Partida Rol por web

"Estooo... chicos ¿Alguna idea? Estoy acostumbrado a ser una sombra ¡No a pelear contra ellas!"

dice sin saber si echar mano de la enorme katana, del arco, del agua bendita o de las flechas encantadas

Zhay suspiró, torciendo el gesto en su rostro. Después de tanto trabajo y tan bueno venía Tomathor y lo arruinaba todo con un sencillo conjuro. Se encogió de hombros.

- Bueno, dejemos esta maravilla de la ingeniería para la posteridad. Si alguien, en el futuro, decide venir por aquí y no tiene un conjuro de Disco Flotante, que se encuentre un puente de cuerdas sólido por donde pasar será una bendición para él - afirmó resignada.

El mago elfo los pasó de un lado a otro, con sencillez, y una vez dentro observó junto al resto el interior. Era una sala sencilla, con varios pilares que la sustentaban. Al fondo se apreciaban una serie de vasijas. Pero antes, siquiera, que Oroku echase un vistazo por si habían trampas o antes de poder acercarse a las urnas, detrás de los pilares surgieron cuatro sombras.

- ¡Cuidado, que no os toquen! - exclamó recordando algo sobre esos sombríos muertos vivientes.

Acto seguido irguió su símbolo sagrado e pidió ayuda a Milani.

- ¡Concédeme tu poder, oh Milani, para acabar con estas aberraciones! ¡Atrás, aberraciones! - exclamó mientras una luz divina invadía la sala... y se esfumaba casi al instante. La mujer sorprendida cogió su símbolo, lo meneó y lo golpeó con sus nudillos, por si algo no funcionaba bien en él.

"Okay, pues que no nos toquen"

Oroku saca el arco, y viendo que los enemigos son sombras medio transparentes, decide hac.er caso del buen consejo de su hermano adoptivo Aldern y las ataca con flechas mágicas preparadas para esta eventualidad: Flechas con el poder de tocar lo que no puede ser tocado.

Situandose a distancia desde donde pueda disparar sin sufrir ataques en represalia, dispara cuatro flechas. Bastante precisas. Cada una de ellas con un cristal de omioso aspecto en la punta, y que al silbar por el cielo parecen ulular con un funesto presagio para el enemigo.

Ante la amenaza que nos emboscó y haciendo caso a las advertencias tanto de Valanthîr como de Zhay el mago repasa en fracción de segundos cual sería el conjuro mas idóneo para atacar a las sombras. En ese momento extendiendo su brazo y apuntando con el dedo índice a la sombra que se encuentra en el vértice inferior izquierdo salen casi instantaneamente dos rayos de color rojo fuego que impactan en la sombra haciendo que esta se envuelva en un manto de fuego arcano.

Las 3 sombras, ante las pocas precauciones que tuvieron pese a tener los jugadores un pozo detras (podrias haberos alejado del pozo en vuestro turno, eso os pasa por no consultar el mapa amenudo) decidieron hacer una carga embestida ataque con nocturnidad y alevosia desmedida y muy mala uva , pero nuestros 3 heroes aguantaron el embite y solo Oro retrocedio 5 pies por el empujon y ninguno mas y eso que los demas estaban al borde del pozo

El contacto conllevo un impacto pero solo se tuvieron que preocupar (y tirar 1d6 de fue jijiji) Val el valiente hechicero y la con armadura hasta los topes pero con toque 10 o tambien conocida como Zhay

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Zhay advirtió como las sombras crecían en intensidad y tamaño, advirtiendo que no eran unas sombras comunes. Estas, realizaron un ataque sorpresa, tratando de empujar al grupo hacia el pozo de la entrada. Afortunadamente la armadura de la clérigo debía pesar mucho ya que fueron incapaces de hacerla retroceder un ápice. Aun así su contacto resultó helado y debilitador.

Advertida de las aviesas intenciones sombrías, la mujer realizó un paso rápido hacia un lado. Si deseaban empujarla de nuevo ahora solo la llevarían hacia una pared lateral del interior de la habitación. Acto seguido meneó su símbolo sagrado, que parecía estar frío, y volvió a usarlo implorando el poder de Milani. En esta ocasión la luz resultó más vigorosa y dañina para las criaturas.

- Eso está mejor, Milani - asintió conforme la clérigo.

Mis compañeros, quizá influenciados por el aura maligna de los seres formados de pura maldad y sombra desoyeron mis consejos, y a punto estuvieron de caer al pozo, empujados por los enemigos. Por suerte, ninguno lo hizo, así que me centré en mi enemigo inmediato.

Mi golpe había sido patético, digno de un principante en mi Orden, pero al menos mi torque mágico evitó que la Sombra hundiese su puño de energía negativa dentro de mi, chupando mi energía interna como un vampiro haría con el rojo fluido vital. Desde un par de pasos mas allá de donde la Sombra pensaba que me encontraba, acumulé energía mágica en la punta de mis dedos y, separándome un paso del enemigo, desgrané la palabra que hizo que di¡cha energía se acumulase en cinco proyectiles de pura energía que, irremisiblemente, y pese a la cualidad incorporea de la Sombra, la golpearon, potenciados por mi arte.

Finalmente, y como medida defensiva, utilicé parte de mi reserva arcana para mantener a raya a la Sombra, mientras adoptaba, de nuevo, una postura bélica, con Hoja de Niebla por delante de mi.

Oroku sabe que la situación es cruenta.

Sin Zhay y sin Thomathor estamos acabados. Los enormes poderes de la pareja son la piedra angular de este grupo. Y que demonios, al fin y al cabo un ninja es un maestro de armas ¡No solo del arco! así que suelta su querido kazeyomi, sujetandolo el arco con la sinuosa cola para que no vaya muy lejos, y desenvaina la espada.

"Bien, espectro. Ahora lucharemos como sombras que somos"
"Mano a mano, sólo un idiota le confía su vida a un arma que abandona su mano" dice desenvainando el Nodachi, la descomunal katana.

De un paso de 5 pies, Oroku recupera el avance y se situa frente a Zhay, intentando atraer la atención de los monstruos hacia él, y luego da sendas estocadas

Viendo que sus compañeros se encuentran en serios problemas con las sombras el mago evalúa cual es la que menos daño a recibido, siendo esta la que se enfrenta a Zhay. En ese instante empieza a conjurar y de su dedo índice salen cuatro pequeños proyectiles que impactan directamente en la sombra causando un daño considerable para el nivel del conjuro.

Fin de combate

Con la estimada colaboracion de Milani, y su interventora en vuestro grupo Zhay, que castiga a todos con su conjuro del bien, casi caen los otros tres al unisono como magia, ya que cada uno de los tres restantes heroes remata a sendas sombras, desapareciendo de alli, y dejando la habitacion en un misterioso silencio

Oroku ha esquivado el tacto fatal de una de las nefandas sombras, y a la par, se ha coordinado con la magia de Zhay para acabar con el fatal enemigo.
Luego ve como Valanthir ha exterminado a otra siguiendo los preceptos mágicos de su inmortal familia, y fialmente THomathor y Zhay demuestran por que son tan valiosos para el futuro de este mundo, terminando con la tercera con una soltura indecible.

El ninja respira aliviado.
¡Al fin y al cabo, estas cosas son más peligrosas que una tribu entera de ogros!

"No se si preferiis descansar o no, mis queridos amigos. Por la gracia de Milani parece que no me han afectado, así que... al menos, registraré esta sala, en busca de trampas, escondites ocultos, tesoros... y lo más importante, puertas secretas!"

"Con todo, parece que nos vamos acercando. Acabamos de derribar a unos guardianes inmortales!"

Oroku empieza con el modo tradicional: derramar agua para buscar filtraciones, tocar suelo y paredes en busca de una textura diferente, y fijarse en los patrones. Sobre todo eso: Los patrones que se repitan en paredes, suelo y techo
 

Justo tras acabar las palabras del conjuro, pude escuchar, como si de un canon se tratase, como tanto Zhay como Tömathör, acababan a su vez de desgranar las suyas. La tormenta mágica que siguió a nuestras invocaciones, junto a la enorme espada, también arcana, de Oroku, acabaron con las tres aberraciones a la vida casi al unísono.

Con la mano apoyada aun sobre el pomo de mi espada, miré en derredor, en un ejemplo claro de la paranoia que regía mis movmientos cuando peligro andaba cerca. Escuché al ninja hablar, mientras volvia a ejecutar el conjuro que me permitiría detectar hasta la mas tenue de las emanaciones mágicas:

- Yo te ayudaré, Oroku: cuatro ojos ven mas que dos, sobre todo cuando además podemos detectar auras magicas... La media sonrisa taimada que aparecio en mi rostro era muestra evidente de que estaba mas que satisfecho del devenir del combate, pese a que mis compañeros habían estado a punto de caer en la trampa de las sombras, que pretendian empujarnos contra el foso:

- Por cierto, pese a poneros en un peligro innecesario, cerca de ese foso, dije, en clara alusión a la falta de caso ante mi alerta, no puedo menos que darnos la enhorabuena: no les hemos dado mas que esa pequeña ventaja.

- Vamos, Oroku, busquemos!! Además, aun dura el efecto de la cosecha "divina" de Zhay, acabé, centrandome en la tarea que teniamos por delante...

El grupo necesita un descanso largo, ya han sido 4 tabiques tirados (faltan 2 sala norte y sala este) y casi la totalidad del templo explorado, pero a las 3 horas de descanso , todos menos thomas empiezan a toser y les sale sangre. Zhay empieza a examinarlos , por si alguna maldicion o enfermedad  del templo les a afectado y dictamina que la cámara del simbolo del aire contenia esporas latentes que llevan los huevos de escarabajos. Una vez que la cámara se abre y se expone al aire fresco del pasillo, las esporas se activan y se convierten en atacantes mortales e invisibles. Cada personaje para entrar en la cámara debe hacer una salvación de Fortaleza (DC 20). El éxito significa que las esporas sólo tienen un efecto igual a la respiración de aire rancio en una habitación polvorienta, nada más. Fracaso significa que las esporas comienzan a gestarse en los pulmones de la víctima. En 1d6 horas, El PJ infectado comienza a vomitar y toser violentamente - causando una penalizacion de -4 de circunstancia a todas las acciones a medida que las larvas eclosionan y se retuercen dentro de los pulmones de la víctima. 1d4 horas después de que los huevos hayan eclosionado, los escarabajos se mueven a su tamaño completo y empiezan a gatear su salida de la pared pulmonar En este punto, la PJ infectado muere.

Zhay comenzó a toser violentamente, advirtiendo de la sangre en la palma de su mano cuando se llevó esta a la boca para tapársela. Sintió el sabor sanguíneo y supo que algo iba muy mal. Percibió entonces que tanto Val como Oro se hallaban en similar tesitura. A pesar de las toses realizó un examen de los enfermos durante unos minutos, llegando a la conclusión de que se hallaban enfermos con letales parásitos en su interior, probablemente obtenidos en la habitación vacía cubierta de polvo y mugre. No tenían mucho tiempo. Pocas horas.

La mujer trató de usar un conjuro de ocasión para paralizar los efectos, pero resultó ineficaz. Era necesario pedir ayuda a Milani, a pesar del escaso tiempo que les quedaba. Aun así, tenía conocimientos para ralentizar o incluso combatir la enfermedad y se puso manos a la obra.

- El humo no es mala idea, Oroku. Pero tengo algo mejor: incienso - dijo encendiendo un barrita de dicha sustancia -. Inspirar profundamente varias veces. Que el calor entre en nuestros pulmones. Esos bichos se han criado en la humedad y el frío del interior. Démosles sequedad y calor - explicó.

Y de tal manera la clérigo intentó tratar la enfermedad. Después de un rato, Val pareció lograr dejar de toser, pero tanto el ninja como ella no parecieron mejorar.

- Necesito descansar un poco - dijo repentinamente Zhay, echándose al suelo, susurrando plegarias a Milani... y acariciando su anillo en su dedo.

"¿E... entonces ¿Vamos a morir sin... cofff... sin remedio?" dice con la voz ya algo afectada, pues las larvas empiezan a agitarse en los pulmones

A Oroku le decepciona la idea. Sobrevivir a las peores trampas de la llama, luchar contra tantos enemigos, y todo para terminar muerto en una trampa tan patética... No ¡No es asi como deberiamos de terminar!

"Quizá... no se, se me ocurren ideas MUY locas. Pero no se como de prácticas serían. Estamos en tus manos, Zhay" Ya que para oroku, la idea de tragar agua en los pulmones para ahogar a las larvas -y esperar que ellos resistan más que las larvas sin respirar- o inhalar humo, son un tanto... peculiares

A pesar de lo que pudieramos esperar, el merecido descanso trajo todo menos eso mismo: "descanso". En apenas dos horas, todos menos Tömathör estabamos tosiendo, con un fuerte dolor en el pecho, y lo mas preocupante, unos esputos rojizos que no presagiaban nada bueno!!

Miré muy contrariado a Zhay, que estaba evaluando a Oroku en ese momento: - Que demonios es esto, Zhay?? Parece que algo se nos estuviese comiendo por dentro!!, dije, apretando los dientes, sintiendo un punzante dolor en los pulmones.

Cuando la clerigo nos explicó la situación, de veras me preocupé: - Vencidos por unas jodidas larvas..., cuando nada mas ha podido con nosotros, y sin poder evitarlo??!! AMON KONSHU, ERES UN MALNACIDO COBARDE!!!, acabé gritando, mientras aumentaba poco a poco mi furia, alimentada sin duda por la frustración.

Todo lo que intentó la rubia seguidora de Milani resultó ser en vano, pese a que yo noté, en inicio, una leve mejoría. Las elucubraciones de mis compañeros no ayudaron demasiado a recuperar un poco el optimismo: - Humo?? Incienso??!! Se nos está yendo también la cordura??!! Cuoffff!!! Cuof!!!, dije, dandome cuenta de que si forzaba la voz, apenas podía respirar: - Apenas puedo respirar: como iba a respirar humo...??, acabé, dejandome caer sobre el suelo, escurriendo al máximo mi cerebro, de cara a dar una solucón favorable a la mas que delicada situacion en la que nos encontrábamos...

A pesar de las protestas del gruñón de Val y de la presión que resultaba que Oro refiriese a que todo dependía de ella, la mujer no se inmutó, sentada sobre su esterilla, cabizbaja, orando en silencio mientras sus manos unidas apretaban con fuerza el símbolo de su diosa.

Tras un largo rato sintiendo la respuesta de Milani, finalmente Zhay se incorporó.

- He orado a mi señora y esta me ha dicho que no ayuda a los quejicas y llorones. Pero dice que hoy hará una excepción con nosotros - comentó con cierto humor la clérigo, a pesar de que se hallaban en una situación próxima a la muerte. Zhay no tenía miedo de reunirse con Milani. Había tenido una vida plena y satisfactoria. Si su hora había llegado lo aceptaría, pero aun así vendería cara su vida. Estaba convencida que su diosa no la había ayudado contra terribles adversidades para dejarla morir ante unos gusanos y para ello había tomado medidas.

A pesar de sus esporádicas toses, la clérigo se acercó a Val primero y recitó varios salmos. Repitió la acción con Oro y finalmente lo hizo consigo misma.

Gastó la mayor parte de sus poderes para, solamente lograr, curar al elfo y paralizar 24 horas los efectos en Oroku y en si misma. El poder maldito del lugar era abrumador, sorprendiendo a la mujer que no logró mejores resultados.

- Bien. No pararé hasta que haya erradicado la enfermedad que portamos Oroku y yo. Creo que Milani se va a aburrir de concederme curaciones de enfermedad y vosotros de esperar - afirmó encogiéndose de hombros. Tras esto se recostó en su esterilla, tumbándose larga, pretendiendo descansar varias horas y rezando eventualmente oraciones para que su diosa volviera a concederle las curas pertinentes.