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Bufete JY Hernández-Canut

J.Y. HERNÁNDEZ-CANUT Bufete de Abogados, tiene su origen en el despacho de abogados fundado en 1950 por el Dr. Juan Hernández-Canut y Escrivá (fallecido en 1980) habiendo mantenido su actividad ininterrumpidamente desde su fundación.

El despacho tiene sedes en todo el territorio Españo, Ingles y Frances, desde donde presta servicios legales a todos sus clientes.

Actualmente el Despacho opera como sociedad mercantil profesional denominada “J.Y. HERNANDEZ-CANUT Bufete de Abogados S.L.P.”, habiéndose incorporado en el año 2013 los profesionales de los Departamentos Tributario y Contable de Gabinete Jurídico XXI y Estudio Jurídico Fiscal.

El Bufete JY Hernández-Canut es un despacho de abogados que actualmente es una sociedad mercantil profesional (J.Y. Hernandez-Canut Bufete de Abogados S.L.P.) formado por múltiples abogados, ademá s de secretarias y personal auxiliar.

Los miembros del Despacho tienen capacidad para trabajar con total eficacia en inglés, además de en español, y con suficiente fluidez en francés.

La composición actual del Despacho combina la experiencia y la juventud así como la formación múltiple de varios de sus integrantes que son a la vez Licenciados en Derecho y Licenciados o Diplomados en Ciencias Empresariales.

Lugar - Londres

Ubicación - Despacho

Fecha - 15 de Diciembre

Hora - 12:00

Desde que habías salido de casa la mañana estaba completamente fría, el invierno dejaba clara su presencia y la navidad comenzaba a inundar las calles y las tiendas, pues las luces ya estaba brillando y los escaparates parecían emanar regalos y descuentos.

Aquella mañana en el despacho había sido de los mas tranquila, pues los casos acumulados eran de simples acuerdos y el pez gordo lo habíais liquidado en el juzgado la semana anterior, para así poder pasar unas navidades sin estrés o prisas, pues parecía que no pero al gente estaba de mejor humor en aquellas fechas.

Llegaron las doce y era tu hora de salir a comer, estabas recogiendo todo cuando llamaron a tu puerta, al abrirse viste ante ti a Janette - ¿Llego para la comida? - Pregunto con una sonrisa - Si no tienes nada previsto venia a invitarte a comer, y explotar tu cerebro con unas dudas para un caso. - Ultimamente pasabais aun mas tiempo juntos que antes pues su examen para ascender en la policía estaba al caer y no hacia mas que resolver casos y casos como si no hubiera mañana aprovechándose de esas leyes que ella no conocía pero tu si.

La navidad era sin lugar a dudas la fecha favorita del siempre optimista Andrew. Ahora estaba muy de moda (sobretodo en la gente de su edad y más jóvenes) aquello de odiar la navidad por ser una fiesta consumista. Pero la navidad sacaba lo mejor de la gente, o eso pensaba el. Les costaba menos sonreir y todo el mundo estaba mas dispuesto a sacrificarse y ser tolerante. Hay quién diría que era una postura muy hipócrita por parte del mundo ser así solo durante una semana y media al año. ¿Pero eso que mas daba? La gente lo era durante esa semana y media, y sin esfuerzo ademas. Era algo natural y eso para una persona como Andrew le hacia pensar que el mundo tenia el potencial para ser así todo el año.

Por supuesto, el trabajo se encargaba de machacar los ánimos del pobre hombre, pero por suerte el trabajo era mas cansino que complicado hoy. Cuando vio a su amia una sonrisa se formó en su rostro.

-Llegas justo a tiempo. Eso que dicen que los becarios van justos... Me pellizco el culo con el fin de mes. Por un bocata y un café soy todo tuyo.

Se rió ante tus comentarios y observo con curiosidad tu oficina como siempre, era una de las cosas que mas se podía apreciar de Jeanette, que siempre estaba atenta a todo lo que la rodeaba y su curiosidad llegaba a niveles cósmicos.

- Mejor te invito al buffer libre y un cafe, que así comerás algo caliente y no tendrás que esperar por ello - Como siempre estaba en todo los detalles.

Al salir se cogí de tu brazo para que fuerais al buffer libre que estaba a un par de manzanas, la temperatura había bajado mucho ya, y aquella hora el frío se sentía bajo la ropa casi. - Madre mía ¡Que frío! - Comento ella mientras caminabais pegandose mucho a ti - ¿Ya sabes que harás el fin de semana? - Pregunto de forma cordial para no sentir que solo fuera hablarte del caso.

Pasasteis la primera manzana y en ella había una pequeña y bonita cafeteria toda de madera con chimenea en su interior y un gran surtido de Tés y pastas, desde la pequeña vidriera que tenia pudiste ver a Lucy dentro leyendo el periódico y tomando un cafe tranquilamente.

Por suerte a pesar de ser invierno, no era uno de los peores de Londres, el clima era malo por supuesto, pero estaba dentro de lo aceptable para aquellas fechas. A pesar de todo eso era cierto que el frío calaba hasta los huesos. Cuando su amiga se quejo del frío mientras caminaban juntos, paso el brazo por encima de sus hombros y la atrajo hacia el para que sus cuerpos estuviesen mas en contacto y así compartir la calidez.

-¿Este finde? Bueno Martin aun no me ha dicho nada pero...

Y entonces vio a Lucy en aquella pequeña cafetería, desvió la mirada por un momento, lo suficiente para perder el hilo de lo que estaba diciendo. Pero rápidamente volvió en si, continuando como si nada.

-...pero no creo que tarde mucho en avisarme de que quedemos a tomar algo. Si estas libre vente, ya te avisaré.

Llegasteis al buffer libre y cogisteis lo que mas os apetecía cada uno, la verdad es que para ser lo que era se comía bastante bien y tenían una variedad de lo mas extensa.

Ya sentados en la mesa parecía como si hubieras visto el futuro pues te llego un mensaje de Martin.

SmS Martin: ¿Esta noche vienes al Silence? Estaré por allí a eso de las nueve.

Es un local que lleva muchos años abierto, decorado como en la época victoriana, pero con las modernidades y comodidades de hoy, muy conocido entre la gente de la ciudad, y de lo mejor en zonas privadas para poder hablar, pues tenia zonas con sofas divididas, aunque a la vista de todos.

Jeanette comenzó a comer y hablarte de lo que necesitaba de ti - Tengo un chico que acusan de agresión, tiene el historial mas que impoluto, no muestra ningún signo de violencia, nada cero, es de lo mas relajado, los psicólogos no encuentran ningún trastorno en el y... el alega no recordar absolutamente nada de la noche que lo encontraron, pero las pruebas del hospital no muestran ni alcohol ni drogas en su organismo y... me gustaría que lo vieras Andrew... porque algo me dice que no miente y es inocente...

La barra libre de comida era de agradecer y además la calidad-precio estaba muy por encima de lo habitual en sitios así. Hoy Andrew se sentía particularmente carnívoro, pero aun así no se lleno demasiado el plato, pues a lo que mas le gustaba atacarle era a los postres.

Como si la invocación hubiese sido un éxito el móvil sonó con la llegada del mensaje de su amigo.

-Antes lo digo... En el Silence.. a las 9 -anunció mientras el mismo lo leía.- Espero que te apuntes, que si no, no nos dejan entrar jaja.

Tras unas bromas y algo de conversación informal, el tema se fue volviendo mas serio hasta que por fin Jeanette le planteo los asuntos del trabajo que le preocupaban. Andrew escucho mostrándose mas y mas interesado a cada detalle que ella le contaba.

-Wow, supongo que debe de haber varios testigos y pruebas solidas contra el, por que en otro caso contra alguien que esta tan limpio... Si, por supuesto que hablare con el chico, suerte que llega el fin de semana y tengo algunas horas libres, a ver si puedes citarlo para mañana o pasado ¿como lo ves?

- Mmmm... a las nueve no, pues quede para cenar, pero me paso un rato después - Eso podía ser que si o que no le verdad, pero normalmente si decía que se pasaba solía cumplirlo, cosa que Martin a veces no hacia.

- La única prueba "solida" - Hizo las comillas con los dedos - Es que el tenia sangre de la víctima en sus manos - era una prueba bastante buena la verdad... pero eso no tenia por que ser una prueba clara de que el cometiera la agresión, había mil razones mas para que tuviera sangre en sus manos. - Hablare con el para concertar una visita en prisión, lo tiene bajo arresto hasta el juicio.

Una pequeña punzada de preocupación le cruzó la mente, la misma que le pasaba cada vez que tenia noticias de que Jeanette se veía con otra persona. Sabia que estaba mal, pues ellos ya habían tenido su oportunidad y si ya no estaban juntos ella era libre de estar con quien quisiera. Pero aun así, no podía evitar la sensación.
Pero nunca dejaría que eso se reflejase en su actitud por encima de todo.

Sonrió con picardía, alzando una ceja.

-Con que una cena eh.. ¿Algo serio? Jejeje. Ejem, volviendo al tema; lo de la sangre en las manos es bastante circunstancial, pero en fin, no quiero tampoco hacerme prejuicios antes de hablar con el chico.

No le sorprendió que lo tuvieran bajo llave si le le acusaba de agresión múltiple y con violencia. La mayoría de la gente era mejor tenerlos a buen recaudo en estos caso, pero siempre había una minoría que no eran culpables y la experiencia del encierro podía ser traumática, pero era algo que debía ser así por desgracia.

Tu pregunta sobre la seriedad de su cena la hizo mirarte con una ceja alzada unos breves segundos y después echarse a reír - Por Dios espero que no, pues es con una compañera de trabajo - cosa que hizo que tu tambien te rieras, por sus palabras y a su vez aliviado.

Jeanette no había tenia nada serio con nadie desde que lo habías dejado vosotros, y en parte tu dabas gracias, no es que no le desearas la felicidad, pero como se suele decir... uno siempre prefiere ser el primero en volver a tener pareja tras una ruptura.

- Bien pues esta noche te digo algo o te mando después un mensaje, lo mejor seria ir el domingo pues los horarios de visitas son ese día y a pesar de que nosotros podemos ir en cualquier momento es mucho mas comodo ¿Te parece? - Propuso mientras comenzaba con su postre que era una deliciosa mouse de chocolate con una cobertura de nata.

Mentalmete respiró aliviado, y sus palabras en respuesta al comentario de la cena seria le sacaron una sincera carcajada.

Como era habitual en los postres, Andrew se enfrentaba el solo contra una cantidad exagerada de platos, entre flanes, helados, frutas... Sin duda era su parte favorita.

-Bien pues que sea el domingo, en realidad me daba igual un día que otro. De todas maneras ya me confirmas la hora y tal esta noche si nos vemos, y si no me das un toque o lo que sea.

- Perfecto, pues quedamos así entonces - El resto de la comida paso entre charlas mas corrientes pero finalmente te tocaba volver al trabajo, por mucho que la compañía de Jeanette te gustara, y como siempre hiciera que el tiempo pasara volando, en momentos como aquel por unos breves segundos tu mente volaba a la pregunta de ¿Por que lo habíamos dejado? Pues a día de hoy la complicidad aun era enorme, y claro estaba al vista que ella mejoraba con el tiempo.

Os despedisteis y volviste a toda velocidad al trabajo, las puertas del ascensor se cerraban cuando metiste el cuerpo en medio para que se abrieran y pasar y al ver dentro se te corto la respiración por un segundo pues allí estaba Lucy, preciosa como siempre. Las puertas del ascensor se cerraron dejados solos en el cubiculo.

- Hola Andrew - Te saludo con una sonrisa cogiendo su maletín ante su cuerpo con ambas manos.

Como siempre el tiempo volaba, al quedar con su amiga no podia evitar pensar que era un poco masoquista. Le encantaba quedar con ella, pero luego no podia parar de darle vueltas a la cabeza por un buen rato. Aun así valia la pena.

Es normal, son muchos años de amistad... bueno y mas que amistad. Pero Jeanette y yo ya tuvimos nuestra oportunidad y no salió bien, por poco se hecha todo a perder... Pero la gente, cambia o al menos madura con el tiempo ¿no?

Iba tan sumido en sus pensamientos que por poco no se percata de que está a punto de perder el ascensor. Aceleró el paso hasta adentrarse en el pequeño cubículo, para su sorpresa Lucy estaba dentro, sola.

-Ufff -Le salió de los labios sin pensar, por suerte podía achacarlo a la pequeña carrera.- Menuda marcha, por poco pierdo la cabeza con las puertas.

Pasar de Jeanette a Lucy tan rápido era todo un contraste, con Jeanette podia ser el mismo, mientras que con Lucy debía controlarse. No es que fuera a fingir ser otra persona, pero cuando estas con una persona que no tienes confianza y mas si tratas de impresionarla, intentas que vea lo mejor de ti o al menos que tarde en saber que eres un desastre.

-¿Que suerte verdad? Lo de que trabajemos en el mismo sitio digo, con la de bufetes que hay en Londres, que terminemos en el mismo ¿cuantas posibilidades habría?

Lucy al ver la escena mientras las puertas se cerraban sonrío mirándote - Deberías tener cuidado como te pillen una pierna dolera seguro - comento sonriendo de nuevo con aquella mirada que te había robado mas de un suspiro, ahora era como si las ideas de si romper con Jeanette habían sido buenas ya no existieran en tu mente.

- Eso es porque tuviste una buena notas finales, eras mi competencia con el mejor puesto - Dijo halagandote en cierta parte, pues sabias que para ella eso era algo bueno.

- ¿Que vas hacer estas fiestas? - Te pregunto a medida que el ascensor se movía. - ¿Iras algún lugar o las pasaras aquí?

Se sintió realmente alagado por el comentario de la notas, pero era cierto que le había dedicado horas de sueño a los buenos resultado.

-Bueno, supongo que si hemos terminado en la misma empresa podemos decir que ha sido un empate. Al menos por ahora.

Añadió sonriente, dando a entender que se iba a seguir esforzando tanto como en la carrera, y de paso picarla un poco para que ella también lo hiciese. Estaba claro que la competencia les había sentado bien a los dos en el pasado.

-No creo que me vaya muy lejos en estas fiestas, mi madre vive cerca de Highgate por lo que supongo que la familia nos reuniremos por allí en los días claves. ¿Que hay de ti? ¿Te vas fuera?

- Yo las pasare en casa toda mi familia se va fue... - Pero no pudo terminar la frase.

Las luces del ascensor se apagaron de golpe y se activo la de emergencia que era muy tenue situada sobre la apertura ahora cerrada de las puertas, dejados casi en oscuridad total - ¿Que ha pasado? - Justo en el momento en el que os movíais hacia el panel de botones un fuerte y brusco movimiento del ascensor os hizo tambalearos casi perdiendo el equilibrio mientras la luz de emergencia comenzaba a parpadear.

Lucy se apoyo en una de las paredes y no te costo percatarte que su respiración comenzaba agitarse levemente por los nervios de la situación.

Cuando la luz se apago de golpe no pudo evitar soltar una leve risita nerviosa. ¿No era tópico? Quedarte encerrado en un ascensor con la chica que te gusta. Iba a contestar a Lucy pero con el el brusco movimiento y el parpadeo de la luz no pudo, y eso ya si que no le hizo ni pizca de gracia.

Al momento reacciono sin pensarlo cogiendo a Lucy por el brazo para que no perdiese el equilibrio, era curioso en una situación así lo normal es que se hubiese puesto histérico, pero quizás por el hecho de que ella estaba tan alterada le hizo pensar que el tenia que estar mas tranquilo.

-Hey, hey tranquila ¿sabes cuanta gente se queda atrapada en los ascensores solo en Londres en un día? -añadió manteniendo la sonrisa para tranquilizarla, mientras comenzaba a pulsar el botón de emergencia.- Ya veras que poco tardan en sacarnos en cuanto se entere que tienen a los dos becarios en el ascensor ¿que harían si no? ¿hacer ellos todos los informes?

- S..Si... tienes razón, es solo que no me gustan... bueno los espacios pequeños que... no no me permiten salir cuando yo quiera... - ¿Era claustrofobia? Había tanto que no sabias de aquella chica... - No me molesta una habitación pequeña si yo puedo abrir la puerta... pero esto o... o un avión por ejemplo... lo paso mal - Vale, no era exactamente claustrofobia...

Una voz la interrumpió por el comunicador del ascensor - Comunicamos que los técnicos están en camino, por favor mantengan la calma y en poco tiempo los sacaremos de ahi - De nuevo se corto la comunicación.

Ella volvió a mirarte intentando controlar su respiración - ¿Podrías hacerme un favor? - Te podio con los nervios aun a la vista - Hablame, eso me distrae y me relaja... 

-¿Ves? Te dije que se pondrían a ello enseguida.

Todo el mundo tiene temores y manías, y era una putada cuando tenias que enfrentarte a ellos, lo mínimo que podía hacer era ponérselo fácil. Apoyo la espalda en una de las paredes del ascensor y se fue dejando caer hasta quedar sentado. Después dio unos golpecitos en el suelo para indicar que le acompañara. No sabia si sentiría mas cómoda de pie o sentada, pero el desde luego si que prefería sentarse por si la espera se alargaba demasiado.

-¿Te acuerdas del señor Martins? Daba clase el segundo año, era viejísimo y en los exámenes se quedaba medio sobado, todo el mundo copiaba. Lo vi el otro día y estaba jugando a tennis, parecía que tenia 20... que digo 20, por lo menos 40 años menos por como se movía, jamás lo habría imaginado.
La gente sorprende siempre de mil maneras, seguro que alguna vez te ha pasado con alguien que parecía una cosa y luego era otra muy diferente.

Los temas triviales eran lo mejor para estos casos (o eso creía el), no había era probable que nadie metiese la pata y si ella participaba en la conversación es que la cosa iba bien.

Escucho la historia que le contaste sentándose a tu lado y controlando su respiración lo mejor que podía, pero al finalizarla te miro sorprendida relamen - ¿De verdad? Siempre pensé que ese hombre hacia años que debía estar jubilado - Respondió sonriendo de medio lado.

- Si, me ha pasado mas de una vez, lo malo es que siempre que me sorprenden sude ser para mal, mi madre siempre me decía que era muy confiada - A pesar de que parecía que se iba calmando su visión iba todo el tiempo a la cabina de botones del ascensor y a las puertas, como esperando que se abrieran milagrosamente.

- Cuéntame algo de ti, llevamos viéndonos años y apenas se nada - Puso su los delante y lo abrió buscando algo en el pudiste ver un libro, un neceser y varias cosas mas, hasta que saco un paquete de chicles y metió uno en su boca para ofrecerte a ti después.