¡Ah, nuestro honorable invitado despierda! ¡Miradle, dulzuras, queridos míos! ¡Gime en su estupor, como si le asaltasen las sombras nocturnas! ¡Pobre, pobre visitante! ¡Ojalá le hubiese dado la bienvenida al castillo con una panoplia, con música y viandas, pues recibimos a pocos huéspedes!
¡Chssst! ¡Sus ojos se abren!