Partida Rol por web

Con la cabeza de uno de ellos clavada en el barco, quedaba el otro dispuesto a dar guerra, propinándome sendos golpes en la cara. Sentir el sabor metálico a la vez que el DJ le daba caña a la música me encantó.

Un golpe, dos golpes, una esquiva... y quedaba el muy idiota como un pelele de espaldas. Sin dejarle tiempo a reaccionar, fui a por él, acabando con un gran RKO.

El hombre es enganchado y le haces la llave. Un fuerte ¡PAM! suena en el suelo. La gente se vuelve loca y te vitorean. El hombre está casi al borde de la inconsciencia, saca su arma, una pistola, e intenta dispararte a una distancia de bocajarro. El arma se le encasquilla, e intentando desencasquillarla se pega un tiro en el pie. La gente comienza a reírse.

Yo sabía muy bien lo que a la gente le gustaba y cómo dárselo, y no me estaba refiriendo únicamente a mi porra. Jugando con la música, el fuerte impacto del gorila contra el suelo resonó junto a los graves de la tronante música.

Yo me levanté eufórico, volviendo a la gente eufórica mientras los motivaba a desmadrarse, pero el montón de mierda todavía tenía ganas de guerra, nada menos que metiendo una pistola en una pelea de hombres... y así acabó, pegándose un tiro así mismo mientras se afanaba en desencasquillar.

"¡Eso es lo que yo llamo un gatillazo!", le digo entre risas. Arrastrando al montón de mierda un poco, lo agarré y levanté del suelo, poniéndolo en pie tan solo para alzarlo por encima de mí, sosteniéndolo en el aire.

Pero para desgracia del gorila, no lo liquidé sin más sino que lo dejé así, suspendido hasta el punto de tenerlo agarrado con una sola mano mientras la otra instaba a la gente a gritar, antes de darle el golpe de gracia, clavándolo junto a su colega.

El hombre pega un hostión en el suelo, queda totalmente KO, además tiene muy mal aspecto... un par de enfermeras corren a atenderlos y se lo intentan llevar del lugar. 

Los demás empiezan a vitorear.- MARCUS MARCUS.- y enloquecen. La "jefa" aplaude con lentitud.- Me has impresionado, de veras... supongo que querrás tu recompensa.- Dice señalando con un dedo al camarote.- Vamos a divertirnos...

Se levanta y te conduce hasta el camarote. Acto seguido cierra la puerta.

Dejarlo clavado en el suelo sería quedarse corto pero el mierda se lo tenía más que merecido, sobretodo por hacer preocupar a las enfermeras innecesariamente. ¿Es que no podía joderse él solito sin más y dejar que las atentas atenciones del personal sanitario fuesen solo para mí?

La gente vitorea y yo alzo ambos puños triunfante, volviéndolos todavía más locos, hasta que la 'Jefa' interviene, toda ella femme fatale, para llevarme a su camarote. Su forma de moverse, de expresarse, de cerrar la puerta tras de sí... Había dado todo este rodeo para acabar tirándome a la de la barra pero iba a darme el rodeo de mi vida hasta llegar allí.

Deshaciéndome del bañador, la encaré de frente, atrayéndola hacia mí por la cintura. Por si no notaba sobradamente mi armamento, la aupé, haciéndola quedarse a horcadas en mis caderas. Mis manos dieron cuenta de sus nalgas y no tardaron que ir a deshacerse de ambas partes de su bikini.

"¿Podrás con los intereses tu sola?".

Primero ella se dejó quitar la parte de arriba

Luego te tocó el miembro viril mientras dejabas que se quitara la parte de abajo...

- ¿Qué me vas a hacer, capitán?.- dijo mientras se chupaba el dedo.

"Ahora lo verás...".

Metes tu enorme rabo en su estrecho coño, ella comienza a retorcerse poco a poco mientras es penetrada y la agarras en tu cintura. Comienza a gemir

Ella te grita que le encanta, mientras tú la sigues penetrando...

Me encantan las mujeres, me encanta saborearlas y hacerlas gozas, y aunque con algunas puedo llegar a ser especialmente atento, el subidón de la pelea y el aire tan fatale de la 'jefa' me hacía pasar directamente a mi lado más rudo.

Sin moverme de la puerta, hice descender sus caderas sobre mi miembro, entrando en ella de forma lenta pero continua, forzándola a acomodarme por completo y dándole el tiempo justo antes de que empezase lo bueno de verdad.

Haciéndola subir y bajar por las caderas a la vez que le daba con las mías, acabé apoyándola contra la puerta del camarote. Mis manos pasaron a sus nalgas, de allí a sus muslos y finalmente a la corva de las piernas, separándoselas bien mientras la embestía una y otra vez.

La nena sabía ponerme muy a tono con sus gritos, que no eran más que munición de la buena para mí.

La tía, cada vez más cachonda, sacó el miembro y le dijo.- Cómeme el coño, ahora.- mientras abría sus piernas y las levantaba

La notabas ya mojada y cachonda... una verdadera loba.

Parecía que la tía quería marcha de todos los tipos y aunque yo hubiera preferido seguirle dando bien, a nadie le amargaba hacerle el capricho a toda una loba como ella.

"Goza nena, goza...".

Apartándonos de la puerta, nos llevé hasta la cama, donde la tumbé con energía, agarrándola bien para que no se me escapase antes de ir a por ella.

Ella se retuerce minetras toca sus pezones. Parece que al hombretón se le da bien comer también.- Sigue joder sigue.- Le pedía.- Y después de esto sígueme penetrando.- Decía ella, mojando cada vez más tu boca con su lubricante natural. Sus pezones estaban muy erizados.

La 'jefa' seguía al pie de la letra mis instrucciones. Gozando como una perra en celo, se retorcía de placer mientras mi boca se iba llenando de sus sabrosos jugos. Aunque sus palabras más bien sobraban, pues era imposible que no la hiciese temblar de placer, me sirvieron para volver a ser más rudo, con mi lengua atacando sin piedad, especialmente si empapado clítoris.

 Aguantando así todo lo que pude, solté sus piernas toda vez que le hacía darse la vuelta, poner el culo bien alto, y follármela con fuerza. La tía era una auténtica loba que le gustaba la caña y de eso iba a tener de sobra.

"Vamos nena, sé que puedes gemir más fuerte", le digo sujetándole la melena mientras le daba la marcha de su vida, embistiéndola frenético y siempre hasta el fondo. Esta loba aullaría y babearía por mí, lo tenía claro.

Como un monstruo motorizado cuyos caballos de potencia rugen tras ser insuflado con óxido nitroso y combustible para cohetes, mi frenesí no tenía límites. Embestirla mientras tiraba de su pelo era apenas un comienzo de lo que estaba por venir.

"Prepárate para los intereses porque vas a desear haberte traído a tus amigas, muñeca".

Postrando su cabeza contra la almohada, inmovilicé su cuerpo mientras la abrumaba. De ahí pasé a sentarme en el borde de la cama, estrujando y pellizcando sus pechos y pezones, así como su sentible botón inferior, la hacía botar una y otra vez sin descanso. Tan pronto parecía que mi polla saldría de ella, yo la hacía volver a bajar con fuerza. Yo le había hecho caso antes en sus peticiones y ahora ella iba a hacérmelo a mí.

En el suelo, contra la pared, en el sofá, sobre la mesa... poco menos que destrocé el camarote, llenándolo todo de sus chorreantes jugos, tanto los de su ardiente coño como los de su boca, la cual hice que catase sobradamente mi monstruo.

Acabando de vuelta en la cama en plena vorágine, con sus piernas subidas casi hasta la cabeza, acabé por soltar todo el torrente que había estado conteniendo todo este tiempo con la misma virulencia con la que le venía dando juerga hasta ahora.

Le había dicho que sentiría el sol, ¿no? porque yo juraría que se ha quemado a base de bien.

Lejos de contentarme con acabar por rebosar su coño, extraje mi duro miembro para soltar carga también sobre su sudadísimo cuerpo, encaminándolo hacia su boca.

"Chúpalo y trágalo nena. Los intereses se pagan".

Ella se lo tragó todo, y gimió de placer hasta llegar al culmen. Entonces se relajó y le dio una tarjeta, que sacó de su bolso.- Oh, dios, esto hay que repetirlo. Toma, llámame.- acto seguido quedó en la cama aún temblando de placer. Entonces, se queda quieta y abre los ojos.- ¿Escuchas eso?.- dice, mientras señala a cubierta. 

Al afinar los oídos escuchas a gente corriendo y unos extraños gruñidos... la gente parecía gritar de pavor... y el barco comenzó a bascular ligeramente de un lado a otro.

La chica no solo obedecía sino que lo hacía deseosa, haciéndome poner la mano sobre su cabeza para dar unos últimos envites hasta que ya descargué del todo y ella recuperaba fuerzas. No solo había sido la hostia sino que además, cuando apenas me estaba empezando a poner el bañador, me pasó su tarjeta con su nombre y el número.

Lo malo era que lo bueno siempre dura poco. Sí, he dicho que dura poco, ¿o acaso te pensabas que me iba a contentar solo con ella?

Gritos, carreras y extraños gruñidos se juntan con un par de vaivenes del barco, cosa que me hizo agarrar bien fuerte la pipa, la de plasma no la otra,  antes de salir por la puerta del camarote. Ya me había lucido con un par de gorilas pero eso solo había sido un calentamiento.

"Putos cabrones...".

Subes corriendo con el bañador puesto únicamente y encuentras lo que es un "merodeador" matando a todo cristo con un arma de "humano". Los merodeadores bien sabías que eran los bichos que recopilaban información para los extraterrestres que os atacaban. Seguramente habría sido descubierto al no tener más energía para mantener su cuerpo humano (su camuflaje, ya que adoptaban formas de seres vivos) y estaría algo asustado. Tenía una forma similar a un humano, pero era un ser medio translúcido, de color azul, como una gelatina. Te sacaba una cabeza de más, aunque eran delgados. En sus manos tenía una uzi. 

Mi presentimiento de que se estaba liando una buena se cumplió con creces nada más subir a la cubierta. Uno de esos putos aliens infiltrados estaba usando una jodida arma humana para liarse a tiros con todo dios... ¡y eso incluía a casi todas las chicas! ¡Hijo de puta!

Aprovechando que el adefesio gelatinoso no prestaba mucha atención a aquello que no tuviera delante eché a correr hacia él como pude entre la masa de personas a fin de acortar distancias lo más rápidamente posible. Ya podría echarme a un lado para cubrirme con algo si me veía llegar, eso si no se quedaba antes sin balas.

Llegas hacia una posición más cercana. El suelo está lleno de sangre, y numerosos cadáveres te impiden ir a buen paso. El bicho se gira disparando también a tu posición, ya que dispara a lo loco. Te cubres con uno de los cadáveres que hay en el suelo, aunque no es una cobertura muy buena...

A la izquierda está la barra del bar, así que con suerte tu próximo movimiento puedas tener una mejor cobertura.

La ráfaga te hace pupa, ya que la uzi es capaz de meter varias balas a muy rápida candencia. Eso en el cuerpo de un humano podría ser casi mortal. 

De repente ves cómo la camarera de antes sale de la barra con una escopeta e intenta acertar al bicho. ¡BAM! suena de forma cegadora. El disparo no acierta al blanco.