Partida Rol por web

Celia busco con la mirada a las personas atrapadas dentro de un auto que creyo ver durante su pirueta para volver al puente. Una vez que las encontro se dirigio a ellas rapidamente para ayudarlas escapar.

Completamente rodeado y bajo el fuego de 9 robohormigas, Dimitrie se concentra en mantener alzada su protección, resistiendo así el ataque. Luego se concentra una vez más para lanzar una bola de fuego, que apenas logra conjurar por el calor de las llamas que lo rodean. Apunta a las robo-homigas debajo de el y lanza su hechizo hacia las mismas.

Resumen:
Vagabundo: puede ver unos civiles atrapados en una van que al parecer la puerta esta atorada (te movi la ficha en el mapa donde esta la van)
Panzerfaust: tu disparo da contra el piso dejando un agujero no muy profundo
Celia: se dirige a un auto donde ve a un pasajero totalmente paralizado frente a lo que esta pasando
Dimitrie: una bola de fuego sale de la palma de sus manos pega a unos centimetros de la robormiga que apunto, la bola se espande cubriendo un radio de 6m lo que envuelve a las 9 robormigas, que aun siguen de pie.

Nuevo turno:
-9 atacan a Vabagundo. Pero el fuego no llega a alcanzarlo .
-9 robormigas atacan a Dimitrie. El fuego es intenso pero no lo suficiente como para pasar su campo de fuerza.
-8 robormigas atacan a Panzerfaust. El calor es tan intenso como el ataque anterior, y hace lo mismo de dañó (nada)
-El resto de las robormigas tratan de proteger a las rojas

-Permanezcan en sus asientos y abronchense los cinturones. Gritó a los ocupantes.

Era mas facil llevarse a todos en la monovolumen que uno a uno. Levantó el coche sobre su cabeza y voló hacia el extremo del puente. Allí los servicios de emergencia podrían sacarlos con tranquilidad y curar sus posibles heridas.

Cuando el rayo amarillo de Panzerfaust falló a la hormiga roja gigante se escucho una fuerte palabra en alemán. Por el tono no debía ser nada agradable.

G&$*#@

Maldición, computadora anular calibrado automatico, dispararé manualmente
ACTUALIZADO

La armadura maniobra un poco y vuelve a disparar sus rayos amarillos alcanzando esta vez sí a la hormiga.

El rayo impacta sobre la robormiga roja, el impacto hace que se mueva un poco del lugar.

Maldición.... deben ser de un metal resistente al fuego pienso al ver como mi bola de fuego no ha tenido ningún efecto aparente en las hormigas negras.

Me elevo un 3 metros más en el aire tratando de divisar a las hormigas rojas cuando veo que Panzerfaust está atacando a una de estas y vuelo en su dirección antes de empezar a preparar otro hechizo, dirigo ahora a la robo-hormiga a la que dirige sus disparos.

Celia se drigio con rapidez hacia la camioneta donde se encontraba una persona atrapada. Con maestria, propia de una escapista profesional, logro forzar la cerradura de la puerta y ayudar a escapar a las personas dentro del auto cubriendolos mientras estos se dirigain hacia el extremo sano del puente.

Resumen de los hechos:
-El proyectil magico de Dimitrie impacta sobre una robormiga negra, la cual estalla al instante. Mientras 4 de las robormigas impactadas por la bola de fuego del turno anterior tambien estallan. Dimitrie se siente orgulloso por sus habilidades. (ya que impacta una vez y tira daño por 3 ¬_¬, modo sarcasmo)
-Celia se encarga del sugeto del auto y lo aparta del peligro, una vez que se estavilisa y le agradece, sale corriendo lo mas que pueda.

Dimitrie piensa que su bola de fuego afecto a las robormigas pero tardo en surgir efecto alguno

Nuevo turno:
- 10 robormigas se reagrupam al rededor de Dimitrie y abren fuego (en todo los sentidos). Si bien el calor es mucho mas intenso que el ataque antrior no logra traspasar la barrera que lo protege.
- 10 robormigas atacan a Panzerfaust. El calor es muy intenso y se siente la diferencia. Pero resiste a duras penas.
- 10 robormigas dirigen su fuego a Vagabundo. El calor es muy intenso y se siente la diferencia. Pero resiste sin problemas (ultima tirada :P).
- El resto se encarga de resguardar a las rojas

Aquellas cosas empezaban a molestarle. Pero sacaría a tanta gente como pudiera, ya habría tiempo para cargar contra una de las hormigas grandes. Buscó a los siguientes que pudieran necesitar ayuda y procedió a evacuarlos.

Panzerfaust seguía recibiendo impactos, pero no era nada que su armadura no pudiese soportar.
Se movió un poco para cojer mejor angulo sin que le molestasen las hormigas pequeñas y nuevos rayos surgieron de la palma de sus manos impactando nuevamente en la hormiga gigante roja.

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