Partida Rol por web

Y como era de esperar, tras la semana, que en realidad habían sido nueve días, de duro entrenamiento y cosas por el estilo ( algunas raras, otras sorprendentes ) llegastéis otra vez a la cabaña grande de madera que se encontraba en el medio del campamento.

Quiron y el Señor D estaban allí, serios como nunca antes los habiais visto.

Parecían distintos, como tristes, a la vez que un poco enfadados, pero no parecía ir con vosotros la cosa.

Estaban sentados en la mesa grande, sólo ellos dos y cuando entrastéis, uno a uno fuistéis colocandoos delante de la mesa, a esperar.

En ese momento, el Señor D tomó la palabra.

- Espero que os hayáis entrenado lo suficiente, por que lo que estáis a punto de hacer es peligroso. Y no es que me importéis mucho, ninguno de los cuatro, pero no me gusta tener que avisar a los padres de unos crios que la han palmado e inventarme una historia. - Dijo como siempre, el hombre con más tacto de todo el campamento. - Así que espero que estéis a la altura. ¿Alguna pregunta? -

Grace entra a la sala y primero mira a Quirón, a quien sonríe e incluso guiña un ojo, contenta de verlo. Había progresado mucho gracias a él.

Su mirada cambia por completo cuando se cruza con la de su padre. Es a él a quien se dirige desde el mismo momento en que lo ve. Una mirada fría y distante que nadie diría pudiera provenir de la alegre y jovial Grace Kelly, siempre sonriente y animada. Se sienta en una silla, subiendo ambos pies a ella y cruzándolos, sin dejar de mirar de aquel modo a quien supuestamente era su padre.

Sin embargo, en esa mirada no hay odio... es más de rencor. Rencor por la ausencia de su recién encontrado "padre" durante esos días. Pero no va más allá de eso hasta que el señor D abre la boca para hablar. Aquello era la gota que colmaba el vaso. Podía entender que no hubiera sabido de su existencia hasta el momento en que la había visto. Podía entender que se sintiera decepcionado por ella. Podía perdonarle todos esos años de ausencia en los que ella se había sentido la "rarita" de clase sólo por ser diferente y no saber porqué. Pero no iba a perdonarle que, después de haberse encontrado con él, la hubiera tratado de aquel modo. No había excusa para eso.

- Míralo por el lado bueno, papi, conmigo tendrías que inventarte una historia menos. -En parte era cierto, si ella moría, él no tenía que darle explicaciones a su padre biológico...

Y ahora encima la trataba igual que al resto. Era su propia hija. Y acababa de confirmar lo que ella ya sospechaba. Que no le importaba lo más mínimo lo que el pasara. La idea de quedarse en aquel campamento cada vez le gustaba menos.

Angelo entró en la cabaña con los cascos puestos, al quitarselos un estruendo se oyo por toda la sala. El volumen estaba al maximo y lo que se oia parecia unicamente ruido. Calmadamente apago el mp3 y lo gaurdó en el bolsillo. Un aura de confianza rodeaba a Angelo, su capacidad de concentrarse había aumentado, aunque seguía perdiendo la mirada de vez en cuando, para eso le había servido el ruido de los cascos.

Su mirada se posó sobre Quiron y el señor D y despues sobre grace que estaba en una de las sillas. Angelo tomo asiento tranquilamente y observó la situacion. Por un momento su mirada se perdió en una de las paredes de la cabaña pero pronto regresó a la normalidad al tiempo que el señor D decia noseque de sus padres. Grace le contestó de mala manera y gracias a esto Angelo comprendió la parte que se había perdido y solto una carcajada.

Supongo que si se lo dices a mi padre se alegrara de que su hijo haya muerto en la batalla y no de una forma menos heroica. Dijo Angelo con una carcajada amarga.

Con la mirada aun fija en el sñor D angelo formulo la pregunta que tenía en mente desde el ataque de hacía 9 dias.

¿Que es lo que quiere esa cosa? y ¿donde tenemos que ir para encontrarnos con él?

Olivia es la siguiente en entrar. Lo hace con pasos bastante relajados y despreocupados. Toma asiento junto a sus compañeros, y dedica una brevísima sonrisa a Quirón. La idea de poner en práctica lo aprendido, la entusiasmaba de sobremanera. Empiezan a hablar de los padres, y Olivia no parece muy satisfecha. Pone los ojos en blanco y se cruza de brazos. Se la repanpinflaba lo que pensase su padre, probablemente lloraría la pérdida de su querida hija a la que no había visto durante 15 años. Suspira, da igual, por fin el hijo de Ares cambia el tema hacia uno más interesante.

Ella asiente y se echa hacia adelante, mostrando interés en las respuestas. Y a qué nos vamos a enfrentar exactamente. Añade.

Brianna fue la última en llegar. Nunca había sido una persona puntual, y solía llegar tarde a todas sus citas, de modo que ni se le pasó por la cabeza que fuera algo malo hasta que vio el tenso ambiente que se respiraba en la sala.

Vaya, pues sí que estais serios todos. dijo, más opara sí misma que para ser oída. ¿Qué tal Quirón? ¿Como va eso, Dioni?  La joven insistía en llamar así al Dios del Vino, al que ya había sacado de sus casillas la primera vez que se conocieron. Le resultaba divertido, y no podía reprimirse.

Bueno, ¿y de qué va todo esto?

Dionisio negó con la cabeza.

- Bueno, por lo visto estáis más que emocionados por lo que tendréis que hacer o hacia dónde tenéis que ir. - Dijo el Señor D aún serio. - Bueno, la respuesta hacia dónde tenéis que ir es sencilla: El Inframundo. Ahora bien, qué es lo que vais a encontrar allí, eso no lo sé. Pero siendo el Reino de mi primo querido Hades, no creo que encontréis nada bueno. -

El Dios del Vino levantó un dedo como para que prestéis un poco más de atención.

- Pero primero, como es la tradición, antes de salir hacia una misión, los que van deben pasar por el Oraculo... -

En ese momento, Quiron fue el que tomó la palabra...

- El Oráculo vive en el piso de arriba de esta cabaña. - Dijo Quiron. - La profecía que os cuente, bueno, no puedo deciros mucho sobre las profecías, sólo que siempre se cumplen. Es así, no hay vuelta de hoja. -

Pero en ese momento, Quiron dejó de estar serio.

- Lo único bueno de esto es que cada una puede tener miles de interpretaciones, así que se puede cumplir para bien... o para mal... -

- Cómo normalmente lo hace. - Interrumpió el Señor D.

Quiron, en ese instante, miró serio al Director y este dejó de hablar.

Era la primera vez que Dionisio callaba, y por supuesto, os sorprendió de sobremanera que sea Quiron el que con una simple mirada, lo haya hecho guardar silencio.

- Venid conmigo antes de continuar con las preguntas. -

Y Quiron os llevó por una puerta de madera, la cual daba a unas escaleras que ascendían hasta el piso superior.

No tardastéis mucho en seguir al centauro por las escaleras hasta lo que parecía ser un altillo. Allí arriba, todo parecía lleno de polvo, de telarañas, y estaba repleto de muebles viejos. Al fondo, sobre una mecedora, había una anciana que parecía más una momia que otra cosa. No se la veía respirar, ni siquiera se movía.

Pero en ese momento, la momia tosió y de su boca mano polvo y algunas partículas de tierra. Fue una tos horrible, como de un ahogado... como de un moribundo...

- Ella... es El Oráculo. - Sentenció el centauro.

Caray...  exclamó Brianna Debe de tener cien años por lo menos. ¿Se encuentra bien, abuela? preguntó preocupada, acercándose a la mujer por si se moría de repente. ¿Quiere un poco de agua?

Briana comenzó a acercarse a la anciana, por su parte Angelo sabía muy bien que nada era lo que parecía y esa anciana seguramente no fuera tan docil como aparentaba. Con calma se colocó a una distancia prudencial y miró la reaccion de la "abuela". ¿Sería ese su verdadero aspecto o al igual que el resto llevaría un disfraz muy bueno?

Señora, no queríamos molestarla pero hemos venido a consultarla.

La mujer tosió un par de veces más, como quitándose la tierra que llevaba en la boca desde hace siglos... o tal vez milénios...

Giró lentamente la cabeza hacia vosotros, y de repente, esta se cayó en un ángulo algo innatural.

Al mismo tiempo un vaho mohoso salió disparado de su boca y toda la sala comenzó a llenarse de ese hálito, ese vapor que olía a humedad, a moho y a tierra.

Y fue en ese momento cuando todos le mirastéis el rostro.

En sus ojos, o esa especie de cuencas vacías, parecieron abrirse sus párpados y un iris negro, os escrutaba desde su posición, espectante...

Grace se mantiene apartada. Los demás ya habían acudido en ayuda de la anciana y ella tampoco quería agobiar. Al menos hasta el momento en que la cabeza de la mujer se tuerce en un ángulo antinatural.

- ¡Dioses! ¿Se encuentra bien? -Exclama entre asustada y sorprendida, preocupada por la integridad de la mujer. Sus habituales miles de preguntas no tardan en aparecer en su mente... Aunque tampoco sabía muy bien qué hacían aquí. ¿Cuántos años debía tener? ¿3000? Si alguna vez se encontraba al señor que tiene el record de el más anciano, se reiría en su cara. Y lo peor es que seguía haciendo de oráculo. ¿Es que no se jubila la gente aquí? ¿Iban a escuchar sus profecías? ¿Sus destinos?

Espero no tener que preguntar nada... no podré sacar a la luz una pregunta y dejar las demás guardadas... y tampoco quiero saturar a la pobre mujer...

- ¿Puede sola o la ayudo con eso? -Pregunta de nuevo, señalando la cabeza- Tiene que ser un asco eso de tener los tendones atrofiados... ¿Ha probado a dejar de trabajar? Podría irse de vacaciones a un lugar chulo... Y no creo que el abu Zeus pueda negárselo... -Y ya estaba hablando demasiado... como siempre.

Olivia tampoco se había acercado a la señora, pero cuando a ésta casi se le cae la cabeza abre los ojos sorprendida. ¡Han estado a nada de quedarse sin Oráculo! Sin embargo, la señora parece estar bien. Por dios señora, no nos pegue esos sustos... piensa suspirando aliviada. Se llevó una mano a la boca por el edor que salió de su boca.

Mira a Grace levantando una ceja. ¿A qué venían esas preguntas y consejos? Pone los ojos en blanco y vuelve a dirigir su mirada al oráculo. Se cruza de brazos y se sitúa al lado de sus compañeros. Primero que les explicase la profecía y luego ya haría preguntas... eso si a la momia no se le cae la mandíbula también...

El Oráculo no se movió.

Bueno, por lo menos no pareció moverse, salvo sus ojos, que os miraban de un lado a otro, en sus cuencas hundidas. Era algo realmente extraño y a la par de tétrico ver a esa momia intentar miraros.

En ese momento, volvió a toser.

Sin embargo, a diferencia de antes, el polvo que salió de su boca comenzó a cubrir toda la estancia, dejandoos ciegos y haciendo que tosáis un poco mientras todo se volvía gris.

La niebla se espesó y se aglutinó frente a los cuatro y también alrededor de una mesa en cuya parte superior había unos frascos de lo que parecían ser monstruos conservados en vinagre. De repente, aparecieron cuatro hombres sentados a la mesa, jugando a las cartas. Sus rostros se volvieron nítidos, pero no parecían conocidos.

Uno de ellos se volvió hacia los cuatro y habló con la voz áspera del Oráculo: Iros al Oeste, dónde os enfrentaréis al Dios que se ha rebelado.

El tipo de la derecha levantó su vista y dijo con la misma voz: Encontraréis al que lo ha robado.

El de la izquierda, subió la apuesta con dos fichas y habló: Seréis traicionado por quien dice ser amigo.

Y el último, tiró sus cartas y con una sonrisa dijo: Al final no lograréis salvar lo más importante.

En ese momento, las figuras comenzaron a disilverse. Os quedastéis quietos mientras la niebla se retiraba y, enroscándose como una serpiente verde, se deslizaba por la boca de la momia.

Después, todo volvió a la realidad.

Cof cof tosió Brianna, que había aspirado gran parte de aquel polvo. Puaaaajjjj... que ascoooo...

Cuando por fin pudo dejar de toser, y recuperarse de la impresión, observo a sus compañeros, dubitativa. ¿Ir al Oeste? ¿Esa es toda la dirección que tenemos? pues vaya...

Angelo se quedo pensativo... con razón siempre se cumplían, las respuestas eran demasiado ambiguas... con calma comenzó a pensar en lo que era cada frase.

Mirando a su alrededor trago saliva. si la profecía era cierta alguien los iba a traicionar... o quizás fuera otra cosa... Angelo no podía entender el sentido.

Maldita sea.. pensado en todo esto no ganaremos nada. Si se va a cumplir avancemos.

Angelo no quería decir nada pero sin duda lo que mas le preocupaba era la ultima frase. Quizás fuese una frase trampa y tuviese otra interpretación. Pero aun así estaba preocupado por Cherry.

- No le deis más importancia a lo que ha dicho el Oráculo que la que tiene. - Dijo Quiron. - Como sabéis, la profecía puede tener cientos de interpretaciones y muchos Mestizos han caído presa del pánico cuando su profecía no era lo que esperaban. Pero tened por seguro que, para bien o para mal, lo que os ha dicho el Oráculo se cumplirá. -

Quiron sonrió.

- Hacia el Oeste sólo puede haber una cosa... y visto lo visto hasta ahora, no es muy descabellado pensar que lo que estáis buscando está en un sitio escondido bajo tierra, dónde reside el Dios de Los Muertos. -

Para saber a que lugar se refería Quiron no había que ser muy versado en Mitología.

Hablaba del Inframundo.

- Así que tened cuidado. -

Bueno respondió Brianna, no demasiado convencida Si no queda más remedio, pues allí iremos. La joven miró al resto de compañeros antes de proseguir ¿Estamos todos de acuerdo? Vamos, salvamos a esas personas que conoceis, y volvemos para la cena. Pan comido exclamó guiñando un ojo.

Olivia deja de toser y mira a sus compañeros. Ni pizca de gracia le había hecho la profecía. Tan sólo la mitad de las frases avecinaban algo bueno. Para empezar, ya había traición y fracaso en la misión. Pero no se iba a rendir, como había dicho Quirón, no debía dejarse influenciar por eso.

Bien... ¿algo más que debamos saber? Pregunta ignorando totalmente a Brianna. No le parecía buen momento para bromear. Había vidas en peligro.

Ella estaba lista para emprender camino.

Seguía sin comprender qué pintaba ella en todo aquel berengenal. Ella no había perdido a nadie. De hecho, no conocía a ninguna de las personas que se suponía estaban en peligro. Tampoco conocía a ninguno de los chicos que querían salvarla. Es más, ninguno de ellos le había pedido ayuda. Y seguro que había muchos chicos en el campamento mucho mejor preparados que ella. ¿Qué pintaba entonces en todo esto?

Aunque ahora que lo recordaba... no hacía mucho le había preguntado a Quirón qué podía hacer para impedir aquella guerra de Dioses que se cernía sobre la humanidad. En aquel momento no había recibido respuesta... pero al escuchar la segunda frase del oráculo, un par de sus millones de neuronas hiperactivas había hecho una conexión nueva.

Si iban a encontrar a quien había robado lo que había sido robado, y tenía la ligera sospecha de que el Oráculo sólo se preocuparía de una cosa de las robadas actualmente... Podrían evitar también aquella guerra. Dándole vueltas al asunto, se había perdido parte de la conversación. Pero dando un respingo, vuelve a ponerse alerta y mira a Quirón.

- ¿El Dios de los Muertos? ¿Vamos al... inframundo? -Pregunta. Al principio parece curiosidad... Pero después, su mirada se torna esperanzada. ¿Qué esperaría encontrar allí abajo? Quirón lo sabía bien.

- ¿A qué esperamos? ¡No hay tiempo que perder! -Exclama, encaminándose hacia la puerta y, como siempre, actuando sin pensar en las consecuencias... Demasiadas cosas tenía ya en la cabeza dando vueltas a toda velocidad, como para detenerse en esos "detalles sin importancia".