Partida Rol por web

Alek levantó las manos tras inspeccionar el lugar y lanzó un par de sus conjuros. A un lado y a otro, las sacudidas eléctricas golpearon a sendas piras y las arrojaron sobre los caminos que llegaban a la puerta. Una pequeña barrera de piras se levantó en el camino entre el grupo y los perseguidores. Quizás eso podría darles algo más de tiempo.

No tenemos mucho tiempo para decidir, por lo que seamos rápidos en nuestros movimientos y matemos a todos los que se ponga cerca de nosotros.

Debemos movernos de aquí cuanto antes, sino queremos ser sus presas.

Alek había derribado las ollas iluminadoras y las llamas crearon una cortina entre los monjes y aulladores, que ignorando sus mortales diferencias se precipitaban sobre los compañeros a la puerta de la iglesia.

- Pst, Elenya. - susurró Arthur a la otra guerrera. - Haz que todos metan el culo en la jodida iglesia si es que es seguro, yo detendre a la escoria que nos viene de camino.

Con las llamas reflejándose en el rostro, el barbudo levantó su hacha.

- ¡Monjes y chilliditos! ¡Sé que podéis saltar esta barrera sin problemas con vuestras piernas que parecen muelles, saltamontes de mierda que triscáis por el monte! ¡Pero el primero que la salte será el primero en morir! ¡Morirá incluso antes de tocar el suelo! ¡Y YO ESTOY ESPERANDO ESE MOMENTO! ¡PORQUE NO HAY NADA QUE ME GUSTE MÁS QUE MATAROS!

Después de tal atroz declaración, Arthur se echó a reír, no dudaba que uno saltaría... y tendría su hacha clavada en el cuerpo antes de tocar el suelo.

Alek consigue hacer una distracción para vuestros atacantes, las piras consiguen hacer una barrera de fuego y humo que todavía no se atreven a atravesar. El destello de la luz creada por Alyanna funciona igualmente, en tanto que  Evadne os grita:- Abramos la puerta, sino nos encontraremos entre la espada y la pared.- En tanto que carga una ballesta, dispuesta a vender su vida cara ante la muchedumbre que se agolpa ante los carbones, que se pelea entre ellos y esperan el momento adecuado para atacaros.

Eleyna abre la puerta de la iglesia gracias a sus potentes músculos y podeis ver una gran sala llena de bancos donde la primera fila esta llena de monjes que se postran ante una guadaña que flota en el aire, donde debía estar el altar. Enfrente suya un enloquecido anciano farfulla:- Abandonemos a nuestro dios, pues ahora tenemos el poder del devorador de dioses con nosotros. Nuestros hermanos combaten contra el rey que yace, pero cuando acabemos con el ritual, incluso él nos temera...- Al veros grita:- ¡Infieles! ¡Matadles hermanos mientras termino el ritual!-

Cuando entro por la puerta al interior de aquel lugar, y ver como aquellos monjes hacían su ritual. A lo que al escuchar que acabasen con nosotros.

Me apodera el espíritu del entusiasmo y sin capacidad de pensar, de Arthur y digo.

ATACAD!!! A POR ELLOS!!!

Abandonemos a nuestro dios, pues ahora tenemos el poder del devorador de dioses con nosotros. Nuestros hermanos combaten contra el rey que yace, pero cuando acabemos con el ritual, incluso él nos temera...- Al veros grita:- ¡Infieles! ¡Matadles hermanos mientras termino el ritual!-

Arthur miró absolutamente alucinado al chiflado que mandaba a todos los monjes y los aulladores contra su grupo. No pudo evitar comenzar a reír al ver la obsesión del idiota que adoraba a una guadaña y soltaba saliva por la boca en cada uno de sus desvaríos.

Yo pensaba que el chiflado era yo.

- Jajaja. - su risa era contagiosa. - ¡Que rey que yace, qué devorador de dioses! ¡No sois más tontos por que no aprendéis! ¡Al final de hoy todos estaréis muertos! ¡Y por nada! Los únicos dioses que merecen la pena y el respeto son el señor de la Luz de Alyanna y el resto como él, que son buena gente y no quieren ni la muerte ni la destrucción. ¡PERO VOSOTROS SIEMPRE ESTÁIS JODIENDO! ¡Y AHORA OS VOY A SACAR LAS ENTRAÑAS POR JODIDOS CABRONES!.

En ese momento Elenya cargó furiosa contra los monjes de mierda, la mujer estaba furiosa y Arthur sabía que exterminaría sin problemas a todos los miserables de los monjes... pero tardaría, estaban en mitad de una gran batalla. Y no podían dejar desprotegidos a Alek o a Alyanna ante tanto enemigo. 

- ¡Elenya! ¡BIEN! ¡Acaba con ellos, yo me encargo de los que vienen pero antes...! -Sacó un frasco de su bolsillo... y lo arrojó en un perfecto tiro parabólico por encima de todos los monjes arrodillados... hasta golpear a su líder. Estallando y derramando fuego líquido por encima suyo. - ¡Cuidado, no te quemes! Jajaja.

Confiando en la guerrera, en haberle dado tiempo para que el otro no terminara el ritual,  se dio la vuelta para evitar que los rodearan y atacaran por todas partes bloqueando la puerta a los que venían. - ¡VAMOS, ESCORIA! ¿QUIÉN QUIERE MORIR PRIMERO?

¡El Arma! Alek no podía pensar en otra cosa desde que había llegado a esa maldita isla. Tenían que conseguir el arma, y el único modo de hacerlo, era a través de aquel portar en el tiempo. Estaba claro. Con ella, tratarían de solucionar las cosas. ¡Por fin la habían encontrado!

El hechicero atendió a la conversación o más bien al primer monólogo del que parecía el lider de los sectistas, y después al mini-comentario de su amigo Arthur... ¿Qué se podía esperar de alguien sin cerebro aparte de matar, matar y matar?

Alek sonrió. Le pareció gracioso el hecho de que Arthur arrojara un bote de alquimista. Estaba lejos y no podía usar su espadón. Era lógico. Veamos... -  pensó el hechicero  - Enseñemosle a este guerrero lo que es el fuego. - Sacó un trozo de cristal de su bolsillo y miró a través de él.

- Ignis rael´ik Fulmini - gritó. Y un enorme rayo de fuego salió despedido hacia el que era el líder y había hablado primero. El fuego impactó causando gran daño, cuando el guerrero le miró, Alek solo pudo encogerse de hombros.

Siguiendo a mi inicitiva, me armo con mi espadón hacia ellos y empiezo atacarles. Ya que el resto de compañeros, estaban haciendo lo mismo. Para acabar con ellos y poder seguir nuestro camino.

No podía ver muy bien que es lo que estaban haciendo...pero al menos sabía con seguridad que el guerrero estaría atacando aquellos y disfrutando del momento.

la tirada de daño cuenta la segunda. lo siento.

El arma que flota es la que estáis buscando, Diente de Kraken, que se suponía perdida durante siglos, aunque supones que el viaje en el tiempo os ha puesto en el momento que desaparece. Su procedencia es desconocida, aunque su poder de cortar la esencia incluso de los dioses, la han convertido en un arma proscrita para todos. Sus demás propiedades son comidilla de leyenda, como la de devorar almas, resucitar a los muertos, incendiar de fuego impuro... Que sean o noreales tendréis que averiguarlo.

Como apareció en este monasterio fortificado, es un misterio, aunque como ya sabes era muy normal que estás ordenes guardarán reliquias, protegiendolas del exterior o al contrario, siendo ellos quien protegen al exterior del arma, como ha sido en este caso, aunque no te suena para nada esta orden, hay que tener en cuenta que es una isla del terror "recientemente" añadida a los terminos de Barovia.

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Alyanna no dejandose impresionar por el espectáculo de luces producido al tocar el arma, la agarra con las dos manos da un empeñon, desgraciadamente había hecho fuerza creyendo que el arma estaba clavada, cuando en realidad no lo estaba, le hace caer en brazos de Arthur. 

Pero esta escena romántica esta ocurriendo en el peor momento posible, pues el enorme ojo derrumba con sus tentáculos la cúpula de la iglesia sobre vuestras cabezas, lo que os hace correr hasta la puerta justo cuando los escombros taponan el lugar. Os encontráis en el patio donde el humo provocado por las acciones de Alek para cubriros ahora ocultan la orientación hacía el portal, en tanto que sentís la mirada de la criatura sobre vuestras cabezas...

Que la mujer se abalanzara sobre él no sobresaltó a Arthur, era lo que ocurría siempre. Lo que toda moza normal racional fogosa y ardiente haría. Pero no se cortó en el cachondeo.

- ¡Eh Alyanna! ¡No me claves tu arma! -dijo al ver que la clériga llevaba la guadaña o el arma de los cojones en las manos.- ¡Que las cosas tienen que ir al revés!

Medio echándose al hombro a la clériga, medio llevándola en brazos, corrió hacia la puerta sobre sus fuertes piernas.

- Mierda, con estas armaduras que lleváis no puedo ni meterte mano cuando te acarreo...

¡¡¡¡GENTUZA, SEGUIDME TODOS, QUE OS ORIENTO PERFECTAMENTE HACIA EL PORTAL!!! ¡Donde están ahora tus patéticos conjuros de ver en la oscuridad, ¿Eh brujo?!

- prfffff - Alek suspiró sonoramente y se lanzó a la carrera siguiendo al guerrero de pelo plateado.

ARthur detras y acabo en sus brazos.
Esto no lo tenia planeado asi, aunque no me desagrada nada
Por favor, luego en privado te aseguro que te gustara lo que te voy a hacer.
Llevo la suficiente proteccion para que no puedas hacer nada si no quiero yo misma.
Pero te dejare elegirme una la proxima vez que vayamos a un mercado

Hombres, tan predecibles a veces con algunas cosas.