Partida Rol por web

Hola, pues no sé si tb tengo que enviarte mensaje desde aquí, pero por si acaso lo hago ya que no me cuesta nada y prefiero que me conozcas de mas que de menos.

Soy chica de pelo castaño, media melena y de aspecto mas ó menos nomalr jaja

bikiños

La tensa espera hace mella en los nervios de Buiter que nota cómo sus párpados empiezan a pesarle y el trance amenaza con aparecer de nuevo.

En un esfuerzo por no perder la compostura, Buiter observa al Máster, intentando ir más allá de esa impenetrable mirada y de esa márbrea inmobilidad. Y en ese esfuerzo, consigue ver a través de esos ojos profundos a una masa de incontables novatos, apelotonados en la entrada de la Isla, que deben ser organizados y adiestrados, a un número insuficiente de atareados goblins cumpliendo con esas labores y, por encima de ellos, la mente superior de un Máster, al que, decididamente, este titánico esfuerzo puede volverle loco.

Después examina al grupo. Variopinto: un bárbaro que ha debido repetir todos los cursos de primaria, un pedante trozo de neón ambulante y un absurdo pajarraco, pero todos con algo en común. Un incontenible ansia porque esto continúe.

Buiter está disfrutando de su estancia en la Isla. Todavía no han pasado grandes cosas, pero está disfrutando. La simple espera de que esas cosas ocurran lo hace mantenerse en un estado de agradable excitación.

Y todo gracias a Él, ese Máster que permanece impasible ante los ansiosos ojos del grupo y en cuyas manos  Buiter ha decidido poner su destino. Debería acercarsele y limpiar sus botas con las plumas de sus alas ...

De repente una frase interrumpe sus ensoñaciones: "- cuando comenzamos Director ?????? -"

¿Quién será este guaperas recién llegado?

Varyamo mira pensativo a sus compañeros y les pregunta ¿no creen ustedes caballeros que por estos lares habrá algún burdel con bellas señoritas? ¿les parece una buena manera de matar el tiempo?

Buiter reflexiona sobre lo dicho por Varyamo: Vale. Yo os acompaño, me irá bien estirar las patas, mientras piensa para sí "no sé si en mi estado de plumífero daré yo la talla en un burdel ...".

Acto seguido, escribe en un papel: "Señor Máster, nos hemos ido al burdel más cercano. Cuando a usted le plazca que acudamos, sólo tiene que dar tres silbidos y dejaremos inmediatamente lo que tengamos entre piernas. Suyos, V, B y B." y se lo cuelga de la solapa al máster con un trozo de celo.

Venga, cuando queráis.

El master permanece muy quieto, casi OUT, observando el comportamiento de los jugadores como el de interesantes objetos de estudio.

Es que he abolido el personaje "colaborador", que tenía mi mismo avatar. Era el que hacía las veces de VIP para los colaboradores de la academia, porque hay un bug muy pesado en novedades cuando se es jugador y VIP al mismo tiempo en una partida.

Vuelve al silencio.

Si os preguntáis porqué no avanzamos, es porque las cuatro copias de la escena siguiente están ocupadas... a este paso va a ser mejor que aprovechéis para haceros amigos. Yo mientras tanto intentaré mover hilos, y, claro, os haré compañía... sólo espero no verme forzado a abrir una quinta escena paralela.

Lo mejor será hacer caso al máster y entablar una bella y duradera amistad. Yo personalmente nací hace ya 22 inviernos en una lejana tierra llamada Zaragoza. Si sus señorías son tan amables agradecería conocer algo más de mis compañeros de aventura.

A Buiter no le gusta nada hablar de su vida. 22 inviernos ... piensa. Quién los pillase. Hace 22 inviernos casi tenía otros tantos y es que la vida pasa demasiaaaado deprisa.

Bobadas; lo mejor si tenemos que esperar a que se  desemboce la siguiente escena, es que sigamos con nuestros anteriores planes y el Dire ya nos avisará cuando esté todo listo.

Y dicho esto, cruza la calle y se dirige a un llamativo portal, con fluorescentes luces rosadas que rodean un cartel que reza: "Güisquería Lolita". Éste será tan buen sitio como cualquier otro.

En esos momentos la puerta se abre y sale de ella un enorme y baboso troll que husmea la noche mientras lanza un sonoro eructo y termina de subirse la cremallera de la bragueta. En el breve instante en que la puerta ha permanecido abierta, Buiter ha podido observar el ambientazo del local, lleno de provocativas mujeres en paños menores y clientes de toda especie buscando compañía, bien sea la femenina, bien la que se puede encontrar en el interior de una jarra rebosante de cerveza.

No, si teníamos que haberle hecho caso al bárbaro desde el principio con sus dichosos "cucus" (¿"cucus"?). Mira donde hemos acabado.

Buiter empuja la puerta del local y se dirige hacia su interior, mientras gira su cabeza para ver si le siguen sus compañeros de fatigas.

Bardenar entona uno de los sagrados cánticos de su clan mientras sigue a sus compañero de fatigas:

¡Nos vamos de Paaaaa! ¡Nos vamos de Peeeeeee! ¡Nos vamos de Puuuuuuuut...!

Se dirigen a la barra del burdel, donde una sensual camarera les recibe con una de sus mejores sonrisas.

Unas jarras de cerveza, para mí y mis colegas, por favor.

Buiter echa un vistazo a su alrededor. Se siente a gusto al ver al gigantón de Bardenar a su lado; se siente protegido a su lado, aunque no deje de pensar que lo ha tomado como su mascota. Se extraña de la tardanza de Varyamo: A ver si al final se raja ...

Después presta atención a las mujeres de buen vivir que hay en el local, cuando observa que un grupillo de ellas les observan atentamente con una provocadora expresión en su rostro.

Varyamo se abre paso a trompicones entre una maraña de gente hasta que por fin divisa unas plumas entre la multitud. Al acercarse un poco más se percata de que es Buiter en una actitud más que cariñosa con cierta bailarina exótica. Con intención de no molestar demasiado carraspea para llamar la atención de su compañero. Maese Buiter ruego que disculpe mi demora pero estaba admirando la arquitectura de la plaza, creo que nuestro buen amigo Bardenar está empezando a acusar el efecto de la cerveza. Con su mano derecha señala al bárbaro que en ese momento trata de provocar a dos mercenarios. Me temo que este ambiente no es el más indicado para nuestro poco civilizado compañero, les espero en la puerta lejos de esta chusma. Acto seguido lanza una mirada de desdén a los clientes del burdel y vuelve a abrirse paso camino a la salida.

Bardenar, como buen hombre de mundo que es, no hace otra cosa que increpar a los mercenarios allá presentes y de mirar los contoneantes cuerpos de las bailarinas del lugar. De vez en cuando, éste se gira y observa a Buiter, su compañero-mascota-voz de la conciencia (Bardenar cree que debe ser un espiritu totémico de sus antepasados, explicándose así su superior inteligencia, que como podréis observar, no es que sea dificil superar a la de nuestro amigo el bárbaro), dándole palmadas en la espalda mientras rie a carcajadas ruidosamente.

Buiter baraja las sabias palabras de Varyamo sobre la embriaguez de Bardenar y valora que tiene razón. Debería sacar al bárbaro antes de que les meta en un tremendo jaleo pero mientras sopesa cómo hacerlo, sus ojos se clavan en una silueta, su rostro palidece, su mirada se desencaja, y, totalmente absorto y ajeno al barullo que le rodea, dirige sus pasos hacia ella.

Nena ..., ¿quieres compañía para esta noche?

Sin otorgar respuesta, la alada belleza agarra a Buiter de una pata y lo arrastra tras ella a través de unas cortinas, escaleras arriba.

Spoiler (marca el texto para leerlo):