Subís por las escaleras que llevan a la primera planta y lo primero que véis, además del descansillo, es un largo pasillo con dos puertas a cada lado.
Al final del pasillo, en la pared, un ventanal os muestra una bonita imagen de la ciudad a oscuras, aunque si miráis bien, podéis daros cuenta que algunas casas si tienen luz.
Al final no parece que el corte de luz sea en todo el pueblo.
Una de las puertas de la derecha, la del final, parece que está abierta ya que se ve algo de claridad en el pasillo en ese sector.
- Vaya, hemos tenido mala suerte con lo de la luz. Mira, no ha sido en todo el pueblo. En fin, vamos a ver quién está tratando de aguarnos la fiesta.
Me dirijo hacia la puerta abierta, dispuesta a agarrar por el cuello al primer imbécil que asome por alli.
Sam sigue con algo contundente en las manos a modo de bate de beisbol.
Asiente a su amiga, y camina lentamente y atenta a cualquier ruido. No quería que la sorprendieran o la asustaran. Su reputación de detective seria y efectiva estaba en juego.
Os asomastéis tranquilamente por la puerta.
Eso si, intentando no hacer ruido, ni siquiera un poquito, para atrapar al gilipollas que está haciendo ruido dentro de la casa y os pretende asustar.
Habéis llegado hasta la puerta y ambas coordinadas, habéis saltado dentro para intentar sorprender al intruso...
Sin embargo allí no había nadie.
Simplemente, una cajita de música que estaba abierta, con una bailarina aún dando vueltas, estaba depositada en el suelo, más o menos en el centro de la habitación.
Las ventanas, estaban cerradas, los armarios, también. No parecía que nadie haya entrado por allí.
Sam se encoge de hombros decepcionada y se dirige al centro de la habitación y coge la bailarina. Sin duda habían utilizado tópicos de películas de miedo, pero eso no la asustaba.
Vaya chasco... Dice deteniendo la bailarina y dejándola encima de cualquier mueble.
Comprueba igualmente puertas de armarios y ventanas, asegurándose de que no estén abiertas o haya alguien dentro. Si no encuentra nada, saldrá y buscará en alguna otra habitación.
Yo ya he puesto que sigo buscando:
Cita:
- Eh, vale, no hay nadie, aparentemente, pero una cosa es que una pelota se caiga, que puede ser simplemente por un camión que ha pasado, y otra muy distinta que una caja de música se abra sola.
Al igual que Sam, me pongo a buscar por todas partes, pero algo más intrigada. La broma empieza a parecerme de pésimo gusto, aunque nunca la encontre divertida.
Buscáis y rebuscáis en la habitación y no encontráis nada que os indique el autor de la supuesta broma. Los armarios están cerrados de par en par y dentro, sólo hay ropa de hombre, algunos trajes y poco más. Las ventanas, por su parte, también están cerradas desde dentro con los pestillos, por lo que nadie ha podido entrar por esas ventanas ni salir, ya que es imposible bloquearlas desde fuera.
Así que o no hay nadie, o el que haya entrado a preparar todo esto, aún no ha salido.
No podéis negar que como broma no es nada graciosa, y además, algo cutre. Aunque una cajita musical abierta de par en par en el centro de una habitación es un topicazo de alguna peli de terror, la espinita de la curiosidad ya estaba echada en algún rinconcito de vuestra mente...
Sin embargo, aún tenéis 3 habitaciones o puertas más por revisar...
- Vale, pues vamos a mirar en las demás habitaciones. Quienquiera que haya entrado, no ha salido aún, y si bajamos va a seguir con las tonterias.
Sonrio lentamente mirando a Sam con malicia. Vamos a darle un escarmiento a quien quiera que sea.
Y sin más me dirijo hacia la puerta más cercana, abriéndola con cuidado, atisbando el interior, no vaya a ser que me sorprendan a mi.
Cuando Emily abre la puerta más cercana, otra vez comienza a sonar la musiquita de la caja musical en la habitación anterior.
La habitación que estáis mirando ahora, parece ser la habitación de Gimena.
Hay ropa de chica en la cama, algunos posters de grupos musicales, un ordenador en un escritorio y una pequeña biblioteca con algunos libros de textos y novelas. La única ventana que está en la pared más alejada de la puerta, está cerrada como las demás, aunque la puerta del armario que hay a la derecha no. Parece que está un poco entornada, dejando una abertura de unos pocos centímetros.
Sam coge a Emily del brazo, antes de que se les ocurriera separarse.
Ni se te ocurra ir a la habitación anterior. Dice seria y arrastrándola hasta dentro de la habitación y dirigiéndose a mirar dentro del armario.
No le daría el gusto al gracioso de asustarlas por separado. Además, aún cabía la posibilidad de que fuese un ladrón o algo peor que había aprovechado (o incluso causado) el apagón.
Sam se acerca al armario y de sopetón, abre la puerta que estaba entreabierta para sorprender a lo que sea que estaba alli dentro...
Cuando de repente un par de cajas de cartón y un par de pilas de ropa salen del armario que acaba de abrir y caen sobre ella tumbándola al suelo, un poco por la sorpresa y otro poco por que las cajas al parecer, parecían pesadas.
Por suerte, no se ha hecho daño, pero ahora, está cubierta de una pila de ropa y zapatos, todas de mujer.
Tal vez Gimena se mosquee un poco si ve este desorden.
Sin embargo, dentro del armario no hay nada.
La música, continúa sonando.
Sam se lleva una mano a sus partes del cuerpo adoloridas.
Maldita Gimena.. menudo desorden... Murmura quitandose toda la ropa de encima y volviendo a meterlas en las cajas.
Ayudame y vayamos a pillar al maldito gracioso. Dice ahora si de mal humor. Esto habia perdido toda la gracia.
Una vez estuviese todo colocado de nuevo, volveria a dirigirse a la habitacion del principio.
Sam con la ayuda de Emily, coloca todo más o menos como estaba antes y cerró el armario como pudo. La suerte estaba de su lado ya que todo quedó metido dentro y la puerta se cerró sin problemas, sin hacer demasiada fuerza. Una vez hecho esto, ahora algo cabreada, se dirigió junto con su compañera a la habitación anterior, dónde habían encontrado la cajita musical.
Cuando llegaron a la puerta aún abierta, la cajita musical seguía en su sitio, entonando la cancioncilla que había sonado la última vez, aunque en este momento, la bailarina ya no giraba sobre ella.
Sam levanta una ceja y avanza por la habitación, hasta volver a coger la caja de música.
Este cacharro se ha estropeado... Dice sin mucha sensibilidad. Dándole la vuelta e intentando averiguar por qué no giraba. Tampoco se le pasa por alto echar un vistazo rápido a esa habitación, por si algo más había cambiado.
- Deja la caja, Sam. Ni me molesto en mirar la cajita, convencida de que algo se nos está pasando, y que en cuanto nos descuidemos alguien nos va a saltar encima. Broma o asalto, tengo una mala sensación.
Afortunadamente, es Sam quien está conmigo, que tampoco es dada a sensiblerias ni a miedos.
- Están jugando con nosotras.
La cajita no parece tener nada malo.
Simplemente suena y ya está.
La cuerda continúa girando mientras Sam la tiene en la mano.
Además, el rápido vistazo de Sam no le da nada en que pensar. Todo estaba como antes, no había nada movido, ni siquiera una ventana abierta. También, era raro, por que si alguien se hubiera acercado a la caja musical a darle cuerda, tendriáis que haber oído pasos... aunque si utilizaron la distracción del armario y la ropa caída...
Todo parecía tan misterioso y a la vez, una chorrada de broma...
Sam suspira algo cansada.
Pues ahora me llevo la cajita. Estoy hasta las narices de que la utilicen para reírse de mí. Dice con algo de mala leche.
Volvamos, por aquí no hay nada. A ver si los demás han encontrado algo. Dice cogiendo la cajita con la mano. Ya le explicaría a Gimena por qué la había cogido.
- Pues tienes razón. Vamos a cerrar el acceso a esta parte. Si están aquí, tendrán que llamar para salir, o irse por donde entraron.
Tras Sam, inicio el descenso, aunque echo una última ojeada al lugar algo mosqueada.
Comenzáis a bajar las escaleras, tras echar un vistazo rápido a todo.
Todo parecía tranquilo.
Además, cuando Sam cogió la cajita, esta dejó de sonar al instante.
Sin embargo, la sorpresa os llegó a modo de susto, para las chicas que bajaban y para la pareja que subía.
Justo al girar en el descanso de la escalera, Nerea y Mariano se topan con Sam y Emily de repente...
Estáis los cuatro entre la primera y la planta baja.