Partida Rol por web

- Como si fuera a ponerme delante de la puerta para ser una diana - dije con sarcasmo - no pienso salir desarmada de aquí contigo ahí. No sé si el amo te pidió que cuidaras de nosotras o no, pero yo no tengo ese recuerdo, así que no me fío ni un pelo de ti. Sobre todo, porque aún no me has respondido a mi pregunta.

Me quedé unos segundos en silencio. Quería salir de allí, pero no tenía la menor intención de dar la espalda a aquella maid.

- Haremos una cosa, tu te alejarás de la puerta y de la salida y yo me iré, y te ahorrarás una buena golpiza y yo un tiro.

VI no sabia muy bien que hacer, solo que IV estaba en problemas, quería creer que saco aquella pistola solo para intimidar, pero en el caso de I, parecía que buscaba mas bien, matarla... y luego devorarla, en valoración de riesgos, I era bastante mas peligrosa.

Dio un grito medio asustada, medio para llamar la atención de las otras.

-CHICAS HAY PROBLEMAS, VENID EN CUANTO PODAIS.

Y dicho esto entro en la casa tan rápido como pudo.

-IV, cuidado, ella también esta armada... y sus intenciones no son precisamente buenas.

Comento acercándose al baño

De pronto, apareció otra maid diciendo un montón de tonterías.

- ¿Y qué demonios sabes de mis intenciones, recién llegada? - dije con sorna - si estabas aquí deberías haber escuchado claramente mis palabras y mis preguntas. Ya di una condición para salir de aquí, quiero que esa alérgica al sol se aleje del baño, no pienso salir de aquí mientras esté ahí fuera. No me fío un carajo de ella - dije de forma contundente.

Los ojos de la cuarta se abrirían de par en par al ver que la rubia acaba ingresando a la cabaña, demostrando una cuota de preocupación por unos instantes, bajando ligeramente el arma... Pero luego agitando la cabeza y volviendo a señalar la puerta.

-Six.- Diría con un tono serio. -No te acerques, puede lastimarte o tomarte de rehén, y...- Entonces se tensó de golpe cuando la rubia gritoneó para pedir ayuda. -E-Espera... No llames a más gente, demasiadas miradas...- Decir que se pondría más pálida era bastante poco acertado, sin embargo de haber podido hacerlo de seguro lo habría hecho. -No soy... Buena con las multitudes...- Confesó, bajito, aunque luego agitó la cabeza una vez más y volvió a mirar al baño.

-No sé qué... Tienes contra mí. Pero... No eres mi blanco. Tranquilízate, sal con las manos en alto... Y no... No tendré necesidad de abrir fuego.- 

Miraría de reojo a VI, realmente esperando que se apartase de la puerta. Involucrar civiles era el peor escenario posible.

- ¿No soy tu blanco? - el sarcasmo impregnaba mis palabras - Entonces, ¿quien lo es? Supongo que la advertencia que recibí en mi recuerdo sobre un peligrosa criatura eres tu.

Rebufé ante sus palabras.

- Ya te lo he dicho bien claro, no pienso salir de aquí mientras estéis ahí. Tu y tu compañera alejaros del baño y yo misma saldré por mi propio pie de esta casa, pero no pienso estar desarmada.

*Obtienes W.C.*

Un gran chorro de agua sale de la tubería que conectaba con el tanque, así como el agua que había en la taza del propio inodoro cayó al suelo y este suelo empezó a encharcarse.

Me puse el váter justo delante de la cabeza y, abriendo abruptamente la puerta, salí corriendo hacia el balcón.

Las puertas dobles que dan hacia el baño se abrieron de par en par, y del interior del mismo salió la Maid I armada con un tubo de una tubería oxidada en su mano derecha, pero lo que más resaltaba era el hecho que en su cabeza, a modo de casco, se encontraba el inodoro de aquella cabaña.

De hecho, si se veía al interior de aquel baño el suelo de este estaba casi por completo encharcado, e incluso se podía escuchar un chorro de agua constante golpeando el suelo y las paredes.

Evidentemente estar empapado no se limitaba a aquel baño, sino que la propia Maid I estaba completamente empapada, probablemente a causa del destrozo que hubo en el baño.

Pero esto no era lo importante sino que...

Abruptamente las puertas del baño se abrieron por parte de la Maid I, y esta bien armada con una tubería oxidada en mano y un inodoro de cerámica en la cabeza, salió corriendo en dirección al balcón.

El elemento sorpresa quizás no lo tuviera, pero sí el elemento de "¿¡Pero que cojones está pasando!?" que puede no ser igual de impactante, pero al menos es interesante de ver.

VI miro a IV, esperando a ver que se decidía a hacer, si decidía dejarla escapar no intervendría, en caso contrario cargaría contra la muchacha de sorprendente armadura...

Ver a I salir fue una sorpresa esperada y "Cuatro" no perdió el tiempo en disparar en contra de la maid, fiel a su palabra. A sus ojos lo único que veía era una mujer frenética y peligrosamente armada que se dirigía hacia ellas, por lo que ni siquiera se pudo permitir el momento de duda y dio por terminadas todas las negociaciones. Aún así, sus disparos no fueron precisamente dirigidos hacia zonas letales, sino que más bien iban dirigidos a sus piernas, buscando incapacitarla en lugar de matarla en el sitio.

Por desgracia era un tiro difícil, especialmente gracias a lo súbita de la situación y a estar apuntando a un objetivo tan acotado. Aún así... No solicitó ayuda de VI, ni parecía estar esperando que esta interfiriese.

Los disparos de IV fueron respuesta suficiente para saber que debía hacer a continuación.

Se encogió un momento de hombros y tras suspirar se lanzo contra aquella mujer, dispuesta a placarla.

-Lo siento, no es nada personal, pero supongo que debo detenerte, mas después de oír lo que dijiste.

Le comento mientras se lanzaba contra la muchacha, como si fuese un toro... 

Mientras la Maid I lograba esquivar la bala que la Maid IV había disparado, aquella Maid VI saltó por encima de la cama para placar a esta Maid fugitiva, deteniéndola en el suelo aprovechándose de su gran fuerza que aparentemente tenía en estos momentos, sea lo que fuera que estuviera a punto de pasar ahora, sería cuestión de aquellas tres.

Miré a VI con una expresión fría como la nieve.

- Dudo mucho que hayas oído lo que he dicho, porque sino te habrías molestado en intentar al menos analizar lo que dije en vez de seguir ciegamente a esa maid. A no ser que seáis compañeras o tengas serrín en la cabeza - dije con tono de sorna.

Coloqué mi barra de tubería entre las dos y empujé hacia arriba con la evidente intención de quitármela de encima.

- Estás en mi camino.

VI trato de esquivar el golpe.

-Literalmento oi que querias matarla y comerte su carne por que el pollo no te habia satisfecho, no hay mucho que analizar ahi sinceramente.

Pero aquella chica era tambien bastante habil peleando, asi que le impacto.

-Seras zorra.

Grito devolviendole el golpe

- ¡Ja! ¡Mientes! No he pronunciado esas palabras en ningún momento - dije mientras esquivaba el golpe.

La señalé con mi arma mientras sonreía.

- Mi única conversación con ella fue pedirle saber qué hacía con la sombrilla, si es quien creo que es, es peligrosa y no iba a enfrentarme a ella con las manos vacías. Sin embargo, habéis decidido atacarme primero.

Te juro que si esta tipa es telépata me vas a escuchar ... ¿Y YO QUÉ MALDITA CULPA TENGO? SÓLO PEDÍ COMIDA DECENTE... Tu y tu maldito estómago, si conseguimos librarnos de ellas juro que te mataré de hambre durante 2 meses, comerás ensalada cada día... ESO NO TE LO CREES NI TU, ¿TE RECUERDO QUE COMPARTIMOS CUERPO, QUERIDA?... Cómo te odio... 

El golpe con aquella tubería hizo una gran cantidad de daño a la Maid VI, sintiendo en sus propias carnes como aquella otra Maid que llevaba encima el inodoro a modo de casco tenía una fuerza casi sobrehumana, pues aquel simple golpe la dejó sin respiración y sintió como una de sus costillas se agrietaba cuando la lanzó lejos de encima de ella.

Por otro lado, cuando esta contraataco, su ataque fue bloqueado (o esquivado) por la Maid I que parecía estar más que dispuesta de huir de aquel lugar cuanto antes.