Partida Rol por web

Apenas entrar en la casa de Cairo, se notó el cambio. Si bien él era un drogadicto especializado en toda clase de drogas de diseñador, lo cierto es que también era un especialista en manejar información y en codearse con los mejores postores, sin duda quello le había permitido tener ese lugar tan bonito, en uno de los mejores barrios de la ciudad y rodeado por varios consorcios de los cuales seguramente él se abastecía. Tras decir su nombre a un aparato en la pared y poner su dedo en el display para que éste checara su huella digital, la puerta se abrió dejando a la vista de ambos y para sorpresa de Emma: un muy ordenado departamento.

-Estás en tu casa, Emma. ¿Tienes hambre?

Cairo preguntaba mientras cerraba la puerta detrás de Emma, activando con la voz todos los seguros de los que disponía y encendiendo la cámara de video que daba al pasillo para que nadie lo tomara por sorpresa. En ese momento volvió a sonar el móvil de Cairo, él lo miró mientras se sacaba los zapatos, estar con Emma era estar en familia; revisó el número y lo dejó sobre la mesa ratona. A los pocos minutos volvió a sonar, el negro lo levantó y lo lanzó contra la pared que tenía más cercana haciéndolo añicos.

-Lo siento, no te asustes. Estoy un poco hasta los cojones...-si, no se cuidaba para hablar pero es que difícilmente podía comportarse como un adulto ejemplar, de hecho ya pensaba en drogarse.