Partida Rol por web

¡¡ NO PUEDE SER !! 

¡¡ OTRA LOCURA MÁS DEL CAPITOLIO !!

¿CÓMO ES POSIBLE QUE HAYAN DECIDIDO SACAR A UNOS MUTOS COMO ESTOS?

¡¡ JUEGAN CON NUESTRA CONCIENCIA !!

¡¡ PEETA, DÓNDE ESTÁS !! ¡¡ SON MUY REALES !!

¡¡ VIENEN A POR NOSOTROS !!

Tras todos esos gritos, la undécima escena empezaba en lo que parecía ser un sencillo bosque, muy parecido al de la segunda parte. Esta vez no había ni rastro del sátiro, sino que quien gritaba era una niña armada con un arco y que estaba gritando a alguien para que le ayudase. 

Instantes después una flecha se clavó en el cuerpo de Lobezno. La mujer tenía una brillante puntería, casi o igual de buena que la de Ojo de Halcón. Solo confiaban en que sus flechas fuesen más sencillas que las del Vengador.

En aquel nuevo escenario, Lobezno obvió olfatear el ambiente. Lo primero que hizo fue escuchar aquellos horribles gritos de una muchacha histérica. Alzó una ceja escéptica, y gruñó un poco, preguntándose qué diablos pasaba.

Avanzó unos cuantos pasos por aquel bosque, y sintió el pinchazo el seguida, remitiéndose por todo su cuerpo al segundo siguiente, y aumentando de dolor en los siguientes.

-¡Grrrr!- gritó entre dientes, apretando las mandíbulas-. ¡JOD...!- hizo una pausa para coger aire-. ¡EEEEER!

Se llevó la mano a la flecha, y apretando aún más los dientes, mirando al frente, cogió el asta, y tiró hacia afuera con todas sus fuerzas.

-¡Ahhhhh!- gritó, cerrando los ojos.

Llegaron a un bosque de no vagos recuerdos para el mago. Las imágenes en mi mente se nublan, pero se asemeja bastante a lo vivido hace muy poco compañeros - les dijo.

Hay que estar muy pend... - y paró de hablar pues una flecha surgida de un arco se clavó en lobezno. Una niña con cara aparentemente angelical se "dignó" a atacar al más fiera de nuestro equipo.

No sabe a quién ha provocado.

¿Qué hace una chica como tú en un lugar como éste? - le dijo aproximándose tratando de calmarla.
 

Escaseaban las féminas y el Zodiaco tuvo que pensar que le tacharían de machista si no aparecían más. Así que hizo su aparición la de las flechas.

-Soy yo, Masacre- le dijo a Katniss- ¿No me recuerdas, ojo de halcón?

En realidad no recordaba haberse juntado nunca con la ojo de halcón femenina- _{aunque con tantos crossovers, nunca se sabe.}

Parecía que el bosque de los leones casi no había desaparecido, pero habían llegado a otro y casi no se dan cuenta. Fueron los gritos de una muchacha los que les advirtió del peligro.

¿Mutos? ¿Qué son mutos? preguntó a sus compañeros, por si alguno lo sabía. Iba a alzar la voz para preguntar a la joven del arco, cuando una flecha se clavó en Lobezno

¡Eh, mala bestia! ¡Esa no es forma de ligar! Vale que a Logan le van las tías rudas, pero no que le claven cosas. ¡Ese es su rollo, no el tuyo! gritó, alzando el puño cadavérico a modo de protesta

Prestad atención, tiene que haber otro mocoso por aquí. Si conocen este sitio, nos puede emboscar desde cualquier parte

¿No podías bajar el arco? preguntó de nuevo a la niñata Estamos un poco perdidos y no sabemos qué tenemos que hacer aquí. No me apetece darte un guantazo. Aunque no lo parezca, te puedo partir un brazo con tocarte.

Había trepado hasta lo más alto de aquél árbol buscando una salida, pero allí arriba, al llegar, no le esperaba esperanza, ni le deleitó ninguna brisa que le hiciese olvidar sus penas, así como tampoco le cautivó ninguna visión de mariposas de vivos colores con las que ensoñar. Peter no era Bilbo, ni su suerte Parker se parecía a la que gozaban los Tuk. Segundos después, el árbol no estaba, ni tampoco la rama en la que confiaba el peso de su cuerpo, de esa forma se vio lanzado al vacío y se hubiese convertido una parte irreconocible del subsuelo del nuevo bosque de no ser por los colores vivos, rojo y azul de su uniforme, y de su preciada red con la que salvó el cuello en el último segundo. Un bosque no era una ciudad pero al menos tenía suficientes cosas con estatura de las que balancearse. Quizás su suerte no era tan mala como parecía querer convencerse o consolarse cuando las cosas no salían “a pedir de Milhouse”

  —¡Qué cerca he visto a esas bellotas y las hormigas que se las llevaban! ¡¡Uooow!! Creo que incluso e aspirado una accidentalmente por la nariz- Spiderman hablaba por los descosidos, como era su costumbre, pero sus compañeros tenían asuntos más importantes a los que prestarle su atención, para ellos el Redes se había convertido en un molesto zumbido de fondo que no podían librarse pero que, en cierta forma, ya se habían acostumbrado. No obstante, quizás de haberse callado el arácnido habría oído las palabras que sugerían precaución del mago gris. Pero donde no había sentido común siempre le salvaba su sentido arácnido que en ese instante silbaba y, en cuanto se dio cuenta, habían hecho de nuevo “pinchito de Logan”, lo que sin duda sacaría al mutante de sus casillas. Spidey negó con la cabeza como si viese lo que ocurriría a continuación. Su teoría empezó a confirmarse cuando lo oyó gritar rabioso. Pronto, la escena en aquél bosque, ya no sería bonita.

  Soltó la red y se dejó caer ligero al suelo con los brazos levantados a los lados en una tentativa de evitar otro derramamiento de sangre, aun no tenía muy claro que ese “intento de Mística feota” de la cola trenzada fuese a ser su enemigo. Gandalf trató de resolverlo con palabras y Masacre con interesada presentación de su animada y caótica persona.

  Ante la pregunta de Pícara el trepamuros solo pudo encogerse de hombros. A él “Mutos” le sonó a algo parecido a “Mutantes” pero era algo que curiosamente no se atrevería a decir en voz alta. Aunque pareciese imposible, tenía alguna clase de filtro, y sabía cuando callarse… a veces.

  —¿Otro mocoso?- preguntó a la vez que puso a buscar con la mirada cualquier intromisión o emboscada.

¡JODER!

¡PEETA, QUE ESTÁN MUY BIEN HECHOS!

¡ESTA VEZ EL CAPITOLIO HA OPTADO POR COGER PERSONAJES DE LA LITERATURA!

¡QUÉ MIERDA PRETENDEN!

Y entonces, una segunda flecha se clavó en la cabeza de Masacre, pero esta vez le había atravesado la boca y la lengua. La muchacha tenía puntería, y había dejado claro que quería que ese tipo encapuchado se callase. 

¡¡ EN SERIO PEETA!!

SON GANDALF Y UN MONTÓN DE MARVELIANOS

ES MUY RARO

PERO SI SON REALES, NO PODREMOS VENCERLES.

Instantes después el anciano Gandalf yacía en el suelo tirado, ligeramente grogui. Junto a él había un saco de harina roto que había manchado la túnica gris del mago. Peeta Mellark había hecho su aparición con uno de sus famosos sacos de harina de su etapa de panadero. El golpe para el mago había sido terrible y la puntería de Katniss era digna de asustar hasta al más valiente.

NO TE PREOCUPES.

Dijo ahora Peeta. 

FINNICK VIENE DETRÁS.

¡¡LO CONSEGUIREMOS!! ¡¡COMO SIEMPRE!!

—¿Literatura? ¡”Literatura”, tu madre! Sea lo que sea lo que quieras decir con ello. Por cierto, hoy me ha llamado Lara Croft y me ha dicho que quiere que le devuelvas la trenza.- replicó Spiderman a aquella adolescente sin modales, quién solo parecía querer gritar, algo que empezaba dejar claro que no atendería a palabras, ni presentaciones, ni peticiones de facebook.

  Entonces, y antes de que ninguno de ellos lo pudiese impedir, lanzó una segunda flecha que por suerte estaba destinada al mercenario bocazas. No había duda de que era el momento de neutralizarla antes de que Logan o Wade lo hiciesen de una forma más definitiva.

  —¡¡Eh, niña!! Ya te lo hemos advertido: “¡Si no sabes jugar con tus juguetes tendremos que quitártelos!”- espetó a la vez que lanzaba algunas redes, una por lanzared, a su dirección con la intención de anular a un mismo tiempo la mano que sujetaba el arco y la parte superior de su carcaj a fin de que no pudiese ni soltar el arco ni sacar más flechas. —No querría que también me hicieses un piercing de esos a mí. Estas flechas no complementan con mi vestido ni hacen juego con mi color de ojos.

  Fue entonces que apareció otro gritón en mitad del bosque. Pícara había tenido razón, y Peter había pifiado en controlar el perímetro. Pero eso no era lo peor, estaba apunto de aparecer algún otro crío en escena o eso se deducía por el diálogo.

  —¿Qué es lo que pasa? ¿Es que es la hora del recreo? Será mejor que nos deis la gemma y os larguéis antes de que os demos un buen azote, u os aseguro que a esos amigos míos que usáis de dianas os harán algo más que un azote con regla. Serán inmortales, y risueños, pero no se andan con bromas…

Gritando como un animal, y mientras los demás hablaban con aquella chica extraña, Lobezno consiguió sacarse la flecha. Cerrando los ojos, sintió cómo su factor de curación comenzaba a funcionar, y segundos después la herida había desaparecido.

-Niña, te has confundido de enemigo- murmuró Logan.

Abrió mucho la boca, como solía hacer, y lanzó un rugido desde lo más profundo de su garganta. 

-¡Ahhhhhh!

Después, con las cuchillas sacadas, y obviando la flecha hacia Masacre, el polvo blanco de Gandalf, y la aparición de un nuevo muchacho, Lobezno, con la ayuda de las telarañas de Spiderman, trató de clavar sus cuchillas en el abdomen de aquella chica que no hacía más que sacarle de quicio.

Pícara iba a dar instrucciones. Le iba a decir a Spiderman que le quitara el arco a la muchacha, que parecía tener una puntería asombrosa, ni Cíclope hubiese conseguido ese ataque a Masacre. A Logan le encargaría encargarse del muchacho nuevo, pero no le dio oportunidad. Se lanzó a por la arquera en uno de sus ataques de rabia. Ella se elevaría para encontrar al tercero en discordia, pero no había oportunidad.

¡Estad atentos! ¡Sabemos que hay tres, pero puede que se oculten alguno más! ¡Tened cuidado con las trampas! gritó. Si ella usaba el arco y él las armas que tenía a su alcance, significaba que no contaban con la última tecnología y que, muy posiblemente, se basaran en su astucia e inteligencia para sobrevivir en aquel bosque.

Alzó el vuelo, pero no con sus intenciones iniciales. La chica había llamado a ese hombre con desesperación. Su amor o confianza se basaban sólo en él. Si le dejaba inconsciente, ella perdería el control. Quizá les masacrase a todos, o quizá no acertara ningún golpe más. Pero estaba claro que se tenían que deshacer de los allí presentes, aunque parecieran simples humanos.

El batacazo que le dio el saco de harina fue tan brutal e inesperado, que el mago, al instante, cayó al suelo con el rostro algo herido por el impacto.

No tenía opción, al menos durante un espacio de tiempo, de levantarse y contraatacar. Su momento llegaría, pero primero era recuperar la conciencia. Solo esperaba que sus compañeros no le dejasen abandonado a la intemperie.

Cuando Mística se convertía en Ojo de halcón todos salían perdiendo. O al menos, él- _{nuestro amado protagonista-}. Toda la aventura, Masacre ha sido un estorbo- _{menos en la escena anterior en la que partió la pana, claro}-, un cansino, alguien que solo servía para hacer jocosas chanzas mientras el resto se partía el lomo para luchar contra los esbirros de Zodiaco. Pero hasta ahora, nuestro Mercenario Bocazas hacía honor a su nombre no dejando de hablar.

¿Por qué entonces el guionista le quitó a Masacre la única cosa que sabía hacer? ¿Se había confabulado con el desastroso guionista de la película de los Orígenes de lobezno donde hicieron a Masacre sin boca? Se quejaría al sindicato, pero antes debía salir de allí.

Así que intentó quitarse la flecha clavada en la cabeza, con el dolor que eso llevase e intentando no partirla demasiado. intentaría matar a la aspirante a heroína villana lanza flechas pagando con su misma moneda. Ojo por ojo y flecha por flecha. Lástima, para una chica villana que hay y lo primero que hace es tocarle las narices al loco que lo único que sabe hacer es hablar. Bueno, lo primero que hizo fue disparar a Lobezno. Se nota que a esa chica le molaba el peligro, intentar asesinar a los badass inmortales.

Tenía ganas de terminar esa escena de acción y curarse. Aunque fuera para decirle al guionista que no era un encapuchado, sino un enmascarado.

¡¡ JODER PEETA!!

¡¡SON MUY REALES!! 

Gritó tras escuchar las palabras del arácnido encapuchado. Y entonces un par de redes la incapacitaron para poder seguir lanzando flechas. Y después comenzó a decir, no se qué bobadas de una gema. No sabía ni de lo que hablaba, así que dio por hecho que se trataba de un nuevo juego del Capitolio. 

¡¡ JODER, PEETA!! ¿DÓNDE COÑO SE HA METIDO FINNICK? 

¡¡ LE NECESITAMOS YA!!

Tras sus palabras, el fornido Lobezno se lanzó para acuchillar a Katniss, pero un nuevo saco de harina no tardó en golpear su cuerpo de adamantium. ¿Quién iba a decir que el férreo esqueleto del mutante iba a ser débil a un simple saco de panadero? Fue efectivamente, lo era. Era el mundo de Zodiaco, eran sus reglas y sus normas.

Por eso el marveliano terminó con sus cuchillas clavadas en un árbol. El saco le había desviado de su trayectoria y errado en su golpe. 

Pícara optó por atacar al hombre del saco, que ahora mismo estaba desarmado pues acababa de atacar a Logan. Alzó el vuelo, y ninguno de los dos chavales se sorprendió, estaba claro que habían visto muchas cosas en la Arena y ya nada les sorprendía. La mujer esqueleto salió volando hacia él, pero cuando se quiso dar cuenta un tridente sobrevoló el terreno de batalla y se clavó entre sus costillas desestabilzándola y haciendo que cayese y se golpease contra el suelo.

El tal Finnick acababa de hacer su entrada triunfal.

¡¡ CADA VEZ ESTÁN MÁS LOCOS !! 

Gritó también. Y de la nada, materializó un nuevo tridente que volvía a tener entre manos.

JOHANNA ESTÁ A PUNTO DE LLEGAR. 

¡¡ACABEMOS CON ELLOS!!

Finalmente Gandalf seguía tirado en el suelo, pues había perdido el conocimiento por culpa del batacazo de Peeta, y Masacre se estaba peleando con la flecha que tenía en la boca, para poder quitársela y después seguir hablando. No podía ser que perdiera tan rápido su "superpoder".

Creía que lo tenía, pero se dio cuenta tarde de que no iba a servir de nada. Cuando sintió el golpe en el costado, y se desvió en su objetivo, desestabilizándose, gruñó como un animal, y se enfureció ante lo ridículo que se sentía. Había terminado clavando sus garras en la corteza de un árbol.

Dejando de lado lo que hacían los demás, se concentró en sacar las garras con fuerza, obnubilándose, y tratando de sacarlas a la fuerza, en lugar de retraerlas e introducirlas en sus manos.

-¡Ahhhh!- gritó, enfurecido, moviéndose como un animal enjaulado, tratando de sacar las garras a la fuerza.

El mago seguía en su estado incapacitado sin poder hacer nada.

El tiempo corría y corría, se hacía eterno y a la vez rápido.

Había tenido suerte de que aún su poder no la hubiese abandonado. Quizá Zodiaco no lo había meditado mucho, pero el golpe del tridente apenas la había hecho nada, sólo desviarse de su ataque. Al fin y al cabo, ahora Pícara era un saco de huesos si nada más. Algo puntiagudo no la iba a dañar.

Se dio cuenta de que cada vez que se acercaban a ellos, otro aparecía de la nada y les defendía. El combate cuerpo a cuerpo no estaba siendo una buena opción. ¿Cuántos más quedarían? Miró a su alrededor mientras se ponía en pie. No se podía fiar de su vista, estaba claro que no estaba siendo certera.

Spiderman, a la cara. Deja de retener y haz que se ahogue. La orden era clara y directa. Si no podían ir a darles unas patadas, se ahogarían por las redes. No tardaría mucho en caer inconsciente y morir.

Gandalf caído y Masacre luchando con una flecha. Sólo quedaban dos, y Lobezno parecía haber perdido la cabeza. Miró hacia arriba, hacia los árboles. Que ella no pudiese ir a combatir cuerpo a cuerpo no significaba que no pudiese hacer cosas. Meditó su trayectoria. Sabía que si iba hacia ellos, esa tal Johanna aparecería y la golpearía nuevamente.

Bueno, de momento ninguno de ellos sabía volar.

Pícara alzó el vuelo de manera vertical, y una vez en lo alto, a suficiente altura. se fue hacia el árbol más cercano. Allí, intentó romper el árbol y lanzarlo contra aquellos jóvenes.

En capítulos anteriores de “Zodiaco – El Juego de un nuevo enemigo”… nuestro amistoso vecino arácnido había inmovilizado aquella gritona, pero no la había enmordazado. Grave error. Porqué no había forma de que se callase, y, eso, le irritaba a sobremanera al Redes porqué aquél era su rollo, o, en todo caso, también el de Masacre, pero no permitía que nadie más se lo robase.

  Luego, Lobezno se había lanzado sobre la chica para convertirla en un colador o en un apestoso queso danés:

  —¡¡¡Nooooooooooooooo!!!- había gritado impotente de verlo sin poderlo frenar. A veces Spidey pensaba que Logan se dejaba herir aposta para tener una excusa para cortar gente a la Juliana, quizás eso serviría para el mutante pero nada justificaba a ojos del caradered una ejecución como aquella. Mas no, la suerte salvó la chica y la consciencia de nuestro héroe rojo y azul, pues un saco de harina se balanceó aparentemente de la nada y apartó aquél tapón mutante y peludo de su trayectoria y lo dejó clavado a un árbol como un insecto a un parabrisas. Peter pudo resoplar aliviado aunque Pícara no compartía su misma perspectiva, la cual cosa se hizo patente tras su orden quizás por el cabreó de que la hubiesen intentado perforar con un tridente. Nada, chiquilladas de poca monta.

  —¡No voy a matar a nadie!- quizás la orden de Pícara era clara pero Peter no podía atenderla iba en contra de todo lo que él creía. —¡¡No deberíamos matar a nadie!! Somos los buenos ¿os acordáis? No matamos, conseguimos la gema y salimos cagando leches de este bosque infesto de adolescentes con acné. Que, por cierto, cada vez son más. ¿Dónde están los orcos cuando los echas de menos? Cuando empiecen a hablar de Crepúsculo o de vampiros gusiluz me arranco las orejas.

  El trepamuros no iba a asesinar a nadie pero en la cara sí que le disparó a la chica, eso si dejando que respirase por la nariz. —Lo que no voy a negar es que estoy harto de oírla chillar.

  Luego dejaría que la mutante los barriese a todos con su árbol, una vez hecho ya se encargaría él de tejer una tupida pared de redes entre los árboles y alrededor del grupo para que no volasen más flechas, tridentes ni trampas hacia ellos. Dejaría solo el espacio superior para que Pícara pudiese ir y venir con libertad. —Juntaos todos, voy a soltarlo todo.

Twiit, twiit, twiit, twiit…

  —¡¡Vaaaaaaaaamoooooooosss!!

Dos escenas sin hablar. Eso solo significaba una cosa. Se quedaron sin presupuesto. Masacre, como todo personaje de CGI que se precie, necesitaba de un doblador. Al parecer, el Reynolds pedía más de lo que le querían pagar.

-Pues nada- pensó (porque para pensar no necesitan ningún doblador)- otra escena quitándome la flecha.

Y así siguió, intentándose quitar la flecha, cada vez más frustrado. Quería sangre, y si se quitaba la flecha lo primero que haría- _{bueno, después de recitar el trabalenguas de los tres tristes tigres para comprobar que la voz que él amaba escuchar seguía ahí}- sería coger sus armas blancas. Pero esta vez intentaría atacar al que llamaban FINNICK, aunque a él no le engañaban. Sabía que en el fondo era Aquaman. Ese arma era inconfundible.

Logan volvía a estar en pie, pues había logrado tirar uno de los árboles para sacar sus afiladas garras de dentro. Gandalf seguía tirado en el suelo prácticamente inconsciente, parecía tener muy pocas ganas de seguir jugando en el juego del Zodiaco y se tiraba al suelo fingiendo estar muerto para no seguir recibiendo leches de ese calibre. Pícara fue la única que hizo algo útil, pues tomó el árbol que había roto su compañero y lo lanzó sobre sus rivales. 

En ese preciso momento, una serie de hachas volaron a gran velocidad contra el tronco y lo taló en varios pedazos que se desviaron de su trayectoria y no hirieron a ninguno de los adolescentes. 

No te preocupes, Katnis, ahora mismo vendrá Gale a echarnos una mano. Rodeará el perímetro y pondrá trampas para que no se escapen. Pronto les superaremos en número y no tendrán nada que hacer. 

Tras las palabras de la última chica, Spiderman lanzó una de sus redes sobre la cara de Katniss, pero la hizo con un huequito en la boca, muy educadamente, para que la chica no se ahogase. Estaba claro que Spiderman, tras varios años de partida, aún no había comprendido que nada de todo eso era real, y que matarles no era matarles, simplemente era pasar a la siguiente fase. Además, habría que analizar bien sus actos, revisar escena por escena, y comprobar, si verdaderamente, aún no había matado en las diez escenas que ya habían jugado.

Por eso el chico del tridente corrió hasta la chica del arco y con su arma empezó a romper todas las telarañas que la apresaban, liberándola de nuevo, y convirtiéndola de nuevo en un rival complicado de abatir.

Y entonces se puso a crear un capullo para protegerse todos, dejando a Pícara sola ante el peligro. El escudo de redes era tupido y duro, pues Peeta seguía tirándoles sacos de harina y ésta los resistía todos, pero eso no ayudaba a terminar la escena, simplemente la retrasaba aún más. Por eso Masacre, seguía perdiendo un tiempo muy valioso en terminar de quitarse la flecha. Y ahora que se había liberado esa su oportunidad para poder recitar el trabalenguas y comprobar que su regeneración había sido un éxito. Claro que siempre podía tirarse al suelo como Gandalf y fingir su propia muerte para que lo dejaran en paz.

Logan estaba muy enfadado. 

Tras liberarse de aquel árbol, y tener ganas de hacerlo trizas, gruñó como un animal, y miró con cara de ido a la que llamaban Katniss. La odiaba.

Con un grito poderoso saliendo de su pecho, haciéndole incluso daño en la garganta, con las garras brillantes, fue de nuevo a por ella, para tratar de clavárselas hasta el fondo en su pecho.

-¡Ahhhh!- gritó Lobezno, con todos los músculos en tensión, y despreocupándose si era o no la mejor estrategia. Él sólo quería cargarse a aquella chica.