Partida Rol por web

Encontrais varios objetos personales de los criados escondidos entre los mohosos colchones y en grietas de la pared. Un par de pendientes y un pequeño breviario encuadernado cuyas paginas son ahora ilegibles debido a siglos de humedades. Teneis más suerte a la hora de forzar la cómoda y el armario del mayordomo. 

En la comoda encontrais lo que parecen ser unas litografías de tema erótico que han aguantado bastatnte bien el paso de los años junto a un extraño broche. Este tiene la forma de lo que parece ser un insecto, pero su apariencia os resulta completamente extraña a cualquier animal que hayais visto en vuestros viajes.

- Si no fuera por lo que ya hemos visto en este lugar infame, me sorprendería de semejante broche, que a buen seguro es obra de la mente de algún perturbado, como todo lo que hay en este lugar maldito por la ira de Theus. – ante lo que se santiguó – Aunque bien podría ser otra reliquia de esas extrañas que la loca que nos contrató gusta de buscar y puede que nos la pague bien. Si no, algún otro noble rico excéntrico seguro que lo pagará bien. – luego echa un vistazo a las litografías eróticas, con una leve sonrisa – Aunque a buen seguro que estas nos las pagará algún noble jajajajaja

Tras estar todos seguros de que no quedaba nada más que inspeccionar en las estancias, propuso hacer lo propio con la otra ala.

- ¿Procedemos de igual manera en las habitaciones que había frente a estas, antes de proceder a las entrañas del Castelo por aquellas fauces de la gran sala?

Me quedo mirando las litografias con curiosidad y con mi ojo cientifico, pues las miro como si fueran jn complemento de una clase de anatomia.
pues el artista tiene buena mano, pues sabe resaltar las fineza y el realismo de las curvas de estas mozas, sería bien pagado en cualquier universidad de medicina - digo mientras las sigo mirando.
Después miro a Alvaro y asiento su comentario... prefiero, como has dicho, el resto de las habitaciones y luego el agujero

Abandonais las estancias del servicio y os dirigiis hacia el otro lado del gran hall. Cruzais las puertas dobles y os encontrais en la antecamara de unas estancias nobles. Restos de colgaduras cubren varias de las paredes así como los restos de algunas esculturas y lo que parecen ser unos aparadores. En un rincón hay un montón de lo que parece ser una antigua armadura.

Las puertas dobles que dan al dormitorio, sumido en las sombras, se encuentran abiertas. Os parece ver un movimiento en su interior.

Las habitaciones señoriales por fin y seguramente aqui encontraremos algun que otro objeto, de momento pensamos que el colgante es uno de ellos pero no es seguro.
Pero tambien puede ser la guarida de la bestia alpha y solamente por eso debemos estar lo más atentos y preparados posible.

De pronto por el rabillo del ojo, me parece ver moverse algo dentro de la habitación del fondo.
Hinco rodilla y apunto, concentrandome en el minimo movimiento o ser que salga de ahi dentro...
Papa oso enseñanos la patita que queremos verte esa bonita sonrisita...

La luz de la antorcha de Pierre ilumina el interior de un inmenso dormitorio. Una gran cama con dosel preside la estancia, la ropa de cama desecha, manchada por la humedad y la inmundicia de los siglos. En el lado de la cama más alejada de la puerta os parece ver una figura agazapada, y temblorosa. Una voz, entre maullido y quejido parece alzarse de la misma.

Álvaro tomó posiciones cerca de la puerta para enfrentarse a aquella criatura en caso de que decidiera abalanzarse sobre ellos. Luego se le ocurrió que bien podría ser un cebo y comprobó que en el techo no hubiera otra de esas criaturas dispuesta a abalanzarse sobre ellos mientras estaban distraídos con aquella figura.

Una vez se cercioró que no había más enemigos acechando en las sombras, se dirigió a la criatura tratando de sonar afable, pero manteniendo la distancia de seguridad en todo momento.

- Decid, ¿sois amigo o enemigo?

Rodrigo seguía a sus compañeros sumido en su silencio poco habitual en él. Aun así estaba atento a cualquier peligro. Al igual que los demás.
Al entrar en la que parecía la cámara señorial también pensó que allí podrían encontrar otro más de los objetos que buscaban.

No sé. Me parece extraño que si estos cazatesoros nos llevaban ventaja no hayan encontrado antes que nosotros los artefactos que llevamos.
Es casi como si nos dejaran que nosotros lidiaramos con las bestias o trampas, y estuvieran esperando a que acabaramos con todos los peligros.

Pero sus elucubraciones cejaron en cuanto vio la sombra que se movía. Todos se pusieron en tensión, pues sabían lo que se podían encotrar y estaban preparados.

Una figura sale gateando a cuatro patas de detrás de la cama, sus movimientos son torpes y parece agarrar algo en una mano. Se trata de un hombre, probablemente un cazador de tesoros, con el pelo desgreñado y la mirada perdida y enajenada. Un hilo de baba cuelga de la comisura de su boca mientras balbucea una letanía sin sentido.

Ellos no lo oían ¡Pero yo si! Al otro lado de la puerta ¡está esperando! ¡Y nos llama! ¡Oh las maravillas que aguardan!

Su voz sube de intensidad hasta alcanzar el tono de un chillido historico. Parece convulsionar mientras chilla y una otra vez ¡Espera al otro lado!

Empiezo a rodear al extraño que tenemos delante, por la forma de vestir y de comportarse parece uno de los mercenarios contratados para buscar los objetos, pero aún así seguimos sin encontrar a su jefe.

Así que sin dejar de apuntarle, empiezo a rodearle y verificando que no había nadie más en la habitación, le pregunto al pobre loco todo la información que le pueda sacar

Tranquilo amigo, no somos una amenaza para ti, es más podemos ayudarte.

Cuentanos quién es él que te llama? Lo digo por que a lo mejor también queremos su regalo, sobretodo por que, esas marravillas las has visto?   Como son? 

y las tendremos que compartir con mucha gente, por que a tu jefe no lo hemos visto todavía,  está con él? 

Al final parece que no había ninguna de aquellas criaturas. Si no uno de los cazatesoros. O al menos lo que queda de él. Pues no parece estar en sus cabales. No es el primer loco que Rodrigo ve. La guerra le ha hecho cosas peores incluso a las personas que participan en ella. Pero esto parece distinto.

Espero que no sea contagioso.

Pierre trata de calmarle. Pero aun así Rodrigo no le pierde de vista, al igual que al parecer hace Alvaro. Pues un loco puede pasar de estar tranquilo a una bestia furibunda en un instante.

Álvaro permanecía atento a aquel reducto de ser humano que era lo que quedaba de lo que otrora fuera un cazatesoros salido del algún arrabal de Vodacce.

Sabía que sus compañeros serían más duchos que él en tratar con el desequilibrado y así los dejó hacer, mas él se mantuvo atento a cualquier criatura que pudiera volver a intentar sorprenderles y a que aquel no escapara con lo que fuera que agarraba entre las manos. Fuera lo que fuera se lo llevarían con ellos para financiar la justicia que la Compañía merecía.

Entonces una idea cruzó su mente. ¿Podrían los objetos aquellos estar malditos y volver loco a quien los tocase?

Podría ser una idea absurda y supersticiosa, pero tras lo que había visto en aquel lugar de pesadilla estaba dispuesto a no descartar nada, por lo que mejor sería coger lo que fuera con algo de tela entre aquello y sus manos. 

La voz de Pierre, quien conoce los entresijos del salón de espejos que es la mente, hacen fluir las palabras del loco como un torrente cenagoso.

¡oh si! Os llama también a vosotros. Nos llama a todos el loco se incorpora sobre sus rodillas y hace aspavientos con sus manos, en una de ellas sujeta lo que parece ser un porta pergamanios, un tubo de lo que podría ser marfil con incrustaciones metálicas.

¡La Puerta! La Puerta nos llama, al otro lado están todos los tesoros, la vida eterna, los secretos de las esferas. ¡Ese indigno de Vito Cagliari! El no sabrá abrirla, por mucho que lea, por mucho que siga las instrucciones del diario ¡No! ¡No es digno!

¡Pero yo si que lo soy! ¡Comeré la carne! ¡Beberé la sangre!

Y con un chillido se lanza contra Pierre blandiendo el cilindro de marfil como si fuese una cachiporra. Una risa maniaca sube por su garganta y aunque falla el primer golpe trata de incorporarse para el segundo.

Aquel loco había actuado más rápido de lo que Rodrigo o él mismo habían sido de anticipar. Por fortuna falló en su intento de herir a Pierre. No quedaba más remedio que neutralizar la amenaza y acabar con aquello antes de que fuera a más. Además, dudaba de que fuera a revelarles nada más de importancia.

De un rápido giro de mano le golpeó la cabeza aturdiéndolo.

- Bien, con eso dormirá un buen rato. – mira a sus compañeros – Creo que con esto – dijo cogiendo el portadocumentos tras ocultar su mano detrás de un trozo de tela y así no tocarlo directamente para guardarlo en la saca que llevaban – ya sólo nos faltan el guantelete y el diario. Yo no sé ustedes, mas por mí lo que pueda estar oculto en la cámara esa y que hay que abrir con el diario bien puede irse al infierno junto a todos los tesoros que pueda tener. Hay cosas que es mejor dejar enterradas en la oscuridad. Así que les propongo terminar nuestra misión en esas fauces, recuperar los dos objetos que nos restan y largarnos al barco y que Theus nos perdone por lo que podamos estar llevando con nosotros de vuelta al mundo. – los mira uno a uno - ¿Qué opináis, hermanos?

El golpe de Alvaro dejó sin sentido al pobre enajenado quien se desplomó a peso muerto en el sucio suelo de la estancia. Solo dos objetos os faltaban y mientras que la localización del guantelete era aún un misterio al parecer el diario se encontraba en posición del jefe de los cazadores de tesoros. 

Y siguiendo con vuestra suerte ¿donde se encontraba Vito Caligari? En el centro mismo de la maldad y el peligro que empapaban todo este maldito lugar.

La sugerencia de Alvaro era de lo más razonable y con su silencio el resto de Compañeros aceptaron seguirla.

Tras guardar el portadocumentos en la saca y obtener el beneplácito de sus hermanos a su propuesta, Álvaro dio una vuelta más por la habitación del signore buscando donde pudiera estar escondido el guantelete y probando cajones y armarios que pudiera encontrar por si debían forzarlos como en los aposentos de la servidumbre.

Alvaro revisa la habitación pero su atención divaga por diversos rincones y no logra encontrar nada de interés tras mirar alrededor de la cama, bajo los restos de un armario y echar un vistaz a la antecamara con sus restos de muebles y el monton de piezas de armadura en un rincón.

La propuesta de Alvaro era muy lógica, quien queria morir aquí solo y en el olvido, sin terminar las cosas que teniamos pendientes.

estoy de acuerdo, no me interesa saber que hay detras de esa puerta, que todavia ni hemos visto, por mi parte ya he tenido bastante cosas raras por este día, a menos que cuando encontremos a Don Vito lo haya conseguido ya y no tengamos más opciones

Comento mientras reviso la habitación del señor, en busca de algo que se parezca a un elemento de la lista

La busqueda de Pierre en la habitación también fue infructuosa, aunque al mirar con más detenimiento que Alvaro pudo darse cuenta de que la vejiga del pobre loco había cedido a la tensión como mínimo en un par de ocasiones dejando sospechosas manchas en el suelo, ya de por si mugriento.

Me acerco al cuerpo del loco inconsciente y comienzo a revisar su anatomia intentando comprender que es lo que le esta pasando o por que alguien en tan poco tiempo tiene esos sintomas