Partida Rol por web

Eros había puesto todo el empeño del mundo en elegir un sitio paradisíaco en donde dos seres desconocidos pudiesen convertirse en amantes, dos almas en una; la división inexistente ya de esas personas, era la preocupación del Dios. Psique, la diosa del alma, le dijo que estaba cometiendo locuras, que seres tan diferentes no podrían tener cosas en común.

Eros simplemente le contestó:

-No existe lo imposible.

Y entonces puso a los participantes en el salón principal del hotel, para que desde allí, eligiesen el lugar en donde se conocerían más.

Le pidió a Calipso que mantuviera el mar calmo y sereno durante esos días y a Efebo que brillara dulcemente sobre las aguas. Diana se encargó de hacer que la Diosa de la Luna, iluminara las noches con su fulgor blanquecino.

Todo parecía perfecto.

Era hora de comenzar con la primera cita:

Me habían gastado muchas bromas en la vida, pero sin duda, ninguna tan pesada como esta. No es que me pareciera mal conocer a hombres, pero una cosa eran hombres y otra a gente que podía ser como mínimo mi abuelo y eso, sólo en apariencia claro.. Y si al menos fuera algo así como Richard Gere, pues bueno, pero ni eso..

- Desde luego que prefería pegar los morros a la XBox que que me hagan venir a esta mierda.. Eros, que yo no te he rezado en mi vida, en Krypton ni siquiera existes..

Maldije durante todo el tiempo que supe cual era mi primera cita en todo aquel jaleo que me habían metido.

- Puede que no sea la persona más agraciada o agradable del mundo, pero tampoco estoy tan desesperada!

Demasiado poco tiempo para quejarme.

Al final. acabé cediendo y bajando, no me parecía plan dar plantón a la primera cita y aunque pensaba tenerlo mínimo a un metro de distancia toda la noche, al menos bajaría a cenar con él y bueno, ya que estaba, al menos me arregle un poco..

Max se aseguro de ponerse su mejor traje, perfume, y hasta estuvo un buen rato frente al espejo peinandose.

Luego de 2 horas, por fin bajo a encontrarse con aquella chica.
Al verla, sus ojos se abrieron como platos. Camino lentamente hacia ella, intentando que no se le notara la alegria, lo cual le hizo tropezar con una valija que alguien habia dejado ahi tirada.

Rapidamente retomo la postura vertical, y acomodandose la corbata dentro del saco, llego hasta ella.

- Mjmhh.... que tal esta la afortunada que me toca en suerte?

Se acerco para saludarla con un beso en la mejilla, pero intentando acercarse a su boca lo mas posible, pero sin ser muy evidente

Miré como se tropezaba aquel hombre y sin poder evitarlo, me eché a reir.

- Coño si además de feo y viejo es torpe.. - Reía a carcajadas sin poder evitarlo. - Menos mal que no me he puesto rimmel sino ya tendría la cara negra con estos lagrimones..

Cuando conseguí recomponerme dejé que me diera aquel beso, intentando no poner cara de asco y ser buena chica, a fin de cuentas, al menos ya me había hecho reir, que era más de lo que esperaba antes de bajar.

- Estoy bien, gracias. - dije con voz suave, como si en realidad me alegrara de estar ahí, actuando un poco, a fin de cuentas, las mujeres siempre hemos sido especialistas en esas cosas. -  ¿ Quieres que te acompañe al médico? Ese golpe igual es peor de lo que parece..

Una opción interesante sería pasarme la noche en la sala de espera de un hospital leyendo una revista..

- mmhh.. golpe ? cual golpe?

se acerca a ella para hablarle bajito al oido

- En realidad patee la valija a proposito, ya que era muy sospechoso que se encontrara ahi sola en medio de la recepcion... y podria haber sido una bomba puesta por KAOS.

miro en todas direcciones, y luego siguio el relato

- afortunadamente tengo puesta una rodillera detectora de bombas, y la emplee emmm... en el momento exacto que planee para hacerlo...

una gran sonrisa y su mano en tu espalda son seguidas del cambio de tema

- Y que te parece si vamos a comer algo?

Mi cara se convirtió en un poema con las palabras de aquel hombre. Estaba loco. Estaba jodidamente loco.

- Emmm sí claro, no te preocupes.. prometo que te saco de aquí si la cosa se pone fea.. soy muy rápida y vuelo y.. los incendios se apagan si solpas fuerte.. - Intentaba tranquilizarlo antes de que tuviera que llamar a alguna parte para que lo metieran en una camisa de fuerza, aunque claro, que lo había hecho a posta no había colado, pero ya sabía que todos los machos, fueran del planeta que fueran, tenían un miedo muy extraño a hacer el ridículo.

Noté su mano en mi espalda.. y apreté los dientes fuertemente, conteniendo mis ganas de agarrársela y rompérsela. Cosa que podía hacer agusto, pero que luego seguro haría que Eros se enfadara y él sí que me daba un poco de miedo, así que me lo pensé mejor y le seguí el juego, mientras sólo me tocara la espalda..

- Sí, creo que será mejor ir a cenar.. Además podemos hacerlo mirando al mar y esas cosas. - Aunque la compañía deje que desear en este lugar las vistas son preciosas y si me aburro siempre puedo escaparme a dar una vuelta.. - ¿ Te apetece cenar fuera? - Con eso de fuera me refería al comedor exterior del hotel.

Con cierta mirada de incredulidad

(vuela????.. tendra esas botas cohete que fabrica el profesor?? mmm... no no creo. Y que es eso de soplar fuerte? quizas sea una clave secreta...)

- Si si claro nena, te entiendo

Guiñandote un ojo te acaricio la espalda y el cuello para tranquilizarte.

- Cenar frente al mar? Excelente idea!!! vamos a ello, que me pica la gusa.

rodeando tu cintura con su brazo, te guio hasta el restaurante.

- No es cosa mía.. creo que este me está sobando y al final le va a doler..

Haciendo acopio de todo mi aguante, que normalmente con mi caracter, no es que fuera demasiado, decidí no decir nada porque me estuviera agarrando así y continué hasta el restaurante. Prácticamente pensando en lo que habría para comer y sin mirarlo, porque no quería ponerme mala y que mi humor se hiciera más agrio de lo que ya resultaba normalmente.

- Dame paciencia Eros, porque sino te quedarás sin uno de los varones que elegiste para las citas.. lo llevaré hasta marte y lo abandonaré allí tan sólo con una bombona de oxígeno, para que aún le sea más agónico morir..

Sonreí con esta última idea, pues resultaba bastante tentadora..

Al fin llegamos al restaurante y esperé hasta que se sentara para sentarme justo en la otra esquina de la mesa, no fue a ser que también quisiera colocarme la servilleta y tuviera que cruzarle la cara.

- Bueno ¿ Y qué es lo que te apetece comer? - Pregunté ya que algo tendríamos que hablar, aunque antes me había llamado nena y eso me había resultado un poco ofensivo. - ¿ Hay pasta en el menú? Una ensala de pasta me sentaría bastante bien..

- Lástima de tener tanta constitución, sino hasta me emborracharía..

ya sentados a la mesa me decidi a mirar la carta

- Mmmm.. pasta? si si hay.. pero te sugiero mejor algo de pescado o mariscos, que son afrodisiacos ehemm..

mi mano cruza la mesa para agarrar la tuya, al tiempo que te guiño un ojo

- ¿ Afrodisiacos? Pues al menos espero que haya algún camarero decente al que cepillarse, porque ya te digo que tú hoy no mojas.. - Pensé conteniendo una mueca de asco a la vez que me deshacía " sutilmente " de esa manaza que volvía a estar demasiado cerca de mi cuerpo para mi gusto.

- Preferiría la ensalada de pasta.. y con salsa rosa a poder ser.. y para beber ummm coca-cola.. - Añadí pues no me apetecía ni beber vino y ya estaba pensando en el sueño que no iba a tardar en entrarme y usar como excusa para irme pronto a dormir.

Intenté volver a cambiar de tema, a uno que no me revolviera el estómago así que pregunté, no porque me interesara lo más mínimo su vida, y menos con los sobón que era, pero al menos, evitaría otras cosas si lo mantenía hablando y alejado..

- ¿ Y tú a qué te dedicas? Supongo que tendrás un trabajo interesante.. - Al menos nadie me podrá echar en cara que no he sido educada..

hice una mueca como desaprobando la eleccion del plato, y seguidamente levante la mano para llamar al mozo.

- Esta bien no pasa nada nena, veo que te reservas para el postre. jeje!

conclui la frase guiñandole un ojo

- mi trabajo..? emm.. soy vendedor de seguros...

frunci la nariz y luego me acerque a ella para decirle muy bajito

- Agente secreto...shhh...

Asentí con una sonrisa ( muy falsa pero una sonrisa ) cuando dijo aquello de que me reservaba hasta el poste.. bueno, eso si no salía corriendo antes y eso, me aseguraba estar lejos muy muy rápido.

Levanté la vista cuando pidió la comida al camarero y educadamente, le di las gracias.. pues bastante tenía con estar trabajando mientras los demás se divertían.. bueno, quizás no todos.

- Ahhh suena a un trabajo fascinante.. - le respondí. - Yo acabo de terminar el instituto e iré a la universidad.. - Ya que no había preguntado nada, como si le diera un poco igual que era como normal pues yo tampoco estaba demasiado animada, respondí a mi propia pregunta.. - ¿ Y cuando no estás trabajando ni en un lugar de citas qué haces?

Volví a preguntar, al menos, nadie podría decirme que no me estaba esforzando en que la noche fuera " medianamente " agradable.

- pues... cuando no estoy trabajando, ni en un lugar de citas, voy a la universidad a ver si te encuentro para proponerte una cita bebe

te agarro la mano y te tiro un besito a lo lejos

Mi paciencia sin duda tenía un límite y estaba intentando comportarme, pero ese hombre me lo estaba poniendo muy difícil... muy pero que muy difícil.

Solté mi mano de manera brusca, aunque no lo suficiente como para hacerle daño y luego cogí aire despacio y lo volví a soltar, intentando relajarme de alguna manera antes de que lo que hiciera fuera romperle algún hueso.

- ¿ Tú hablas en serio alguna vez? - Pregunté un poco malhumorada mientras le miraba con cara de querer descuartizarlo en muchos cachitos pequeños.

Por suerte, el camarero al menos trajo las bebidas y me distraje un poco dando un trago a la coca-cola.

- Es imposible tomarse en serio a alguien de esta manera..

- Claro que es imposible tomarse en serio a alguien de esta manera..

te regalo una amplia sonrisa para luego agregar

- Pero ya tendremos nuestra oportunidad cuando terminemos de cenar, y vayamos a un sitio mas intimo nena

No tenía demasiado claro qué era lo que había tratado de decir con aquella primera frase, pero de lo que sí que estaba muy segura era de cómo debía responder a esa segunda frase.

- Mira tío. No me lo pongas más difícil y vamos a llevarnos bien. Vamos a cenar y luego tú te irás a donde te de la gana y yo me iré a mi habitación sola y se acabará la cita y como sigas así no me pienso a quedar ni a acabarme la ensalada.. y por favor, deja de tocarme ya que me estás poniendo enferma..

Mi tono era amenazante aunque suponía que le iba a dar igual y que no iba a tardar más de dos minutos en ir derecha a mi habitación.

Max abrio los ojos mas grandes que los platos que estaban servidos, y luego se puso de pie para decir

- Te crees que me estas haciendo un favor niña?. una cita es para dos personas que tienen intencion de estar juntas. si tu edad o coeficiente intelectual no te permiten saber que queres, ese no es mi problema

de mal humor dejo la servilleta sobre la mesa

- o quizas tengas algun trauma raro con el sexo o con los hombres. pero como no soy psicologo, aca no pinto nada. CHAU!

Max se dio meda vuelta y se fue enojadisimo