Partida Rol por web

Mientras aquellas dos Maids seguían hablando sobre sus cosas, una cuarta Maid llegaría al pueblo, en concreto aquella que tenía el cuchillo en mano en mitad de todo aquel accidente aéreo. Vista desde esa perspectiva parecía ser notablemente menos peligrosa que cuando estaba rodeada de trozos de avión, fuselaje y llamas.

-La asesina del cuchillo.

Comento sin emoción alguna mientras veían como se acercaba a ellas.

-¿Viniste a matarnos?

Pregunto, en el mismo tono que una persona pregunta por el water en un restaurante.

-¿Por que seguimos aquí? no íbamos a mirar el almacén desde lo que han parecido 13 días, aunque supongo que han pasado minutos ¿Qué clase de brujería nos retiene?

Pregunto al cielo

Si el cielo pudiera responder, claramente diría a "VI" que este estaría encantado de moveros al Almacén, pero lo último que hicieron ellas fue que "VI indicó que se dirigían hacia el Almacén", siendo algo que también incluía a "VII", pero en ningún momento "VII" indicó que también se movía... como mucho había asentido ante la propuesta de irse antes de que fueran interrumpidas con la primera llegada de otra Maid en donde os quedasteis a hablar y desde entonces no hubo una re-confirmación ni un movimiento de propio de esta "VII".

Saliendo del edificio con tejado azul, IV se percató que todo seguía igual que antes, de hecho aquellas dos muchachas que habían dicho de irse hacia el almacén seguían ahí como si nada. Y junto a estas dos, se encontraba una nueva Maid más, en concreto aquella que llevaba el cuchillo ensangrentado en su mano.

Saliendo del edificio con tejado azul que parecía ser una pequeña comisaría de policía, aparecería IV, cargando con aquella enorme sombrilla de playa a modo de parasol improvisado y excesivamente grande. Quizás había encontrado algo de interés en el interior del lugar, o quizás no...

Mira al resto de chicas, aún llevando esa colorida sombrilla de playa sobre su cabeza. Se la ve indecisa por unos segundos sobre si acercarse o no, pero... Al final decide asentir para sí misma e ir con ellas, al menos un breve instante. 

-Tengan... Cuidado en la intemperie. Hay animales peligrosos. Las demás... Van a llegar pronto.-

Asentiría para sí misma una vez que el mensaje estuviese entregado, continuando su camino esta vez hacia el almacén. No parecía muy sociable en absoluto, pero al menos la advertencia fue dada.

Aquella muchacha luego de advertir a las otras tres de los peligros que había en el pueblo, se dirigió directamente al Almacén, uno de los únicos dos edificios con tejado azulado, junto con la pequeña Comisaría del pueblo. El resto de las cabañas tenían el tejado del mismo color, indicando que eran simplemente casas normales.

Al llegar al pueblo fui asaltado por tres compañeras de las que se habían ido primero.

Estoy seguro que sho no fui. Vine acá para buscar curitas para esa chica. Sho de verdad no sé... No entiendo nada... Quiero entender esto.

mire a las otras esperando entendimiento aunque sé que es imposible

¿Alguna vio un botiquín o algo?

VI se encogió de hombros, fuera o no una homicida estaban juntas en aquello, así que simplemente la mantendría vigilada cuando se acercase mucho a ella.

Señalo el edificio con tejado azul.

-Llevo queriéndome dirigir al almacén un buen rato, pero aquí mi compañera parece que no se acaba de decidir, así que estoy aun aquí, quizás allí encontremos material medico, y con suerte alimento y demás material para sobrevivir en la isla.

Mire a la chica que estaba un poco inquieta.

Che, si vos querés, yo puedo ir con vos al almacén. Prometo no hacer nada. Puedo ir delante si quieres, así podes ver si hago algo raro.

VI se encogio de hombros.

-Claro, sin problemas, si intentas hacer algo te arrepentiras, asi que no tengo problema en ir contigo.

Dijo sin cambiar ni un apice su tono de voz

Esta bien iré con vos entonces, prometo no hacer nada.

Empecé a andar delante de ella como le había prometido.

Aquellas dos muchachas, tanto la apuñaladora en potencia como la otra, avanzaron hacia el Almacén, siguiendo muy de cerca a aquella otra muchacha que había ido directamente pasando del culo de aquel trio de maids. Con aquel movimiento, habían dejado atrás a VII, la cual seguiría sola por el pueblo.

Aquel pequeño pueblo costero consistía en tan solo 10 cabañas de distintos tamaños, aunque su estética parecía seguir el mismo patrón. Y por lo que se podía ver por las ventanas, estas se encontraban completamente amuebladas, con camas, mantas, sillones... e incluso había electricidad.

Lo que sí que no parecía haber eran personas que las habitaran, tampoco rastro alguno de que alguna vez estas fueran habitadas en un primer lugar; pues todas se encontraban limpias y sin un solo gramo de polvo o de suciedad y todo se encontraba recogido.

Uno de los dos edificios que más llaman la atención, pues tiene el tejado azul, parece ser un almacén en donde se guardan bastantes cosas que pueden ser útiles para la supervivencia e incluso para la vida en aquel lugar. El otro, por el contrario parece ser una pequeña comisaría, pues tiene una zona con celdas en su interior.

Aquellas dos Maids pudieron ver a otra Maid que antes que ellas había llegado al pueblo y pese a que habían estado poco más que ellas explorándolo parecía que no habían hecho demasiado en investigarlo a fondo, ahora mismo esta Maid se encontraban frente al edificio del tejado azul que parecía ser el almacén.

Mientras aquella Maid seguían investigando el pueblo en solitario, una quinta y una sexta Maid llegarían al pueblo, en concreto aquellas dos era la que tenía una larga cola de reptil en vez de piernas y la otra... tenía piernas en vez de una larga cola de reptil. Probablemente una fuera más peligrosa que la otra... ¿Pero cual?.

      Reptando por aquellas partes que parecían haber sido pisadas por las otras mozuelas exploradoras al fin nos terminamos encontrando con algo que no parecía un seto o piedra bien hincada en la tierra.

      ¡¡ Civilización.... !!- comentaba con bastante alegría, aunque al instante era seguido de un sonoro - Tsssssssk...., falsssa alarma, nivel poblacional bajo, no alcanzar ni para casssssserío... quizasssss.... una finca familiar... o ssssimilar...  - mirando en todas las direcciones por si aquel numero de emplazamientos aumentaba o no, solo para ver a lo lejos a una de las que se había adelantado  - Obsssserva... - le comentaba a (X) - la forma en como analiza cada tablón... cada visssssagra... cada capa de pintura, quizásssss.... esssstemosssss ante una professsssional en el fino arte del decorado de exterioressss e interioresssss..... - para entonces con la mano señalar a dos de las casonas que tuviéramos a manos y relativamente cerca -  bussssquemos en ellassss... mientrassss ella sssse encarga de la sssssuya...

Asentía con la cabeza mientras escuchaba atentamente a mi reptante compañera de aventuras. Luego me agazapé entre los arbustos para observar con más sigilo y atención cómo aquella Maid cuyo número no recordaba rebuscaba en todos lados.

—¿Es posible que estemos ante un especimen único en su especie? —pregunté en susurros a mi compañera.

Sí, sin duda una experta... aunque, a decir verdad, no es que pareciera estar haciendo nada especialmente elaborado, pero si mi compañera lo decía... Fuera como fuese, cuando ella dio la orden de rebuscar en las otras casas, yo asentí con la cabeza conforme.

—Sí, ¡tienes razón! —dije, como si hubiera dado una idea brillante—. Si nos acercamos demasiado a ella, e invadimos su territorio, puede que se ponga agresiva y nos ataque. Es mejor que la dejemos a su aire y nosotras investiguemos por ahí... quizás encontremos más seres extraños a los que analizar...

Sí, sí... no son imaginaciones vuestras, me sentía como si estuviera en un documental de National Maidgraphics...