Aventura introductoria de Warhammer Fantasy JdR adaptada a la 2ª Edición diseñada para un grupo de aventureros que se adentran por primera vez en los peligrosos caminos del Viejo Mundo.
Imagen de portada de: Andrea Baitz
Empezando en la posada del Último Hogar en Solace, viaja a través de las tierras de Ansalon y desafia el mal que amenaza con abrumar todo el continente. Explora la ciudad perdida de Xak Tsaroth, derrota al poderoso dragón negro Khisanth, y recupera la vara de cristal de Mishakal. Penetra en la fortaleza de Pax Tharkas y enfréntate al maligno Ver-Minaard y al dragón rojo ascua. ¿Podrás sobrevivir a los peligros de cráneo, perseguido por los esbirros muertos vivientes del hechicero Fistan-Dantilus? Tu viaje, si sobrevives tan lejos, te llevará finalmente a las maravillas subterráneas de Thorbardin, el reino de los enanos. ¡Lo que te aguarda allí es sólo conocido por aquellos que moran dentro!
Acabais de llegar a Zamora siguendo la pista a un ladrón Zamorio, pero debeis de ser cautos, pues Toth Amon podría descubriros, sabeis que el hechicero Estigio tiene varios espias y recursos para destruiros, debeis encontrar al ladrón si es que aun vive, o la gema....
Año 2245
Han pasado 100 años desde la catástrofe mundial que fue la guerra nuclear, el ecosistema del planeta fue prácticamente destruido por completo y la opción de supervivencia en la superficie fue descartada por muchos años. Después de décadas viviendo bajo tierra como ratas la humanidad ha logrado establecerse en la superficie de nuevo, descontaminando terreno de forma artificial y construyendo un sin fin de inmensas metrópolis llamadas reserves. Las reserves se convirtieron en el nuevo hogar de la humanidad, rescatando todo lo que se pudo del mundo exterior, la civilización humana fue capaz de sobrevivir a su propia destrucción y se adapto a el nuevo mundo. La estructura de la sociedad sufrió pocos cambios en general, aun hay pobres y ricos, política y anarquía, crimen y ley.
Los aventureros han llegado a Altdorf para encontrar y destruir la Daga de Yul K’chaum, el segundo artefacto que contiene la esencia encarcelada del Demonio Xathrodox. Una vez en la gran ciudad, se involucrarán en intrigas entre los Colegios de la Magia en sus intentos de conseguir tanto la daga como una manera de destruirla.
La estación de lluvias quedó atrás dando paso al verano. Las inusuales y torrenciales lluvias de ese año habían hecho estragos en unos cultivos mientras que en otros, como el maiz o la cebada, habían salido beneficiados. Como el pueblo de Lubrecht, cuya apuesta ese año por la cebada les había dado una magnífica cosecha, de la que todos los cervezeros de Ostland querían una parte, y cuanto mas grande mejor.
Es por eso que estáis allí, por la cerveza y el trabajo ofrecido por el alcalde. Atrapar a un bromista podría parecer una broma en si misma, si la recompensa por atraparlo no fuera tan elevada.
Con las cenizas todavía frescas y las heridas aún por sanar después de la embestida de Archaón y las fuerzas del Caos Indivisibles, ¡pero Middenheim aún aguanta! Emplazado en lo alto de la cima del enorme Ulricsberg, los defensores del Imperio han resistido el ataque de las hordas del Caos.
Pero no todo está bien en Middenheim. La corrupción consume el corazón del mismo de la Ciudad del Lobo Blanco. Y ahora es el turno de los aventureros para ayudar a erradicarlo.
Seattle. Año 2074.
15:24 horas del 31 de Octubre.
Octubre dejaba tras de si un manto de hojas marrones en las calles. Eran las tres de la tarde, pero el cielo plomizo cubierto de nubarrones hacía que pareciera medianoche. Además, las noticias habían dado lluvias para tres días. Joder, es lo que había en aquella época del año. Si querías Nuyens, tenías que mojarte el culo.
Ayer fue un día más de trabajo en las sombras, aunque estos "trabajos de recadero" no daban para mucho, apenas llegabas a final de mes, pero el comienzo en las sombras era duro, tenias que hacerte un hueco, un nombre, y entonces algún día llegaría tu oportunidad de un trabajo mejor donde se viera de lo que eras capaz.
Te preparaste dispuesto a comenzar el día. Las calles, tiendas y centros comerciales se vestían de naranja y negro, fantasmas, vampiros y murciélagos se veían por todas las esquinas festejando que esa noche sería la noche de difuntos.
Sonríes con ironía. Es posible que esa noche sí sea tu noche después de todo, y además, la noche de algún nuevo difunto.
Sin nada que hacer ni previsiones de trabajo a la vista, te metes en la primera taberna del puerto que ves para llenar el estómago y calmar el hambre. El local está abarrotado, el vino y la cerveza encharcan las tablas del suelo mientras que la mujer del posadero solamente ha hecho un caldo de repollo y carne para comer. Miras alrededor. Solo hay sitio en una mesa comunal con varios taburetes libres. Decides que eso es mejor que nada. Te sientas junto a varias personas esperando no tener que aguantar su borrachera cuando un viejo humano, de barba blanca y tez curtida comienza ha hablar. Sin embargo, a cada palabra que dice te interesa más y más el relato.