Partida Rol por web

Rodrigo iba a sentarse a esperar su turno con Pierre cuando escuchó a la joven que empezó a gritar y quejarse. Así que con un deje de resignación se dirigió hacia ella y realizó una gentil reverencia mientras se quitaba el sombrero y hacia una floritura con el mismo. Claro que todo sería mucho más glamuroso si no estuviera casi por completo lleno de sangre y porquería.

Mi señora. Ruego disculpe nuestra osadia al asaltar su nave. Pero que sepa que ha sido la buenaventura, y Theus, lo que nos ha llevado hasta ella. De hecho es a nosotros a quienes tiene que agradecer que hallamos echado fuera de aquí a esos bellacos vodaccios que habían apresado vuestro navio. Como bien podréis confirmar si hablais con el capitán del bajel.

Y aunque no esperamos recompensa alguna por nuestra valiente y gallarda obra, sí que necesitamos de su servicio y que nos llevéis presto a buen puerto. Pues nuestra misión es de suma importancia. Estoy convencido de que una gran dama como vos no dejaréis en la estacada a un muchacho en peligro y sus protectores. Pues dudo mucho que una belleza como la vuestra no guarde si no la más pura amabilidad y compasión ante un hecho como este.

Y si no, siempre podéis saltar por la borda y llegar hasta la orilla y dar buena nueva de nuestras acciones.

La verdad es que no estaba muy por la labor de discutir. Y como no se atuviera a razones por Theus que la echaba por la borda él mismo.

Casi como por instinto la mujer responde con una elaborada reverencia. Casi podríais imaginar que pasa horas delante del espejo ensayando las últimas cortesías de la corte de Montaigne.

Disculpad, pero no sabía que me encontraba en presencia de caballeros os parece intuir un rentintín en esa palabra, pero tambien os parece que hay un destello de astucia en la mirada de la mujer Aunque las reglas de la cortesía obligarían a que os presentaseis seré yo quien lo haga graciosamente. Soy Martina van Acker, arqueologa exploradora de la ciudad libre de Kirk. Y este barco que habeis abordado de forma tan irregular es la nave insignia de la primera expedición vendelia a la isla Falisci. Señala a su alrededor con un movimiento de su mano izquierda como si estuviese presentando a toda la tripulación de un galeón de guerra. Y ahora insisto en que me reveleis vuestros nombres y la razón por la que habeis abordado el barco y de que misión hablais.

Una mujer exploradora curioso, pero yo en este momento me centro en mi trabajo y debo empezar ahora lo antes posible, por que no sabemos cuando esta calma puede llegar a su fin.
Empiezo a ver que es lo que llevo en mi zurron y que puedo usar, aprovecho que estoy en un barco y hay bastantes elementos, les pido a los marineros agujas para remendar las velas e hilo, ademas les pido que me traigan 4 cubos llenos de agua salada, para desinfectar las heridas y limpiar todo aquello que haga falta y cojo los ultimos restos de polvora para cerrar la herida grave de alvaro,
Cojo mi ultima camisa limpia y de buena calidad y comienzo a hacer tiras para cubrir las laceraciones
Empiezo con el niño, pero el corte es superficial, lo desinfecto primero con agua salada y despues de ver que deja de sangrar y la tapo con una venda. mademoiselle mi nombre es Pierre y sino le importa tengo pacientes que tratar, no quiero parecer cubbish, pero esta tarea me la tomo muy en serip
Paso a Alvaro, que al estar tranquilamente descansando y ser el de peor estado me iba a llevar mas tiempo, saco el brandy de la reserva especial pierre y se la doy para que heche dos buenos tragos, cojo un trozo de cuero y se lo pongo en la boca, intentaré que duela lo menos posible amigo cojo el cubo y empiezo a verter su contenido en la herida, se que pica y duele pero es lo mejor para la infeccion, despues de eso coloco un poco de polvora hago que arda y despues de volver a poner agua salada, coso las heridas con la aguja y el hilo de las velas, reviso que todo esta bien y vendo las heridas.
Mallory y rodrigo es otro tema, reviso desinfecto y limpio con el gua del mar y despues de comprobar que dejan de sangrar, coso y tapo con los apositos limpios, feliz de que mi trabajo esta bien hecho, con dolor y sufrimiento, pero se que pueden seguir con sus tareas, sin problemas.
Despues de varias horas de trabajo y aprovechando la luz del día y despues de todo esto, me centro en mi, cansado y con un dolor de cabeza enorme, me empiezo a desinfectar y remendarme a mi mismo y además compruebo en mi propia carne lo que han sufrido mis amigos, bebo un trago largo de la botella para calmarme e intentar juntarme con mis compañeros para trazar un plan de acción

- Álvaro Medina, para servirla, señora – se presenta Álvaro con un leve asentimiento de cabeza – No sé qué será eso que decís que sois, mas espero que no sea contagioso. – prosigue con una sonrisa – La misma dama que nos encomendó la protección del muchacho, nos recomendó acudir a este barco si no encontrábamos refugio seguro en la ciudad pues en él sus gentes nos podrían ayudar a ponerlo a salvo. Quizás su nombre os sea familiar. Calista. Así que es por su gracia que hemos embarcado en su navío y esos petimetres les molestaron antes. Ahora, ¿tendría vos a bien explicarnos cuál es su relación con ella? Y ya que estamos conociéndonos tan bien, ¿qué pretende hacer en esa isla Falisci?

La mujer levanta una ceja, obviamente el nombre no le dice nada. Pero al fondo oiis una risita del tal Gambino. Al parecer el marino si que conoce a las muchachas que frecuentan esa casa de escasa moral. La ricachona le lanza una mirada fulminante y al pobre parece sacudirle un ataque de tos. Suelta un bufido y muy digna se da la vuelta.

¡No entenderían ustedes los asuntos que me llevan a la Isla! y sale despedida escaleras hacia abajo ¡Y no tengo intención por el momento de relacionarme con gente de su calaña! la oiis gritar y aun desde la cubierta oiis el portazo.

Al fondo el capitán Gambino se parte de risa.

Y así mientras sale el sol y Pierre remenda vuestros cuerpos magullados reflexionais sobre los sucesos de la noche más movida que Vodacce ha visto en mucho tiempo.

La criada sale rauda detrás de su ama. Pero por Theus que jurarías que en el último momento te ha echado una mirada pícara.

La criada sale rauda detrás de su ama. Pero por Theus que jurarías que en el último momento te ha echado una mirada pícara.

La criada sale rauda detrás de su ama. Pero por Theus que jurarías que en el último momento te ha echado una mirada pícara.