Partida Rol por web

Casi un mes después de Oak Ridge, el grupo de Matt Reagan se desplaza más hacia el norteste por la interestatal 75 hacia Washington en busca de respuestas, rodeando Knoxville han atravesado Tennessee hasta cruzar los límites con Virginia, la falta de combustible obliga al grupo a abandonar uno a uno los vehículos y pertenencias que pudieran haber salvado del St. Rosalie, sólo llevando consigo lo más indispensable y el mayor número de armas y municiones que pudiera cargar cada quién.

Después de varias horas de caminar el sol comienza a pegar de lleno en el rostro de los sobrevivientes, algunos visiblemente minados por el viaje deciden detenerse un momento, Roland y Rebecca no bajan la guardia mientras Reagan jnto con Stan revisan los pequeños contenedores de agua desinfectada con las últimas pastillas purificadoras que usaron hace dos días para evitar enfermarse, en tales circunstancias una pequeña infección en el estómago podría resultar mortal, la falta de agua potable es también uno de los mayores problemas del grupo, siendo racionada  y resguardada como uno de los más valiosos recursos que les quedan.

A una hora de la última parada distinguen a lo lejos el puente que cruza New River a unas cuantas millas de Wytheville, VA.

Desde que partimos dejando el St. Rosalie el viaje no ha resultado fácil, a la falta de suministros la situación se ha ido complicando día a día haciendo que el recorrido se esté alargando mucho más de lo esperado. A los últimos días lo más alarmante es la escasez de agua, hemos batallado para conseguirla y nuestras reservas ya no cuentan con demasiada cantidad, si no logramos encontrar más estaremos perdidos, esto ha sido una preocupación mayor que los retornados los cuales aunque hemos encontrado no han presentado un peligro mayor, aislados o en grupos pequeños que son fáciles de eliminar. También hemos tenido suerte hasta el momento de no encontrarnos con más hostiles, eso sería tener demasiada mala suerte dado el estado en el que nos encontramos, pero bien ya hemos comprobado que la suerte puede escupirte en la cara de un momento a otro, por ello mismo hemos sido lo más cautelosos posibles tratando de evitar un revés.

Caminamos a un paso más lento del deseado, la falta de buen descanso, suficiente alimento y agua ha ido mermando de uno a uno. Los observo de reojo mientras seguimos el camino, algunos están más afectados que otros, me preocupa que no logren resistir más éste ritmo que llevamos. Al pasar de los días el grupo se ha ido conformando como tal, ya no se siente diseccionado lo cual es bueno. Miro a Matt, me siento más unida a él cada día, no deja de resultarme increíble que en el fin del mundo me encontrara yo en esta situación pero a la vez doy gracias ya que he dejado atrás el moverme solo para sobrevivir, es bueno tener un incentivo para vivir, aún cuando la vida pareciera empeñarse en tornarse cada vez más dura. 

Hacemos un alto que todos agradecemos, tratando de resguardarnos de los rayos de sol entre las sombras que los árboles puedan dar. Siempre estamos alerta a cada paso, especialmente cuando nos detenemos, es estar en automático con el arma en las manos vigilando cualquier señal de alarma o peligro.

-Tenemos que encontrar un lugar seguro para descansar a lo menos un par de días, buscar víveres y sobre todo agua, de lo contrario no llegaremos más lejos- le comento a Roland quien vigila conmigo mientras Matt y Stan revisan nuestros suministros de agua que quedan -"Espero que no sea poco lo que queda".

El pequeño éxodo en el que estamos se empieza a notar en la mirada de cada quien y por mi parte no es que vaya mejor. Mi semblante ha cambiado bastante y en el transcurso de un mes me he vuelto un poco más huraño, aunque gracias a Alexandra esto he intentado no serlo. Tener a alguien preciado es algo muy importante en estos momentos.

Un nuevo alto en el camino y junto con Rebecca hacemos guardia. -No enfatices lo obvio mujer. -Sonrío colocando cara de... ¿en serio? -Para resumir, estamos algo jodidos... pero solo un poco. -El sarcasmo es algo que no debe faltar. -Espero que este viaje sirva de algo Matt. -En mi interior aún me fastidia el haber dejado el St. Rosalie.

Inhalo, Exhalo y doy una mirada rápida al cielo. -Estaré bien.

El peregrinaje terminó siendo más pesado de lo que Alexandra había pensado que resultaría. Por momentos se preguntaba si el haber dejado el St. Rosalie había sido la mejor opción, quizas el quedarase y pelear habría resultado ser lo más senzato o bien ya estarían muertos de haberlo hecho así, pero tal ve pronto estarían muertos de todas maneras y solo estaban alargando el suplicio. Realmente no lo sabía y al mirar a Matt no podía culparlo pues ella libremente había aceptado seguirle , pero en ese momento se sentía mal y molesta. -"¿Hasta cuando llegaremos?"

Finalmente harían una pausa,la pelirroja se sentó a la sombra de un árbol buscando un poco de consuelo, estaba demasiado acalorada, cansada, con molestia en una pierna y con unas ligeras nauseas.

Jeanine fue volviéndose cada vez más reservada y callada a medida que fueron pasando las semanas. De vez en cuando soltaba alguna que otra burla hacia los muertos que nos íbamos encontrando deambulando por el camino, pero procuró no volver a abrir la boca en referente a ninguno de los miembros del grupo. Mi actitud mostraba una extraña calma, como un estado neutro de continuidad.

Había pasado un mes, y ya nos estábamos quedando sin agua. Llevábamos horas caminando bajo el sol, y no hacia más que arrepentirme por mis adentros por haber tratado de cargar demasiadas cosas, que al final fui desechando poco a poco sacándolas de la mochila y tirándolas fuera del camino (material de poca importancia, tipo cubiertos, latas vacías, ropa extra), lo cual ayudó bastante a mantener el ritmo. 

Todavía sentía culpabilidad por lo sucedido con Mimi. Cada vez que me acercaba a Jae o a Thomas  (que comenzaron a mostrar mucho apoyo mutuo desde lo sucedido con el brazo del enfermero) trataba de ser respetuosa y no hacer nada que molestase, a nadie.

No se cuanto tiempo más iba a aguantar comportándome así. A veces sentía que una parte de mí estaba a punto de explotar, y la otra mitad estaba apática y fría como una estatua piedra.

Una hora de la última parada se ve a lo lejos un puente. Entonces nos detenemos a petición de algunos (y alivio de todos).

Los días siguientes al rencuentro fueron duros para todos, pero especialmente para los supervivientes del campo de golf que siempre habian tenido un sitio de referencia y en dos días habían perdido el nuevo sitio.

Thomas nunca volvería a ser el mismo, Jeanine se iba retrayendo sobre sí misma sin que pudiese hacer nada, Jae estaba afectado por la perdida de Mimi y Stan... quizá Stan junto a mi eramos los que más habíamos mantenido nuestra forma de ser.

La relación con el resto del grupo del hospital, ya nuestro grupo, era cordial incluso amigable, quizá con algunos miembros menos que con otros, pero buena con todos.

De camino encontramos un puente donde se sienta Alexandra aparentemente fatigada, algún otro también parece afectado. Por mi parte el haber comenzado a realizar caminatas y esfuerzos físicos me ha recordado a los ya lejanos entrenamientos diarios que hacía. Me siento bien físicamente ahora mismo, nada cansado.

Creo ver a Jeanine algo cansada aunque parece ir bien, ¿Estás bien, no? - le digo sonriendo. Matt y Stan revisan el agua mientras Rebecca y Roland parecen vigilar. Me giro hacia el resto, Creo que necesitamos un descanso, paremos unos minutos capitán.

Mientras vigilo noto que Alexandra no está del todo bien, bueno en este momento quien lo está. Siendo ella una prioridad para mi, no puedo ignorar su estado y le hago una seña a Rebecca de que me voy a aproximar a Alexandra. -No tardo.

Voy sacando la botella con agua y cuando estoy cerca se la ofrezco. -Velv, toma un poco... -Espero que lo haga y guardo nuevamente la botella. -Estaremos bien, descansa por ahora. Voy a continuar vigilando junto con Rebecca. -Antes de apartarme de ella me arrodillo para darle un beso y acariciar su rostro.

De vuelta a vigilar saco la mira de sniper y voy revisando nuestro rededor. -Vamos, que valga la pena todo esto. -Esta situación se está volviendo bastante insoportable y son demasiados factores los que nos afectan.

La pelirroja alzó el rostro al escuchar la voz de Roland.

-Gracias-le dijo sonriendo al tiempo que tomaba la botella que él le ofrecía.

Dio unos pequeños sorbos que su acalorado cuerpo agradeció, pero sería igual por el cansancio y hambre que al sentir el líquido llegar al estómago que las nauseas se le acentuaron un poco más. Cerrando la botella se la regresó a Roland.

-¿En verdad estaremos bien?-preguntó un tanto escéptica. Estaba molesta por varias cosas, pero principalmente por sentirse tan cansada, eso la hacía a su vez sentirse inútil. Agradecía el que Roland viera por ella pero sería tal vez que nunca en su vida alguien lo había hecho y estaba tan acostumbrada a valerse por ella misma que sentía extraño que alguien la cuidara y a veces no sabía cómo sentirse al respecto.

Suspiró pensando que nada ganaba dejándose llevar por un sentimiento derrotista, eso no iba con ella. Sonrió de nuevo cuando Roland se acercó a besarla, al acariciarle el rostro ella le puso una mano atrás del cuello para acercarlo y volverlo a besar. Dedicándole otra sonrisa cuando éste se alejó.

-Bien unos minutos para tomar fuerzas y nada de lloriqueos Alexandra

Tras una semana complicada en la que el veterinario se desvivo por tratar al enfermero, el rostro de de este poco a poco fue tomando un tono apagado. El cansancio paso factura en el, pero al contrario de lo que nadie mas pudiera imaginar Jae se había vuelto mas fuerte aguantando todo lo que fuera necesario. 

En ese tiempo poco a poco fue agradeciendo uno a uno lo que hicieron por Thomas en especial a Alexandra, Briana y Mike. El coreano se volvió mas cercano con los del nuevo grupo y siguió sin separarse de los de su antiguo grupo ya que los sentía como de su propia familia.  Con respecto a Mimi Jae jamas pregunto por lo sucedido con ella y si alguien le intento contar lo que paso, simplemente les agradeció la preocupación pero no dejo que se lo contaran. Jae decidió aceptar la perdida de la perra a su manera y aunque no dejo que se le notara nunca a día de hoy a un se le pueden notar pequeñas rutinas y gestos grabados en su mente que hacen que siga actuando como si Mimi estuviera allí. El es consciente e intenta no hacerlo, pero le es inevitable en algunas ocasiones.

Hoy y tras una larga caminata el veterinario camina tras Thomas, agradeciendo a lo que sea que este ahí fuera que encontrara unas gafas de sol en la ultima parada que hicieron antes de que se acabara la gasolina del vehículo donde iban. Lentamente Jae acelera el paso y se pone junto al rubio. ¿Como vas?  Le pregunta con una pequeña sonrisa. 

Algo mas adelante el coreano observa como Alexandra se sienta bajo la sombra de un árbol con mala cara y prácticamente al mismo tiempo escucha a Jafreese pedirle una pausa a Matt. Creo que es buena idea que descansemos un rato. Le comenta al enfermero dando un largo suspiro seguidamente. 

 En el incidente de Oak Ridge, el joven Thomas tuvo que hacer un pago para continuar con el viaje. Sacrificó su antebrazo izquierdo al haber sido mordido. Contra todo pronóstico y tas una noche infernal llena de delirios lo consiguió. Regresó del mundo del limbo. Su primera semana fue infernal, víctima de una prisión de dolores y pesadillas en las noches, que se convirtieron en su enemiga. La infección remitió, no obstante, las evidentes secuelas quedaron allí.

Si quisiera, podría cerrar los ojos, y ver de nuevo como más infectados mordían su débil cuerpo. Y sentir la carne ser desgarrada por las mordidas. En el otro brazo, en las piernas. Incluso en la garganta haciendo fluir la sangre de forma intermitente. Por suerte, y a cambio de lo que su mente le hacía creer al intentar descansar, salió con vida.

Pero su batalla no se detuvo ahí, tenía que enfrentarse con su cerebro, recordarle que ya no tenía su maldito brazo, sentirlo y no verlo fue una tortura, le desesperaba. El dolor en una parte que ya no formó en él......una sensación desagradable, incómoda. Solamente quiso que terminase de una maldita vez.

A pesar de eso, se esforzó en sonreír, en no dejarse vencer tan fácil. Eternamente agradecido con sus compañeros por haberle concedido otra oportunidad. ¿Qué sentido tendría acabar en la desesperación después de todo lo que hicieron por él? Alana cubriéndoles desde arriba, a pesar de la situación, Thomas le agradeció su valentía.

La pelirroja, Alexandra que le tendió una mano que le sacó de aquella puta trampa que casi se convierte en la tumba del joven, y en la de los demás, además de la desagradable tarea de cerrarle la herida. También tuvo palabras de agradecimientos hacia Mike y Brianna, por la rápida actuación del primero, y las atenciones de la mujer. Y sus ganas de voluntad hicieron el resto.

No se vino abajo, cada día pasado, cada día que el chico se esforzó en recuperarse, tuvo que volver a aprender lo rutinario una vez más. Vestirse, comer. Usar un arma. Perdió capacidades, ya no se vio capaz de utilizar las herramientas con una sola mano. En algún momento que quiso intentarlo, las lanzó con rabia al suelo frustrado, consciente que para él, eso ya quedó en el pasado.

En el tiempo trascurrido demostró cariño y afecto a todos los miembros del grupo. Sin excepción. Incluso el huraño Roland, o el reservado Matt, o la callada Rebecca. Para él existía un grupo. Y quiso aprovechar el máximo posible el tiempo para estar con ellos. Su razón de ser. Su razón para no perder en la locura y en la desesperanza. Al fin y al cabo, uno nunca sabía cuando llegaría su muerte. Y él la llegó a ver tan cerca, y varias veces. Su guadaña en el cuello, su mirada siniestra, y jamás olvidaría aquellas palabras. "Hoy no, quizás mañana". No obstante, su apoyo principal fue el de su amado veterinario, y pese a que todavía le molestase ser una carga, se dejó ayudar, porque entendió que lo necesitaba.

Por eso sus ojos, se fueron haciendo más pendientes de los demás. Colocando su única mano en el hombro, o dedicar una agradable sonrisa a aquel que más lo necesitase. Así fue el nuevo Thomas, viviendo el día a día, con determinación, cercano, incluso cariñoso, sin perder la serenidad. Hasta elaboró su repertorio de bromas de humor negro sobre su mano. Sobre todo testarudo, hasta aprovechó en los momentos de pausa para practicar recargar con una sola mano. Intentó varios trucos, no obstante, la mayoría fueron desechados al ser poco prácticos, difíciles, y lentos. Pero seguir, lo haría.

Cada día que pasaba, el viaje fue cada vez más duro, más difícil. No por el mero hecho de los encuentros, si no por los recursos, especialmente el agua, se había convertido en el más valioso. Dos días sin ella, y todos acabarían muertos. Algunos ya le estaban pasando factura. Él el primero. Iba andando adelante del veterinario, y le dijo algo que su cerebro no pudo procesar.

Los pasos del joven manco empezaron a ser erráticos, su visión borrosa le impidió ver con claridad. Y entonces sus rodillas se clavaron en el suelo, completamente mareado. Y aquella vez fue incapaz de sonreír. El cuerpo asimétrico del rubio le falló de improviso lo cuál hizo que se desplomase casi en el acto en el suelo. Claras consecuencias de la falta de agua y el agotador sol.

Jae seguia tento a la cara de Alexandra. - Cuando lleguemos junto al resto ver que le pasa a Alexandra, quizá sea deshidratación a causa de la caminata y el sol. Al menos Roland parece que le esta dando algo de agua. Le comenta Jae a Thomas sin darse cuenta de lo que le esta pasando. Lentamente el veterinario se gira hacia el para verlo ya que no respondió a su pregunta. Es cuando ve como Thomas se tambalea y cae de rodillas.

No, no, no.... Jae automáticamente suelta el rifle y se lanza hacia el para no dejar que caiga al suelo. ¿Thomas? ¿Thomas? El coreano golpea su cara suavemente intentando que no se desmaye. 

Sujetando el enfermero con uno de sus brazos como puede se quita su mochila y la abre buscando su agua. Nervioso el coreano da un pequeño silbido como los que utilizaba cuando llamaba a Mimi. No lo hace tan fuerte como con el animal, pero lo suficiente como para que los que están mas adelante le escuchen. Al sacar el agua, Jae le quita su mochila al enfermero y lo tumba con cuidado en el suelo. Vengaaaaa..... Dice para si mismo nervioso mientras abre el agua y moja una de sus camisetas de repuesto para pasársela por la cara y por el cuello a Thomas para refrescarle. ¿Te ves con fuerzas para levantarte? Te ayudare a llegar a la sombra. Jae le alcanza el agua. Bebe un poco antes de hacer nada. Le comenta mientras mira al enfermero a los ojos intentando controlar sus nervios para no preocuparlo.

Habia pasado casi un mes desde que llegaron a Oak, pero el tiempo pasaba rapido sobretodo cuando tienes dos cosas que hacer, buscar viveres y mantenerte viva. Despues volvieron a la carretera y avanzaron hasta que llegaron a un rio, hay se pararon, Alana lo agradecio sobremanera, parecia mentira que la energia de antaño hubiera desaparecido en esa caminata, tambien se podia deber a lo que llevaba encima, pero claro, eso era necesario, por lo menos lo que pesaba.

Asi que cuando pararon se tiro al suelo tumbandose debajo de un arbol despues de soltar la mochila a su lado.

Cuando sus compañeros empezaron a hablar de buscar un sitio para descansar, Alana estubo tentada a decir que subia a un arbol y mirar a la redonda a ver si veia algo, pero estaba tan cansada que no dijo nada, tapoco sabia si ellos se lo pedirian, no la habian visto subirse a muchos sitios, pero esas zapatillas de Parkout, eran raras para alguien que no las hubiera visto antes.

Por lo que al final digo:- Deberiamos descansar algo, yo al menos lo necesito, se incorporo y bebio un poco de agua de una de las botellas.

-Asiento con una sonrisa poco firme a la pregunta de Jafreese, pero al momento veo tambalearse y marearse a Thomas, y a Jae ayudarlo al instante. Me acerco corriendo con mis pechos desiguales botando de lado a lado para ver si todo iba bien . -Está bien?..... es la herida?? - digo realmente preocupada.. - Queréis que avise a Matt o a Mike??  - sin saber que hacer exactamente, me muevo en dirección a Matt-Mike y les comento el estado en que se encuentra Thomas. Volviendo, veo como Jafreese me mira con preocupación.. desvío la mirada como tratando de hacer ver que no le he mirado. Entonces me sujeto nerviosamente el otro brazo con la mano y decido acercarme a Rebecca. 

Durante las últimas semanas ya lo habíamos hablado, y desde luego era una cosa de lo más obvia, sobre el tema de aprender a defendernos mejor o a aprender algunas técnicas o movimientos para evitar accidentes estúpidos. No estaba en deseos de hacerlo, pero sabía que debía intentarlo o acabaría....probablemente peor que Thomas. 

Una vez estoy con Rebecca (y/o Brianna o quien esté junto a ellas) les comento también el estado de Thomas, y aprovecho para preguntar - cuando... cuando creéis que podríamos repasar algunos trucos para ...defendernos mejor?. - haciendo referencia a lo que ya habíamos hablado antes. Quizás ahora sea mal momento, todos deben estar agotados como para ponerse a explicar nada.

Algo, o más bien alguien, se interpuso en su trayecto contra el suelo, causado por la disminución de agua. La cara del rubio, adornada con una barba clara, es golpeada repetidamente, lo que hace que el enfermero de una sola mano consiguiese reaccionar, pero le costó. Una voz familiar y preocupada le llegó a sus desorientados oídos, y un paño es pasado por su acalorada cara para alivio del joven.

Por fortuna, no llego a perder la consciencia, pero el mareo le dejó a medio camino entre la realidad, y el mundo de los sueños. Con un pie en cada sitio. La respiración se le entrecortó, y finalmente pudo al fin identificar el rostro de quien le sujetó, pese que supo casi de inmediato de quién se trató. El hombre moreno, de rasgos asiáticos, quien en los últimos días, y semanas, no se separó de su lado, haciendo su batalla contra locura del dolor, mucho más llevadera.

Thomas sonrió levemente a su amado. - Lo que tiene que hacer uno...para conseguir un beso, primero una mano, ahora esto. Jajaja. - Terminó su broma con una leve risa con la cabeza aún dándole vueltas. Agarra la botella para beber, su cuerpo se lo pidió, y pese a la escasez de tal vital líquido, no diría que no, consciente de las siguientes consecuencias y síntomas de negar lo que por naturaleza se debe, y tiene que dar. 

El chico, tomó un trago, lo que sería un trago menos que podría dar en un futuro. Tomó lo justo para continuar. No podía permitirse desperdiciar una gota. Su garganta, y su cuerpo lo agradeció. Sin embargo, aún tardaría en estar operativo, y nuevamente, tendría que quedarse atrás. Devolvió la botella a su legítimo propietario, y una vez hecho acarició con ternura al veterinario con su mano derecha. La única que pudo conservar. De momento. Le dedicó una cándida sonrisa para aliviar su preocupación.

Aprovechó aquella postura, para robarle un dulce beso que después fue uno más apasionado sin dejar de tocar aquella cara tan imberbe como exótica. Al apartarse. De fondo le llegó la voz de una preocupada Jeanine.- Gracias. Ya estoy bien, pero necesitaré ayuda para levantarme. Una mano izquierda, pero prometo devolverla. - Dijo el chico a modo de broma, una sobre su mano desaparecida. Su aspecto delató los evidentes signos de su, agotador estado, imposibles de disimular aun intentándolo. - Parece que no dejo de preocuparos. - Y se rió de nuevo, consciente de del estado de su débil cuerpo.

Y sin oponer resistencia, y con una sonrisa en los labios con el fin de cesar la preocupación depositada en él, se dejó llevar hasta el resguardo de una muy necesitada sombra.

Descansamos unos minutos y aprovecho para cercionarme que todos están bien. De un primer vistazo veo en buen estado a Roland quien se ha ocupado ya de Alexandra, Jae que está ayudando a Thomas, Rebecca también parece en buen estado. Stan, Mike y el capitán se encuentran revisando las cisternas y no distingo bien.

Jeanine se acerca primero a Thomas pero luego me mira de reojo y se va a hablar con Rebecca...

Así que me acerco a Alana, me agacho al lado de ella, ¿Estás bien? le pregunto con una amplia sonrisa mostrando los dientes, levanto la cabeza buscando a Milky y hago un movimiento con el mentón para que se acerque a estar con ella. Me incorporo y me acerco a Thomas justo en el momento que se besa con Jae, aguardo unos instantes a unos metros mientras hablan entre ellos y veo que Thomas se retira a la sombra. Doy unos pasos hacia él ¿Todo bien? Está cayendo un sol de justicia - sonrío sin abrir la boca y con la mano derecha le doy una palmadita en el hombro, podemos esperar un poco y aprovecho para descansar un poco al lado suyo.

Casi como una predicción... Thomas parece desmoronarse. -A este paso puede que no tengamos que preocuparnos más por él, aunque si el veterinario cae en depresión por su muerte... solo negativas.

Aunque ya acostumbrado a la presencia de mis compañeros en mi interior se aviva la idea de decirle a Alexandra que nos separemos de ellos, cuando empezó todo esto sobreviví muy bien, ya con mi actual experiencia será mucho más fácil. Cavilo las mejores posibilidades. -Un bosque es una muy buena opción, si tenemos agua podremos sobrevivir muy bien y darle uso a las semillas... si... -Miro hacia Alexandra sabiendo que no está del todo contenta por seguir en esta peregrinación. -Es bastante fuerte... "Hey chef..." -Volteo casi de inmediato ha mirar a Rebecca con mis ojos muy abiertos y respirando de forma algo acelerada. Retiro mi mirada casi de inmediato esperando que ella no lo hubiera notado aunque aún me siento un poco perturbado. -Era su voz, qué carajos...

- Mas o menos es mi respuesta a Jafreese, con otra sonrisa, se agradece la preocupacion, pero solo estoy cansada, me preocupa mas Thomas, no consegui matar a todos los retornados antes de que le mordiera uno de esos cabrones.

Luego cuando se va llama a Milky y cuando llega mi sonrisa se amplia diciendo, quieres un poco de agua?, sientate un rato, que parece que los mayores tienen esto controlado.

Asiento con la cabeza cuando Roland me indica que va con Alexandra, observo a la pelirroja y no se le ve buen semblante, espero que esté bien. Sigo atenta escudriñando los  alrededores, miro hacia donde se encuentran Matt y Stan, voy a dirigirme hacia ellos cuando escucho que algo pasa, al girarme veo que Thomas se ha desplomado pero Jae está pronto para ayudarlo, entre cierro los ojos tratando de ver mejor cómo se encuentra, al parecer es solo cansancio -eso espero- ya que se le ve hablando y vaya en poco tiempo ya enfrascado en un beso con Jae.

-Sí, definitivamente está bien- digo a Roland quien ya ha regresado.-Cómo se encuentra Alex?

Antes de que pueda responderme se acerca Jeanine, se le nota nerviosa. Pregunta sobre la práctica de defensa, algo bastante necesario pero difícil de realizar con las condiciones que tenemos.

-Primero será necesario encontrar un lugar seguro para poder descansar, después de eso podemos seguir con las intrucciones para defenderse- le respondo mirándola -Esperemos que hoy mismo demos con un sitio.-le digo sonriendo tratando de sonar positiva.

Por el rabillo del ojo me ha parecido ver que Roland no tiene buena cara, lo miro y confirmo que se le ve alterado.

-Te sientes bien?

No volteo ante la pregunta de Rebecca. -Si es q... -Sigo respirando para calmarme nuevamente. no es nada, estoy bien. Todos estamos cansados... Alexandra está bien... -Intento desviar el asunto. -Está como todos, la falta de alimento, agua y suficiente descanso. Aunque no creo que lo acepte, está llegando al límite. Su vida la ha enseñado a ser auto-suficiente y por lo tanto es fuerte. -O quiere serlo. -Tomo la mira y vuelvo a revisar los rededores y enfocarme en cualquier cosa, lo que sea. La sensación que tuve fue... no sé lo que sentí. Alegría, miedo, tristeza, tranquilidad... solo puedo adjudicar la razón de esto al cansancio.

-Ahora debemos solucionar nuestra situación... y sea cual sea esa solución, conlleva caminar más. Ja, la larga marcha... creo que vi en el mapa que el poblado más próximo es Pulaski y creo que es nuestra apuesta más segura. -Mi voz nuevamente es neutra y calculada.