Partida Rol por web

El señor Dávalos sube al ascensor tras abrirse las puertas. El interior es moderno, blanco y aséptico. No tiene nada que ver con el resto de la mansión que parece de época. Es como si no encajara en ese entorno.

-Te intento explicar lo que pasa pero solo la aproximación más vaga te da dolor de cabeza- dice con humor. -¿Qué pasaría si los sueños pudieran alterar la realidad?- espera que subas antes de pasar una carta de identificación por un lector. El ascensor no tiene botones ni nada similar solo el lector láser para la carta.

Con vosotros sube la rubia pero no el trajeado. El ascensor cierra sus puertas y comienza a descender.

Subo con el señor secuestrador de jovencitas solitarias Dávalos. Todo era surrealista para mi. ¿Pero qué no lo estaba siendo en los últimos días? Los sueños, el secuestro...

- ¿Es lo que me intentas decir? - le miro aun a cara de perro - ¿Que he alterado la mierda de realidad con mis sueños?  Algunos eran meras fantasías, no puede ser. ¿He alterado el puto mundo de las hadas? - escéptica.

-Aún no sabemos por qué pasa pero ciertas personas son capaces de alterar la realidad con lo que sueñan. ¿Sueña con hadas, señorita Peltz?- dice en tono jocoso y bajáis en el ascensor. -A saber cómo se ha traducido ese sueño en la realidad...

- No es como si pudiera controlar con lo que sueño... - le miro por su tono jocoso - Hasta con la segunda guerra mundial en inglaterra... Han sido muchas cosas...

Todo aquello me parecía siguiendo una locura. Pero tengo clavada en la mente, todavía, la herida con la que me desperté de aquel sueño...

-Curiosos tus sueños... Pero no queremos que los controles, solo estudiarlos. La delgada línea que unen los sueños con la realidad es algo importante. Los científicos piensan que soñar es algo aleatorio que hace nuestro cerebro descansen, desconectan así y dejan de hacer demasiado esfuerzo mientras dormimos- te explica el señor. -Pero eso no da explicación a los déjà vu, por ejemplo. 

- ¿Deja vu? - le miro sin entender - ¿Me queréis estudiar como si fuera una rata de laboratorio? ¿es eso? -  me pongo más seria. Con impaciencia y sintiéndome un poco agobiada ahora mismo entre las cuatro paredes de un ascensor. Necesitaba tomar el aire.

El ascensor se abre y entráis a una sala que no tiene nada que ver con el resto del edificio, es todo moderno y muy científico. Era como si el ascensor os hubiera llevado a otro mundo. El señor Dávalos y la rubia salen ambos, a hablar con un par de científicos en batas que hay por allí. 

Ambos están tras un ordenador que se encuentra frente a un enorme tanque del agua. Dentro del tanque hay un señor en calzones flotando y todo cableado.

El señor parece estar durmiendo tranquilo, aunque esté enchufado a mucho cables. Es un joven rubio .

No me contesta a la pregunta, pero no es necesario. La circunstancia la contesta sola, cuando ambos se adelantan al abrirse el ascensor y me encuentro con el esperpento. No como tal, pero unes lo que veo, con la idea que tengo en la cabeza, y para mi son uno mas uno. Y me da miedo, obviamente.

- Joder... - musito, sintiendo como me pongo un poco pálida. Mis ojos pasean la mirada allá y acá, pero pronto vuelven al chaval en aquel tanque - ¿Que mierda le están haciendo?

-Monitorizan sus sueños, Noah también es especial como tú. En realidad parece que en tu caso las pulsiones que buscamos estudiar son más fuertes- dice señalándote una pantallita que no tienes ni idea de lo que dice, lo único que te llama la atención es que tiene un punto cardinal con una dirección, que se corresponde a tu habitación de hotel. -Contigo las gráficas se salen.

Me quedo parada mirando aquella pantalla. En realidad, ya no sabía donde mirar. Pero cuando reconozco que aquellas coordenadas con de mi habitación de hotel, me quedo en el sitio.

- Esa es mi habitación de hotel.... ¿por qué? ¿cómo...? ¿de que graficas hablas? - acabo mirando a aquel secuestrador pervertido.

Tus preguntas no son contestadas, porque el chico del tanque se mueve de forma algo violenta y se despierta. Sale empapado del agua y se desconecta los cables a lo bruto. Parece bastante agitado por lo que sea que soñara, como quien despierta de una pesadilla. Sus ojos azules miran descolocados a los investigadores, luego a Dávalos y por último a ti.

-¿Un mal sueño, Noah?- pregunta el señor Dávalos como con humor. El rubio se limita a sacarle un dedo de honor y va a buscar un albornoz que se echa por encima.

Me sobresalto cuando el chico se mueve de forma abrupta y estalla en aquel ataque de ira. Normal, claro. Le estaban estudiando como a una puta cobaya. No es que yo esté siendo mucho más amable con esta gente. Le miro salir del tanque y buscar algo de ropa para ponerse encima. Me mira y le miro, sin saber que decir. 

-¿Quién eres?- pregunta tras ponerse un albornoz por encima, mientras te inspecciona con sus ojos azules de arriba a abajo. Parecía ser un hombre desconfiado y ligeramente paranoico por las formas. 

El señor Dávalos se sitúa en medio de ambos y le habla.

-Es tu nueva compañera, tendrás que explicarle cómo va todo. Lo que has avanzado y lo que os queda por avanzar. Ella será otra dreamraider, como tú.

Le mantengo la mirada al rubio cuando me mira. Más desconfiada estaba yo con toda esta mierda, que iba a ser una puta cobaya de laboratorio. Estaba secuestrada.

Miro a Dávalos por lo de dreamraider.

 - ¿Una qué? - alzo una ceja.

-Noah te explicará todo, ahora es tu compañero. Te dirá dónde puedes dormir y eso...- dice Dávalos sin abrir más la boca. -Con suerte nosotros no nos veremos mucho más- sonríe y vuelve para el ascensor con su rubia y su gorila.

El rubio se acerca a los ordenadores a mirar, allí hay una técnico o algo así que se ocupa de todo.

- ¡Eh! !Espera! ¿Y cuando me podré ir? - le pregunto, cuando veo que se va sin decirme nada mas. El rubio se acerca a una morena, delante de uno ordenador. Pero, de momento, sigo un poco a pervertido Davalos en su huída. Tenía que darme mas respuesta - ¿Puedo llamar a la gente de fuera? Tengo vida ¿sabes? Mis amigas se van a preocupar. 

-Estaba todo en el contrato, no se preocupe señorita Peltz- dice subiendo al ascensor y cerrando las puertas contigo fuera. Él se marcha, dejándote con toda la cara de situación, y una voz te habla a tu espalda.

-No te molestes, no te va a contestar a nada. Si estás aquí ten por seguro que va a ser hasta que encontremos lo que busca- al girarte ves que te habla la chica, que se acercó un poco hacia ti mientras el chico mira las pantallas del ordenador.

Me giro cuando escucho esa voz a mi espalda. Al parecer la chica me estaba haciendo el caso que el resto no me hacia. Lo más amable que me he encontrado hasta ahora. Así pues, me es imposible soltarle una bordería como pude haber hecho con el resto. 

- ¿Y que busca? - le pregunto a la morena - Se ha limitado a decirme cosas muy raras, y a perseguirme y observarme como un puto pervertido...

-Porque eres especial, tu actividad se sale de las gráficas... Eso que busca no es algo que sepamos al completo pero tiene que ver con la mente colmena, los sueños y permitir curar ciertas enfermedades- se encoge la chica de hombros y se acerca a tenderte la mano. -¡Hola, soy Abby!