuerpo... mi madre me llamaba gatito...., no sé si sabes lo que es... pero ahora... no tengo nada. Quizás nos hayamos visto antes de estar aquí. Soy lo que llaman estepario, pero prefiero el término "Recuperador", Como mi padre me dijo un día, recuperamos el pasado para que al menos no se vaya todo a la mierda.

Humillado, esa era  la palabra que mejor describía su estado en ese momento. Bueno, humillado y cabreado. Antes de venir a este lugar infernal nunca hubiese creido que a un humano se le podía tratar peor que a un animal.
Un escalofrío recorrió su cuerpo. Aquí abajo hace frio, la humedad se te mete hasta en los huesos. Por no hablar de las ratas que infectaban el lugar, que habían desarrollado el gusto por la carne humana, no era extraño despertarte con algún mordisco de ellas y entonces tenías que espantarlas a patadas. Este lugar es una mierda. Tengo que salir de aquí.

¿Te puedo hacer una pregunta? - Le dijo a su compañero - ¿Si no tuvieras el collar intentarías marcharte de este lugar? - Preguntó con la mirada perdida, pensativo....

Escucho con atención la trágica historia de Tar. Con la anulación de su mutación habían cambiado incluso su aspecto físico con todo lo que eso le conlleva. Perdida del equilibrio al perder la cola, seguramente estaría mal aclimatado al perder el pelaje...

- Oh tio, lo siento...- Dije con total sinceridad. ¿Qué es otra perdida de memoria en mi cabeza fragmentada comparado con esto? - Me suena eso de gatito... quizás lo haya visto en un libro pero nunca uno real. - Lo mire, intentando imaginarme como era su verdadero aspecto. Aunque tenia pocas referencias...

Me levanto tambaleante, ayudandome de las manos, y avanzo hacia él.

- Dejame ver esto. -

Aun no había podido examinar con detenimiento la primera cadena de nuestra prisión. La que nos ata en nuestro interior, limitandonos, haciendonos debiles frente al enemigo, convirtiendonos, como exactamente había dicho Tar, en humanos. El verdadero poder irreal de los humanos contra nosotros, hacernos como ellos.

Hasta ahora no sentía suficiente confianza con mi compañero de celda como para invadir su espacio personal en el único lugar en el que podíamos disfrutar de él, aunque no fuera demasiado ni siquiera aquí. Y tenía menos interés en hacerlo durante un tiempo prolongado. Pero ahora, ahora me había mostrado su dolor y me había identificado con él. ¿Y si yo pudiera hacer algo? Ademas en el momento en que le moleste mi proximidad puede hacermelo saber, ya habla, aunque tras subir y bajar espachurrados unos contra otros en el ascensor día trás día y trabajar hombro con hombro en la mina, empiezas a dejar de preocuparte por esas cosas.

- No se sabe de nadie que se haya podido quitar este juguete. - hablaba de manera mas continuada, incluso más animada. Observar aquel artilugio tecnólogico mientras pensaba como podía entenderlo mantenía ocupada mi mente. - ¿Pero será verdad que nadie lo ha conseguido? - estudio todos sus angulos. - ¿Habrán pensado en ponerle una alarma por si no explota? -

Elevo la cabeza con esfuerzo, me duelen todos los huesos del cuerpo tras la última paliza. Diablos, desde que estoy en este puto infierno sólo recuerdo dolor y más dolor. Entonces enfoco la mirada en el chaval que han puesto en mi celda. Buen muchacho. Lástima que esté tan jodido a su edad, pero así es el mundo. Sin embargo esta vez me parece detectar una chispa especial en sus ojos. Un destello de rebeldía…

No creí que le quedase tanto espíritu combativo, los jóvenes suelen quebrarse pronto aquí. Pero claro, no todos son iguales. Miro a ambos lados antes de contestar. Sé que no debería hablar en voz alta. Después del último mes en el pozo, me juré a mi mismo que en adelante sería más inteligente. Pero habrá que asumirlo, yo soy de los que no aprenden ni por las malas. Ni a palos. Ese es mi peculiar encanto…

- Muchacho – le contesto con una sonrisa que no es sino una mueca llena de dientes – Si no llevase este puto collar inhibidor, serían ellos los que intentarían huir…

John se acercó más a su compañero de celda y bajó el tono de su voz para que sólo su compañero pudiera oírle. El miedo le impulsaba a tomar precauciones - Sí, si no lleváramos estos collares serían ellos los que corrieran. Creo que este collar nos lo ponen porque nos tienen miedo. Saben que somos mejores que ellos. 

!!!Estoy harto de estar aquí encerrado!!!!

Pienso sacarme esto - Dijo señalando el collar - Y marcharme de este sitio

Alguien de los que está aquí sabrá como funcionan este tipo de cosas- Dijo volviendo a señalar el collar inhibidor - Alguno de los nuestros. Alguien que quizás pueda sacarnos esto 

Me gusta la actitud del crío este, debo reconocerlo. Pero aún es demasiado inocente…

- Mira chaval, no quiero desanimarte pero nos harían falta herramientas… o fuerza bruta a un nivel sobrehumano, yo tal vez podría en las condiciones adecuadas – confieso en un susurro – pero desde luego no mientras lleve esto puesto…

Casi al momento de decirlo me siento mal por miedo a estar enterrando las ilusiones del chico, el primer conato de rebeldía que ha mostrado en mucho tiempo… pero es mejor que aprenda a ver las cosas con realismo o lo pasará mal. Claro que peor de lo que ya estamos…

De pronto un sonido metálico los asusta casi dándoos un vuelco al corazón, al parecer habían golpeado los barrotes de la celda con algo fuertemente... -"¡¡¡Ehheee escoria, basura mutante, cerrad esos putos picos de loros y subid a vuestras confortables camas!!!"-, una voz irónica salía detrás de su casco blindado, en su arma porta un arma de asalto con el que golpeo los barrotes y en la otra una especie de control remoto... -"¡¡¡Dormíos ya engendros apestosos o os dormiré yo a base de caricias...!!!"-, dice levantando la mano que porta el mando, para mostráoslo...

De pronto un sonido metálico los asusta casi dándoos un vuelco al corazón, al parecer habían golpeado los barrotes de la celda con algo fuertemente... -"¡¡¡Ehheee escoria, basura mutante, cerrad esos putos picos de loros y subid a vuestras confortables camas!!!"-, una voz irónica salía detrás de su casco blindado, en su arma porta un arma de asalto con el que golpeo los barrotes y en la otra una especie de control remoto... -"¡¡¡Dormíos ya engendros apestosos o os dormiré yo a base de caricias...!!!"-, dice levantando la mano que porta el mando, para mostráoslo...

Hago un gesto al muchacho para que guarde silencio y me dirijo a mi jergón fingiendo docilidad, no me interesa acabar otra vez en el agujero... al menos no sin un buen motivo que lo justifique, que haga que valga la pena...

Luego espero a que el cabrón del guarda se marche y le susurro unas palabras a mi compañero:

- De momento limitémonos a esperar una oportunidad, es lo que vengo haciendo desde que estoy aquí, tarde o temprano tiene que llegar y lo importante es estar preparados cuando pase - intento transmitirle una mezcla bien equilibrada de esperanza y pragmatismo - Y entonces tú mantente cerca mío...