Partida Rol por web

Eros siguió insistiendo con las citas y ahora fue el turno de la cita ocho. Todo comenzó nuevamente en el hotel, ahora al lado de una de las piscinas, pero el gran dios había dado esas velas y creía que era un buen detalle para los que quieran hacer otra cosa, o viajar al fin del universo, siempre protegidos por su amor y cuidado.

Psique miró todo intrigada.

-Falta menos mi señor, ¿habrán encontrado el amor?

Eros, sonriendo y acariciando sus celestiales cabellos, le dijo a su amada.

-Si estuvieron menos solos, si sonrieron, si fueron más felices... con eso me alcanza.

Max es la primera en llegar, con un simple biquini negro, un pareo del mismo color pero transparente y una toalla a rayas blanca y negra.

Se tumba en la primera tumbona que ve y se pone boca arriba para tomar el sol. Estaba completamente tranquila, y con una pequeña sonrisa en el rostro.

Kelly llega con su bañador negro de flores tropicales blancas, su toalla color verde oscura y su pequeña mochila puesta. Se sentó en una de las tumbonas vacías al lado de una chica que debía de ser su cita, extendió en la tumbona la toalla y dejó la mochila a un lado, antes de tumbarse con sus gafas de sol y mirar a la chica:

- Buenas, tu debes de ser la nueva cita... ¿Max? - Dijo con voz tranquila y una sonrisa.- Bueno, al menos el lugar parece tranquilo, estaba algo cansado de tantos lugares exóticos, algo de normalidad viene bien de vez en cuando. ¿Como fueron las demás citas?

Max abre un ojo al oír a alguien hablarle al lado. Ya había llegado.

Se incorpora un poco y le extiende la mano.

Tú debes ser Kelly. Bien... bueno, unas más entretenidas que otras. ¿Y las tuyas? Pregunta aún mirándole.

Estrechó su mano:

- En ese caso estamos en empate, oye para romper la tonica habitual de estos momentos... ¿Algo que te apetezca hacer? Normalmente yo propongo algo, pero quiero improvisar y que estes comoda.

Dijo con una sonrisa mientras pensaba en la piscina y en darse un pequeño baño en ella luego. La verdad es que Max parecia a la altura de la situación, atlética como él, algo que podría desencadenar alguna competición como en anteriores citas, algo que no le apasionaba mucho.

Max vuelve a tumbarse con una sonrisa.

¿Te parece que esté incómoda? Pregunta divertida estirándose en la hamaca. ¿Te apetece ir a otro lado? Ella ahí estaba bien, aunque no duraría mucho sin hacer nada. Pero le encantaba sentir el sol en su piel.

Kelly se tumba boca abajo en la hamaca:

- Bueno, yo estoy muy comodo aqui contigo, no se si tu lo estas conmigo... - Dijo riendo a modo de broma.- No se me apetece nadar, pero si prefieres charlar aqui un rato lo veo igual de válido... Tu eliges. ¿A qué te dedicas? Asi por romper el hielo.

Por su apariencia hubiera jurado que podia ser una chica marine, quizás operaciones especiales... Se la veia en forma, agil, y centrada.

Podemos hacer ambas cosas. Queda mucho día por delante. Dice con voz totalmente relajada.

Soy repartidora... de paquetes.. mensajera vamos.. Dice no sabiendose explicar muy bien, y es que su trabajo no era muy común, ya que tampoco se consideraba cartera, porque solo repartía paquetes.

¿Apasionante, eh? Se burla de su propio trabajo sin problemas. ¿Y tú? Y no me digas que de dependiente en un supermercado, porque no me lo creo. Dice mirando de reojo su cuerpo. Estaba claro que lo trabajaba a diario.

Se echo a reir un momento:

- ¿Mensajera? Yo hubiera apostado por marine... Aun asi debo recordar encargar más cosas por correo en cuanto llegue, a ver si me toca una guapa y entrenada repartidora. - Dijo a modo de broma.- Oye, pero como trabajo no está mal, es como todo, si te gusta es genial. Yo era hasta que llegue a este sitio parte de un comando de operaciones, pero bueno, acabe en esta isla... Sigo pensando que estoy muerto y este sitio es como una especie de limbo o cielo o a saber. En serio, hubiera jurado que eras un marine...

Max ríe con sinceridad.

¿Marine? ¿Me ves cara de meterme esteroides? Me gusta hacer ejercicio... es más... a pesar de que se está cómodo aquí.. dentro de poco no podré aguantar estar quieta.. Dice con una sonrisa.

Luego levanta una ceja. ¿Y cómo acabaste en esta isla? ¿soledad? Dice simplemente. Ella sabía perfectamente lo que era eso.

Se echó a reir:

- No te veo cara de tomar drogas, pero no todos los marines las toman, Max. - Miró a la chica bien, como una observación.- Aun asi tienes forma para ello, y se te inquieta, eres como un gato. - Dijo riendo.- Acabe en la isla por que me pegaron un par de tiros en una misión y Eros pensó que quizas no era mi hora de morir sin volver a amar...

Max abre los ojos sorprendida y levanta las cejas.

Vaya.. tienes mucho ojo. En realidad ha dado en el clavo. Piensa con una sonrisa respecto a lo del gato.

Oh... no me digas, que el soldadito con corazón de piedra puede tener sentimientos... Dice bromeando y sacando la lengua. ¿Y ya has encontrado dicho amor? Pregunta levantando el brazo y pidiendo al camarero una piña colada.

Se echa a reir:

- Bueno, una vez tuve sentimientos... Ultimamente no lo sé. - Luego se pone algo mas serio.- La verdad, he conocido a una chica genial, pero no se que pensar aun... No puedo opinar del libro sin acabarlo. Y dime, ¿Lo has encontrado tu? Pareces mucha mujer para la mayoria de los tios que he visto por el lugar... Sinceramente.

Pidió al camarero un mojito, y se recostó boca arriba en la hamaca

- ¿Sabes? Esta bebida me trae suerte al parecer...

Max sonríe abiertamente sin cortarse.

¿Mucha mujer? Vaya... eso sí es un piropo. Gracias, supongo. Dice aún sonriendo. Pues no, yo de momento nada... quizá ser "mucha mujer" tiene sus desventajas... Dice casi suspirando.

Abre un ojo y le mira de reojo para mirar qué bebida era la que le traía suerte.

¿Y eso? Pregunta interesada por la historia.

No podia evitar reir:

-  Pues si, lo era, de nada. La unica desventaja es que no se si sere bastante hombre para tanta mujer, pero... ¿Sabes? Me gustan las apuestas. - Dio un sorbo a su mojito.- Pues la historia, no es mucha, es básicamente que conoci a la que sería mi gran amor preparando uno de estos. A ver, la conocí antes, pero coincidimos en el bar y resultó que ella era la que preparaba los cocteles... Curioso la verdad. ¿No tienes a nadie esperándote fuera? Pareces del tipo de chica que tiene que salir de casa con escolta a tomar algo para quitarse a los buitres de encima.

Uy... dice para luego reír. No me hace falta escolta. Me los quito de encima yo solita... Dice con una sonrisa muy orgullosa y luego bebe otro sorbo de su bebida.

Y fuera... tengo buenos amigos... Sí, lo de Logan no había podido ser. Lo tenía que aceptar y punto.

Y si puedo preguntar... ¿qué pasó con ese gran amor? Pregunta en tono normal, respetaba si no quería contárselo.

Se echó a reir:

- Pues claro que no los necesitas, tu sola tienes fuerza para dos o tres maromos, chica marine... - Dijo antes de sonreir.- Es bueno tener amigos fuera, nunca sabes quien puede salvarte el culo en un momento dado. - Luego se puso algo serio.- Ella bueno... Digamos que ya no está entre nosotros... Fue hace tiempo, en una misión. Pero lo he superado, todo lo que eso se supera, claro está. - Dijo dando un sorbo a su bebida hasta apurarla, apenas quedaba poco mas de un sorbo.- Te deben de gustar las artes marciales, ¿No es asi?

Max sonríe de lado ante lo de "chica marine".

Le mira seria y apenada. Vaya... lo siento. Qué metida de pata, ella esperaba la típica historia de lo dejamos porque eramos de mundos diferentes o algo así.

Así es. Soy bastante buena. Dice recuperando su "chulería" habitual y realmente encogiendo sus habilidades.

Kelly negó con la cabeza, él lo habia superado hacia tiempo ya, no pasaba nada:

- Oye no te preocupes, pasó hace tiempo y lo he superado... Son cosas que ocurren. Es el riesgo del trabajo que escogimos... Nada más. - La miró a los ojos.- Bueno, es interesante saber que tenemos cosas en común, ¿Te apetece echar unos largos en la piscina?