Partida Rol por web

Sientes una enorme pesadez en los párpados, la boca seca y dolor. Notas dolor en los brazos, en las muñecas, en las manos, en la espalda. Tienes las piernas dormidas y si intentas moverlas te asaetean miles de aguijonazos por el despertar de tus nervios en las extremidades inferiores. La cabeza parece que te va a estallar, las pulsaciones en las sienes retumban en tus oídos con fuerza atronadora.

Tras un minuto concentrándote sólo en respirar consigues normalizarte un poco, lo suficiente para lograr abrir los ojos. Al principio piensas que te has quedado ciega pero simplemente estás a oscuras. Lo descubres cuando al entornar los párpados consigues distinguir una mínima rendija de luz bajo lo que debe ser una puerta. Estás tirada de mala manera sobre un diván, con los pies y los brazos atados.

Crede parece pillado por sorpresa ante la aparición del quarren que se asoma al portón. Tarda unos segundos en reaccionar y finalmente se acerca aún confuso.

Hola, verá . . . estamos buscando un almacén, una nave industrial para alquilar. Nos han dicho que una de estas dos estaba libre y queríamos verla por si nos conviene.

Sonríe y señala vagamente al interior que se ve a medias por el portón abierto a media altura.

Con su acento extraño el alienígena responde en básico con un tono indudablemente brusco.

Se equivoca, esta no se alquila.

Inmediatamente vuelve hacia adentro y empieza a bajar el portón para cerrarlo.

Nowara reflexiona un momento y le habla bajo casi al oido a Karkullil..,-Señor Krol,-Dice la Twilek,- Creo que sería mejor empezar por la oficina más cercana, desde allí no nos puede ver el quarren.-

 Me parece una grandiosa idea, así que... vamos, yo encabezo. Y... -Trato de hablar con una voz mucho más suave y dulce- Por favor, no me llames "señor Krol", llámame como te plazca, Kark, Karkullil, o incluso, te doy el derecho de ponerme un mote.

Y tras estas conciliadoras palabras, le guiño un ojo, preparo mi blaster y me concentro en ir hacia la puerta de la oficina más cercana

Viendo que crede tiene problemas y que se tiene que distraer al quarren para que no cierre la puerta, Toblar le pregunta:

Disculpe, se nos ha estropeado la nave, ¿podria indicarnos algun sitio que vendieran repuestos para poder reparar el motor?

pensando "haber si así podemos ganar tiempo y no cierra la puerta.

-Dejaros de tonterías. Dice Barek al ver que se estaba escapando la oportunidad de entrar. -Hemos venido a hablar con tu jefe, quarren. Sobre unos negocios. Nos ha dicho que ya había conseguido la mercancía. Una mujer... dice bajando ligeramente la voz, como intentando evitar que se entere alguien que pueda estar espiando. -Espero que aun esté entera. A mi jefe no le gustaría recibir mercancía dañada.

El tono de voz que usa es serio, como si realmente hubiera quedado con un traficante.

"Por lo que más quieras, trágate eso o tendré que abrir la puerta a patadas..."

El quarren queda como petrificado al oír las palabras de Barek. Durante unos segundos no se mueve, todavía con la mano en el tirador del portón a medio cerrar. Lo único que se mueve son sus tentáculos faciales, de una forma descontrolada. Cuando responde lo hace titubeante, desconcertado.

Pero . . .  no . . . no hay aquí ninguna mujer. Se equivoca.

Sin embargo permanece aún clavado ahí, agarrado al portón como si estuviera calculando, pensando, rumiando la afirmación.

           El dolor y la confusión dan paso a una sensación de ira e impotencia conforme me hago consciente de la situación. He sido traicionada por segunda vez, y por una persona de la misma tripulación que me traicionó por segunda vez... He pecado de confiada, he querido dar una segunda oportunidad a ese maldito Iktotchi... y esa ha sido mi perdición.

           La rabia me hace cobrar nuevas fuerzas, y con una maldición en voz baja trato de liberarme de mis ataduras, primero recurriendo a la fuerza bruta, después retorciendo las manos vigorosamente, tratando de sacar al menos una para luego proseguir con mi empeño. Mientras me concentro en esto no dejo de prestar atención a los sonidos que pueda haber a mi alrededor, mientras trato también de habituar mi vista a la oscuridad de la sala.

Nowara se quedó sorprendida, la verdad es que el protocolo enseñado, muchas veces a golpes, era dificil que desapareciera,-En fin,-pensó.-Supongo que una nueva vida implica nuevas costumbres.-Comprobó por última vez que sus blasters estuvieran en modo aturdir y siguió al señor Krol...-Kark.-Se reprocho a si misma en silencio.

Cojiendo la confianza que le a dado Barek dice serio y sin titubear:

Sí no hay ninguna mujer, ¿porque estas tan nervioso y te has quedado clavado en la puerta?, no nos estaras mintiendo ¿no? porque lo ultimo que queremos son mentirosos.

Las palabras de Toblar hacen reaccionar al quarren. Suelta la puerta que se queda a medio cerrar y lleva una mano a la espalda mientras contesta.

Eso podría considerarse un insulto, no deberías llamar mentiroso a quien no conoces. Sobre todo si no es un estúpido humano y no sabes como va a tomarlo. Creo que esta vez te perdonaré esas palabras pero más vale que no volvamos a encontrarnos nunca o pensaré que me estás siguiendo y entonces . . .

Las últimas palabras son dichas con un evidente tono amenazador.

Barek mira con una cara seria a Toblar. "Este chico no hace más que empeorar las cosas..."

El soldado se aclara la garganta para llamar la atención del Quarren que ya tiene intención de irse. Con una voz suave y pacífica intenta arreglar la situación.

-Ruego que disculpes el vocabulario del chico. Es nuevo en esto y se piensa que es un superhombre.
-Será mejor que le pidas perdón o tendré que decirle al jefe que has metido la pata, Tobby. Y ya sabes que no conviene enfadar al jefe. Dice esta vez a su compañero.

-Y ahora si fueras tan amable de dejarnos entrar, tenemos negocios que hacer. Junto a estas palabras, Barek saca los pocos créditos que lleva encima y los muestra al Quarren.

Tras retorcerte, empujar, estirar e intentar forzar tus ataduras llegas a la dolorosa conclusión que lo que sujeta tus muñecas es una de esas "cremalleras de electricista" y sabes que resultan irrompibles de todo punto sin ayuda o sin un lugar donde cortarlas. Pero no sucede lo mismo con tus pies que con tanto ajetreo quedan mucho más sueltos que al principio, ahí no llegaba la longitud de las cremalleras seguramente y te han atado con una vulgar cuerda o algo similar. Se mueve, podrías llegar a desatarte los pies con facilidad si insistes (otro éxito a dificultad 10, cada intento son dos minutos y resulta muy cansado).

No oyes ningún ruido salvo por un tenue zumbido y un levísimo golpeteo arrítmico, irregular. Para más detalles tira percepción.

¡NO! No tenemos ningún negocio que hacer. ¡Largaos!

El tono es imperativo, está claro que no confía ni quiere seguir hablando. Coge la puerta a medio cerrar y la baja del todo, dejándoos fuera. Oís como cierra desde dentro y asegura la puerta.

Podéis oír perfectamente como la puerta se cierra y momentos después el quarren viene hacia la zona del altillo, sacando el comunicador y hablando por él rápidamente en su idioma.

          Mis esfuerzos son inutiles en lo que se refiere a liberar las manos, sin duda se trata de una de esas... - Mierda... - Una simple maldición en voz baja decla clara mi frustración al darme cuenta de que no hay manera de liberarlas. Al menos parece que las piernas comienzan a soltarse, quizá con un poco de suerte... Decido tomar un breve descanso antes de retomar el esfuerzo, pues resulta algo agotador. Es en ese momento cuando escucho el repiqueteo... Quizá pueda darme alguna pista sobre mi situación... ¿Puede tratarse de algún tipo de maquinaria?... El zumbido que puede percibirse parece indicar que así es, pero...

          Cuando noto que he recobrado las fuerzas, dejo de prestar momentáneamente atención al sonido para realizar un nuevo intento. Esta vez pongo todas mis fuerzas, y noto como las ataduras comienzan a ceder. Finalmente, con unos cuantos tirones consigo liberar la primera pierna, y la siguiente ya es pan comido. Trato de levantarme a duras penas para desentumecer las piernas y moverme sigilosamente por la sala, para tratar de averiguar un poco mas sobre el lugar en que me tienen encerrada.

-Supongo que se han acabado las negociaciones,-Susurra Nowara,-Debemos movernos hacia el lado contrario por donde venga para que no nos pille, si entramos en la habitación ahora corremos el riesgo de que haya alguien y de la alarma.-

 Chicos, éste es nuestro momento.

Intento localizar por donde se aproxima el quarren escondido desde la esquina del bloque de oficinas. Antes de asomarme, solicito que se acerquen mis compañeros, y comienzo a susurrarles muy bajo al oído.

¿Sería buena idea capturarle, amenazarle, y utilizarle como moneda de cambio ahora que parece que va solo?

Viendo que lo a jodido como nunca lo habia hecho, pide disculpas a Crede y a Barek:

Siento haber metido la pata hassta el fondo, sí tuvieramos un ... 

me parece que tengo un plan

Piensa un momento "A lo mejor puede servir"