Partida Rol por web

Nunca me acostumbraría a vivir en un desierto como aquel, lejos de las frondas en las que había nacido y vivido, pero apenas sí lo noté enfrascado como estaba en estudiar cada una de las notas que teníamos sobre el templo del antiguo tirano.

- Hombre, no me esperaba especialmente una fiesta de recibimiento, dije, con sorna, al ver la oscuridad que anegaba el lugar. Me parece bien que explores tu antes, Oroku, pues podrás detectar guardianes antes que ellos a ti, pero no te arriesgues demasiado antes de venir a informar. En caso necesario, no tendremos problema en tener fuentes de luz... Por cierto, este lugar hiede a muerte..., dije, mirando con desconfianza en derredor, agarrando el pomo de Hoja de Niebla, el filo que me había acompañado desde el Templo de Fuego.

- Vamos, Oroku, veamos qué nos depara esa entrada...

El ninja da una vuelta alrededor de la piramide. Una "vuelta de reconocimiento" tratando de ver algo que salga de lo normal. Eso... o trampas, por supuesto. Al fin y al cabo ¿Es o no es el trabajo de una avanzadilla el detectar todas estas cosas, para que los demás miembros, los mas valiosos del grupo, no las sufran?

Zhay observó la gigantesca estructura piramidal. Si algo había aprendido en la colegiata donde se formó aparte de rezos, conocimientos religiosos y enemigos de todo lo vivo, eso fue arquitectura.

La clérigo estudió la pirámide y recordando sus conocimientos adquiridos trató de dilucidar donde podría ubicarse la entrada al lugar y características a tener en cuenta sobre ella mientras Oroku se acercaba al enclave.

Me parece que la luz no va a ser un problema, pues supongo con un 99% que todos podemos utilizar el conjuro de luz. Dice observando a Vala y Zhay.
Este lugar si que da miedo, y si, el olor que aquí se emana no se encuentra ni en la peor cloaca o cementerio. El lugar era realmente tétrico y espeluznante, pero debíamos mantener la calma y empezar a explorar lo cual el ninja se nos adelanto para dar un vistazo.
Bueno compañeros, entramos 4 salimos 4. Todos de acuerdo? pregunto el mago.

"Salen Cuatro... o más, si se puede"

Oroku no mira un recuerdo y no puede enviar sonreir. Una carta que Flechan y que Nightsinger le han mandado: Oroku gastó parte de su recompensa en resucitarles a partir de las cenizas que de ellos quedaron.

"Somos aventureros. Somos emisarios de Pathinder^TM. Nuestro trabajo es hacer posible lo imposible"

- Que poéticamente pedantes nos ponemos a veces...!!, dije, sarcasticamente, imitando el modo de hablar de Oroku. Con salir los cuatro de una pieza, y con esa condenada piedra, ya nos podemos dar con un canto en los dientes!! Bueno, y con los bolsillos llenos, aunque eso no suene tan pedantemente poético...

Sabía que en estos momentos podía resultar francamente desagradable, pero la tensión solía avinagrar aun mas mi de por sí ácido caracter, algo que, sin duda, mis compañeros sabían. Chasqueé la lengua:

- Venga, aseguremos ese paso, y vayamos a cantarle las cuarenta a ese tal Konshu: seguro que se alegra enormemente de recibir visitas... No me extrañaría que hubiera apretado a esa Allyn para que le traiga gente para "divertirse"... Sabía que estaba siendo injusto. La joven había demostrado sus buenas intenciones, intentando ayudar a su compañero aquejado por la fiebre del antiguo tirano, pero en esos momentos me daba igual, debia "morder" para eliminar todo ese "veneno".

A medida que se acercan a la zona donde se supone que la entrada a la tumba, bajo el sol. Esperabas ver el rostro de un enorme palacio tallado en la arena. En cambio, la entrada es poco más que un oscuro agujero en las dunas que cambian rápidamente. Es milagroso que Allyn lo haya encontrado. Al acercarse aún más a la entrada, observas que no sois los primeros en haberla descubierto.

La entrada principal ya ha sido desenterrada y abierta. Al entrar en la tumba, se ven enormes textos antiguos que adornan las paredes, inscritos en un lenguaje pictográfico desde hace tiempo enterrado en las arenas del tiempo. A ambos lados de la puerta, a unos cuantos pasos, hay dos pedestales bastante grandes sobre los que se erigen como estatuas guardianas de la tumba. Una de estas estatuas ha caído completamente en escombros, sus piezas se esparcieron por el suelo. Frente, el otro se mantiene en pie, mirando tan fresco como el día en que fue tallado. También se detecta el olor de los cadáveres podridos de los cinco guerreros que yacen alrededor del pedestal de la estatua rota. Los cadáveres todavía sostienen sus armas en la mano, y han sido golpeados hasta la muerte con un palo grande.

Vaya, que bien que Allyn haya encontrado la entrada con tanta facilidad. Ni que conociera donde estaba, se dijo la mujer.

Zhay observó los cadáveres desde el dintel de la entrada, gracias a la luz mágica que había conjurado en su escudo. Iluminó la estancia para poder ver qué había más al fondo. Tras ello volvió a mirar a los caídos.

- Cuidado. Este es un sito de mal. No sabemos con qué podemos encontrarnos ni qué nos puede atacar, pero algo lo hará. Incluido ellos - señaló con el mentón los cuerpos, indicando que no se sorprendieran si se reanimaban. La clérigo se volvió hacia Allyn.

- ¿Sabes quienes son? - preguntó.

"Ni tres semanas les doy" juzga Oroku.

"Los olores, cualesquiera que sean, no son simples vapores que respiramos. Y al estar en el desierto, un cadaver se secaría muy rápidamente. Que huelan a muerto significa que fallecieron hace MUY poco"
"No soy un experto en estos temas, pero supongo que este es el motivo por el que los hombres de nuestra empleadora "No están capacitados" ¿O no es así, Anyn?"

Desde la distancia, Oroku contempla mejor el escenario. Puede que las estatuas fueron derrotadas y los pocos supervivientes volvieron para contar la historia. O puede que las estatuas aún sean funcionales.

Así que quiere asegurarse antes de bajar siquiera.

Antes de adentrarse en la peligrosa pirámide, el mago se lanza dos conjuros, primero el de armadura de mago para poder aumentar al menos un poco sus defensas y el segundo el de luz sobre su mano izquierda para poder ver por donde camina en tan oscuras tumbas.
Luego observa los cuerpos y la estatua rota, me parece que bien desde el principio vamos a tener problema termina de decir eso y siente como se tensa y dispara el arco del ninja para impactar su flecha sobre la estatua que aún se encuentra intacta esperando ver si hay alguna reacción de la misma.

Una breve aunque concienciuza exploración de la base de la pirámide nos permitió localizar una entrada... Una entrada sembrada de cadáveres que, a mi experta capacidad de deducción, habían luchado contra una (- O las dos...) enormes estatuas que flanqueaban la zona.

El calor empezaba a ser considerable, así que, por un lado, agradecería el fresco que, sin duda, debía de haber en aquellas catacumbas plagadas de trampas, pero, por otro, no podíamos dejar de lado la investigación de aquella escena de combate:

- Espera, Oroku, no "saltes la liebre" antes de que veamos la escena desde todas las perspectivas... No me parece mala idea, pero espera a llevarla a cabo, cuando tengamos mas pistas..., apenas susurré, entrecerrando los ojos para tratar de no perderme un detalle desde la distancia.

Aesrit y Zhay, ambos, habían conjurado ya luz, que necesitaríamos, sin duda, dentro de Tumba de Amon Konshu, así que, conjurando magia sencilla, me centré en las estatuas, incluída la rota, y los cadáveres: - Si hay magia allí, quiero saber donde... Esas estatuas parecen guardianes poderosos, aunque una yace en pedazos. Si son golems, habremos de esforzarnos al máximo desde el principio...

Entonces, quedé pendiente de la respuesta de Allyn a la pregunta de Zhay, sobre si conocía a aquellos desgraciados.

Si se le pregunta, Allyn le informa sinceramente a la postre que no tiene conocimiento de esta desafortunada banda de aventureros. Si los PJs consiguen traducir con éxito los jeroglíficos en la pared, descifran una advertencia a cualquiera que se atreva a perturbar el sueño de Amon Khonshu para pensar lo contrario. Encuentro: Una vez que los PJs están todos dentro de la cámara y están buscando la puerta de la Antecámara (habitación # 2), la estatua intacta de guardián, un golem de arcilla, de repente cobra vida y ataca al grupo

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Oroku lo ve. Lo reconoce. Y recuerda a aquel beduino que le ofrecía un "Escarabajo AntiGolems". Y ahora no puede sino lamentar el no haberle hecho caso y haber comprado esa figurilla.

Ya no hay más que lamentarse ¿Verdad? Sólo queda luchar, con honor y habilidad.

Dado que todos estamos cerca del monstruo, da un paso rápido para situarse donde pueda golpear mejor, y ayudandose de la posición con sus amigos, hacer el mayor daño posible

(Léase, que se pone donde podamos flanquear, y si le hacemos furtivos, pues chachi)

¿El primer golpe? Una desgracia: Lo tenía "A huevo" y lo falla  ¿El segundo? Una maravilla, "Lo Clava" en todos los sentidos.

"¡Deprisa, compañeros! ¡No le dejemos ni que nos toque!"

Zhay, escudo en ristre, avanzó un escaso paso hacia la estatua animada, lanzando ataques contra ella. La clérigo optó por no ayudarse del apoyo de Oroku, permitiendo que Valanthir pudiera beneficiarse de una posición mejor. Después de todo el elfo era un buen guerrero arcano y sacaría mayor provecho de tales ventajas.

Sus golpes, a diferencia de Oroku, resultaron flojos y rebotaron en la dura superficie del golem.

Oh, vamos Milani. Un poco de acierto se agradecería por aquí abajo, pensó.

Como nos temíamos, al menos una de aquellas estatuas no era tal, y enseguida, mientras Aesrit trataba de descifrar los jeroglificos que había en la entrada de la antesala, una de ellas, imbuida de mágia aceleradora, se lanzó al ataque sobre nosotros:

- Un golem!!!, grité, para que mis compañeros estuvieran la tanto del constructo, levando la espada, para colocarme en posicion de combate. Antes de que llegara si quiera hasta nosotros, Oroku ya se había acercado, golpeando con su mágica espada, y Zhay hacia lo propio con su maza y su escudo.

Antes de lanzarme al ataque, traté de recordar lo que supiese sobre este tipo de constructos sobre los que tanto había estudiado en mis noches a luz de una vela...

Sorprendido por el golem, el mago empieza a conjurar para que debajo de su rival el suelo empieza a desaparecer, para intentar hacer caer a nuestro primer rival y no tengamos que gastar muchos recursos para lo que queda de pirámide. Bueno compañeros, tememos 1 minuto para poder aniquilar esta cosa antes de que vuelva a estar aquí arriba. les dice el mago al grupo para que ataquen con todo lo que tienen.
 

Con unos reflejos de rayo el picaro con un sentido de ataque agudizado le clava el nadoichi *1 con tremendo daño  para el gigante , Zhay le iguala en valentia pues pese a no ser una luchadora de melee, utiliza esta faceta con esmero , aunque sin exito, Valanthir se queda un poco anonadado ,*2 sin saber que hacer y thomathor el ultimo pero mas eficaz de los 4 utiliza otro de sus trucos magicos para que ell golem caiga irremediablemente en un foso

"Bien hecho, Thomath... esto... Aesrit!" Dice Oroku al ver la genial idea del mago. Realmente un Golem es un enemigo formidable, y tienen fama de ser muy resistentes tanto a la espada como a la magia. Pero el plan de nuestro Túnica Negra es el de un maestro: Si no puedes afectarle directamente...

Realmente, en esta nueva aventura parece que viene con unas nuevas y más increibles ideas, y capaz de cambiar nuestra suerte a mejor en cuanto se torciese.

Y dicho esto, Oroku hace lo que corresponde: Empezar dispararle al pobre e indefenso monstruo.

Como un ninja.

Zhay observó como Oroku acribillaba a flechazos al gigantón, agujereándolo por diversos sitios y haciendo despedir numerosos pedacitos de arcilla por doquier. A su vez, Tomathor conjuró un agujero planar que hizo que el golem cayera dentro de él, dándose un buen porrazo y quedando atrapado.

- ¡Bien hecho! - admitió contenta ante el hacer de sus compañeros a la que se retiraba un paso atrás del pozo, no fuera a resbalar y caer dentro.

¿Aesrit? ¿Cuando Tomathor se cambió el nombre?, se preguntó sorprendida la clériga. Si quería rebautizarse podía haberme pedido que lo hiciera por el rito de Milani, pensó la mujer con un leve fastidio. Las conversiones a la diosa de la libertad, en ocasiones, venían acompañados de una placentera, y libertina, bienvenida.

Tsk, ocasión perdida.