Partida Rol por web

Eric se prepara para contestar al saludo cuando uno de los otros hombres le interrumpe. - Será mejor que le preguntes que hacian el y su amigo - dice mirando en dirección a Bocaseca que se ha quedado a unos pasos de distancia - esta noche cuando querian entrar en la casa-.

Eric frunce el ceño y os mira a los cuatro, uno por uno. - ¿Y bien? - dice secamente. - ¿Qué demonios haciais esta noche rondando por aquí? - los demás hombres dejan de sonreir y se ponen en tensión sin dejar de miraros, alguno acerca la mano a su arma a la espera.

El´súbito cambio de ánimos de los hombres de Morgan me asusta un poco, así que digo: Eemm. es muy sencillo, ahora mismo os lo explico. Cuando acabó la pelea en el bar, el único de mis compañeros que estaba por allí era bocaseca. Cuando se despabiló y salimos de la taberna preguntamos a un tipo que había por allí si había visto a nuestro grupo, y dijo que recordaba al Rojo que había venido en esta dirección. Total que echamos a andar para acá, y al girar en la esquina de allí arriba nos pareció ver que nuestro compañero el Escocés entraba aquí, y por eso pensamos en entrar y ver qué nos contaba, dando por supuesto que el resto del grupo también estaría dentro. Disculpad si pareció otra cosa.

-Aha... interesante, ¿ese es el tipo que entro por la noche? - confirma con el guardia que os ha delatado - Ese tipo está loco... Es vuestro amigo, el de la escenita de la taberna, luego estuvo aquí según me ha comentado Becker que estaba al mando de la guardia. Les dijo que les relevaba de la protección del botín, que podian ir a la celebración. Por supuesto fue echado a patadas, aunque causo revuelo entre los demás que estaban de guardia - se queda pensativo durante unos segundos - valiente imbécil, lo que no entiendo es como sabia el santo y seña para entrar, te lo dijo ¿verdad? - Pregunta mirando al guardia que se pone tenso pero responde con firmeza que si.

-En fin, el botín está a salvo ahora, pero si veis a vuestro amigo decirle que se ande con cuidado. Si Becker se lo encuentra seguro que tiene algo más que palabras con el, por suerte ahora está descansando tras estar de guardia toda la noche.- parece que va a volver a lo que estaba haciendo cuando se gira y os pregunta - por cierto ¿qué decias del cofre?, lo habeis abierto, ¿qué tenía dentro?

Rojo ha dejado que Temerario se expresara, aunque es obvio que se ha ido enfureciendo cada vez que se iban entrando en detalles sobre la "participación" del Escocés en los asuntos. Sin embargo cuando habla su tono es tranquilo y mesurado. Demasiado tranquilo y mesurado

- Lobo, no jodas. Sabes bien que rescatar una peluca del agua dista mucho de ser heroico. Es solo aprovechar la ocasión, ni más ni menos. Quería conocer a Morgan, y no le hago ascos a conseguir dinero con poco esfuerzo. En cuanto al Escocés... hablaré con él, no lo dudes. Hablaré con él. Aunque efectivamente está mal de la cabeza, y si está con nosotros es por una mezcla de pena... y de estimación porque el condenado, por muy loco que esté, combate que da gusto. Y tiene cojones. En cuanto a la caja llevaba una trampa de veneno, y sí, logramos abrirla. De eso precisamente quería hablar con Morgan. Supongo que vosotros no habíais podido abrirla, ¿me equivoco?

El tipo parece relajarse tras haber aclarado el asunto y vuelve a su tarea, mientras el resto de los hombres lo imita. Agachándose para recoger el saco cuando terminas de hablar te replica - Ya, ya... bueno, creo que supisteis aprovechar vuestra oportunidad... un gran momento de fama, je, je. En cuanto al cofre pensabamos que contendria algo valioso, por eso fue a parar a la parte del botín del viejo. Es la parte que ahora lleva al gobernador y a esos maricas de la zona noble, unas cuantas piezas seleccionadas de entre el botín - habla de forma despreocupada, pero sin dejar de moverse.

- Yo no la intente abrir, y me extraña que alguien lo intentase antes de dársela a Morgan... y... no creo que el probase a abrirla... Cuando os la dio, si, cuando os la dio, la saco de la bolsa sin mirar. Me llamó la atención, es algo que no suele hacer, posiblemente estaba de muy buen humor con la celebración y la llegada a tierra firme - ya se está poniendo en marcha con varios sacos cargados a la espalda junto a los otros hombres que hacen lo mismo, según se comienza a alejar pregunta casualmente - por cierto, no me has dicho que habia en el cofre - con media sonrisa dibujada en su boca e incluso os da la impresión de que ha guiñado un ojo.

Escucho con atención la conversación sin dejar de lado ningún detalle. En su momento estuve a punto de sacar mi revólver pero al ver que la situación se calmó desistí.

Me acerco a Adam y le digo al oído (Cosa que escuche él solo):

-No creo que sea seguro que le digamos que encontramos. Debemos guardarnos la información para nosotros solos. Mientras menos lo sepan mejor.

Dicho lo dicho, me separo hasta mi posición original, y me quedo erguido mirando fijamente al lobo.

Sonrío a Lobo

- Cierto, no lo he hecho. Pero es que de eso precisamente queria hablar con Morgan. Y no sería adecuado no decírselo a él el primero. Ya sabes lo caprichoso que puede llegar a ser un capitán con tales cosas

Bueno, entonces teníamos 2 opciones. La primera era ir tras Morgan e intentar entrar en la zona noble, la cual la veía complicada. Y la segunda, esperar a que llegase de su visita. De las 2 opciones me quedaba con la segunda. Ahora la cuestión era pasar el rato.

-Oye, necesitas ayuda con esos sacos? Creo que puedo cargar 2 de ellos al mismo tiempo.

Sin esperar una respuesta me voy acercando a los sacos para dar una mano.

- Buena idea Despiadado. Si quereis os podemos echar una mano, Lobo

Mientras los demás se muestran deseosos por ayudar, yo arqueo una ceja y pregunto- Oid, ¿aquí tenéis Ron? Es que estoy más seco que la arena del desierto. ¡Que suplicio!

-Claro, yo tampoco diria nada si encontrase algo valiosos, je, je... - comenta mientras parece sopesar vuestra proposición, mirándoos a vosotros y luego a los sacos que están en el suelo. - Está bien, asi podremos llevarlos de un solo viaje, luego os invitaré a un trago, ya veo que vuestro amigo no ha tenido bastante con la celebración de anoche... - se rie con fuerza al igual que el resto de hombres.

Cargais con los sacos, los otros ocho hombres siguen a "el Lobo" sin quejarse a pesar del peso que llevan. Su confianza y liderazgo es contagioso y se nota que los demás le respetan. Vais caminando despacio en dirección al puerto, "el Lobo" no dice nada, pero de vez en cuando os mira y parece que va a comentar algo, pero luego vuelve a fijar la vista en el camino.

Encogiéndome de hombros ante el giro que han dado las cosas, agarro uno de los sacos, procurando que no sea de los mas grandes, y sigo a los demás. y yo que me marché de Inglaterra porque me parecía cansada la vida que llevaba, en fin, cosas más raras se han visto.

Agarro uno de los sacos y echo una mano. Que no se diga, demonios

En fin, porque me van a invitar a un trago de RON, que si no...

Cojo un par de sacos, y sin apenas esfuerzo, me los echo a un hombro- ¿Dónde hay que dejar los sacos?

Haciendo gala de mi gran tamaño y de mi fuerza de gigante * cargué 2 bolsas a la vez, apoyándolas una en cada hombro. Mientras caminaba decía cosas como: "Corranse de mi camino", "Abran paso al gran Despiadado", "Tú que mirás?". Igualmente, mis frases eran dichas con buen humor y con una sonrisa de por medio. Por alguna razón, estaba contento. Mientras más rápido cargasemos las bolsas más tiempo para descansar y tomar ron tendríamos.

Durante el camino todos lograis mantener el ritmo salvo Adam, no parece estar acostumbrado a cargar con peso y debe parar de vez en cuando para descansar. Al final otro de los hombres intercambia un saco pequeño con el de Adam para seguir.

Aunque "el Lobo" mira pero no dice nada, el resto de hombres se mofa de Adam. Comentarios como "eh abuelete", "si quieres te llevamos en brazos"... Al final Eric les corta -Vamos, dejarlo ya, no tenemos todo el dia-

Dejo en el suelo la carga y sin mediar palabra me acerco al primero que haya abierto la boca, o a quien haya hecho el comentario más injurioso (el que me pille más cerca), me llevo la mano a la espada

- Vale, bocazas. Ya sabemos que tienes boca, veamos si tienes cojones. Saca tu arma, o te deguello aquí mismo como a un animal

Le miro mortalmente serio. Desde luego no estoy bromeando

Al ver como reacciona el rojo, me acerco con saco en hombro y me paro cerca suyo (No al lado, no quiero que paresca que salto a defender a Adam. pero si listo por si las dudas). Era una tarea simple, cargar sacos, no debería de haber pasado nada tan tenso como esto, pero así es la vida del pirata y Adam había hecho lo correcto. Si quería hacerse respetar debía tomar decisiones como estas. Sino terminaría siendo de por vida un simple grumete.