Partida Rol por web

-Don Fernando, me alegro de saludaros. ¿Ya habéis vuelto con el resto de viajeros? ¿O acaso vos regresásteis ayer, antes de que amaneciera? Parece que sin vuestra guía no son capaces de regresar al castillo.- Me levanto y camino hacia donde me indica el capitán de la guardia. Puede que él sea también una compañía entretenida.

Miro a Santiago que no tiene demasiado interés en responder al guardia...

El Barón, bienhacedor de estas tierras, ha gustado an convidarme a una recepción en su casa. Bien enterada de los extraños sucesos que anoche acontecieron prestan acompañarme para darme su protección estos dos caballeros.digo señalando levemente a Santiago y Lucius. Volviendo a fijar mi vista en el guardia y lanzándole una tímida sonrisa continuo mi perorata Una mujer como yo...temía salir sola al caer el sol, pero no podía negarme a la invitación del excelentísimo Barón...¿Acaso ha sucedido algún otro hecho inquietante, señor? Pongo cara de preocupación y miro de soslayo a mi alrededor, mientras recoloco la negra y suave capucha sobre mi dorado cabello.

Mirando de reojo Lady Maeve, decido adelantar mi montura ligeramente para apoyar sus palabras.
Buenas noches caballeros, como bien ha dicho escoltamos a esta noble señorita de alta cuna. Es necesario que lleguemos lo antes posible, por eso viajamos de noche si el tiempo apremia.
Gracias por la advertencia, aunque como comprenderá no tenemos tiempo para pasearnos por posadas
Exclamo de la manera más conviecente que puedo.
Intentaremos abandonar Navahermosa lo antes posible y más con estas habladurías que corren por aquí.

Daniel frunce el ceño en cuanto el nombre del barón es mencionado...

¿Qué se ha creido este barón? No conteis conmigo para ir a verlo, aunque por otro lado, tengo la sospecha de que la desaparición de vuestro escudero está relacionada con esta citación.

Daniel coge la carta y la abre, mostrando en todo momento su contenido a Francisco.

Francisco recoge la carta y la lee atentamente, tras lo cual lanza una mirada altiva y arrogante al tabernero.

Parece ser que vuestro señor anda escaso en heraldos si tiene que hacer uso de un mesonero como portador de sus mensajes.

Sin esperar respuesta, se encara con Daniel.

Don Daniel, creo que sería buena idea ir a ver a nuestro anfitrión para ver que tiene que decirnos. Tal vez podamos sacar algo en claro sobre lo que está sucediendo en esta ciudadela y aportemos luz sobre el paradero de mi fiel Ricard.

Los guardias os hacen una venia y os desean exitos mientras ustedes salen en sus caballos, cruzan la calle Castilla y os internais pronto en el bosque en el cual tuvieron el encuentro la noche anterior.

Lo observais igual de terrorifico y misterioso

Debo deciros que me es grato saber de vuestro bienestar, señor Alain.. Y observa hacia la nada El Bosque es demasiado peligroso para recorrerlo solo...

Y te guia por una serie de pasillos aledaños a la Gran Sala donde os habeis reunido anteriormente con el Baron, por todos lados podeis ver el blason del Clan LaSombra

Cita:

Vuestro amigos viajeros han tomado rumbos y caminos diferentes, no me extraña que el Señor Daniel de Arevalo ha de encontrarse la noche de hoy con mi señor el Baron conociendo que ha de cumplirse su sentencia de muerte a manos de Santiago

Ambos recordais la sentencia a muerte que ha sido dictada al señor Daniel en manos de Santiago el LaSombra por lo que la idea de abandonar Navahermosa no es una locura

-Así pues Daniel de Arévalo y Santiago no se han enfrentado aún. ¿Y han tomado caminos diferentes en tan corto espacio de tiempo cuando debíamos regresar con el barón?-

Don Francisco... podeis decirme que dice la carta? Que quiere el baron de nosotros? Dice algo acerca de Ricard?

Contad conmigo para ayudaros a encontrar a vuestro fiel escudero, pero comprended que no pienso acudir a la presencia del baron....

Espoleo mi caballo para acelerar ligeramente la marcha, tengo buenos motivos para querer llegar al castillo. Consciente de que esta es la parte peligrosa del camino fijo mis sentidos en el bosque envolviéndome con mi oscuridad como si fuera un manto.

Observando el cambio de ritmo de Santiago, miro a lady Maeve y le hago un gesto con la cabeza para acelerar el ritmo también nosotros. Espero no tener encuentros inesperados, muchas respuestas esperan al final del sendero. Agudizo todos mis sentidos al máximo atento a cualquier sonido, destello o olor.

Francisco lee en alto el texto de la carta para que lo pueda asimilar Don Daniel.

Bien, en tal caso, si no os molesta, acudiré yo solo a ver que desea el señor barón. Cuando acabe mi entrevista con él os pondré al día de los hechos, aunque aqui hay algo que me huele muy mal.

Don Francisco, Daniel de Arévalo es un hombre de palabra, y como os dije, os ayudaré a encontrar a vuestro fiel escudero. Aunque ya estoy completamente convencido de que el barón está involucrado en todo esto.

¿Os parece que nos veamos aqui a última hora de la noche de nuevo? Hablaré con el posadero para que nos guarde de nuevo las dos habitaciones, así tendremos un lugar seguro para descansar, aunque todavía me pregunto cómo ha podido averiguar el barón que ambos estábamos en esta posada...

Mientras vos os encontrais con el barón, intentaré averiguar por mi cuenta algo sobre vuestro escudero y sobre esos lupinos...

Francisco asiente con la cabeza.

De acuerdo, actuemos así. Nos veremos a última hora en esta posada y si no puedo acudir os haré enviar un mensaje aquí para que sepais de mis cuitas. Id con cuidado.

Tras finalizar la conversación, Francisco se dirige a ver al barón.

Seguis el sendero escuro y frio por el cual Fernando el Aguacil os guio la noche anterior hasta llegar al area donde los lupinos os atacaron.

A diferencia del ambiente peligroso vivido anteriormente cruzais directo hasta las puertas del castillo donde os esperan los guardias quienes al veros os reconocen y saludan con la cabeza indicandoles los establos.

En el establo hay pocos caballos...

Francisco desciende a la primera planta y se encuentra con una pequeña y acogedora sala alumbrada por unas antorchas en las paredes y algunos cuadros de paisajes y lagos, el posadero Tuc se encuentra charlando con un guardia..

Al salir os encontrais con una calle oscura y fresca, corre un viento suave y la nieve no esta muy alta. Vuestros caballos estan amarrados esperandolos

Francisco se aleja por unas escaleras que llevan a la primera planta y os quedais de pie solo junto a vuestras habitaciones al tiempo que el posadero Tuc aparece y se acerca con cuidado

Mi señor....¿Quien ha de pagarme la estadia del señor Caballero que ha marchado?...¿o lo sumo a las cuentas del Baron Diego Garcia?

Veremos si ese traidor de Daniel de Arevalo ha de dar su rostro ante el Baron y si no es asi le daremos caza como cualquier enemigo de nuestra sangre..

Responde Fernando formando su frente rigido y empuñando su gruesa mano

Una voz proveniente de atras vuestro grita suavemente

Capitan Fernando, los invitados de nuestro señor el Baron Diego han regresado...

Maese posadero, no os preocupeis por ese asunto porque hemos decidido quedarnos una noche más. Asi que, por favor, mantened nuestras habitaciones libres y listas para más tarde. En el caso improbable de que no regresemos, súmelo a la cuenta del barón.

En otro orden de cosas, necesito que me contéis lo que ha pasado aquí durante el día. Decidme posadero, ¿habéis visto salir al escudero del caballero en algún momento? ¿Sabéis hacia donde se dirigió? También me gustaría saber si estuvo alguien husmeando por nuestras habitaciones o si alguien preguntó por nosotros, aunque esto último está claro porque nos habéis entregado el mensaje... ¿podéis contarme qué pasó?