Partida Rol por web

Torre en brumas

Iaobahl

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15/02/2015, 19:29
Trixa

Trixa había permanecido callada durante los interrogatorios a Hagga y a Aldis. Mucho más al ver a la pelirroja. Pero ella misma sabía que sus compañeros pensaban y discurrían mucho mejor que ella. Y así había sido, habían sacado mucha más información de la que pudiera haber sacado ella.

Una vez en los establos se encontraron con otra situación.

—El cuervo es el que nos lleva al mago, así que creo que tenemos que entrar a ver que pasa. Total, esos imbéciles... la culpa nos la van a echar igual. Esperad que me acerque despacito a echar un vistazo.

Sin hacer casi ruido, Trixa se acercó a las puertas de los establos... ¡No! Mejor a una ventana, para echar un vistazo a ver que estaba ocurriendo. 

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15/02/2015, 19:49
Director

El suelo cerca del establo era blando, alfombrado con paja y alfalfa. Trixa no hizo más ruido que una sombra al acercarse y buscó el mejor lugar para curiosear sin ser vista.

Aunque la única ventana estaba en un lateral y era un poco demasiado alta, Trixa prefirió hacer uso de ella primero. Poniéndose de puntillas pudo justo asomar los ojos y examinar el interior.

Había muchos caballos, cosa que no era de extrañar. Estaban separados por cuadras, aunque todas tenían las puertas abiertas, con lo que los animales podrian haberse marchado de haber querido. La razón por la que no lo hacían, quizá, era que había un chico y una chica en el edificio. Ambos eran muy jóvenes, a juzgar por lo que había dicho Aldis, él debía de ser el ayudante del dueño. El chaval recién terminaba de colocar algo en una de las cuadras, y hablaba con la chica en voz muy baja. A la vez, dirigía miradas hacia la puerta principal, como si esperara que alguien llegara.

Se seguía escuchando a Kra, pero desde algunaotra sala, en la parte posterior del edificio.

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15/02/2015, 22:36
Trixa

Trixa, después de mirar por la ventana, volvió a hablar con sus compañeros, si estuviera sola, podría decidir entrar o no, pero ahora quería recibir su experto consejos.

—Hay un chico, supongo que el ayudante del dueño hablando en voz baja con una chica y colocando algo en una cuadra. Parecen esperar a alguien. No he visto al cuervo, debe estar más dentro. 

 

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16/02/2015, 20:00
Evaryan "Palabras Melosas"

—El chico  es el aprendiz. Se queda en los establos toda la noche, cuidando de los caballos.

Una mirada a las puertas abiertas y al caballo suelto destacó que no estaba haciendo un gran trabajo hoy.

—El diablillo a veces lleva a su novia, pero me temo que hoy pasa algo. Pueden estar en peligro.

A medida que se habían acercado al edificio, Evaryan había bajado el tono de voz. Acompañaba a Zz´pora en la vanguardia, aunque dejaba a su amigo y al ilmaterino que fueran los primeros en entrar.

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17/02/2015, 18:25
Director

A medida que se acercaron, las grandes puertas del establo revelaron el interior. A pesar de una lámpara de aceite ardiendo, el techo era muy alto y los rincones en penumbra no faltaban. Las cuadras a ambos lados contenían a los caballos (la mayoría de ellos, en todo caso), pero todas estaban abiertas. La débil y temblorosa luz de la lámpara dejó ver a un chico y una chica, tal como Trixa había adelantado. Ambos parecían estar asustados, aunque la mujer miraba al muchacho con adoración.

—¡Kra! ¡Nikander!

La voz del cuervo familiar se escuchó más allá de las cuadras, en alguna habitación en la parte posterior de los establos.

Apenas en condiciones para hablar, la mujer señaló con el brazo totalmente extendido hacia los gritos del cuervo, más allá de una puerta en el fondo de la sala.

—Un brujo...— dijo simplemente. Y todos la entendieron mejor de lo que ella hubiera pensado.

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17/02/2015, 18:36
Director

Iseo miró de pasada al muchacho y se concentró en la chica, que parecía más capaz de reaccionar. La mujer estaba más nerviosa que asustada, pero sobre todo se apoyaba psicológicamente en su compañero. Si había habido peligro, parecía haber pasado, o al menos se sentían seguros al ver llegar al grupo. El conjunto era raro, y el comportamiento dejaba ver que mucho era lo que no sabían, pero intentaban ayudar y parecían haberlo hecho.

¿De verdad estaba Nikander al otro lado de esa puerta?

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18/02/2015, 20:00
Director

La gente de ciudad difícilmente podría nunca entender como era una vida en la espesura. Mientras para Iseo o Evaryan los caballos eran herramientas, parte del decorado de un lugar como ese, Aleera dedicó más atención a los animales que a los dos humanos.

Los caballos estaban nerviosos; sin duda sentían que pasaba algo. Si no abandonaban sus cuadras era por el acostumbrado respeto a los humanos. En todo caso, la presencia del aprendiz hacía muy poco o nada por calmarlos. Quizá el auténtico dueño de los establos tuviera la confianza de sus animales; lo que era este chico, igual podría no haber estado.

La elfa también notó que solo uno de los caballos estaba ensillado y enbridado. Siendo ya prácticamente de noche, no era soprendente que dieran el negocio por cerrado.

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18/02/2015, 20:10
Iseo de Candelero

La tranquilidad que la descripción de Trixa y la presencia de los guerreros le había hecho sentir se esfumó al entrar en el establo. Nikander podía encontrarse tras la puerta que señalaba la muchacha, o podía encontrarse en otro lugar, probablemente de camino a dondequiera que pensase dirigirse, pero la situación en el interior era lo bastante extraña como para resultar enervante.

—¿Un brujo? —inquirió—. ¿Está aquí? ¿Por qué no habéis huido?

Los graznidos de Kra, seguidos del nombre del mago llegaron desde detrás de una puerta cerrada. ¿Estaba allí realmente el mago? Si era así, y no estaban asustados, era porque estaba indefenso. ¿Ha tratado de hechizar a la muchacha y el chico lo ha golpeado hasta dejarlo inconsciente?. Miró a su alrededor, buscando algún objeto contundente manchado de sangre. No te dejes llevar, Iseo, que no es la única explicación posible.

—¿Está dentro? —preguntó, levantando la mirada—. ¿Le habéis golpeado? ¿Habéis llamado a las autoridades?

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18/02/2015, 21:08
Aleera

Los ojos de aAleera se entornaron tanto hasta convertirse endos finas rendijas doradas. Apretó los puños con fuerza obligándose a no salir corriendo hacia la habitación.

En lugar de eso miró a ambos lados.

Los caballos están nerviosos, algo pasa—dijo; aquellos animales quizá tuviesen la confianza de su amo, pero al parecer del aprendiz no, o al menos no de este aprendiz. Señaló a uno concreto—. Y sólo ese está ensillado. Se supone que el negocio debería andar ya cerrado a estas horas.

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18/02/2015, 21:20
Director

La chica asintió a las palabras de Iseo, aunque pronto comprendió que harían falta palabras.

—Sí. Estaba escondido en la parte trasera. Era un brujo porque tenía una piedra muy extraña que brillaba, y además empezó a hablar muy extraño y mover los brazos, pero mi novio le empujó y su cabeza golpeó un yunque...

Miró al chico de nuevo, con adoración. El chaval, obviamente mejor dotado para la acción que para las palabras, se acercó al caballo ensillado, sujetándolo ante la resistencia del animal, y montó con cierta destreza. La chica siguió explicando.

—El brujo está encerrado ahí dentro, pero se desmayó... a lo mejor está muerto. Él iba a avisar a los homúnculos. Quiero decir, a Harald y la guardia. Nos colgarían en la plaza si no lo hacemos...

El chaval tenía toda la intención de salir al galope, aunque parecía esperar por la chica o por el permiso de los extranjeros. Ambos se fiaban, aparentemente, de dejar a los extraños con el brujo. Un mago no se veía todos los días, pero cuando un grupo de gente armada aparece también, no les cabía en la cabeza pensar que uno fuera aliado de los otros.

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18/02/2015, 22:04
Iseo de Candelero

Apenas prestó atención a las respuesta de la chica. En cuanto se había amonestado por precipitarse hacia una conclusión solo porque encajara con la escena, se había ocupado pensando otras posibilidades. Entre ellas, una tan obvia como preocupante. La mirada de la chica, su silencio, la reacción del caballo... Por fortuna, cada mañana preparaba por duplicado el conjuro que necesitaba para comprobarlo.

De nuevo pidió a Oghma que abriera su visión a la magia, concentrándose en la figura del aprendiz. Y si la preocupación era innecesaria, achacaría con las consecuencias.

Notas de juego

Detectar magia. Primer miro al aprendiz.

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18/02/2015, 23:15
Zz'pora

—No creo que sean más comprensivos con nosotros, si nos cogen con el brujo inconsciente —señaló Zz'pora, y se colocó entre el caballo y la salida—. Tú, chico. Desmota.

A Zz'pora no se le daba mal aparentar tener sangre fría, porque de hecho, la tenía. Pero por dentro El Caballero de Chelimber estaba en tensión. Si el chico intentaba hacer una locura e ignoraba su advertencia para salir a galope y dejarles con el marrón, desenvainaría el macuahuitl y trataría de derribar al caballo sin hacerle daño.

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20/02/2015, 00:07
Director

La historia encajaba perfectamente con lo que Iseo había sospechado. Encajaba incluso demasiado bien...

La súplica en voz baja vibró en la mente de la clérigo, y aunque no llegó a sentir el familiar contacto con Oghma, su petición fue satisfecha. Los ojos de Iseo se abrieron mientras la magia empezaba a tomar forma, como la llama de una lámpara.

La mirada de la oghmita se clavó en la del chico, e incluso antes de que el conjuro hiciera efecto, el entendimiento que percibió en aquel supuesto mozo de cuadra le dijo mucho.

Un aura abrumadora, que Iseo solo podía identificar como maligna, se concentraba en la espalda del muchacho. Otra fuente de magia bastante menor provenía de cerca de su cuello. Aunque no podía ver los objetos que portaban ese poder, eso no era sorprendente, porque dos auras leves de ilusión envolvían toda la silueta del chico.

Otro efecto de conjuro leve estaba activo sobre la chica. No le costó deducir que se trataba de un encantamiento, pues eso explicaba su mirada y el extraño comportamiento. ¿Cómo pudo no darse cuenta desde el principio? Los hechizos eran sutiles, mucho más difíciles de leer en el comportamiento que las compulsiones, pero esa excusa no hizo a Iseo sentirse mejor. Mientras que todos hubieran dudado de un chaval solitario, una pareja era una historia creíble, un contexto muy diferente. La mujer era parte del disfraz, pensó Iseo. Y el engaño casi había funcionado.

Casi.

Con la mirada clavada en la clérigo, el aprendiz que no era aprendiz desmontó del caballo obedeciendo a Zz´pora. Los ojos marrones eran los mismos que Iseo había mirado tan de cerca una vez. Una muestra de vanidad o una libertad creativa, pues Nikander siempre había tenido algo de artista. Esa mirada que era la de Nikander, demasiado orgullosa para resultar suplicante, demostraba miedo. Su destino estaba en manos de Iseo, y él solo podía aceptar lo que llegara.

- Tiradas (2)
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20/02/2015, 00:48
Director

El aprendiz dudó un momento, dirigiendo la mirada a todos uno a uno hasta acabar en Iseo.

Lo que vio debió convencerle, porque desmontó, obediente, y esperó colocado entre el caballo y la chica por más instrucciones. Zz´pora no pudo dejar de pensar en lo intimidante que debía ser para la gente de este pueblo. Ser un monstruo a veces tenía ventajas.

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20/02/2015, 16:12
Iseo de Candelero

La escena era demasiado conveniente. La forma de comportarse del muchacho, demasiado sospechosa. Lo que, de estar en un error, hubiera achacado a su propia suspicacia, había resultado ser una duda razonable. Tan razonable, que bajo el efecto del conjuro se había convertido en una certeza.

El aura de ilusión que envolvía al supuesto aprendiz, y la de encantamiento que flotaba alrededor de la muchacha, eran reveladoras. Incluso sin ellas, había detectado el reconocimiento en su gesto cuando entonó el conjuro, y cuando sus ojos se cruzaron, creyó recordar la mirada del brujo a quien había conocido años atrás. Sin embargo, la que captaba casi toda su curiosidad en ese momento era la que emanaba de la espalda de él, sobrecogedora y, a falta de mejores palabras para describirla, malévola.

—Deshaz los conjuros y, por favor, no reacciones de forma hostil —pidió al hombre que se escondía bajo la ilusión del joven aprendiz—. Debes ser consciente de que el resultado de una disputa no nos beneficiará a ninguno. Además, tenemos mucho de lo que hablar.

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20/02/2015, 22:29
Zz'pora

Zz'pora comprendió de lo que estaba hablando Iseo y se puso en tensión, desplegando de nuevo las coloridas crestas de su cráneo.

—Y antes de que intentes ninguna tontería, pregúntate si puedes conjurar más rápido de lo que puedo clavarte un palmo de obsidiana en la garganta —siseó el hombre lagarto.

Notas de juego

Zz prepara acción, si lo ve conjurar cargará contra él.

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21/02/2015, 00:50
Trixa

Trixa había dejado hablar otra vez a sus compañeros... hasta que descubrió que estaba pasando. Ahogó un grito. 

—Y si Zz'pora no lo hace, yo seré la que te lo clave— dijo con sus espadas cortas apareciendo de pronto en sus manos. Entrecerró los ojos. ¿Sería posible que fuera el brujo de verdad? ¡Menudo golpe de suerte!

Permaneció alerta, respirando nerviosa, no creía que Nikander se entregara sin intentar alguna jugarreta, no era propio de él. 

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21/02/2015, 00:59
Director

El supuesto mozo de cuadra suspiró y esbozó una triste sonrisa. La farsa había terminado, y la mirada que había sido lánguida ahora demostraba más inteligencia de la nadie hubiera esperado en un aprendiz. Los inquietos ojos marrones analizaron cada detalle durante un momento más hasta dirigirse hacia la muchacha.

—Querida, ve a vigilar la puerta del brujo y espérame ahí.

La voz era neutra, poco característica, pero Iseo y Trixa la reconocieron igualmente. La mujer no dudó ni por un momento y caminó hacia la puerta trasera. Su determinación era exagerada, sobrenatural, y seguramente de haber querido detenerla, hubieran tenido que usar la fuerza. Pero nadie quiso hacerlo. Una inocente envuelta en lo que estaba pasando, o estaba a punto de pasar, no era algo que los héroes quisieran. No fue hasta que la chica había desaparecido por un pasillo oscuro que el hombre tras la ilusión volvió a hablar.

—¿Tu poderoso caballero de Chelimber sabe distinguir entre lanzar un conjuro y deshacer un conjuro? No quisiera acabar ensartado por obedecerte...

Se dirigía a Iseo exclusivamente, como si los demás fueran escasamente dignos de su atención. Apenas había dirigido la mirada a Trixa. O era una pregunta retórica, o recibió una respuesta sin palabras, porque hizo un pequeño gesto a la vez que pronunciaba una palabra arcana (alarmante, pero demasiado breve para crear magia) y el conjuro de ilusión empezó a disiparse.

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21/02/2015, 01:35
Kra

—¡KRA!

El cuervo entro volando en la habitación por la misma puerta por la que había desaparecido la chica y se posó en el hombro de su dueño.

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21/02/2015, 01:37
Nikander

El hombre que se materializó tras el conjuro de disfraz tenía unos rasgos poco característicos que serían fáciles de olvidar si no estuvieran grabados en tu memoria, como lo estaba para los presentes. Tan solo la barba de chivo y el bigote que caía por debajo de la barbilla destacaban en su rostro. Los ojos marrones eran los mismos que había tenido el falso aprendiz.

—No ha sido culpa tuya— le dijo al cuervo en dracónico.

Nikander era solo ligeramente más alto que Iseo, aproximadamente de la misma estatura que Evaryan. Eso significaba que hubiera tenido que mirar hacia arriba para encarar a Zz´pora o Xander, pero no lo hizo porque siguió dirigiéndose a la escolar, como si toda negociación o conversación fuera con ella.

—Tan pronto como el hechizo termine, la chica empezará a darse cuenta de que algo raro pasa y de que, por cierto, mi voz no se parecía a la de mi alter ego. Si has venido tan lejos para hablar conmigo, supongo que preferirás hacerlo donde los gritos de una chiquilla llamando a la guardia no nos interrumpan.

Señaló con la mirada a los caballos y levantó las palmas en un gesto que, aunque pacificador entre simples mortales, viniendo de un mago recordaba a los poderes que dormían en la punta misma de sus dedos. Nikander no necesitaba ser alto ni musculoso para resultar intimidante, y a pesar de los días pasados en solitario durante el largo viaje, parecía en excelente forma y en la cima de su poder.