cmferbe tejió una gran historia en su partida Un campamento inolvidable.

Equilibrando el caos adolescente con misterio, comedia y momentos inesperadamente emotivos. Su dirección fue como el pegamento que unió todas nuestras locuras: dejó espacio para el roleo libre, pero sabía cuándo apretar las tuercas para hacernos sudar y en el búnker/catacumbas se sudó, literal y figuradamente.

Supo cuándo hacernos reír, cuándo asustarnos, y cuándo clavarnos un giro argumental que nos dejara boquiabiertos. Además, supo manejar a un grupo de jugadores tan dispares como nosotros con una paciencia digna de santificación.

Un campamento inolvidable no habría sido posible sin su guía creativa y su dedicación constante. Como directora, como narradora, como guardiana de nuestros traumas veraniegos.