Partida Rol por web

-Kami kari- [+18]

Prologo: Aliburn

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21/01/2023, 15:30
El Libro de Los Heroes

La cede de la Orden de la Luz Divina esta afrontando una crisis que jamas se habia visto antes en los 500 años de existencia de los caballeros divinos. 

9 días han pasado desde que llego ese fatídico reporte trayendo las peores noticia que jamas pudieron ser escuchadas en la Orden. En un hecho sin precedente, dos de los campeones de los cielos han muerto. Sir Donovan y Lady Briar, maestro y aprendiz, veteranos de la Orden y héroes del levantamiento de Vardan, fueron encontrados muertos en un rio de la ciudad santa, Aliburn, sede principal de la Iglesia del Noveno Sol. Ambos habían ido a la ciudad santa para encargarse de una amenaza de Wyverns en el monte de bronce, y según los reportes, ambos pudieron cumplir con su cometido de eliminar el nido de alrededor de 60 Wyverns por su cuenta y regresaron a la ciudad exitosos… Pero luego, la siguiente noticia que se sabría de ellos, seria la de sus muertes.

Nunca un caballero divino habia muerto en combate o ha sido asesinado. Jamas. Se supone que debería ser imposible matarlos. No solo poseen un poder mas allá del alcance de cualquier criatura que camine por Terra, si no que también contaban con la protección divina propiciada por sus ángeles. Nadie, ni siquiera los mas tontos y necios se atreverían a intentar enfrentarse a un caballero divino, pues los 500 años de historia de leyendas e historias han demostrado que acabar con la vida de uno de ellos es simplemente imposible… Por eso nadie puede entender que ocurrió.

Los caballeros fueron convocados a la Sede de la orden de Seamus, el Dragon Tuerto. Uno de los primeros 6 caballeros Divinos y aquel que a visto la Orden de la Luz Divina nacer, creer y convertirse en lo que es hoy en día. De todos en la orden, no hay nadie quien este tan sorprendido y confundido por lo que a ocurrido que el.

Los otros tres caballeros restantes no esperaron a la hora de acudir al llamado. Yosimitsu Satori, el joven y prodigioso noble del reino Iwa a quien llaman Fulgor Implacable. Sir Qishan de Los mi caminos, el intocable guerrero errante y castigador del mal, y por ultimo, la hechicera Katarina, la muerte blanca, quien es considerada la encarnación de la muerte propia en el plano mortal. Todos llegaron lo mas rápido que les fue posible a la sede de la orden, pues esta situación requería de su mas pronta presencia.

Por primera vez en 500 años la Mesa Dorada del altar de los 6 estaba incompleta. Solo cuatro de los espacios estaban ocupados, mientras que otros dos quedaron vacíos.

Este era un día que nadie jamas creyó llegaría. Todos los miembros de la orden que se encontraban en la sede, desde los soldados de menor rango hasta los escribas, estaban en el Altar de los 6. Todos igual de preocupados y asustados mientras el maestro Gundir, el escriba de mayor rango en la orden que trabaja directamente bajo las ordenes de Seamus, estaba parado frente a todos leyendo el informe de las noticias llegadas de Aliburn. Esta era la primera vez que algo de todo esto se decía de forma abierta en la orden. Hasta el momento habían circulado rumores de que algo estaba ocurriendo para que hallan mandado a llamar a los demas caballeros, pero nadie jamas se habia imaginado algo de esta magnitud.

- Después de recibir el reporte de los hechos, -Explicó el viejo después de leer el pergamino con la información- inmediatamente solicitamos una audiencia con las autoridades de Aliburn. Se acordó que hoy mismo, nueve días después del reporte inicial, Lord Seamus y los demas heraldos de los cielos viajarán a la ciudad santa usando una cámara de teletransportación, e irán a investigar, y encontrar a los responsables detrás de las muertes de Sir Donovan y Lady Briar… -Gundir hizo una tensa pausa antes de continuar- Hoy estamos aquí para rezar por las almas de los caídos y escuchar las palabras de los caballeros, quienes nos guiaran hacia la luz en estos tiempos oscuros.

Todos tenían miedo en esta situación. ¿De verdad habia algo que era capaz de matar a los caballeros divinos? ¿Como era eso posible? Esto era algo de vital importancia que debe ser resuelto de inmediato. Por mas que la Orden tenga su estatus legendario, hay muchas personas en Jorvenia que si llegasen a enterarse de que existe la posibilidad de acabar con los Heraldos de los Cielos, definitivamente desafiarían a los Caballeros Divinos, y fácilmente destruirían el balance de poder en toda Jorvenia.

Los caballeros siempre han sido capaces de mantener el orden en todo el continente gracias a su inigualable poder, así que si se demostraba que era posible igualar, y hasta superar ese poder de alguna forma, nadie será capaz de saber que la magnitud del caos que se desatará.

Una crisis como esta no tiene precedentes… Pero por fortuna, es justamente para momentos de desesperación como estos para lo que existen los Caballeros Divinos. Ellos encontraran la luz en la oscuridad, y caminarán por el sendero correcto hasta encontrar las respuestas correctas… Incluso si tendrán que morir para lograrlo.

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21/01/2023, 22:52
Seamus, El Dragón Tuerto

Seamus estaba sorprendido, si es que aquella era la palabra correcta para describirlo... Bien era cierto que existían amenazas que podían rivalizar con su fuerza, como los Dragones Negros supervivientes, o posibles demonios que sobrevivieran a la Guerra Divina y se escondiesen, pero lo que más lo había trastocado era el hecho de que sucediese durante el regreso de lo que se suponía una misión fácil. La mirada de Seamus estaba ensombrecida y se podía ver el fulgor de la Luz asomar por su parche, resonando con su sed de justicia.

- Que los Cielos los guarden y los tengan en su gracia... - diría haciendo un rezo escueto por las almas de sir Donovan y lady Briar, al fin y al cabo para él la vida de los humanos no eran más que un suspiro... De los presentes, solo Katrina compartía aquella visión con él, pero el asunto que los acuciaba era más importante, puesto que los asesinos se aseguraron de no dejar pistas al respecto... fuese quien fuese, pretendía eliminar a los Caballeros de la Orden de la Luz a traición.

- Hermanos... creo que todos nos habremos dado cuenta de que nos dirigimos a una trampa, nuestro enemigo, sea quien sea, tiene claro que tras lo sucedido iremos a investigar, pero también será consciente de que conocemos sus intenciones, lo cual nos lleva a lo siguiente: O es alguien excesivamente confiado, o nos enfrentamos a una fuerza como nunca habíamos enfrentado antes... - mientras hablaba la cabeza de Seamus no dejaba de dar vueltas a quien o quienes podrían ser los responsables. - Primero me gustaría escuchar vuestras opiniones... y luego, Gundir, me gustaría que nos relatases cual es el ambiente en Aliburn tras semejante suceso... podría darnos alguna pista sobre los asesinatos... - el veterano caballero sabía que la Orden del Noveno Sol era peculiar, sobre todo en cuanto a la velocidad en la que ganó influencia y poder en Aliburn,quizás había alguna mano moviendo los hilos detrás, pero aquello solo era una conjetura que se reservaba compartir hasta que tuviese más información.

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23/01/2023, 04:44
Yoshimitsu Satori, Fulgor Implacable
Sólo para el director

Nhöllm, ciudad capital de Iwa, días antes del encuentro.

Nuestro mundo está envuelto en tinieblas.

Algo así tendrá que decir en el futuro-presente cuando le toque sentarse en aquella ominosa mesa, en la ciudad en el este con el transportador instantáneo en dirección a Aliburn, a pesar de su deseo de ir dramáticamente en carrozas, o incluso a pie, irrealistamente paseando semanas de viaje en días, claro. En parte gracias a él mismo y sus recursos junto con la misma Orden de la Luz es que tenían un transportador aquí mismo, pero eso era un punto aparte. Porque además, era gracias, desde antes...

A Mael.

Ahí, en el Cementerio de Nhöllm y, por su tamaño, de Iwa misma desde incontables residentes de este trozo nortino de mundo en Jorvenia, una tumba en especial, que su propio "dueño" por decirlo así y siendo lo más y menos mórbidos posibles a la vez, insistía en que no fuese más que las de otros caídos pero que igual estaba siempre llena de agasajos, mensajes y era apenas 1.25 veces más grande o al menos ostentosa en formas que las de otros, algo que sabía su hijo adoptivo pero heredero de legado que le haría suspirar, podía imaginarse al viejales haciéndolo.

Ahí estaba, medio sentado, no cruzado de piernas con su espada eternamente a su lado, enlazada por su alma y en su alma, mientras conversaba con el monumento al señor este que lo crió.

- Nuestro mundo... Ya lo sabes. Tú lo dirías mejor que yo, tu habilidad para dar discursos me vendría fina. -Se rió, rozó el borde de la empuñadora dracónica de Tenshibana.- Tengo que ir a salvar el mundo, en tu nombre. ¿Sabes algo, viejito? Tuve un sueño, fue raro, era yo, pero no, parecido pero distinto, ropas extrañas, no logro recordarlo, y mi enemigo, un sujeto al que solo llamaré "Páramo" combatió conmigo y me dió seeenda paliza. ¡Jaja, ni te digo!

Tomó un poco de su envuelto brebaje, otro de los muchos negocios iniciados por el señor que ahora yacía, al menos simbólicamente en frente del Fulgor, no, del Satori Junior. Tomó un poco como si bebiera con su propio padre.

- Me ha dicho algo como de que "me falta amor": ¿Es como lo que tú dices? ¿Que me busque una chica? Como tú, que no lo pudiste hacer hasta el final... Por mi culpa. -Pausó por unos segundos, frotó de nuevo su espada, como si ya entendiese o le recriminase que le recriminara. Se entendía. Suspiró.- Quizá. Ha sido peculiar, quizá una señal importante u otra de mis alucinaciones. -Tomó aire.- Si soy el final, padre... Entonces acabaré con ese destino, tú decías que hiciera eso, era tu lema, nunca aceptar un hecho fijo, por algo eras el mejor en los negocios, en todo.

Se encogió de hombros y pasó un rato así, para finalmente levantarse, el viento habitual de ese sector oscilaba y movía las hojas, las flores. Él mismo solo le dejó un "origami", una garza. Se decía, y cómo sabía esto, era puramente instinto, sueños y menciones del ser espiritual llamado sensei, que hacer mil garzas podía cumplir un deseo. Tomaría algo de tiempo y quizá no tendría la paciencia. ¿Y donde pones todas esas garzas? ¿Y el papel gastado? Ya se imaginaba a Mael Satori considerando esas cosas. Se rió y vió la tumba de su viejo.

- Ahora sí, me esperan, dame tu paciencia, porque a la hora que me den fuerza...

Sonrió, con una pizca de Kageyama en sí mismo, hasta su sombrío yo interno respetaba al viejo, así de cabrón era.

Y se retiró con un gesto de dos dedos pegados desde su frente y hacia afuera.

Ya era hora. Ajustó a Tenshibana en su costado, tocaba ir a...

Pues a salvar al mundo.

O castigarlo, quizá.

多分。

Notas de juego

Se pronuncia como "Yolm" o "Niolm", aunque en cierto punto la gente lo pronuncia como le da la gana, como suele ser con nombres super raros.

Pre-post antes del día del caos.

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23/01/2023, 06:32
Yoshimitsu Satori, Fulgor Implacable

Así, como siempre, llegó de modo casual, avanzando con su espada siempre a su lado, colgando de su cinto.

Pero esta vez no era como siempre, sin embargo, se habían pasado de largo, por mucho.

Y aún así el semblante de Yoshimitsu era más o menos positivo, el del "Sonriente" como le apodaban.

Nadie se metía con su familia sin embargo, fuese su gente de Nhöllm en Iwa o sus colegas de los Caballeros Celestiales.

Y los bastardos que hicieron esto pagarían con más que sus cabezas. A ellos les daría el significado del "infierno", real.

- ¿Qué tal, todos? Mucho gusto.

Su actuar era casi estrambótico, parecía. ¿Acaso era un jodido falto de respeto y Seamus mismo debía ponerle un toque bien fuerte que lo recordara por unos cien años como mínimo? Pues no, no era el caso, este era su modo serpentino de contener la furia incontenible, como la de mil forjas a fuego de sol, si es que no más. Todos preferían ser fríos, y no, no era una broma asociada a su reino y ciudad nortina y de clima helado, no, es que él mismo era un cabronazo con un fuego que ardía en su interior y con gran fuerza, una flama, no, hoguera de venganza en pro de sus enemigos, de los gusanos que osaron hacer que ahora hubiesen dos asientos vacíos en un consejo, un concilio o cónclave que debía formar seis enteros, como las pautas de un reloj pero divididas en dos, precisas.

Además, no podía evitar pensar que el número "4" era insoportablemente ominoso, de un mal augurio impensable.

- Sensei. -Le dijo a Seamus, él sabría, su tono fue firme y si bien amable y de clásico bobo simpático, marcado.- Por tu palabra, demos caza a quienes hicieron esto, sean uno, dos o miles, o millones. Aplacaremos la tierra con fuego y vacío sin rastro si fuese de ser.

Su eulogía no fue una de amor ni de nobleza como la del Dragón Dorado, sino de gran justicia y brutal retaliación en forma de sacra promesa, oscura en sí misma. Su infantil conducta no era algo menos sabido y a diferencia de Qin, no era maduro aún si fuese su colega en ser joven entre este grupo, aguantaba una lágrima pero no pudo, por su ojo izquierdo el flujo del líquido salió al pensar en sus compañeros caídos por la mano mismísima de la injusticia y la corrupción.

Un movimiento casi imaginario sucedió entonces. Sacar, desenvainar con un movimiento doble-simple, su otra mano parecía no haberse movido y la que sí lo hizo no se vió hacerlo, como si hubiese puramente apegado sus manos en un gesto breve, mientras su espada salía, "cortaba" o más bien tomaba la gota de llanto desde su ojo por caer y la retiraba hacia el interior de su vaina, pudiendo verse y más bien escucharse el agitar cual cántaro de madera pesado en su propio costado, mientras él suspiraba conteniendo su furia a fuego vivo y metal amorfo queriendo tomar el aspecto de una guillotina, simbólica, literal, y más.

Tras eso, alcanzó el yin, la paz, y apretó sus dos manos, agachando la cabeza y que su desordenado pelo cubriese aún más de sí pero sin ocultar al 100% sus ojos, un gesto de su peculiar serie de manerismos representando respeto por la vida y ante la muerte, el cual duraría un buen tiempo. No tenía mucho más que agregar, más información o una dirección o direcciones ya estados en Aliburn a donde irían estarían bien. Miró al Gran Escribano con un gesto neutro pero por lo demás algo impaciente, enfatizando en lo pedido por el maestro Seamus, ajustando su cabello hacia atrás en el proceso. De niño habrá ido un par de veces allá, pero apenas recordaba.

No, esto no era un viaje, era una misión.

Una caza.

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23/01/2023, 15:30
Qishan de los Mil Caminos

La noticia era algo que me había dejado congelado. A pesar de no conocer demasiado a mis compañeros Campeones más que por sus hazañas y una que otra platica tanto en la sede de la Orden como en alguno de mis viajes, si podía sentir tristeza ante sus muertes. Dos pilares que han alumbrado a los seres de este continente, que los han protegido y amado... Morir de esa manera... Qué final más triste para aquellos héroes. 

Me encontraba silencioso al momento de encontrarme con los restantes de mis compañeros, saludándolos con una sonrisa gentil nada más sin decir ni una palabra como un silencio respetuoso para aquellos caídos. Seamus, a quien le tengo un gran respeto y de cierta manera he deseado que se convirtiese en mi maestro, Yoshimitsu Satori, un antiguo conocido el cual el destino nos hizo conocernos antes de nuestro ascenso y Katrina, la muerte blanca... A quien definitivamente sigo teniendo ciertas complicaciones en saber cómo tratarla, todos nos hemos reunido en algo que al parecer no tiene precedentes. El maestro Gundir nos empezó a explicar la situación, lo cual de cierta manera hacía que mi piel se erizara. ¿Como fue posible que los eliminaran? No pudo haber sido un combate directo, hubiese destruido gran parte de Aliburn con sus habilidades, fue un ataque rastrero... Solo de pensarlo hace que me hierva la sangre. 

Las palabras de lord Seamus me hacían completo sentido, no tenemos respuestas ni indicios de que les pudo haber pasado a nuestros compañeros, estamos en la oscuridad de la ignorancia sin saber por dónde iniciar más que ir ciegos hacia Aliburn, en donde seremos la presa también. Al escuchar las palabras de Yoshimitsu demostraban también el deseo que seguramente casi todos estamos experimentando. Observando el silencio, decidí proseguir luego de las palabras del Fulgor Implacable. — Mi querido compañero, sabemos que quien aspire a la justicia debe saber que la única justicia de verdad efectiva es la que no representa una venganza. La muerte de dos de nosotros nos hace hervir la sangre, pero si no pensamos bien nuestro siguiente movimiento, nosotros no tardaremos en unirnos a ellos. — comente con una tranquilidad frívola, mientras los observaba a todos. Mis ojos no reflejaban mayor emoción, intentando calmar los ánimos. 

— Por lo visto nuestros compañeros fueron asesinados de una manera humillante, pues si hubiesen puesto resistencia la cosa hubiese sido distinta. Sea cual sea el caso de las dos opciones mencionadas, los cimientos ya han sido sacudidos. Que los angeles cuiden nuestro camino, y guíen a las almas de nuestros hermanos caídos al descanso que merecen. — concluí, volviendo a mi silencio esperando las palabras de mis demás compañeros y el gran maestro. 

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23/01/2023, 17:52
Katrina, la muerte blanca

Si se miraba hacia el asiento de Katrina se encontrarían con una escena un tanto peculiar que era usual ver cada tanto en las pocas veces que ella se encontraba en la orden. Katrina estaba sentada, recostada del espaldar del asiento como un juguete sin vida ni luz en sus ojos y sus extremidades dejadas caer, más nunca se supo en el momento en que apareció en ese lugar (Bueno, al menos no se habían dado cuenta aquellos fuera de su nivel). Aquellos más viejos en la orden sabían lo que estaba haciendo, pensando. Y eso no era bueno teniendo en cuenta que es un ser que se mueve por oscuros caprichos y por grises emociones, por lo que evitaban mirarle a sus ojos muertos cosa que los nuevos en la orden habrían de aprender. Aunque era un ser sumamente hermoso el mirarle hacía que sintieras una aguja fría en la nuca como si el ver sus ojos serían igual a estar atados de pies y cabeza cuando una fiera bestia rozaba su nariz por tu cuello.

- . . . . . 

Sus ojos se comenzaron a mover por todo el lugar fijándose en cada figura presente para luego terminar en sus compañeros mirándolos hablar. Seamus sabía que Katrina estaba muy molesta, justo a ella se encontraban unas 6 muñecas de porcelana del que apenas llegaban a sus rodillas con rostros inexpresivos, sin embargo, lágrimas salían de sus ojos. Katrina estaba a mitad de un trabajo cuando le informaron que se reportara y para calmarse había torturado tanto a sus contratistas como a sus objetivos de camino a este lugar ahora y para siempre parte de su colección.

- No penséis en venganza mis queridos niños. Su voz era sumamente dulce y suave, agradable a los oídos, terrible viendo la escena. - La muerte no es algo por lo que sentirnos triste pues es la siguiente etapa de la vida. No se preocupen, les prometo que en algún punto todos ustedes les volverán a ver jijijiji. Sus labios aflorarían una bella sonrisa. Aunque bien sus palabras no eran para nada... agradables, su sinceridad era completamente natural de un ser que no tiene la necesidad de mentir.

- Nosotros no somos un grupo de sucios seres crueles y hostiles para buscar venganza, la razón de mi descontento es que alguien o algunas personas o seres decidieron quitarles la vida antes de tiempo a nuestros compañeros. Por tanto, no nos vengaremos haciendo lo mismo, sino que haremos que deseen lo que es la muerte en realidad.

- Misericordia.

​​​​​​​

- Tiradas (1)
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27/01/2023, 09:37
Seamus, El Dragón Tuerto

Seamus escucharía al resto con atención, si bien era cierto que no conocían demasiado a los dos caballeros caídos, aquello carecía de importancia, pues aquella reunión no trataba de sentimentalismos, sino del hecho de que alguien había sido capaz de matar a dos Caballeros Divinos, y dejó sus cuerpos como prueba de su fuerza y desafío.

- Entiendo como te sientes Yoshimitsu, y los daremos caza, pero será por la amenaza que son para el equilibrio de este mundo. Recordad que gozamos de la protección de nuestros ángeles, y ni siquiera su ayuda ha bastado para salvarlos... Sea quien sea nuestro enemigo, debe estar respaldado por los demonios que escaparon de su infernal hogar hace ya 500 años - o eso deseaba pensar Seamus, pues era la única resolución lógica ante semejante hecho.

Luego tornaría su mirada hacia Qishan: En cuanto a lo que comentas, tampoco podemos estar seguros, hay muchas maneras de combatir, y quizás Maese Donovan y Lady Briar si tuvieron ocasión de defenderse. Quizás ese sea efectivamente, el mayor misterio que tenemos ante nosotros, ya que mientras no sepamos como murieron, no podremos hacernos una idea de cual es la fuerza de nuestro enemigo... - y esperaba que alguno de esos detalles les fuese relatado por Gundir, que aún esperaba que terminase su informe.

Luego sonreiría al escuchar a Katrina... si bien no era el tipo de persona con el que mejor relación pudiera tener, su forma de expresarse siempre le pareció curiosa: Como siempre tienes ese don de querer decir algo y expresar con tus gestos todo lo contrario... me alegro de que haya cosas que nunca cambien - eso era debido a que aun siendo opuestas sus formas de interpretar la Justicia, bien era cierto que Katrina era quirúrgicamente precisa y efectiva a la hora de realizar sus tareas, y aquello daba cierta tranquilidad a Seamus, ya que sospechaba que necesitaría de las habilidades de todos ellos para resolver este misterio.

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27/01/2023, 13:35
El Libro de Los Heroes

El maestro Gundir supo que Seamus estaba buscando mas información con sus palabras, así que una vez el Caballero divino termino de hablar, el maestro escriba volvió a dar un paso al frente para responder a las preguntas de el Lord.

- La muerte de los caballeros se ha mantenido en completo secreto. -Continuó explicando el Maestro- Nadie fuera de los mas altos rangos en Aliburn y nosotros en la orden sabe de lo ocurrido. Así que el panorama de la ciudad no ha cambiado en absoluto. Los habitantes aun es ignorantes de la atrocidad que fue cometida, incluso los entes de la Iglesia Del Noveno Sol según se nos fue comunicado por Johna, el Gobernador de Aliburn... Aunque no creo que sea necesario agregar que hay que poner esas palabras en duda por razones evidentes.

La mención de la iglesia era un tema delicado. Su influencia era masiva, incluso entre los integrantes de la orden había creyentes de la palabra de Estel. A pesar de que no contaban con un ejercito o alguna clase de fuerza armada, el numero obsceno de sus creyentes en todos los rincones de la sociedad era suficiente como para elevar su influencia y poder hasta uno de los mas altos en toda Jorvenia. Sin duda no eran una organización con la cual interactuar con confianza.

Aliburn era el territorio definitivo de la Iglesia. Esa ciudad es lo que es hoy en día gracias a la iglesia y mas nada. No constaba mas que una pequeña investigación para que cualquiera se percatase de que en ese lugar, el que de verdad tenia el poder no era el Gobernador, si no mas bien el Sumo Pontífice de la Iglesia.

Según los rumores que circulaban en la ciudad, nada ocurría en Aliburn sin que el señor en lo mas alto de la iglesia lo permitiese. Así que la idea de que el Sumo Pontífice no este enterado de lo ocurrido con respecto a los Caballeros Divinos que fueron a visitar su ciudad, es muy difícil de creer. Así que no fue difícil para nadie considerar la opción de que, mas allá de simplemente estar enterado, el Sumo Pontífice estuviese implicado.

El simplemente pensamiento de que la Iglesia Del Noveno sol podía estar detrás de la muerte de dos caballeros divinos era uno que llenaba de terror y preocupación a muchos, sobre todo a aquellos que eran creyentes de la Palabra de Estel. ¿Podía haber una organización mas peligrosa para el balance de Jorvenia que la Iglesia? Antes de este acontecimiento era debatible… Pero ahora que dos caballeros han muerto, es indiscutible.

Muchos de los presentes comenzaron a preocuparse mas y mas con cada palabra que revelaba mas información sobre la precaria situación, y sus preocupaciones ya se podían escuchar en los susurros ininteligibles que llegaban a los oídos de los Caballeros. El ambiente estaba comenzando a volverse pesado y tenso con tantas dudas y miedos en el aire. Pero por fortuna, hubo una voz que calmo a los presentes.

Era cierto que todos los Caballeros Divinos eran figuras enigmáticas y a veces, incluso incomprendidas. Pero sin duda, de entre todos ellos, aquella que es mas extraña era Katarina. Su mera presencia en la mesa de los 6 era suficiente como para erizarle la piel a los que la veían, al fin y al cabo, ella es una de los seres mas temidos de toda Jorvenia, teniendo suficientes historias como para aterrorizar a cualquiera en este mundo, pero al mismo tiempo, el encanto deceptivo le premitía calmar a cualquiera con solo decir unas palabras y hacer sonar su melódica voz.

Inmediatamente después de las palabras de Katarina, todos los murmullos y susurros se detuvieron de inmediato. Su voz tenia algo especial. Era capaz de calmar las almas de aquellos quienes la escuchaban, al igual que hacerlos arrodillar de pavor.

Después de intervención de Katarina, el ambiente volvió a relajarse, permitiendo que el Maestro Gundir pudiese responder las nuevas palabras de Lord Seamus.

- Hasta ahora no se sabe nada de la causa de las muertes de Sir Donovan y Lady Briar. -Habló Gundir- Los funcionarios de Aliburn que se encargaron de recuperar los cadáveres no se han atrevido a ponerles un dedo encima a los cuerpos de los difuntos caballeros por respeto. Así que hasta ahora nadie se ha encargado de revisarlos para determinar las causas de muerte. Esa es una tarea que solo se podrá llevar a cabo en presencia de los Caballeros Divinos.

Las palabras de Gundir tenían sentido. Muy pocas personas e toda Jorvenia tenían si quiera el valor para pararse frente a los Caballeros Divinos, así que habrían aun muchas menos las que se atreverían a poner sus manos sobre un cadáver de uno de ellos. Un sacrilegio como ese solo puede ser cometido por alguien quien simplemente no tenga respeto alguno por absolutamente anda en este mundo.

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29/01/2023, 21:21
Seamus, El Dragón Tuerto

Seamus suspiraría con cierta exasperación, aunque aquella respuesta no se alejaba de lo que esperaba. Al fin y al cabo, todos los Caballeros Divinos anteriores habían muerto por causas naturales, nunca antes había conseguido nadie darlos muerte, así que el hecho de que las autoridades de Aliburn no se atreviesen a investigar los cuerpos era lógico. Lo que si era un consuelo era el hecho de que se hubiese mantenido en secreto... Si realmente la Iglesia del Noveno Cielo estaba detrás de las muertes, habrían querido hacerlo público para ensalzarse como la nueva fuerza suprema de Jorvenia.

El veterano caballero esbozaría una media sonrisa: Ya sabíamos que era una trampa, pero esto ya es la confirmación definitiva, definitivamente alguien de la Iglesia del Noveno Cielo está detrás de este agravio, pero ¿mantenerlo en secreto? Esta más que claro que saben que iremos los cuatro... O son muy valientes, o son unos completos necios... ¿no crees Katrina? Les enseñaremos que sucede con aquellos que buscan sembrar el mal en esta tierra... - el aura mágica de Seamus se volvería casi palpable y opresiva, surgiendo como una llama dorada a su espalda que tomaría la forma de una cabeza de dragón rugiendo cuando terminó de hablar.

- Por supuesto que iremos a investigar la causa de la muerte de nuestros compañeros... y los mostraremos su craso error al subestimarnos... - diría mientras se llevaba la mano al ojo que tenía el parche, pudiendo ver los otros tres caballeros como surgían unas llamas de color ámbar por los bordes de dicho parche que parecían provocar algo de dolor a Seamus. - Si tenéis algo más que compartid, hacedlo ahora, en caso contrario, nos pondremos en marcha de inmediato... ¡GUNDIR! Prepara la cámara de teletransportación... Hoy la Orden de la Luz Divina sale de caza... - el rostro del caballero mostraría una determinación sin vacilación alguna, inspirando moral y confianza en todos los presentes que dudaban aún de su misión y cometido en Jorvernia.

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31/01/2023, 18:12
Qishan de los Mil Caminos

Las palabras de Katrina por lo visto calmaron a los demás, pero en mi dejo una cierta inquietud. La muerte es algo que nadie está exenta de ella, pero el tener a alguien tan... Afianzado a esa naturaleza, como si fuese su heraldo, sigue siendo algo que me parece peculiar. Aparte de ello, si compartía el hecho de que deseen misericordia. Mientras el Maestro Seamus me respondió, eso hizo que pusiese mi mano en la barbilla pensativo. — Tiene razón, maestro. 

Conforme más iban comentando la situación, era más notable mi molestia que empezaba a reflejarse en mi mirada sombría, intentando suprimir mi sed de sangre. Nunca me han agradado hasta la fecha, así que el hecho de tenerlos en la mira es algo que me motiva un poco, aun cuando no me agrade la idea. Al no tener más que compartir, asentí haciendo una leve reverencia a Seamus y empecé a prepararme para el viaje hacia Aliburn, un lugar que tenia tiempo de no visitar...

Notas de juego

Ya que no vi respuesta de Yoshimitsu en un buen tiempo decido hacer este mini post para hacer avanzar las cosas o.o...

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31/01/2023, 19:36
Katrina, la muerte blanca

- Jejejeje Una pequeña sonrisa se le filtraría, la palabra "CAZA" le habría emocionado bastante, hace mucho tiempo que no iba de caza a ningún lugar y la nostalgia era uno de los sentimientos favoritos de Katrina porque le decía que era hora de hacer lo que tanto le gustaba a su señora la muerte, caminar entre los vivos. Sin embargo, no todo era alegre, solo la idea de que seres tan inmundo y sórdido como son aquellos que tocan a los muertos estando vivos en primer lugar. La vida y la muerte no se mezclan, son un paso hacia la otra y le disgusta como especialmente los humanos disfrutan disecar seres más poderosos que ellos haciéndolo llamar "ciencia". 

- Nadie debe tocar los cuerpos de Sir Donovan ni Lady Briar, cuando lleguemos yo me encargaré de descubrir su causa de muerte. Diría poniéndose de pie y creando un círculo mágico del tamaño de un plato donde dejaría caer a los muñecos de porcelana que tenía junto a ella para que desapareciesen, los había guardado y sin más caminaría hacia fuera de ese lugar a sus aposentos, ya había cumplido y seguro nada interesante ocurriría ahí.

 

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10/02/2023, 02:53
El Libro de Los Heroes

Al escuchar las palabras imbuidas de seguridad de Seamus, y al ver la brillante aura divina del Dragón Legendario, los miembros de la orden no pudieron si no gritar de emoción, alentando a los caballeros y dándoles energía para comenzar con este viaje.

- Como usted ordene Maestro. -Afirmo el sabio escriba al escuchar las palabras de su señor

el maestro Gundir asintió inmediatamente a la vez que comenzaba a caminar hacia los salones de la orden para preparar la cámara de teletransportacíon. La preparación de la cámara tardaría una hora, al fin y al cabo, canalizar toda la energía mágica requerida para el uso de ese artefacto no era una tarea fácil en lo absoluto.

Durante el tiempo de preparación, cada caballero fue a sus aposentos en la orden para hacer todos los preparativos para el viaje que se avecinaba. No tenían que llevar provisiones o artículos de viaje, así que lo único que tuvieron que empacar fueron sus afectos personales y alistar sus armas. El dinero tampoco era necesario, gracias a su estatus como caballeros divinos, la hospitalidad incondicional de sus anfitriones en Aliburn estaba asegurada. Lo único que hacia falta, era que se preparan mentalmente para lo que estaba apunto de enfrentarse.

Muy probablemente, lo que sea que estaba apunto de ocurrir en la ciudad santa, sea algo mas allá de la imaginación incluso de los propios Caballeros Divinos. Esta era la primera vez en la que ellos se enfrentaban a algo que desconocían por completo, y también era la primera vez desde hace muchos años que sentían que estaban poniendo sus vidas en la linea al atender a un llamado. ¿Cuando fue la ultima vez que sintieron que la muerte los acechaba desde las sombras? Era difícil decirlo…

Al cabo de una hora de descanso, los aprendices del maestro Gundir fueron a buscar a los caballeros a sus aposentos y luego procedieron a guiarlos por los pasillos de la orden hasta llegar a la cámara de teletransportación.

En el centro de la sala enorme sala se encontraba flotando en el aire la esfera dimensional, un artefacto mágico de gran poder que era el corazón de la cámara de teletransportación. La esfera emanaba una potente luz azul, y la energía mágica que expulsaba era sorprendente viniendo de un artefacto hecho por mortales.

El Maestro Gundir se encontraba dentro de la sala, fuera de el circulo que marcaba el espacio que seria transportado a Aliburn, esperando a los caballeros.

- La cámara está lista mis señores. -Dijo el Escriba al verlos entrar- También acabamos de recibir un mensaje de Aliburn indicándonos que ellos ya están listos para recibirlos inmediatamente.

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13/02/2023, 08:46
Seamus, El Dragón Tuerto

Seamus no necesitaba prácticamente nada para el viaje, pero fue a su habitación para meditar antes de la misión. Allí recogería la que había sido su fiel arma durante todos estos siglos, su alabarda Aurea, que no había perdido ni un ápice de su brillo desde que tomó posesión de la misma aquella fatídica noche. Luego levantó la mirada, para encontrar su mirada con la de un maravilloso retrato de su compañera que perdió esa misma noche: Quizás... solo quizás... hayamos encontrado por fin a los responsables... quizás... pueda ofrecerte hoy por fin la justicia que mereces... Si han acabado con dos de nosotros, puede que Nyhallion se encuentre allí... - en todos estos siglos nunca pudo encontrar a su némesis, pero lo sucedido en Aliburn podía ser una pista ya que no existían muchas personas o criaturas en el mundo capaces de tal hazaña, y Nyhallion era un candidato.

Tras esos minutos de introspección, volvería con sus compañeros, poniendo rumbo a la sala de teletransportación, una habitación que siempre le fascinaba en cierta manera... Si hubieran tenido un artefacto así hace 500 años... pensaba para si mismo Seamus. Allí se encontraría con sus tres compañeros y a Gundir, con todo preparado: Perfecto, si todos estamos listos es mejor que partamos cuanto antes, cuanto antes podamos examinar los cuerpos de sir Donovan y lady Briar mejor... - el veterano caballero no quería perder el tiempo, además de que tenía cierta prisa por llegar a Aliburn y sentir de primera mano la atmósfera del lugar, que quizás le diese alguna pista sobre la natura del crimen.

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13/02/2023, 18:07
Qishan de los Mil Caminos

Al momento de irnos a preparar, no llevaba demasiadas pertenencias. Durante mucho tiempo he vivido como un nómada, sabiendo llevar pocas prendas y elementos para sobrevivir, pues los alimentos y demás solía obtenerlos de la naturaleza misma, dependiendo el sector. Al terminar rápidamente me encontraba meditando, ¿Cuándo fue la última vez que me arriesgue tanto en mi vida? Antes de volverme un Caballero, antes de ascender... Tengo unos años de no sentir en verdad un verdadero peligro, o una pelea en donde ponga mi vida en la línea de inicio. 

Si el motivo por el cual me convertí en esto será enfrentar estos oscuros tiempos, no retrocederé... 

Seguiré manteniendo mi pacto, oh ángel mío... 

Siempre el observar los centros de teletransportación se me hacía tan interesante los mecanismos mágicos que empleaban en ello, más nunca fui un experto en los mecanismos de la magia. Al encontrarme con los demás me coloco a la par del maestro Seamus, esperando avanzar con todos. — Quizás Katrina sería la mejor en investigar el cuerpo de nuestros hermanos caídos y darnos una pista de que sucedió antes de hablar con la Iglesia.

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15/02/2023, 12:09
Yoshimitsu Satori, Fulgor Implacable

Yoshimitsu sintió cierta... Sensación de irrelevancia y desdén hacia ciertas acciones. ¿Cómo le decía su padre que era? Exposiciones innecesarias de demostrar imposición haciéndose pasar por "mostrar con actos", aunque no esperaba ni de refilón realmente creer siquiera el poder saber o entender realmente el nivel de cultura que el viejo aquel suyo promulgaba, pero la esencia la entendía y solo suspiró, además, un algo de sí mismo repelía cualquiera influencia mediante su propio... Ah, bueno, irrelevante, irrelevante, irrelevante todo. Últimamente, el aura o influencia que sí importó fue la de Seamus-sensei y su furia implacable, esa de verdad. Sonrió entonces y como un verdadero hombre de acción (Literal, al ser 0% magia) no agregó más, excepto un gesto sonriente entre su cara, el mechón que cubría uno de sus ojos y demás, cicatrices entre su hombro, cuello y otras cuantas. Quizá el ser considerado como noble le había vuelto condescendiente pero era inevitable, como vivir en sí mismo.

Así, asintió ante todos y fue a su aposento, que era una cosa que existía, ahí, se concentró e hizo un par de gestos reverenciales hacia los signos que recordaban a su gente y ajustó sus armas anexas y artilugios varios entre otras cosas, así como sus ropas. Joder, que si podía se tomaría una ducha o algo antes, pero tampoco quería pasarse, bastaba la verdad con enfocarse puramente en lo que importaba y en tener idea tras idea preparada para cuando llegaran a Aliburn y tuvieran que enfrentar a los Nueve Soles y las consecuencias que les tocarían.

Al salir y estar listo para ir a la fantástica esfera de transporte que siempre le fascinaba, si bien ya conocía la que tenía en su propia ciudad, pero de todos modos era genial, quiso decir algo, pero suponía que se lo guardaría para cuando estuvieran frente a... ¿Cómo se llamaba el tipo este? El Alto Pontífice o whatever. Mucha suerte tenía recordando a seres que no fuesen de su aprecio, estuviesen bajo el poder del filo de su espada o, notablemente, no fuesen amenazas en absoluto, lo cual le hacía contradictoriamente más o menos recordar a... Amenazas. Ah, la mente humana

- Mi espada está lista. Si Seamus-sensei dice que sea así, así será, todo exceso o consideración extra, hipocresía o capricho serán cortados limpia e instantáneamente. ¿A qué podría parpadearse siquiera?

A veces se las daba de poeta, le gustaba escribir cosas y hacer esta cosa de "caligrafía", sobretodo usando símbolos peculiares, pero quizá... Oh bueno, daba igual, ya era hora, y como personaje de apoyo, se movería con sus compañeros y superiores hacia en donde juzgarían y declararían justicia en nombre de la única causa que importaba.

La de ellos, claro, la que salvaría a este mundo.

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15/02/2023, 23:58
Katrina, la muerte blanca

En sus aposentos pocas cosas había a la vista, después de todo la corte de Katrina era a lo que ella llamaba "de lo más interesante" y el caminar por esos pasillos y ver a sus fieles sirvientes era algo que le traía nostalgia, pero no se debía detener a charlar o a jugar. Más bien una vez llegara a su habitación las antorchas se apagarían y ella saldría un rato después con una gran aguja en su mano y un farol en la otra que meciéndose de lado a lado la acompañaba mientras una luz verde daba vueltas en su interior.

- "Sin duda nuestra perfectísima Katrina sería la ideal para investigar el cuerpo de nuestros camaradas" Respondería Katrina mientras avanzaba hacia ellos imitando la voz de Seamus y su tono serio. - Sin duda estoy de acuerdo, no ha pasado tanto tiempo como para que el olor de su muerte escape de su cuerpo. Respondería como si nada hubiera pasado.

Una vez estuviera frente a la esfera la miraría unos segundos. Podría sentir casi palpablemente la cantidad acumulada en esta y sin duda sería útil para probar uno o dos hechizos que tiene en mente.

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19/02/2023, 12:59
El Libro de Los Heroes

Todos los Caballeros Divinos estaban listos para comenzar con el viaje. Sus espíritus estaban preparados para lo que se venia, al igual que sus armas.

- Esperaremos su regreso victorioso. -Dijo el Maestro Gundir.

El viejo escriba entonces se apartó del camino con una reverencia, y abrió paso para que los Caballeros entraran al circulo de teletransportación. Una vez los cuatro caballeros estaban adentro, el Maestro Gundir alzo ambas manos hacia la esfera que flotaba en el aire a la vez que comenzaba a recitar un poema en una lengua arcaica.

Luz comenzó a emanar de las manos del Maestro y entonces, la infinidad de Runas talladas por el suelo y las paredes de la sala se encendieron en un brillo mágico. Los anillos que rodeaban la esfera que se posaba sobre las cabezas de los caballeros comenzaron a moverse. Comenzaron lentamente, rotando aleatoriamente sobre la esfera, pero poco a poco fueron moviéndose mas y mas rápidamente, hasta que fue imposible seguir sus movimientos con la vista.

La energía mágica inundo la sala cuando la esfera sobre los caballeros se encendió en una fuerte luz blanca. Entonces, los cuerpos de los Heraldos se vieron envueltos en un aura de bruma blanca que los rodeo a cada uno por completo hasta que cubrió sus vistas. Lo único que pudieron ver por un instante fue blanco, pero aun podían escuchar la voz del Maestro.

- ¡Oh, heraldos de los cielos! -Gritaba el maestro- ¡Oh, protectores del mundo! ¡Crímenes imperdonables han sido cometidos en nuestra divina tierra legada a nosotros por los dioses! ¡La retribución divina debe caer sobre aquellos que osen atentar contra el orden del mundo! ¡Lleven paz y misericordia con sus presencias, y furia y castigo con sus espadas!

Cuando el maestro Gundir termino de recitar sus palabras, un estruendo parecido al de un furioso rayo descendiendo de los cielos justo frente a ellos inundo la sala completa, y una abrumadora explosión de energía mágica se pudo sentir a su alrededor.

Era imposible saber que ocurriría en Aliburn, pero el miedo a lo desconocido no era una palabra que conociesen los heraldos de los cielos. Ya sea por el bien de mantener el orden de Jorvenia, o por venganza por sus compañeros caídos, ellos irán a Aliburn, y se enfrentaran a cualquier oscuridad que aseche en esa ciudad.

¿Que les depararía en destino en esa ciudad? solo había una forma de averiguarlo.

Notas de juego

Fin del prologo