Partida Rol por web

Eros miró a la isla y se sintió algo mejor que la primera vez. Las cosas se habían encauzado en la mayoría de las parejas. Pero aún no estaba conforme, pensaba que todavía faltaba un poco de color, de armonía, de amor también espiritual. Psique lo miraba como diciendo "otra vez..." pero ella se lo permitía porque lo amaba y los dos eran una de las parejas más unidas del Olimpo. Así que dejó que él buscara ahora otro sitio en donde las parejas se encontraran.

Eligió la hora del atardecer y llevó a los participantes a una de las riberas de la isla. Era un sitio en donde las naves pasaban a llevar mercancías, el sol alumbraba como una vela amarilla las aguas claras y el cielo se teñía de muchos tonos. Había un edificio aledaño, en donde las parejas podrían caminar, comer algo, dormir y hacer lo que más les viniera en gana. Aves exóticas sobrevolaban el cielo a cada rato y las palmeras daban abundante sombra.

Era otro paraíso para ellos. Eros los dejó allí y esperó que esta vez las almas también se encontrasen.

Sentado en una tumbona Burns bebía una piña colada mientras esperaba su pareja en esta cita

"siempre llegan tarde, hay que ver"

Avanzo con paso tranquilo. Escuchando mi música a un volumen fuerte. Llevaba puesto uno de mis trajes favoritos de camarera con la mochila al hombro. Las esposas colgaban a los costados de mi falda.

Recorro con la vista aquel lugar hasta que lo veo. ¿Realmente el era mi pareja? Era un poco...viejo... pero no debía guiarme por las apariencias. Camino hacia el con paso firme, resonando la suela de mis borcegos en el piso.

-Hola...-

Le digo saludando de manera tranquila, pero algo cortante. Metiendo las manos en los bolsillos de mi delantal.

-aun no he acabado mi bebida- responde con cierta brusquedad al ver que se acerca la chica, luego se fija en el parche, las esposas y la mochila, y que el servicio aquí no viste asi

-tu.. ¿eres Ryomou Shimei?- "no puede ser que piense que así va vestida para una cita"

Me quedo mirándola con expresión de incredulidad

Levanto una ceja al escuchar su tono de voz. Para ser un viejo, sin duda se creía con demasiada autoridad. Se veía tan frágil que un simple suspiro podría quebrarlo en partes.

-Yo soy Ryomou...-

Le digo de manera algo seca. Sin duda su manera de hablar era chocante para cualquiera. En especial para un guerrero.

-ah, bien bien, te estaba esperando- "sera alguna moda rara" -Sientate y hablemos-

Hace un gesto hacia un camarero que permanece cerca esperando instrucciones -trae algo para beber para la señorita-

-bueno, bueno Shimei- considerando la situación mas controlada sonrie y cruza las manos -que forma de vestir mas curiosa, ¿es alguna moda?-

Frunzo el ceño. ¿Me veía como las chicas que se preocupan por la moda? Estaba segura de que no era así. Simplemente era un traje cómodo que me gustaba usar, junto con mi uniforme de escuela.

-No... No es una moda, simplemente una comodidad para pelear...-

Le respondo de manera tranquila. Tomando asiento mientras le pido una gaseosa al camarero. Observando nuevamente a mi pareja.

-¿Que lo impulso a hacer esto...?-

Sentía curiosidad por aquello. Sin duda era algo extraño.

"entonces no sigue la moda sino todo lo contrario, que cosas"

-¿hacer esto? ¿te refieres a participar en este... concurso de citas?, bueno, cuando me entere me pareció una idea interesante, mi trabajo es muy exigente con mi tiempo, y la mayoría de mujeres de Sprinfield y del estado me consideran una especie de ogro, con lo que mi vida sentimental es bastante inexistente desde hace unas décadas, todo estaba muy tranquilo en la central asi que decidi tomarme unas vacaciones, y tal vez encontrar la mujer de mi vida-

Da un largo trago a su copa antes de seguir -¿y tu?, se ve que eres una chica muy particular, ¿porque aceptaste participar tu?-

Un ogro. Por algo pensarían así. No parecía el típico hombre que se preocupara por los demás, excepto por el claro estaba. Otra vez venia aquella pregunta de por que estaba allí. Si lo supiera seguramente me sentiría mas conforme.

-No lo se...aparecí anotada en esto de un día para el otro y no se quien fue el de la broma...-

Le respondo en tono frío. Recordar aquello me enojaba. Sin duda se habían querido pasar de listos haciendo algo así, sabiendo que yo no soy sociable y no me gustan aquellas cosas. Suspiro, sabiendo que no tenia otra opción que continuar con aquello.

-¿Y cree que puede encontrarla en este concurso...?-

Le pregunto recordando lo que me había contado. Era extraño que un hombre como el, no tuviese a alguna mujer desde hacia muchos años atrás.

-¿quien sabe? esas cosas mejor dejar las pasar. No has bebido nada- dice señalando el vaso que le ha traído el camarero -aqui hacen los combinados muy buenos, adelante-

como para demostrarlo da un nuevo trago a su vaso, sin comentarle a la chica que mientras su combinado apenas tiene alcohol ya ha dado instrucciones a los camareros de que a ella le sirvan bien cargado siempre

-¿y dices que esa ropa te es mas cómoda para luchar? ¿practicas algún arte marcial o algo?-

Bebo apenas unos sorbos de la gaseosa. No se me apetecía demasiado tomar algo. Estaba cómoda así. No era tampoco demasiado amante de los combinados. Esas cosas nublaban la vista.

-Soy una guerrera. Una de las cuatro mas fuertes de mi escuela... Y si hago artes marciales y ataques constantemente... ¿y usted que hace...?-

Le digo acariciando la magatama que colgaba de mi oreja. Símbolo de que era una guerrera clase A. Una de las mejores del Nanyou.

-ah, una guerrera, yo luche en la guerra, ya hace mucho- cambia rápidamente de tema para responder a Shimei

-yo soy billonario, mi principal negocio es la energía nuclear, aunque tengo mas cosas claro, uno no puede poner todos los huevos en un mismo cesto-

miro el adorno en la oreja que se acaricia -¿y perdiste el ojo en algún combate?, espero que no me digas que llevas ese parche porque es mas comodo-

El negocio nuclear. Sin duda era algo peligroso para cualquiera. Pero aquel hombre mostraba que nadie le hacia frente a las cosas que hacia. Seguramente por su fortuna.

-No perdí el ojo...es solo que conserva demasiado poder como para mostrarlo...es una maldición que llevo...-

Me encojo de hombros. Acomodándome el parche. Recordaba el día que lo había “perdido” para convertirse en parte del recipiente de Dragón de Ryuubi. Tiempos lejanos. Demasiado lejanos.

-Nosotros también estamos en guerra contra otros colegios todavía...seguramente no son las mismas...-

Le respondo luego de recordar lo que había dicho al principio. No tenia apariencia de ser un guerrero bien entrenado o que haya sido demasiado ducho. Era un hombre extremadamente flaco y no tenia musculo alguno como para haber peleado. ¿Estaría mintiendo?...

-¿una guerra de colegios, eh?, que tiempos en Yale, contra esos pretenciosos de Harvard, les enseñemos algunas cosas un par de veces en mis tiempos, pero de eso ya hace mucho, últimamente los alumnos de Yale son bastante blandengues- Burns parece emocionarse al recordar los viejos tiempos y da un golpe en la mesa al recordar a Harvard, aunque luego se disgusta al recordar como es ahora

-parece que no tienes mucha sed, igual te apetece hacer alguna cosa, hay paseos en barca por el rio, y me han dicho que en los edificios hay instalaciones para casi cualquier cosa que se nos ocurra, ¿a ti que te apetece?-

Me quedo pensativa. Sin duda sonaba bien lo de salir. El estar encerrada en el mismo lugar por demasiado tiempo me ponía de malas.

-Vale...es una buena idea... Tal vez tengan alguna excursión o algún deporte interesante...como Bungee Jumping...-

Le digo con una sonrisa. Me preguntaba si se animaría a hacer algún deporte extremo. Tal vez no seria bueno para su salud, aunque algún deporte seria interesante realizar.

-si, supongo que es cuestión de preguntar- "Bungeee que?"

Monty se levanta y le tiende la mano a Shimei -pues venga, vamos a preguntar y puedes elegir tu misma que haremos a continuación, aquí donde me ves yo he sido un gran deportista, y sigo haciendo deporte, aunque ya no tanto como antes-

diciéndolo saca de su cartera algunas fotos suyas haciendo deporte

Observo las fotos, sin duda aquel hombre había hecho varias cosas pero por su constitución física dudaba que durara demasiado en aquellos deportes. Claramente tenia lacayos que hacían las cosas por el y le creaban una vida simple.

Me pongo de pie estirándome, antes de caminar hacia la salida del hotel guiando a mi nuevo compañero de cita. Tendría que pensar algún deporte que no fuese tan extremo o tal vez terminara lastimado.

Me acerco a los mostradores, observando las distintas actividades que proponían, hasta que halle una interesante. Se la señalo con una sonrisa.

-Arqueria...-

Recordaba la ultima vez que alguien me había atacado con un arco. Esa zorra de Teni lo había pagado caro el atacarme de esa manera. Pero ahora estaba donde debía. Me sonrío con maldad, antes de mirar a mi compañero, esperando su opinión.

 -¿arqueria?- Burns mira de reojo a su pareja, parece que lo dice en serio -bueno, aunque nunca he practicado eso, ya veremos como me sale-

Uno de los dependientes del lugar les guia, mientras Burns va contando algunas anecdotas de cuando dirigia el equipo de beisbol "que chica mas callada, solo habla lo mínimo, ¿sera timida o un poco tonta?"

Finalmente llegan a la pista de arquería, hay dianas a varias distancias y una serie de arcos sobre un mostrador

-bueno, bueno, vamos a ver como se me da esto- Se acerca al mostrador y elige un arco tras preguntar cual es el mas "suave"

 Tras situarse delante de la diana mas próxima levanta el arco y empieza a hacer fuerza para tensarlo, tras un momento  de esfuerzo sin mucho éxito pone una cara de dolor, suelta el arco y se lleva la mano al hombro -ack, un calambre. Voy a que me vea el medico, tu ves disparando-

aguantándose el dolor corre hacia el enfermero que hay cerca de alli "espero no haberme dislocado el hombro"

Estaba concentrada. Intentando tensar el arco sin recordar a la pequeña zorra que me había atacado hacia tiempo con un arma similar. Me costaba enfocar la vista con el parche pero era algo a lo que estaba acostumbrada.

Tenso la cuerda, preparándome para disparar cuando escucho el quejido. De reojo observo como el hombre se disculpa y se aleja. Suelto la cuerda, dejando que la flecha fuera hacia cualquier sitio, dejando caer el arco a mi costado y acercándome a el con expresión preocupada.

-¿Se encuentra bien Señor Burns...?-

Le pregunto mirándolo fijo a su lado, observando al enfermero revisar por si tenia alguna herida. Con esto confirmaba que no era una buena idea hacer esos deportes, tal vez algo extremos para el. Seria mejor buscar algo calmado para hacer sin poner en peligro su vida. Me quedo a su lado, esperando a tener algún diagnostico del hombre.