Partida Rol por web

Crede observó maravillado las vistas desde su habitación, había viajado mucho, pero cuando estás de misión con el imperio no tienes demasiado rato para maravillarte con las grandiosidades de cada mundo.

A continuación guardó ordenadamente la ropa que había traído, era un joven bastante ordenado, posiblemente a causa de su entrenamiento como oficial del imperio y por su adiestramiento casero, su padre siempre había sido muy duro con él, pues esperaba grandes cosas del joven.

Una vez hubo terminado Crede se tomo unos minutos para aspirar profundamente el aire puro del lugar y se sintió lleno de energías, entonces recordó que había quedado en llamar cuando llegará a Corellia, no creía que Ehen se fuera a preocupar realmente por él, pero prefirió cumplir con su palabra. Así pues Crede sacó su comunicador y llamó a la chica que se encargaba de guiarlo en su nuevo trabajo.

Ehen atiende tu llamada con diligencia pero hay poco que decir en esta ocasión.

En el mismo hotel consigues contratar fácil y rápidamente una excursión a las montañas aldea. Se trata de un extraño centro vacacional y turístico compuesto por kilómetros de túneles, galerías y cuevas horadadas en montañas areniscas por inmigrantes selonianos. Los selonianos vienen del vecino planeta Selonia.

Buena parte de las estancias excavadas por los selonianos han sido ocupadas por otros inmigrantes más modernos como rodianos, gamorreanos y niktos así que la presencia de fuerzas de seguridad es constante. Se rumorea que en los más profundos túneles siguen habitando los selonianos pero apenas se les ve por el sector turístico.

Crede se maravilló en cuanto pudo ver aquellas cuevas y galerías, aunque le decepcionó un poco no encontrar selonianos, siempre le gustaba ver alienigenas, algo bastante difícil de encontrar en el corazón del imperio.

En cuanto vio gamorreanos circulando por la zona un escalofrío le recorrió el cuerpo, no por nada en particular, simplemente no le daban confianza aquellos seres tan primitivos.

Te diste cuenta que cuánto más bajabáis por los pasadizos de la ciudad subterránea más alienígenas se veían pero también parecían más pobres y menos . . . legales. Los gamorreanos te llamaron la atención porque algunos de ellos portaban lo que evidentemente eran armas blancas. Parecían estar guardando algunas puertas o desvíos a los que ni os acercasteis. Tampoco pudiste echar un vistazo más detenido pues una matrona con toda su prole insistió en que les hicieras unas tomas para enviar a casa. No solo eso, le pareció que lo hacías tan bien que te adoptó como cameraman por el resto de la visita mientras sus vástagos se colgaban de tus brazos.

Este submundo te recuerda vagamente a los niveles inferiores de Coruscant que alguna vez visitaste como soldado. Mucha penumbra, marginales y delincuentes. Todo un mundo aparte que podrás olvidar al continuar la excursión turística ya de regreso al "Mar de hierba".

Crede siempre se había sentido orgulloso de su paciencia, pero a decir verdad hoy había sido puesta totalmente a prueba cuando cierta familia decidió elegirlo como animador turístico.

Además la visión de aquellos "suburbios" le había decepcionado, pero ¿que esperaba? en todos lados es igual si escarbas demasiado en la superficie acabas encontrando pobres desgraciados.

Estaba deseando llegar al hotel para poder simplemente relajarse un rato y olvidarse de todo.

Cuando marcas la línea del contacto responde rápidamente un individuo curtido, de pelo blanquecino y moreno. Parece mayor, aunque no ha llegado a la vejez ni mucho menos. Es difícil determinar su edad por su aspecto pero tiene una mirada penetrante. Te lanza una mirada interrogadora y contesta con recelo, se nota.

¿Quién es usted? No le conozco y no le he dado mi número.

El hombre que contestó la llamada parecía algo tosco, pero era normal, aunque esperase su llamada, no podía saber que se trataba de su contacto. Crede se mostró apacible intentando no dar motivos para inquietar a aquel hombre.

Mi nombre es Crede Manhor, el señor Trent organizó un encuentro entre nosotros si no entendí mal.

Tras estas palabras Crede le dedicó a aquel hombre una sonrisa, era un gesto de confianza con el que solía intentar dar a entender que todo iba bien.

Tras escuchar tus palabras Sal-Solo se recuesta en su asiento pensativo. Cruza un brazo sobre su pecho y apoyando el codo derecho sobre la mano izquierda lleva la mano derecha hacia la boca, frotándose el mentón repetidamente.

Así que usted es Crede Manhor, enviado por el señor Trent. Sonríe cuando nombra a Trent y cruzando las manos ante su abdomen continúa Supongo que Trent sigue corriendo sus 6 kilómetros diarios cada mañana y desayunando esos hígados de bantha que nadie más aprecia.

Se queda mirando y a la espera de tu respuesta tras ese comentario.

Aquel hombre parecía seguir bastante reacio a confiar, y sin duda quería pillarle, se imagino a aquel hombre que apenas podía mantener una conversación de 10 minutos seguidos corriendo y la imagen fue algo más que absurda.

La verdad es que apenas he visto al señor Trent, pero dado que se cansó por mantener una simple charla dudo mucho que haga otra cosa que no sea estar tirado en su silla comiendo papillas.

Crede miró fijamente al señor Sal-Solo, intentando averiguar que escondía, no parecía normal tanto misterio para el trabajo que creía que había aceptado.

Una torcida sonrisa sustituye al gesto anterior, muy neutro.

Siento utilizar un ardid tan burdo señor Manhor, pero acabo de recibir una terrible desilusión por parte de un . . . "conocido" y me siento algo suspicaz estos días.

Será mejor que nos veamos en persona, dígame cuando puedo recogerle. Y señor Manhor, tengo una oferta que hacerle, una muy buena oferta. Ya la he comentado con el señor Trent pero ha dejado la decisión a este respecto en sus manos.

Ves como se inclina sobre la mesa y teclea algo mientras habla. Pronto tu comunicador acusa recibo de nuevos datos. Se trata de un texto: << Acuda esta noche a las 22:00 al rancor borracho. No se lo diga a nadie. No conteste este mensaje. >>

El hecho de que aquel hombre me preguntara una hora y enseguida mandara a Crede en secreto otra le dijo al joven que quizás se había metido en un asunto gordo, fuera como fuese, estaba claro que podían estar escuchandolos, así pues intentó parecer tranquilo mientras daba una información errónea a sus "posibles oyentes".

Mañana al medio día sería buena hora para quedar.

Dijo justo después de observar el mensaje que le habían enviado, para acto seguido dedicarle una cortés sonrisa.

De acuerdo señor Manhor. Mañana a mediodía pasaré a buscarle a su hotel. Veo por el comunicador que es el "Mar de hierba". ¿Es correcto? Bien, entonces hasta mañana señor Manhor.

Te das cuenta que habla rápido, intentando que no puedas introducir en la conversación nada más que algún monosílabo y tratando de acabar cuanto antes. Sin embargo no parece nervioso. Incluso dirías que estaba más tranquilo cuando le diste la cita.

Sal-Solo corta la comunicación tras despedirse y puedes llamar a Ehen.

Ehen contesta pronto tu holollamada. Su imagen tan reciente para ti resulta familiar al encontrarte en un entorno extraño. Como siempre atiende la llamada con una sonrisa muy profesional pero no forzada. Quizá, por un instante, te ha parecido ver cierto brillo en sus ojos.

Hola señor Manhor . . . Crede. Espero que haya disfrutado de este tiempo libre en Corellia. Es muy distinta de Coruscant por lo que tengo entendido.

Tras dar su agradable recibimiento permanece a la espera de tus palabras.

A Crede le pareció percibir cierto brillo en los ojos de Ehen, pero decidió olvidar el tema, era bastante complicado descifrar los rostros de la gente y su significado a través de la holollamada.
Enseguida el joven le devolvió la sonrisa a la chica.

Buenas Ehen, la verdad es que está siendo un viaje interesante, el aire puro me ha venido bastante bien.

Contestó cortesmente antes de ponerse algo más serio. No estaba seguro de que hacer, ¿cuando aquel tipo le dijo que no se lo contara a nadie incluía a Ehen? Crede se pasó la mano por la cara y empezó a hablar.

He concertado la cita con el contacto. Además a comentado algo sobre una oferta de la cual el señor Trent debería estar al corriente. ¿Que puedes decirme?

Crede estaba un tanto confuso, pero prefería confiar en aquella chica, aun así no estaba seguro de revelar los datos concretos de la cita.

Ehen hace más franca sus sonrisa, deja traslucir una sincera y sencilla alegría en ella. Asiente mientras terminas de hablar.

Sí, Gus . . . el señor Sal-Solo ha estado hablando largo y tendido con el señor Trent efectivamente. Han negociado muy duro según los cánones a los que me tienen acostumbrada pero finalmente el señor Trent ha aceptado la oferta que le hará a usted el señor Sal-Solo.

Entienda bien esto Crede, ha aceptado la oferta condicionada a que usted le de el visto bueno. Es una gran muestra de confianza, no sé que ha visto en usted pero le gusta, sin duda. Espero que no le defraude, es anciano, está enfermo y no suele depositar su confianza tan rápidamente.

Mientras habla el rostro de Ehen se ha ido transformando. No es que haya perdido su alegría sino que ha empezado a hablar de algo que para ella debe ser importante y eso se trasluce.

No es una sorpresa desagradable Crede, no temas. Para que no sufras ansiedad te adelantaré que se trata simplemente de que cuentes con una empleada de confianza, Sal-Solo ha ofrecido una capitana para la nave que vas a patronear. Una con algo de experiencia y de confianza. Parece un buen trato, considéralo con buenos ojos.

Espero que por lo demás no hayas tenido problemas. Segcor suele mostrarse muy curioso con los recién llegados de Coruscant. ¿Ya te han interrogado? Es un proceso habitual, que eso tampoco te ponga nervioso.

Al cambiar de tema Ehen vuelve a relajarse.

Crede se tranquilizó bastante al escuchar la explicación del asunto en los labios de Ehen, es más, le gustaba la idea de no seguir solo, pero ¿como sería la capitana?, entonces decidió dejar de pensar en el futuro y centrarse en el presente.

Pues la verdad es que aun no me ha interrogado nadie, tampoco creo que mi apariencia sea muy sospechosa, ni si quiera tengo un arma.

Concluyó entre risas. Crede se sentía totalmente seguro con aquella chica y eso hizo que confiara aun más en ella.

Ehen, ¿Esta linea es segura al 100%?

Cuando preguntas por la seguridad de la línea puedes ver que Ehen se está preguntando el motivo antes de contestar, con una ceja enarcada en gesto de interrogación o advertencia.

¿Segura? Sí. ¿Al 100%? Ninguna línea lo es. Pero salvo que nos estuvieran siguiendo por conspirar contra el Imperio no debemos preocuparnos. Y no estamos conspirando, al menos nosotros. Si tu lo estuvieras haciendo debería denunciarte inmediatamente ¿sabes?

Compone un gesto divertido al decir esto, como si la idea le produjera auténtica hilaridad.

. . . ¿El Rancor borracho dices? Déjame ver un momento . . . Teclea furiosamente en busca de información. Seguramente tiene un buen acceso a la red galáctica y práctica en su uso.

Ya. Es un local cercano al pequeño espaciopuerto del este. Tiene bastante antigüedad por lo que veo. No hay mucha información sobre él pero te envío lo que he encontrado. Su localización, un par de imágenes, y una entrada de comentarios entre navegantes donde lo califican como peligroso y divertido.

¿Tienes que ir ahí?