Galería Umbriana

Subida por Venifer

Bien, cuando empezó la Umbrionada, en este sitio de Buenos Aires vi tres apisonadoras en fila, o aplanadoras como les decimos aquí. Pero en ese momento me sentía cohibida, y no se me pasó preguntar si me podía echar una foto con cualquiera de ellas. Como el jefe de gobierno de la Ciudad está en una especie de euforia constructiva explicada a través de su conocido eslogan de "Haciendo Buenos Aires", me dije que aplanadoras encontraría en cualquier lado, cuando menos me lo esperase. Eso fue hace tres meses, y recién hoy volví a ver una de esas máquinas en el centro de la ciudad. Miento, hace dos semanas vi una por el medio de plaza Constitución, una terminal de ferrocarriles, subterráneos y autobuses muy importante de la ciudad, andando por la calle lo más campante y peleando un sitio a los autobuses y coches que venían a su lado. Tuve un pensamiento de bajar y perseguir al hombre que la manejaba, pero al final desistí. Y tras una búsqueda infructuosa, hoy di de casualidad con esta.

La obra a la que pertenecía estaba enclavada en el medio de una de las avenidas principales de la Ciudad, la avenida Libertador. Se trata de todo un proyecto para extender una línea de subterráneo hasta la estación terminal que está al costado derecho de la foto, que no se ve, la estación Retiro. Para ello, han ido rompiendo alternativamente partes de esta avenida, y en la última temporada le había tocado a este tramo. Así que, yendo con The Gene Genie hacia la zona de Retiro, especialmente para ver lo de la aplanadora, cruzamos al medio de la avenida hacia la obra. A la izquierda, unos diez hombres arriba de una especie de tarima con techo tomaban algo y hablaban animadamente. Intenté dirigirme hacia uno que estaba solo, parado en la derecha sobre una máquina, pero ni siquiera me escuchó. Me di vuelta para preguntar a los hombres, y al voltear, vi que todos estaban mirando en mi dirección.

- Eh... buenos días. Quería hacer una pregunta. ¿Quién es el responsable de las máquinas de la obra?

Empezaron a empujar a uno de ellos hacia el frente, haciendo gestos y diciendo que allí estaba él, el dueño de las máquinas. Con la mejor sonrisa que pude ponerle, le pregunto si puedo sacarme una foto con la aplanadora, que la necesito para un concurso, y todo el bla, bla, bla. Los hombres se quedan mudos y el dueño me preguntó con los ojos muy abiertos si era que necesitaba que alguien saliera manejando la aplanadora. Ahí me di cuenta que pensaba que la necesitaba en funcionamiento...

- No, no, nadie tiene que salir. Yo sola, en donde está el que maneja... Aunque si alguien quiere venir, que venga. Salimos todos en la foto, no hay problema.

- No, que si éste sale en la foto, te la va a cagar - salta desde atrás un amigazo del dueño.

Luego el problema fue que no me hacía la idea de cómo subirme a la aplanadora. Se descuelga de la tarima uno de los hombres, se trepa a la aplanadora por la parte de adelante, se monta en ella y me ofrece la mano indicándome cómo subir. Logro subirme, me siento en el sitio correspondiente, y desde la tarima empiezan a darle indicaciones al hombre para que "embellezca la máquina": que cerrara esa tapa, que moviera esa cosa, que sacara eso de allá... Cuando al fin estábamos para la foto, con mi logo destruido, reaparece el hombre para agarrar el casco que tenía contra mi pierna y me lo ofrece. Me lo pongo para la foto, y mientras Gene las estaba sacando, empecé a escuchar que desde la tarima me gritaban y hacían señas de que levantase el casco que no se me veía nada la cara. Les di el gusto, terminamos de sacar las fotos, y tras agradecer muy efusivamente y jurar de forma repetida que habían salido geniales, salimos de la obra.

Plano de la aplanadora sola [Gene tenía un camión a centímetros de su espalda, no podía sacarme una foto en otro ángulo que en el que me sacó y que yo me viese bien]

"¿Ahí está bien el casco, muchachos?"