Partida Rol por web

El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.

No codiciarás bienes ajenos

Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente nadie estaba viviendo en el lugar, de hecho no había ninguna cosa desordenada o que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien.

La Maid se alejó de las otras Maids que seguían por el pueblo sin hacer demasiado y se adentró dentro de una de las casas al azar para poder usarla, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia... y lo que era mejor, agua y luz.

VI miro la entrada, ya estaba acostumbrada a que cada casa tenia un mandamiento, si cada una de ellas tenia una casa ¿cada una era un mandamiento? ¿O cada una rompia uno de ellos? 

Sin tener ni idea de la respuesta, y teniendo en cuenta que ella parecia no haber reconocido ninguna de ellas, solo le quedaba continuar investugando las casas, antes de que el sol se fuese... aunque eso no parecia un problema, al parecer el sol habia decidido volver a salir por algun extraño motivo...

Llegando a la casa, la Maid procedió a investigarla. Al parecer aquella casa a primera vista parecía ser normal que cualquiera de otras de las casas, pero al abrir la puerta del cajón de la mesilla de noche al lado de la cama esta encontró una pequeña arma un tanto extraña, tanto que no era capaz de reconocerla.

Curiosa por el artefacto lo examino dándole un par de vueltas sin saber muy bien que era, parecía una especia de pistola ¿Seria el juguete de algún niño? apuntó hacia uno de los muebles y apretó el gatillo para ver que hacia...

Con un gran "ZAP" la pistola disparó un rayo que impactó en el mueble y este mueble desde la zona del impacto se volvió de un color azulado y empezó a desintegrarse hasta no quedar nada salvo una asquerosa baba azulada que generaba burbujas que explotaban en su superficie de vez en cuando mientras su tamaño seguía reduciéndose.

La maid pestañeo algo impresionada por lo que acababa de ocurrir.

"Vaaale, sera mejor tener cuidado con esto"

Penso para si misma mientras guardaba la pistola con cuidado.

Trasteo un poco mas por el lugar, para ver si encontraba algo que delatase a quien pertenecia la casa.

No parecía haber nada que se equiparara a aquella pistola desintegradora que se había encontrado y que se guardado con cuidado, no fuera a ser que se desintegrara el trasero o peor aún, el traje de Maid haciendo una escena ecchi sin ningún tipo de sentido ni beneficio.

Había algunas que otras cosas de menor interés como un telescopio, un mapa del cielo nocturno y pocas cosas más...

Aquella Maid parecía haber encontrado todo lo que tenía que encontrar en aquella cabaña, por lo que decidió salir al exterior y dirigirse a otra que no había explorado aún, probablemente para conseguir más información de todo aquello que estaba sucediendo en el pueblo en estos momentos.

El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.

No codiciarás bienes ajenos

Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente nadie estaba viviendo en el lugar, de hecho no había ninguna cosa desordenada o que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien.

La Maid se alejó de las zombies que seguían por el pueblo sin hacer demasiado, merodeando por él y se adentró dentro de una de las casas específica para poder usarla, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia... y lo que era mejor, agua y luz.

 -Mierda, mierda, mierda... -definitivamente, era un buen momento para reflexionar sobre porque fue tan vaga como para quedarse todo el tiempo del mundo encerrada en una única casa sin hacer absolutamente nada, pero por desgracia, esa reflexión tenía que ser en movimiento, pues no tenía dudas de que aquellas zombies no dudarían en buscarle. -. Mierda, mierda, mierda...

 Habiendo entrado en aquella casa por mera casualidad, y no por una extraña deducción teórica-matemática de su jugador, a la maid no le quedaría de otra que empezar a investigar velozmente en busca de cualquier cosa que le pudiese ser de utilidad si los zombies venían por ella...

Llegando a la casa, la Maid procedió a investigarla. Al parecer aquella casa a primera vista parecía ser normal que cualquiera de otras de las casas, pero al abrir la puerta del cajón de la mesilla de noche al lado de la cama esta encontró con la silueta de una pequeña arma un tanto extraña, tanto que no era capaz de reconocerla por la silueta.

Por desgracia el arma no estaba ahí... así que tampoco es que reconocer que tipo de arma era le fuera a servir.

 -Mierda, mierda, mierda... -sabía que estaba bastante jodida, y bien merecido se lo tenía por no haber hecho nada durante todo el rato que el resto estuvo moviéndose, ¡pero las consecuencias vinieron muy de golpe!. -. Tsk...

 Sabía que estaba jodida jodida si se quedaba encerrada allí, y llegados a ese punto no tenía dudas de que, si el resto había explorado todas las casas, no encontraría nada de utilidad por más que buscase, por lo que solo le quedaba irse corriendo a toda pastilla...

 -Okey, el gato obedecía a III y odiaba al resto... ¿Pero qué tal si no era a todos los que odiaba, sino solo a los zombies o... vampiros...? IV dijo que el Ciervo también pudo haberla atacado, por lo que si voy hacia allá... -tragando saliva, la albina se armaría de valor: definitivamente no quería morir, pero ser embestida y perder la consciencia por un animal mágico sonaba a una muerte más rápida que ser devoraba viva por los zombies...

 Por lo cual, saldría de aquella casa dispuesta a huir al bosque.