Partida Rol por web

El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.

No tolerarás pensamientos o deseos impuros

Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente nadie estaba viviendo en el lugar, de hecho no había ninguna cosa desordenada o que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien.

La Maid se alejó de las otras Maids que seguían por el pueblo sin hacer demasiado y se adentró dentro de una de las casas al azar para poder usarla, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia... y lo que era mejor, agua y luz.

Al leer el mensaje salí corriendo en dirección a la casa de ¿sacrificaras las fiestas? Siguiendo las instrucciones de IX. Le debía una grande.

Tras recibir la información por parte de aquellos dos, todo esto se hizo mucho más claro. Ahora aquella Maid no solo podía cumplir con su misión de salvaguardar al gato, sino que además el trabajo difícil ya lo habían hecho otros por ella. Todo estaba yendo a pedir de boca.

El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.

No tolerarás pensamientos o deseos impuros

Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente nadie estaba viviendo en el lugar, de hecho no había ninguna cosa desordenada o que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien.

La Maid se había alejado de las otras Maids que ahora ya no seguían por el pueblo, e ignorando lo que ellas hacían esta se adentró dentro de una de las casas al azar para poder usarla, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia... y lo que era mejor, agua y luz.

Una vez más, inspeccioné la casa el busca de comida, linternas, archivos, información o cualquier cosa que pudiera serme útil.

Inspeccionando aquella casa la Maid no encontró nada en el piso principal ni en el superior, pero lo que la Maid sí encontró fue algo que la sorprendió bastante, puesto que no solo había un montón de velas a disposición de esta, sino que también animales muertos colgados del sótano goteando sangre en pequeños baldes de agua. Además de eso había pequeños conejitos y cabras atrapados en el interior de jaulas, estos parecían estar hambrientos y desnutridos.

Por otro lado, en la última habitación del sótano había un gran espacio vacío en donde en el suelo había pintado con sangre un gran pentagrama. Al parecer fuera quien fuera el dueño de esta casa tenía algunas que otras cosas que explicar... porque esos hobbies tan particulares eran hasta un poco de extraños.

- Maldita sea - exclamé al ver aquella aberración - ¿quien demonios ha montado un altar satánico aquí? Xeguro que fue cosa de la vampira - dije con disgusto.

Me desagradaba mucho aquello, y no era la única.

VAYA FORMA DE TENER UNOS ANIMALES, ASÍ NO PUEDO COMÉRMELOS, SON TODO HUESOS... 

Lo primero que hice fue destruir el altar. Usando cualquier utensilio, ya fuera una olla o un balde, cogí agua y lo tiré sobre el signo del suelo para intentar borrarlo.

¿Quieres comerte los animales muertos?... ¡NI DE COÑA!¡QUÉ ASCO! A SABER QUÉ TIENEN! PREFIERO EL POLLO DE LA NEVERA... librémonos de los cadáveres, huelen horrible, tendremos que enterrarlos en el jardín...

Lo siguiente que hice fue buscar una cuerda para atar a los animales.

HAGAMOS QUE SE PONGAN GORDOS PARA PODER COMERLOS, NO PIENSO COMER ALGO TAN ESCUÁLIDO Y ENFERMIZO...

La Maid I logró borrar parcialmente aquel pentagrama satánico. Ahora el piso se encontraba mojado, húmedo y lleno de agua en algunas partes, pero al menos el pentagrama estaba parcialmente eliminado y la parte en donde esta casa se había devaluado su precio por posibles ritos satánicos se había re-escrito a "humedades".

Por otro lado, encontró cuerdas para atar a los animales.

Froté el suelo con los zapatos para borrar todo lo que pude y, cogiendo las cuerdas, saqué un par de cabritas y las até para que no se escaparan.

- Venga, futuras comida, a pastar para poneros gordos - dije llevándolas había fuera.

Aquellos animales parecían aterrorizados de la Maid I, pero tampoco opusieron demasiada resistencia mientras esta los sacaba al exterior. En donde no, no había ningún tipo de corral por ninguna parte. Simplemente era el exterior de la casa, nada interesante que destacar al respecto. No había materiales para hacer un corral... aunque quizás en el almacén del pueblo hubiera herramientas y materiales.

- A ver, ahora vosotros aquí quietecitos - dije encerrando a los animalitos en una habitación y asegurándome de que las ventanas estuvieran cerradas.

Seguido me dirigí al almacén. Mientas iba para allí miré a ver si había algún jardín que fuera cerrado para poder dejar allí a los animalitos.

Atando a aquellos cuatro animalejos, la Maid I decidió que lo mejor sería arrastrarlos y llevarlos por todo el pueblo en busca de algún lugar en donde esta pudiera dejarlos, engordarlos y posteriormente devorarlos una vez que fueran lo suficientemente grande para todo aquello.