Partida Rol por web

" NO SON LAS PERSONAS LAS QUE HACEN VIAJES, 

SINO LOS VIAJES LOS QUE HACEN A LAS PERSONAS'

 _{Gandalf el Gris}.

" Hay corazones oscuros, otros soleados.

Otros pequeños, otros grandes.

Pero todos coinciden en una cosa,

Sin un corazón nadie sería nada."

_Celebrimbor 

Tritón propuso de salir del poblado y acampar hasta la frontera de la línea segura, y así aprovechar la luz del día siguiente para avanzar.

A la luz del día los orcos eran más torpes y menos abundantes ellos prefieren la noche y ocultarse del molesto sol.

El lugar tenía algunos pequeños escampados cercanos al camino,  no eran muy grandes y las paredes rocosas molestaba bastante para dejar los carros.

Cómo el resto del camino el paisaje era helado, rocoso y con pocos animales salvajes en la zona.

El grupo de carros se tuvieron que dividir en tres separados unos de otros unos 300 metros.

Ya que el terreno no era apto para dejar los carros se tuvieron que buscar lugares amplios y apartados fragmentando el grupo en tres.

La noche iba a ser fria pero de cielo despejado de nubes y repleto de estrellas.

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No tardaron en llegar las primeras quejas por parte de las esposas y mujeres.

Y es que durante generaciones la Gente del Barón se ha dedicado  a buscarse por las noches unos con otros y carecen de conocimiento de otras costumbres.

Las embarazadas de pocos meses fueron con toda naturalidad a buscar a los hombres  de los carros 

"- Estas chicas hay que educarlas, son salvajes"

". - que no se acerquen a mi marido o las cojo de los moños"

"- que alguien las ponga al día de nuestras costumbres o lo haré yo con la vara".

Decían las esposas y mujetes del carro muy enfadadas.

Al límite de la frontera del Barón y estando los orcos del clan Cuervo por esas montañas, la noche podía ser peligrosa. 

Además de las quejas de las esposas y mujeres con respecto a las jóvenes del Barón. Estás con el embarazo parecían tener las ormonas alteradas.

( MENUDA primera noche de movidas con la parienta por culpa de esas jóvenes alocadas, habría que llevarlas al colegio. - pensaban los hombres.)

Voy recogiendo las impresiones de las mujeres de la caravana no se me pasó por la cabeza el choque cultural. Pero sabía que no iba a ser fácil así que me paso por los puestos de cada uno de los miembros de la Hermandad para que acordemos como dirimir la disputa que se daría por los hombres de la caravana. Había que convencer a las mujeres que pertenecían al Barón que antes de actuar debían consultar con el grupo para evitar disputas por diferencias culturales. No era conveniente tener problemas internos mientras anduviéramos por aquellos terrenos hostiles.

Desde que abandonaron el asentamineto del Baron, Gutrid marchaba a pie, dejando sitio a las jovenes embarazadas en la parte trasera de los carros. Por la noche fumaba un poco de tabaco de Numenor con algunos de sus compañeros. No obstante, se sentia preocupado por las recientes riñas entre las mujeres de la expedicion y las jovenes que ahora les acompañaban.

"A ver, a ver... calma. Que esta pasando aqui?"

"- Que sucede!. Que sucede que estas jovenes no se se acerquen a nuestros maridos, o las dejamos sin moños, eso es lo que sucede, hay que corregirlas con una buena vara del siete, para que aprendan rápido lo que es correcto- intentaban explicar las mujeres enfadadas" 

Me puse al frente de la caravana, en la primera carreta y sin mirar atrás comenzamos el camino a Ciudad Gris, tenía claro donde teníamos que hacer parada antes de atravesar la tierra de los orcos. 

Cuando comenzó a anochecer hicimos la parada.

Hasta aquí hemos llegado, mañana será un día complicado, le dije al hobbit que solía acompañarme en los viajes.

Mientras toma un pequeño descanso se empezaron a oír voces en la caravana, las mujeres chillaban y no sabía que motivos había para tanto jolgorio.

Me limite a escuchar las primera quejas y enseguida entendí lo que pasaba.

Me acerque a Malleus y le dije creo que deberías hablar con "las nuevas" (refiriéndome a las chicas del barón), a ti se te dan mejor estas cosas, déjales bien claro que en nuestra sociedad los hombres no se comparten, con un guiño de ojo le deje que manejara la situación.

Guthrid evaluo la situacion. Parecia que si no lograban resolver aquella disputa, el viaje se retrasaria y serian un blaco perfecto para los orcos. Guthrid asumio que las jovenes no tomarian en serio las palabras de un mago, pero los hombres si que le consideraba un cierto respeto.

"No se preocupe, señora. Dejenme a mi hablar con sus maridos. Mi compañero, maese Malleus tiene buena mano con las jovenes, permitanle hablar con ellas."

El mago se retiro a terminar de fumar tabaco y espero pacientemente a que los hombres acudieran a reunirse con él en un sitio no muy alejado de la caravana.

El grupo tenía que intentar hacer entender su nuevo status a todos, ( hacer tirada de Labia o Carisma , DF 12, para ver cómo queda este afunto).

                  Se intentó poner orden ( se conseguirá?), La hora de la cena estaba por llegar se hicieron hogueras y se calentaron los pucheros entre los tres grupos de carros, luego se contaron historias al rededor del fuego y se tocaron canciones.

Los Valar refugiados en Aman crean los Dos Árboles que iluminan su tierra, pero siguen preocupándose por la Tierra Media. Es entonces cuando despiertan los elfos y los Valar luchan contra Melkor para protegerlos. Al vencer a Melkor, los elfos son convocados a Aman y los que aceptan comienzan el largo viaje divididos en tres razas. Casi todos llegan a Aman y ahí prosperan. Los elfos Noldor y sus príncipes son los protagonistas de la historia a partir de este momento. Fëanor, el primogénito del rey, crea los Silmarils, las más bellas joyas que jamás hayan existido, y Melkor al ser liberado urde mentiras para poder robarlas. Al final Melkor se sale con la suya y pone a los Noldor contra los Valar, haciendo que salgan de Aman en su persecución y en el camino cometan crímenes que les acarrean una maldición de la que posteriormente no podrán escapar. Las Edades de los Árboles terminan con la destrucción de los Árboles, la huida de los Noldor hacia la Tierra Media y el levantamiento de los últimos frutos de los Árboles como los astros de Ithil (la Luna) y Anar (el Sol)"

Y así se Va pasando la hora de la cena.

¿ Que hacéis?.

El tiempo pasaba, cuando desde el primer grupo de carros ( a unos 300m)se escucharon gritos de alarma...

El viaje hacia Ciudad Gris continuó con el enano al frente de la expedición. No se podía ir todos juntos e íbamos por grupos con una pequeña separación entre unos y otros, pero se marchaba mejor de lo que yo esperaba.

Pero la marcha a buen ritmo no duró demasiado. Las nuevas señoritas comenzaron a "chinchar" a los varones de la expedición y las mujeres de éstos comenzaron a protestar. En el momento de parar para el descanso se me hizo partidario de poner orden entre las féminas, a lo que asentí con resignación.

Me acerqué a donde estaban las chicas y llamé la atención de ellas - Mis señoras, nos hemos hecho cargo de vuestra seguridad y bienestar. Se encuentran en un estado hormonal por los embarazos un tanto complicado (me he informado con las matronas que nos acompañan). No les voy a hacer un ruego, ni petición, solamente una advertencia... - comenté cambiando un poco la expresión de mi rostro y fruncí el ceño - ¡nos adentramos en tierra de orcos! la que no se comporte acabará siendo menú de éstos y los niños que se están gestando serán el postre, por favor mantengan una cordura decente que ya no están con el Varón, están en una sociedad en la que hay normas para una buena convivencia, portensen con decoro y respeto hacia las demás esposas y todo irá bien ¿queda claro? - comenté en tono serio...

Justo al acaba el discursito se escuchó no muy lejos unos gritos de alarma. Sin pensarlo desenvainé a Ahuwen y alenté a los demás a que me siguieran para ver que problema había (dejo tirada por si viera algo más de la cuenta)...

Los maridos de las mujeres de la expedicion acudieron al encuentro con Guthrid en un claro no muy alejado del campamento.

"Señores, gracias por venir. Como bien saben han habido nuevas incorporaciones en la expedicion. Estas jovencillas merecen nuestra amistad y cuidado. Esto no significa que deban abandonar o romper el compromiso que una vez juraron con sus respectivas esposas. Les pido que cuiden su reputacion, al menos delante de sus señoras. Me entienden?

El discurso del mago se vio interrumpido por la señal de alrma. Estaban atacando los Orcos?

Mientras mis compañeros calmaban a las féminas de los dos grupos, paseaba tranquilamente, no era una guardia como tal, pero me gustaba estar alerta. 

No muy lejos de mi posición se escucharon gritos de aviso.

No puede ser, ¿¿nos atacan??, Y con Manwë en mano me acerque a los gritos.

—Atiendan a las palabras de la hermandad —digo luego de las respectivas intervenciones de Guthrid y Malleus —. Sabemos que su vida ha sido muy diferente a la de otros pueblos y por eso mismo ustedes decidieron salir de ahí. Por ellos les pedimos que se amolden a las costumbres de los lugares que les acogerán de ahora en adelante.

No terminábamos  de aclarar todo cuando gritos de alarma nos indican que quizá lo más temido acaba de aparecer. Orcos, sin duda. Tomamos nuestras armas y nos posicionamos para enfrentar la amenaza.

Las mujeres estaban escuchando atentamente las indicaciones de nuestro heroes, cuando llego Malleus, algo tal vez su mirada, tal vez el tono de su voz, pero terminarón todos de tranquilizarse, parece que lo que durase el viaje no iban a tener más problemas de ese tipo.

Estaban meditando todo ese asunto, seguramente ya no iban a tener problemas sobre ese asunto.

La meditación fue rota al escuchar jaleo que venia de los primeros carros, los jovenes y los hombres se armaron como pudieron.

enseguida se fue a investigar lo sucedido 

La Noche ayudaba, el cielo estaba lleno de estrellas y de una luna que dejaba "ver" decentemente, estando cerca. 

El anciano Belberi, fue el que informo a nuestros aventureros lo sucedido.

- las mayoría había ido a la reunión, algunos mayores nos habíamos quedado para recoger los utiles de la cena y asear todo, avivar el fuego, en fin ordenar un poco esto. - Hice una pausa y señale arriba - a unos 800 metros o quizás un poco más, (fuera de las fronteras del barón ), se ha escuchado  una explosión y ruidos que creemos de huargos y de armas y unos cuernos de alarma, es de noche pero hay bastante movimiento allá arriba. - dejo de señalar y miro al enano. - creo que alguien tiene problemas alla y cree que por el tipo de sonido de cuernos han de ser humanos de las montañas, o enanos.

Guthrid acudio rapidamente a donde estaban los demas y escucho las indicaciones del anciano Belberi. "Asi que no era una señal de alarma nuestra? Tal vez deberiamos ayudar a esos humanos de las montañas o enanos que esten en peligro. Tal vez accedan a proporcionarnos libre paso por estos caminos hasta Ciudad Gris" Guthrid sabia que culquier alianza con los pueblos de las montañas podria ser beneficiosa con tal de esquivar los posibles ataques de los orcos. 

No paso mucho tiempo cuando llegué al principio de la caravana, el alcalde nos esperaba, nos indico que la alarma procedía de más allá de las fronteras del Barón.

Cierto, deberíamos echar un vistazo, pero dejar la caravana sin protección tan poco me parecía una buena idea.

Si alguien me acompaña nos acercaremos para saber que esta ocurriendo, y después de saber a que nos enfrentamos organizaríamos nuestras acciones.

¿Quién se viene? alguien debe quedarse para proteger a esta gente podría ser una trampa para quitarnos de en medio.