Partida Rol por web

Kara' logró esquivar el puñetazo que la verdadera rubia le entregó. Sus habilidades estaban sumamente igualadas, pero no por eso desistía en su empeño de seguir tratando de golpearla. Y así seguían una y otra vez, las dos mujeres más fuertes de aquel universo desconocido, y a su vez también las más rápidas. Así que aquello parecía una lluvia de meteoros, que no paraban de golpearse una y otra vez, y no hacían más que esquivarse una y otra vez.

Aquello solo podría terminar de una forma, y era cuando una de las dos desfalleciese debido al cansancio sentido, pero ninguna estaba dispuesta a ceder ante su rival, ambas eran las mujeres más fuertes de la Tierra, o al menos las mujeres extraterrestres. ¡Debían resistir o al final una de las dos terminaría cayendo en manos de su homóloga!

Al verdadero Lobezno se le notaba mucho más cansado que al falso. Sin duda aquella copia debía ser una mejorada, o al menos una mucho más joven y resistente pues el primero era incapaz de esquivar un solo golpe, mientras que el segundo insistía en no dejarse golpear.

Los movimientos de Lobezno eran mucho más lentos que los de Lobezno' y eso hacía que se frustrara, pues jamás se había topado con un rival que fuera tan o incluso más fuerte que él, aunque quizá se pudiera decir que simplemente el otro estaba teniendo más suerte. Fuera como fuese, le estaba pegando una buena paliza, y Lobezno no hacía más que sufrir heridas, cortes profundos y punzadas de sus propias garras. Tenía la camiseta manchada de sangre, a pesar de que sus heridas ya estuvieran cerradas, pero lo que no podía evitar era jadear, pues poco a poco le iba faltando el aliento en aquel combate.

Y entonces, como si sus plegarias hubiesen sido escuchadas, aquella imagen de sí mismo se desvaneció. Todo a su alrededor pareció dar vueltas y tanto Lobezno' como Kara y Kara' se desvanecieron. Aquello solo podía significar una cosa, que; o bien había vencido, o bien había sido desterrado a una dimensión cuya mayor cárcel sería su inmortalidad.

Esquivó parte de sus golpes, pero ella era dura. Las dos lo eran. Clon, o lo que sea, la otra Kara era idéntica en todo, y por ello una rival a temer. Pero la primera Kara, la verdadera hija de Kriptón, no estaba interesada en tener miedo. Ella era una chica valiente y sabía que solo si no se rendía las cosas podrían ir a su favor.  

-Ríndete, seguro que hasta eres teñida!!! ¿Qué es, la nueva de LÓreal? 

Le dice, y de nuevo cierra sus puños. Esta vez dirige los golpes al estómago de la otra "kriptoniana", con la velocidad que puede, lo que interesa a la joven es la fuerza.

Pum, pum.

La idea es que sus puños impacten en el vientre de la otra superchica, sacándole al menos el aire.

¿Teñida? Dijo agarrándola por los pelos. ¡Soy exactamente igual que tú! Le dijo golpeándola fuertemente aunque ella logró soltarse sin sufrir ningún daño. ¡Bueno, yo soy mucho mejor y mucho más perfecta! ¡A mi me hicieron sin taras, y sin complicaciones! ¡No como a ti!

Después esquivó una y otra vez la ráfaga de puñetazos que la verdadera Kara se empeñaba en lanzar contra ella, y entonces decidió agarrarla por el pelo para tratar de intentar dejarla calva. ¡Cada vez estaba más harta de aguantarla y no iba a dejar que sobreviviera a aquel encuentro!

La muy maldita contraatacó con fiereza. Le tironeó del cabello y lanzó otra serie de golpes. Acusó a la auténtica de Kara de ser la fallada, y en parte parecía que estaba mejor que ella en cuanto al combate. Cuando estan cercanas, cara a cara, achicó sus ojos y lanzó los rayos calóricos de nuevo contra su rostro. Creía que era la primera vez que se miraba "al espejo" y se aborrecía.

-¡¡Maldita copia!! Sigues siendo una copia y lo sabes!!!

Estaba sola ahora, ni siquiera tenía la compañía de Lobezno, pero eso no la detenía. Si algo era la joven Kent, era alguien decidida, hasta el final. Sobre todo cuando las circunstancias eran más adversas.

Kara pudo sentir como su cuero cabelludo sangraba, el tirón de pelo le había hecho daño en su rubia cabeza, pero por fortuna su poder regenerativo le estaba cicatrizando rápidamente. Así que, a pesar de que poco a poco empezaba a sentirse realmente cansada, decidió seguir luchando y usando el poder calorífico de sus ojos contra ella. La rubia falsa, no fue capaz de esquivarlos y volvió a sentir como le quemaban su hermoso rostro.

Kara' chasqueó la lengua disgustada, empezaba a sentirse también agotada e incluso molesta por no acabar con aquella sucia copia. Iba siendo hora de dar el golpe de gracia y rematar a esa Kara tan vulgar. Así que empezó a soplar con la esperanza de lograr congelarla sin necesidad de tener que terminar matándola.

Hasta que una no cayese, la otra no acabaría de atacar. El aliento gélido de la copia impactó a la joven Kent. No deseaba matar a nadie, ella no creía en los extremos, pero si no terminaba la batalla bien sería ella la muerta, o sus compañeros. Eso si no lo estaban ya, porque Kara se dio cuenta, en un momento que Lobezno había desaparecido.

No había deseos de hablar, ni siquiera de usar el sarcasmo. No, solamente tenía que ganar, superar la prueba por más que era tan díficil...

Lanzó varios golpes hacia adelante, intentando impactar en la barbilla de la copia. ¿Serviría? Ya no tenía idea de qué sería lo mejor pero no podía rendirse.

"Clark no se rendiría..."

El puñetazo de Kara lanzó a Kara' por los aires. La envió muy lejos en aquel infinito espacio repleto de oscuridad. A pesar de ello, como aquel lugar parecía ser eterno, lleno de dos luces que les iluminaban solo a ellos y oscuridad por todas partes, no se notó cuán lejos le habían mandado.

Rápidamente Kara' se dirigió hacia su rival para encajarle un nuevo golpe en la mejilla. ¡Deformaré tu rostro! ¡Pues la más fuerte y bella soy yo! Le gritó en un intento intimidatorio.

-Estoy harta de tu cara bonita -exclamó la joven Kent usando de nuevo el mejor poder que tenía, el más entrenado: su visión calórica. Apuntó hacia el corazón de su doble, que hacía segundos había volado del golpe lejos solo para retornar con mayor fuerza.

Kent estaba fuera de sí. En otras circunstancias no hubiese actuado de una forma tan salvaje, y si salía viva de aquí, seguramente se arrepentiría, pero ahora estaba llena de ira, de sensación de fracaso y urgencia. Pensaba en todos aquellos que dependían de ella, en la Tierra misma y en su futuro si este tipo del Zodíaco terminaba con acabar con todos los de su grupo.

La lucha de aquellas dos gemelas continuaba, una le pegaba puñetazos a la otra, la otra le lanzaba rayos ardientes, luego se los devolvía pero congelantes. Y así podrían permanecer durante horas hasta que alguna de las dos terminase tan cansada que no pudieran seguir con la batalla.

Kara fue quien en un nuevo intento volvió a lanzar su visión calorífica contra su homónima, pero los rayos salieron muy desviados de su trayectoria. Así que, vio la oportunidad perfecta para congelarla, si soplaba y soplaba conseguiría helar su cuerpo y por muy inmortal que fuera, jamás lograría salir de aquella parte del juego de Zodiaco.

Se estaba congelando con su aliento helado. Su visión de calor no había servido de nada, eran ambas igual de fuertes, de rápidas, de letales. Solo había una diferencia: su consciencia. Kara, la original, se preocupaba por el resto del mundo, sobre todo por su planeta Tierra, su roca adoptiva. Y sabía en su corazón que si no acababa con la otra mujer, Zodíaco podría extinguir a todos los habitantes de su tierra. Ya sabía lo que era perder un planeta y no deseaba repetir la experiencia.

Así que, con eso en su mente, intentó dale un golpe a la otra Kara, uno en el estómago que lo hundiese hasta tocar su espalda. 

Matar... tampoco le apetecía, no era de ella. En realidad preferiría dejarla inconsciente, aunque como iban las cosas, tal vez incluso fuese la misma chica original la que terminase muriendo.

Al final las plegarias de Kara fueron escuchadas y logró encajar un duro golpe a la muchacha que era idéntica a ella y la lanzó varios metros hacia atrás. Y entonces algo sucedió. La luz que había iluminado solo a ambas copias se apagó y todo empezó a dar vueltas a su alrededor.

Aquello solo podía significar una cosa, que; o bien había vencido, o bien había sido desterrado a una dimensión cuya mayor cárcel sería su inmortalidad.

Esta vez no había absolutamente nada, salvo una extraña e infinita oscuridad. No se veía absolutamente nada, no porque no hubiera luz, si no porque no había nada que ver. Pero tanto los unos como los otros se podían ver entre ellos, es como si lo único que estuviera iluminado fueran precisamente ellos.

A los pocos minutos de permanecer allí, se escuchó un total de cinco chasquidos y cinco nuevas figuras se iluminaron.

En frente de cada uno de ellos apareció un homónimo, es decir, frente a ellos había un Gandalf, un Masacre ^{sí, sé que es duro uno pues imagínate dos}, un Pantera Negra, una Pícara y un Spiderman^{¡oh dios mío, otro!} exactamente igual a los presentes. Aquello era una nueva casilla en el juego de Zodiaco, pero ¿qué significaría exactamente eso?

¿Qué nuevo lugar es ésta?, ¿por qué hay tanta oscuridad?

Cuando aparecieron imágenes o réplicas de nosotros mismos pareció sorprendido.

Tal vez no se trate de una ilusión y sea real, pero alguien estaría detrás de todo ésto. Discernirlo será difícil. Querrán que nos matemos entre todos, así que procurad juntad nuestras líneas y no separaos - les dijo queriéndoles decir que formasen un círculo o que estuviese casi espalda con espalda.

Muchas veces, nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, ¿qué significará todo ésto?

   Y mientras el cara-de-red nadaba y nadaba a más profundidad en busca de salvar el mago, una oscuridad insondable lo engulló, la presión del agua era insoportable y las extremidades perdían toda su fuerza y la cabeza empezó a fundirse en la nada falto como ya estaba de oxígeno, y en el último segundo de claridad, supo que no tardaría en morir junto al anciano, pero se consoló sabiendo que había seguido el camino de la rectitud y de lo que era correcto. Su tío Ben estaría orgulloso cuando en unos instantes fuesen a reunirse en el más allá.

  Pero, de pronto, no había agua salina a su alrededor, se encontró haciendo brazadas al vacío con la tripa al suelo como a una tortuga. No había sido la negra capa de la muerte lo que le había envuelto, pero era tan oscuro como, al menos, el abrigo de su amigo Capa en una de sus teleportaciones. Los pulmones le quemaban y no encontró otro remedio que arriesgarse a abrir la boca y respirar, aunque fuese un único y definitivo trago.

  —AAAAAAaaaaaaaaaaAAAaaaAAAaahhhh- inhaló.

  Abrió los ojos con pasmosa sorpresa. No solo estaba vivo, sino que libre. Y varios de sus compañeros lo miraban preguntándose si sería imbécil o sencillamente qué narices hacía. Peter se levantó de un salto, avergonzado e intentó reír ni que fuese nerviosamente. Al menos habían salido de esa. No les iba tan mal después de todo…

 —¡Bien! Aquí, al menos no hay agua.- Dijo sentenciando lo evidente. Y es que en el paso de las postreras horas, había ido de “araña mojada a araña mojada y tiro porque me toca”. Todos le conocían ya la cara, pero igualmente volvió a cubrir su rostro con la máscara a fuerza de costumbre de proteger su identidad. -Estaba harto de agua. Un poco más y me hubiesen salido agallas en vez de telarañas. ¿Y ahora qué?

  Aparecieron sus cinco dupplegangueeerriiiindo-como-se-digan-dobles.

  —¡Oh! Claro… ¡Eso! ¿Estamos en una sala llena de espejos? Porqué si es eso, es un truco muy viejo, el guionista debería de leer NotreDame de Paris.- Aunque algo: digámosle sentido arácnido, digámosle sentido común, o digámosle que conocía algo ya al máster, le decía que no sería tan sencillo.

  Spiderman levantó ambos brazos dispuesto a hacer uno de sus famosos twip-ers. —¡Yo me pillo al mago!- Anunció disparando sus redes hacia la dirección que les quedaba en el “espejo” intentando asestar una telaraña a los labios del Istari antes de que soltase cualquier hechizo y otra a sus brazos antes de que agitase su báculo.

Con la perla en su poder, Pícara observó a sus compañero entre las olas. Como siempre, una mujer había que tenido que resolver la situación mientras los hombres cacareaban como gallinas ante un pulpito un poco grande.

No servís para nada, sois unos inútiles... no hubo más palabras, sólo oscuridad. Pero una oscuridad extraña, pues se podían ver los unos a los otros. Se detuvo en el suelo, aunque sin saber dónde estaba, y miró a su alrededor.

Nos atacarán en tres, dos, uno... había pasado de mirar al trepamuros. Sólo quería darle un guantazo y que volara por los aires. Pero no era el momento. Como había predicho, el siguiente rival estaba allí... Y qué sorpresa.

Unas imágenes perfectas de ellos mismos se materalizaron. Todos se mostraban como ellos, pero con un rostro desafiante... Y demasiadas caderas ¡Eh, guapa, yo no tengo esas cartucheras! Me temo que deberías ponerte en forma Pero, antes de atacar a la otra Pícara, vio algo todavía más interesante. Un Spiderman clon y un Pantera Negra clon... Como si le hubiese tocado la lotería, Pícara no sabía a cuál de los dos sacudir. Quizá si terminaba rápido con uno, podría atacar con el otro...

Su corazón y la venganza pudo con ella. Con sus puños por delante, se avalanzó a por Pantera Negra, repartiendo puñetazos a diestro y siniestro.

Pantera Negra se desesperaba por momentos, no sabía cómo indicar a algo tan inmenso, ¿es que estaban todos ciegos?

Por suerte, Pícara fué capaz de darle con un objeto gigante a un objetivo más grande aún...

Poco duró el alivio ya que pronto la oscuridad absorbió al grupo, y se vieron enfrentados a reflejos de sí mismos. Antes de poder mediar palabra Spiderman atacó al "reflejo" de Gandalf y Pícara, como adalid del corporativismo femenino, decidió atacar al reflejo de Pantera.

Ni siquiera se han mostrado hostiles - piensa T'Challa - Aunque ya supongo que da lo mismo, si no lo eran, lo serán.

Ante el reparto tácito de enemigos, activa sus cuchillas de energía y las lanza hacia donde está el falso trepamuros.

No es nada personal Spidey, pero no quiero que se repita lo del barco.

Agua, el peor enemigo de Masacre. Bueno, su peor enemigo era T-Ray, pero no estaba allí- _{solo faltaba eso-}. Por suerte, pícara hizo los deberes y el mercenario bocazas se libró de morir ahogado- _{ya podéis dejar de llorar, niños, este no es el fin de vuestro amistoso vecino Masacre.}

Aparecieron en un lugar donde lo más peculiar era que no había luz- _{¿y que hay clones de todos no es peculiar?}- Sus copias estaban ahí, mirándolos. Masacre iba a chocar los 5 con su pariente lejano mientras observaba como los otros se mataban, pero una idea loca le vino a la mente- _{menuda novedad}- si su reflejo era como él, y habiendo dos chicas sexys como Pícara, lo normal es que intentara matar a toda competencia para quedarse con las dos. Y para que lo haga el  gemelo malvado, lo haría él antes.

-Guaperas, no tengo nada personal contra ti. Qué demonios, me encantan tus gustos a la hora de vestir. Pero no puedo permitir que te quedes con las chatis. Son mías.

Podría haberse liado a tiros- _{como si hubiera hecho otra cosa hasta ahora}- pero prefirió usar sus armas blancas. La aventura quedaba un poco sosa sin luchas cuerpo a cuerpo que duraran diez minutos plagados de efectos especiales. Solo esperaba que a Masacre 2 no le diera un apretón de estómago y quisiera acabar la escena antes pegándole un tiro en vez de luchar _{-¡Eh! que no todo el mundo es como Harrison Ford en Indiana Jones}- Era hora de darle algo de sangre a los niños y le decepcionaría acabar rápido.

Gandalf' fue el primero en caer ante el ataque del verdadero Spiderman. El encapuchado mojado logró lanzar un par de telarañas que silenciaron al anciano y que le limitaron las posibilidades de usar su báculo. Y es que tener a dos Gandalfs diciendo bobadas como de costumbre hacía que aquella partida pudiera resultar insoportable. Al menos esta vez, la copia del viejo estaría calladita.

Pícara hizo caso de sus sentimientos y el rencor que tenía hacia T'Challa decidió hacerle objetivo de su ataque. Pero la superfuerza de la muchacha no era rival para los superreflejos del hombre de negro, así que lo esquivó sin un solo problema e inmediatamente le devolvió el puñetazo.

Mientras tanto, la pantera negra verdadera atacó a la araña falsa pero el sentido arácnido le advirtió del peligro haciendo que así esquivara el golpe. Y ésta a su vez descargó un buen fragmento de red para hacer que se estuviera quietecito.

Finalmente Masacre decidió actuar contra Masacre' desenfundando sus katanas, a lo que su homólogo hizo exactamente lo mismo. ^{Y es que efectivamente así quedaba más épico.}_{Aunque para épica la batalla entre dos seres incapaces de ser heridos. ^{Aquello sí que iba a ser divertido, y sobre todo... ¡ETERNO!}} Afortunadamente para uno y desafortunadamente para el otro, Masacre logró hacerle un buen tajo al otro desgraciado. Y éste no se vio con fuerza suficiente para devolvérselo. Por suerte, su facto curativo actuó deprisa, pues el corte había sido más profundo de lo que se imaginaba.

Y entonces, Pícara' que todo el mundo había decidido ignorar, decidió actuar por su cuenta. Gandalf había optado por quedarse en un segundo plano, pero su magia era algo muy interesante para ella, por lo que decidió empezar con un buen impacto a ver por dónde salía el anciano.