Partida Rol por web

- Am... bueno... yo... no es que quiera reusar, claro, pero no sé si sabes que Poseidon, mi hermanito pequeño, es un poco cabrón y además, no me tiene en muy alta estima. Estar con los esquís sobre su reino, no sé como le sentará. - Dijo Hades abriendo los ojos bastante grande.

Pero después, dejó el vaso sobre la mesa con algo de fuerza, como diciendo "ya estoy harto", y habló.

- Pues mira lo que te digo, que si mi cita quiere verme en bañador y con dos esquís acuaticos y haciendo el tonto sobre el agua, eso es lo que haré. Aunque claro, las prendas... tendrías que ser más espeficica por que bueno, puede ser que te pida que te quites el bañador o que simplemente bailes conmigo. ¿Vale todo? - Preguntó entre ladino y malicioso Hades.

En realidad, quería saber hasta que punto estaba dispuesta a torcer su brazo la bella Ryomou o hasta dónde querría llegar con las prendas.

Me sonrojo ante lo ultimo que dice. ¿Quitarme el traje? Eso sin duda seria algo que no me esperaría y no estaba segura de poder llevarlo a cabo. Ya que nadie me había visto desnuda nunca, exceptuando mis compañeras claro estaba.

-Eso...me daría...algo de vergüenza...-

Le digo bastante sonrojada e intentando hablar con menos vergüenza de la que tenia encima. Carraspeo mirando a un costado. Se suponía que yo había dicho que había que hacer una prenda sin importar lo que pidieran... ¿Y ahora me echaba atrás? Esa no era yo.

-Vale... es un vale todo...-

Le digo mirando a un costado. Me costaba mantener la vista en el pensando en aquello. Sin duda iba a pasar la mayor vergüenza del mundo con esto. Esperaba que el azar me favoreciera al momento de hacer las pruebas para no caerme.

- Pues creo que entonces, está todo dicho. Reto aceptado. - Dijo Hades mientras buscaba con la mirada por dónde empezar. - Er... ahora... ¿sabes dónde hay tablas y esas cosas? Supongo que deberemos pedirlas a la tripulación o, bueno, no sé muy bien como seguir desde ahora. Salvo que quieras que le pida a mi hermano que nos mande un par de delfines, nayades o alguna otra criatura marina para la competencia. Aunque supongo que me dará el peor a mí. Cosas de hermanos, ¿sabes? -

Y era completamente cierto. El Dios no sabía como empezar la competencia sin el material.

Aunque muy dentro de él suponía que en el barco había de todo, sólo era cuestión de buscarlo.

- Así que... ¿Qué hacemos? ¿Damos una vuelta por aquí para buscar las cosas o lo intentamos a mi manera? -

Me sonrío ante su comentario, pero no seria muy normal que dos personas andarán en delfines o alguna otra criatura marina frente a mucha gente en un barco. Sin duda lo mejor seria pedir tablas, aunque tal vez para el andar en un delfín fuera normal.

-Supongo que en la recepción deberíamos pedirlos...y no creo que sea normal andar en delfines...ademas eso no queda muy masculino para el Señor de los Muertos...-

Le digo tranquila mientras empiezo a caminar, aunque yo no podía decir demasiado. Llevaba esposas y una espada. Ademas de mi vestimenta. Me preguntaba que pensaría la gente de nosotros. Tomo su brazo para comenzar a caminar, y esperaba que no se molestara por ello.

-¿por que tiene tantos problemas con sus hermanos? ¿Es así como cuenta la historia o eso también es mentira?-

Le pregunto mirándolo de reojo. Me costaba enfocar puntos a mis costados en algunos momentos debido al parche, pero estaba acostumbrada y lo mejor seria no quitármelo. Ahora que me ponía a pensar sentía algo de vergüenza de tener que ponerme el bañador y que me viera.

- No, no quedaría muy masculino, no. Pero eso alegraría a mi hermano, seguramente. - Soltó una carcajada. 

Aunque ella iba vestida de una forma extraña, al menos para mí. Tampoco era una vestimenta muy femenina, con armas y demás. Sin embargo, a ella le quedaba estupendamente, como si esa ropa hubiera sido tejida solo para ella.

Por no decir que rellenaba muy bien todo su interior, eso sería algo safio por mi parte. Pero no podía negar que era una bella mujer... He tenido suerte con la cita.

Hades escuchó lo que Ryomou le decía mientras caminaban y volvíó a sonreir. No lo hacían sonreir tanto desde... bueno, ni se acordaba.

- ¿Mi familia? Mi familia está perdida ya. Las historias que cuentan de ellos, si, son ciertas. Dónde más se miente es en quién gano tal batalla o quién ganó tal otra. También se miente mucho en quién es amigo de quién. - Dijo Hades mientras cogía la mano de la chica con su otra mano mientras caminaban. - Verás, Hercules es un gran amigo mío y la historia no dice nada de eso. Así, con muchas cosas. Ya te dije que ahora, somos diplomáticos. Una delicia de dioses. -

Me sonrío ante su ultimo comentario. ¿Una delicia de dioses? Eso si que era un termino totalmente nuevo para lo que se venia hablando y sin duda podía ser cierto o no.

-Pues debería escribir la historia como realmente paso, ya que todos, me incluyo, tenemos una visión medio distorsionada de lo que realmente son...-

Voy hacia la recepción, a mirar los deportes que tenían y verificar que lo que había propuesto estuviese disponible para hacer. Una vez pedido vuelvo a acercarme a el, mientras preparaban los esquís y las motos de agua para nuestro deporte.

-Bien, ya esta listo... Ahora solo hay que cambiarse para comenzar...-

Le digo mientras voy hacia uno de los cambiadores. Era algo incomodo salir vestida en traje de baño frente a el. Era guapo y un dios, y hacia mucho tiempo no sentía tanta vergüenza pero tenia que superarlo. No quería usar el rosa, así que preferí cambiar el color, iba mejor con la cita. Una vez cambiada, tomo una de las toallas y vuelvo a salir.

-Bien yo ya estoy lista...-

Le digo con una sonrisa, preparándome físicamente y mentalmente para aquella prueba. Estiraba las piernas y los brazos para tener mejor estabilidad. Tenia que ganar, aunque sea en estas pruebas.

Am... sí.

Estaba lista.

Por todos los Dioses del Olimpo que cuerpazo. Y que bikini más mínimo que ha elegido para la ocasión.

- Estás... increible... - Dijo el Dios mientras se cogía la cabeza para que no se le caiga al suelo. - Vale, déjame que me ponga un bañador yo y asunto arreglado. -

Hades se retiró a una de las cabinas y al poco tiempo, salió de ella simplemente con un bañador que le llegaba por encima de las rodillas completamente ajustado a su cuerpo y de color negro. ( No podía ser de otra manera )

El torso musculado y desnudo de Hades reflejaba la luz del sol de manera particular, mientra que sus cabellos, estaban atados con una cinta de pelo formando una coleta detrás de su cabeza y unas gafas de sol oscuras colgaban de una cadena de oro que llebava en el cuello.

- Cuando quiera, bella dama. -

Me quedo mirándolo unos momentos. Su belleza era deslumbrante sin duda me costaba apartar la vista de el, ni siquiera Saji había causado ese efecto en mi. Me sonrojo, carraspeando para volver a la realidad.

-Le queda bien esa ropa... - lo miro unos momentos mas sonriendome sonrojada - Vamos entonces...-

Hablo rápido, mientras me ato el toallon a la cintura y camino hacia la barandilla para poder bajar la pequeña escalera. Allí estaba la lancha que nos iba a llevar mas hacia el mar para poder esquiar en el agua. Una vez allí, tomo asiento, mirándolo desde abajo para esperar a que me acompañara.

- Por supuesto. - Dijo el Dios del Tártaro y de un salto, subió a la motora que los iba a llevar hasta el sitio del equí. - Aunque tengo que advertirte una cosa, en mi vida, y eso que ha sido muy larga, he esquiado sobre el agua. Es más, creo que nunca lo he hecho, ni siquiera sobre nieve, así que ten compasión de mi si pierdo e intenta no humillarme, ¿vale? -

La lancha comenzó a avanzar hacia nuestro destino, mientras yo miraba con recelo el mar.

Ya sabéis, mar, agua, Poseidon. No van conmigo.

Pero cuando mi mirada se cruzó con el hermoso rostro de Ryomou, por arte de magia, logré olvidarme de todos mis problemas y preocupaciones.

- ¿Sabes qué? Creo que lo pasaré genial contigo, aunque pierda por mucho. -

Me sonrío ante sus palabras. Realmente era atento y bastante mas caballero de lo que pensaba. Por lo menos no se iba de tema como lo había hecho Yuki en su momento mientras peleábamos. Me pongo de pie, estirándome para prepararme.

-Yo tampoco lo hice nunca así que estamos en igualdad de condiciones, por lo menos en esto... - dejo escapar una leve risa – Y seguramente yo también me la pase bien, nunca tuve la oportunidad de compartir algo con un dios...-

Le digo de manera suave. Solamente había compartido días con un Dragón y había sido una catástrofe total al tener que soportarla durante varias horas seguidas.

Todas sacan el mismo tema. El tema del Dios.

Por un lado era normal, pero por otro, Hades estaba intentando que no se fijen en él simplemente por ser alguien poderoso e inmortal. Él quería que lo aceptaran como un igual, y así, poder ganarse la amistad. No que queden fascinadas por ser un dios.

El Dios de los Muertos sabía que era una tarea ardua poder lograr eso, pero no era de esos que se dan por vencidos a la primera de cambio.

- Jo, otra vez con que soy un Dios. ¿Es qué si simplemente hubiese sido un humano, no lo habrías pasado bien? - Dijo entristecido. - Quiero decir, no quiero que simplemente te lo pases bien por haber conocido a un Dios, sino por que te caigo bien yo como persona. -

Meneo la cabeza sonriéndome. No iba a divertirme por que fuese el un dios, sino por como se comportaba con respecto a las posturas de sus hermanos. Eso iba a ser interesante, ya que lo ponía a prueba.

-No quería ofenderlo, pero no quise decir que me iba a divertir por estar con un dios... Me he divertido en las otras citas y todos eran humanos... No me interesa si tiene poderes supremos... Si es extraño estar con alguien mas fuerte que yo y contenerme para pelear pero eso no tiene por que influir en la cita...-

Me preparo para ponerme los esquís para el agua. Bastante incómodos estando en la lancha y era extraño estar así vestida frente a el.

-Vamos a divertirnos ahora y a pensar que le vamos a pedir al otro, si la suerte esta de mi lado podre ganarte... aunque sea esta vez...-

Le digo con una sonrisa, mientras la lancha frena para que bajemos. Me tomo de la manija donde estaba atada la soga para prepararme y apoyo los pies en el agua. Intentando mantenerme firme. Le hago señas para que arranque. Al principio me mantenía firme, pero definitivamente esquiar no era lo mio. Los esquís se traban en mis pies antes de dar una vuelta y caer al agua salpicando mucho y de manera estrepitosa. Salgo de agua sacándome la que caía por mi rostro.

-Bueno, definitivamente la suerte no esta de mi lado... Dudo que no puedas hacerlo mejor que yo Hades así que piensa la prenda...-

Escupo el agua que me quedaba, poniéndome el cabello sobre el rostro y quitándome el parche para escurrirlo y que no se viera mi ojo, antes de volver a ponérmelo y mirarlo con una sonrisa.

Hades ayudó a Ryomou a subir a la lancha, la cual ahora estaba completamente empapada por el agua que chorreaba del cuerpo de la muchacha, la cual, si era guapa vestida y seca, con bañador y completamente mojada estaba increible.

El Dios de los Muertos la cogió de la mano para ayudarla a sentarse y luego, negando con la cabeza, comenzó a bajar por la escalerilla que lo llevaba a sus esquíes acuaticos.

- No sé si lo haré mejor, ni peor, o tal vez me engulla un animal marino, así que pensaré la prenda cuando salga ileso de esta prueba. - Dijo el Dios y se dispuso a demostrar que él podía hacer eso y mucho más.

Hizo un movimiento con la mano para que la lancha arrancara y comenzó a surcar las olas como un verdadero profesional. Iba y venía tranquilamente, como si hubiese pasado su vida dentro del agua. Hacía saltos, cabriolas y volteretas, y un montón de pruebas más.

Cuando la lancha comenzó a bajar la velocidad, Hades cogió la sofa y fue lentamente hasta dónde estaba sentada su cita con una sonrisa.

- Creo que Poseidon ha estado de mi lado esta vez. -

¿Querrá quitarme del medio?

- Bien, creo que me toca elegir la prenda. Es sencillo lo que te voy a pedir, muy sencillo. - Hades pensó un poco, para darle más emoción y después, cogiéndole la mano a Ryomou y mirándola fijamente a los ojos le dijo: - Quiero que cuando termine esta cita, vuelvas a citarte conmigo... otra vez. Quiero decir, me gustaría tener una segunda cita contigo. -

Lo miro fijo aplaudiéndole sus piruetas. Seguro que había bromeado cuando dijo que no sabia hacerlo, inclusive hasta parecía que su hermano lo había favorecido. Me había ganado en algo tan simple también. Me sentía pequeña.

Mantengo la vista en el, en su cuerpo y su belleza mientras se sienta a mi lado. Ahora me tocaba cumplir la prenda que quisiera y esperaba que no fuese algo vergonzoso por que ya había pasado suficiente vergüenza. Pero me sonrojo cuando toma mi mano. Mirándola, antes de mirarlo a los ojos y me sorprendo con su petición.

-¿Una segunda cita? ¿Conmigo? - Eso si me tomaba por sorpresa, nunca hubiese imaginado ser lo suficientemente interesante como para una segunda cita – Vaya...eso no lo esperaba...pero si...claro...-

Sentía mas vergüenza en estos momentos que si estuviese desnuda delante de el. No sabia como reaccionar y su mano tomando la mía me ponía nerviosa y agitada. Tenerlo tan cerca no me dejaba pensar con demasiada claridad.

-Y ahora... ¿Que hacemos?-

Le pregunto volviéndolo a mirar. Manteniendo la sonrisa en mis labios. Había sonreído mas en estas citas que lo que había sonreído en toda mi vida. Comenzaba a asustarme de mi misma en muchos momentos.

- ¿Y ahora que hacemos? - Dijo Hades pensativo, aún en el bote que los había llevado hasta allí. - Está a punto de ponerse el sol y es en ese momento cuando salen las estrellas. Me gustaría que terminaramos la cita aquí, en el barco, mirando el atardecer los dos juntos y tranquilos. ¿Te gustaría? -

Pero ya daba igual lo que ella contestara, Hades había logrado que tan sólo por unos segundos se olvidara de lo que es una competencia o luchar o combatir contra otras personas. Él sólo deseaba eso, que ella sea feliz y demostrarle que sin luchar, también uno se lo puede pasar genial.

El Dios de la muerte se sentó en uno de los asientos del bote, en un lateral del mismo y golpeó un par de veces el cojín de su lado, invitando a Ryomou a que se siente junto a él.

- Ven, aquí estaremos cómodos para ver el atardecer y dejar que las olas muevan el barco a su antojo. -

Me pongo de pie, tomando una de las toallas para secarme. Estaba helada ahora que comenzaba a refrescar y yo me había mojado bastante en aquella caída, pero no iba a negarme a disfrutar de aquel final de la cita con el.

Con paso suave y tranquilo me acerco a su lado, antes de tomar asiento. Me cruzo de piernas a su lado, mirándolo de reojo. Me hubiese gustado poder leer la mente en esos momentos.

-¿En que piensas?-

Le pregunto acomodándome contra el respaldo del bote, dejando la toalla a un lado para mirarlo fijo unos momentos, manteniendo la leve sonrisa ahora.

En ese momento, más que pensar, Hades estaba cavilando posibilidades. La cita había estado genial, la muchacha que le tocó en suerte en este concurso era impresionante. Guapa, guerrera, toda una mujer, sincera... todas las palabras que pensaba sobre ella eran buenas, no había encontrado nada en ella que le molestara.

Tal vez alguna cosa por la que sentía curiosidad, pero nada más que eso, una sana curiosidad.

El sol se estaba poniendo sobre el horizonte, bajando entre el mar y el cielo, haciendo que el firmamento se pusiera de color naranja y que algunas estrellas comenzaran a salir mientras el sol se ocultaba.

- En realidad, bueno... - Dijo Hades girándose hacia ella y cogiéndole ambas manos entre las suyas para que se le pase el frío un poco. - Me preguntaba cual sería la mejor manera de terminar la cita, ¿sabes? -

El Dios de los muertos la miró a los ojos, sus ojos brillaban al ver la belleza de su cita y casi no encontraba las palabras que quería decir.

Una de sus manos dejó las manos de ella para acariciarle una mejilla con suavidad...

- Si te besara ahora mismo, en el barco y con este atardecer, ¿crees que podrías perdonármelo? -

Lo miro totalmente sorprendida por aquello. No esperaba que me dijera algo así, y no pude evitar que el rubor de mis mejillas se encendiera hasta sonrojarme por completo. Me habían besado antes pero estaba segura de que no seria lo mismo con el.

Sentía mi corazón acelerado intentando salir disparado de mi pecho ¿Desde cuando perdía así el control sobre mi cuerpo? Las únicas veces que lo había hecho el Dragón había dominado mi mente. Y nada bueno había salido de ello. Pero ahora mi ojo estaba en calma.

-Erm...yo...supongo que si...-

Le digo en un susurro, nerviosa. La misma sensación que tenia cuando Saji se acercaba a mi. Me costaba mirarlo a la cara, su belleza me hacia perder la noción del espacio y bloqueaba todo pensamiento racional que se presentara en mi mente para refutar algo. Ahora solo pensaba en el y su belleza.

Hades simplemente, acercó su rostro lentamente hacia el de ella, mientras la atraía hacia el desde la mano que tenía en su mejilla. Con suma suavidad, apoyó sus labios sobre los de ella, para darle un suave, cálido y cariñoso beso durante unos segundos.

En ese momento, él sintió como una especie de electricidad le recorrió todo el cuerpo, y no se dio cuenta que su mano, la que tenía junto a la mano de Ryomou presionó un poco la de la muchacha.

Tras casi medio minuto, Hades separó sus labios de los dulces labios de la chica mantuvo los ojos cerrados unos segundos más y después los abrió lentamente.

Con su mano aún en la mejilla de ella, le levantó suavemente la cara hasta que sus ojos se cruzaron con los de ella y sonrió.

- ¿Entonces estoy perdonado? - Preguntó sin saber cual sería la respuesta.