Partida Rol por web

_-_Distopía_-_

IV Incursión: Misión 1.1

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19/02/2010, 19:26

Atravesar la gran ciudad costó mucho menos de lo que parecía, a pesar de que había pratullas por todos lados, al parecer, había sucedido algo en la ciudad pero nada que pudieran comprobar por el momento y sin embargo, el auto que conducía Grasp pasaba como si nada ante los patrulleros de la zona.

La tarde estaba cayendo y aunque el lugar al que iban no era más o menos peligroso del lugar del que venían, era mucho mejor llegar de día que de noche y ser confundidos con vulgares ladrones. Los patrulleros habían dejado de rondar, el radio del policía había sonado una sola vez para confiarle lo que había sucedido: el asesinato de una taxista y varios yonkies, nadie se preocupaba ya por ellos. La imagen que la ciudad les ofrecía parecía decirles que eran más parte de ella que lo que ellos creían y los sonidos molestos de afuera eran como el recordatorio breve de que las cosas no serían fáciles; no había mucho tiempo más. En dos días tendrían que ir a la casa de Henry y conseguir lo que la maldita rubia quería. Por fin el paisaje cambió y claro, era una zona reservada pero mucho menos rica que otras y se notaba.

Tras visualizar un notable edificio envejecido, con formas semi circular que hacía recordar a los edificios antiguos, el policía sólo tenía que buscar un lugar donde aparcarse para llegar a casa de Bowens y esperar a que estuviera, aunque eso no era tan difícil, desde que Roxy lo había dejado, el hombre salía poco y nada.

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03/03/2010, 17:41
Grasp Winter

No me gustaba Bowens, y por supuesto yo a él tampoco, lo cual, aunque suene extraño, era algo positivo para los negocios. No haces trapicheos con gente que no tragas a no ser que resulten muy de fiar, y muy eficientes, algo que ambos éramos, aunque, por supuesto, nunca lo reconoceríamos delante del otro.

Cuando el capitán me lo presentó, pensé que me iba a caer de puta madre, pero eso fue justo hasta el momento en que me di cuenta de lo que se parecía a mí. Los cabrones se reconocían entre sí, y gracias al fallecido policía, nos respetamos a pesar de todo.

Cinco años de una excelente y lucrativa relación profesional.

Me gustaba la zona donde vivía, yo pensé en comprarme un apartamento por aquí, espacioso, con una amplia cama, un lugar perfecto para acostarse acompañado y levantarse solo. Pero la fantasía sólo me duró una sobredosis.

Busqué donde aparcar, y aunque no es como en las peliculas donde siempre se encuentra sitio justo en la puerta, suelo ser bastante afortunado en este aspecto.

Nunca falla, este cacharro suele tener un sexto sentido para saber dije cuando lo detuve, echando un vistazo por el retrovisor sin demasiado éxito en mi objetivo. Decidí volverme para mirarla, y, no me gustó lo que vi.

¿Necesitas algo más aparte de lo de la lista? Le pregunté mientras les indicaba que salieran del coche, empezaba a dolerme el cuello de girarlo tanto Ah, saca mi gorro Zoe, por favor

Salí rápido, y me coloqué delante de la puerta por donde saldría Ojos Verdes, con una sonrisa amistosa.

¿Crees que es posible? hice un movimiento de cabeza hacia el coche ya sabes, que los cacharros tengan una especie de instinto bajé un poco la mirada, mordiendo ligeramente mi labio inferior Te juro que mi coche tiene más empatía que algunos de los matones que nos vamos a encontrar allá abajo

Seguro que Aguirre sabía bien de lo que hablaba, tios ciberimplantados que habían olvidado lo que había debajo del metal. Duros y rápidos, había que ser muy gilipollas para convertirse en algo así, y esa, era nuestra principal ventaja.

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08/03/2010, 14:21
Zoe

Debería cortarlo en cachitos chicos. Todavía vivo. Después de meterle mi táser por donde menos gracia le haría…. Definitivamente el resultado sería muy agradable.

Su cara, las mil y una vez que nos hemos salvado el culo mutuamente, cada jodido día que hemos sido inseparables dentro y fuera de nuestra cojonuda comunidad, hasta los mosqueos que hemos tenido, siempre divertidos por ser una excepción… todas esas imágenes pasan por la cabeza a velocidad de vértigo mientras se mezclan con la visual de los edificios que nos rodean, dejando atrás la sorpresa, y hasta la pena, no sin esfuerzo pero más práctico y útil, quedando un cabreo de la hostia. Como debe ser y se merece.

Me ha abandonado a mi suerte por una desconocida mierdosa y ahora mis compis de penurias son estos dos... Trago saliva y reprimo un vicheo a la parte de delante. Mejor vuelvo a concentrarme, en la forma de matarlo, porque hasta ahora no había pensado en nada relacionado con el fuego, que también tiene su punto…

La satisfacción que estaba comenzando a imaginar, que hasta me consolaba y me hacía olvidar el marronaco en el que estoy metida sin nadie de mi familia, es bruscamente interrumpida por un tema profesional y una voz demasiado “cercana”, yo me entiendo.

Le niego con la cabeza a lo primero, sin demasiadas ganas, y asiento arqueando una ceja al ver como acaba la frase de después ¿“por favor”? cojones que fino está éste ahora. A saber lo que le ha picado.

Me agacho a recoger del suelo el dichoso sombrerito, golpeándolo un par de veces en mi muslo para sacudirle la porquería que habrá adquirido y abro la puerta para salir… Poniéndome en alerta (en guardia, vamos) al verlo con “esa” expresión ahí plantado. Puto pasmarote bipolar.

Suspiro y le tiendo el gorro, frotándome el ojo derecho con la mano libre -Claro que sí hombre, nada más verle los bajos me dí cuenta.- Sonrisa amplia y simpaticona, porque soy subnormal, para el poli.

¿Qué matones, colega?- Giro hacia la puerta a la que se supone que vamos, borrándose un poquillo la sonrisa al recordar el motivo de estar aquí.-¿Esto es un garito o qué? ¿Adonde nos has traído, tío?- No tengo ninguna gana de que las movidas sin estar Keith empiecen tan pronto.

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09/03/2010, 10:37
Grasp Winter

Alcé las manos, a la defensiva, ante la pregunta de Zoe Tranquila, aquí no hay ningún matón me volví a colocar el gorro, con calma, ajustándolo con las dos manos por lo menos ninguno que quería matarnos, de momento añadí, con la sonrisa aún presente, un paso en falso con Bowens y nos jodería, pero ¿qué importaba eso? Yo no pensaba realizar ese movimiento erróneo.

Posé la mano sobre el hombro de la chica, apretándolo un par de veces de manera suave Así que portaté bien Ojos Verdes lo dije en tono de broma, aunque hablaba mucho más en serio de lo que yo mismo admitiría, pues, a veces, Zoe era demasiado “sincera” para tratar con según que tipo de personas, y yo conocía de sobra a este capullo.

Hicé un gesto con la cabeza a Aguirre para que nos siguiera, no podía decir que me tranquilizara tenerlo a mi espalda, pero me sigue pareciendo lo bastante inteligente como para no jugártela sin motivo, y todavía no se lo había dado, así que podía estar tranquilo de momento. Eso sí, aparté la mano de Zoe, más valía no tocar mucho los huevos al mejicano, que lo mismo le deba por ponerse de nuevo en plan hermano mayor.

Ah, y no le hagas ni caso a Bowens, es todavía más capullo que yo

Guardé las manos en los bolsillos, y abrí la puerta que conducía al interior del edificio, la verdadera seguridad empezaba allí, así que me dirigí rápidamente hacia el portero autómatico que se encontraba justo al traspasar el umbral, frente a una sólida puerta de cristal blindado. Pulsé el botón situado arriba a la derecha, y cuando se iluminó, señal de que habían contestado, levanté tres dedos frente a la cámara, dejando bien visible mi rostro.

Un poco de caridad

Murmuré al aparatejo

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11/03/2010, 18:21
Speed Bowens

Ya estaba en mis cuarenta, bueno, cuarenta y tantos pero me conservaba bien, nada de drogas, nada de aquellas cosas que llamaban alcoholes, no, lo único que me perdía eran mis queridos juguetes, eso y las mujeres pero desde que Roxy se había ido, ya ninguna mujer me había vuelto a engatusar y eso era una bendición para mí porque de ese modo pude dedicarme por completo a aquellas extrañas cosas -cómo las llamaba ella- que eran lo último en tecnología. Mi casa era un desastre pero mi laboratorio era una belleza.

Tenía ya varios artefactos circulando con una gran C en donde quiera que fuera visible, aunque más trabajaba para la policía que para los malos, siempre había sido de los chicos buenos y además, mi carácter no daba para estar dentro de los chicos malos. Tenía un nombre respetable y quería continuar así. Levanté la vista, estaba cansado y era hora de descansar, dejé los guantes sobre la mesa y apagué el laboratorio por completo, estaba trabajando en un nuevo rastreador, luego metí las claves de seguridad para que nadie, excepto yo, pudiera entrar en él.

-Hora de descansar...

Estaba por echarme en la cama o bueno, lo que sea que se llamara eso cuando las luces del tablero interno se encendieron, no esperaba a nadie así que me levanté de un salto, preparé el arma que tenía para cualquier imprevisto y me asomé, el monitor, si bien me devolvía una cara conocida y otras no, la primera me daba confianza y la segunda me parecía de una belleza inusual, la tercera habría que hablarlo pero vamos, venía con Winter, tenía que ser de fiar. Comencé a teclear las claves en las teclas holográficas que tenía en la mesa y se abrió la primera puerta, un par de apretones más y la segunda puerta se movió, finalmente la tercera la abrí yo mismo con sólo poner mi ojo en el lector de retina.

-¡Winter y compañía! ¡Pasen!

Miré a la linda chica de pies a cabeza y le sonreí sin mirar de más para no joder, que ya casi me había olvidado de eso.

-Algo interesante debe haberte traído hasta aquí. Hola, chica, soy Bowens... Pero llámame Speed que es menos formal. Tú no, Winter, sigo siendo Bowens para ti. Para usted, maestro-miré al hombre que parecía latino o alguna cosa así,-Speed, me agrada. Pasen, pasen, la calle no es buen sitio en estos momentos.

Nunca sabía qué hora era, mi departamento, como el laboratorio no tenían acceso a la luz de afuera, aún así, mucho no habríamos conseguido, siempre estaba nublado en el maldito mundo pero imaginaba que no debía pasar del medio día, aún así, llevaba cerca de 45 horas despierto, necesitaba mi cama. Esperaría para saber qué querían, por lo pronto no iba a pasarlos al laboratorio, aunque algo me decía que ésa era la única razón por la cual el poli podía buscarme.

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11/03/2010, 20:05
Zoe

La vida te da sorpresas…. Y QUE SORPRESAS AMIGA.

Después de morderme la lengua para no decirle una burrada y de reprimirme para no pegarle una patada por el apretoncito paternalista a mi amigo de la comisaria once, entretenida estaba una en mirar las puertas y los sistemas eléctricos, que entrar puede ser fácil, pero para salir sin que se note que has entrado hay que currárselo, pues eso, en esas estaba cuando levanto la cabeza preparada para ver a un gordinflón, bajito,  gafotas, sucio, el típico y estúpido técnico… y me encuentro con esto, perdón, con ÉL.
 
¿Qué coño le pasa a los hombres de esta ciudad? ¿Qué cojones comen?- Ladeo la cabeza, con sonrisa incrédula, culpa del pedazo de tío bueno que tengo a dos pasos de distancia, se va ampliando conforme la pena y la mala leche se disipan con su saludo, retinas colapsadas por el subidón de hormonas que ha provocado en un momento. Parpadeo, ¿Tan capullo como el poli? No te jode, porque puede. Pero perfectamente...
 
Y yo Zoe.- Asiento con la mejor de mis sonrisas, encogiéndome de hombros, acabo de decidir que me importa una mierda la misión, McMord, su esposa y la puta madre de los dos: Yo lo que quiero es un trío con estos, seguro que así no me acordaba del abandono del mongolo de Keith en un mes… que coño, en cuatro.
 
Froto la mano izquierda por la cara mientras me adentro en su casa, ojos cerrados, resignada a que eso no va a producirse y que sería aconsejable que se desacelerara el corazón. Por lo menos un poquito. Aprieto los labios y meto las manos en los bolsillos traseros del pantalón.
 
Es mejor ser buena y pensar en otra cosa…. y ahí está, los ojos se abren como platos, la boca también, cuando dejó la mirada en una de las mesas de trabajo. He estado soñando con este momento (bueno, en mi sueño no era tan bueno, no estaba Bowens y sus abdominales), doy un paso hasta un artilugio del tamaño medio, muerdo el labio inferior y vuelvo a mirar al nuevo tiarrón hiperatractivo de la reunión.
 
Oye, Speed,- Como pa no quedarme con el nombrecito -¿Esto es un motor cibercrome X-8 de aleación trifásica?- Silbido de admiración y sonrisa cómplice -Joder, todavía no está en el mercado...- Levanto las cejas, interrogante -¿Puedo?- En los ojos se nota que me muero por cogerlo.
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12/03/2010, 10:46
Grasp Winter

Tan capullo como siempre, con ese aire de compadreo, de ser un tio guay, cuando en realidad no es más que un amargado que no sale de casa, todo el día encerrado con sus putas máquinas.

Aguanté el ritual de Bowens, con una sonrisa, de primeras siempre pensaba que el simple hecho de hablar con él era un peaje lo suficientemente grande, pero luego, era consciente de que era el mejor en lo que hacía, y por muy mal que te caiga alguien, hay que ser inteligente para superar esas pequeñas trabas.

Pero, lo de lo hola chica, es muy muy cutre, y vaya tela con lo del apodito, y luego maestro al mejicano, en fin, ¿qué le íbamos a hacer? Me giré para presentárle a Zoe y Aguirre, y, casi no podía creerme la expresión de Ojos Verdes, puf, a la mierda, que se presenten ellos. Y fue casi como si me hubieran leído el pensamiento.

Pero claro, lo que no iba a permitir era se pusieran a hablar de gilipolleces técnicas No hay tiempo para eso me acerqué a Zoe y la aparté con suavidad de la mesa, agarrándola de la cintura.

Necesitamos esto saqué la lista del bolsillo trasero del pantalón y se la pasé a Bowens, alargando el brazo y lo necesitamos ya

Arrugué la nariz cuando se aproximó a cogerla.

Y date una ducha antes de recibir a tus clientes

No era la primera vez que las condiciones higuiénicas de este chalado dejaban mucho que desear, pero si era la primera vez que se lo hacía notar. Le sonreí.

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14/03/2010, 07:34
Speed Bowens

Observé como Winter tomaba a la del precioso nombre, parecían casi notas músicales o quizás había sido el modo en que lo había dicho ella, total que daba igual, y la apartaba de mi cibercrome.

-¡Winter, me parece que has perdido los modales!-sonreí pero no mirándolo a él, sino a ella.

La tomé de la mano ignorando el comentario del policia, apestar no era una de mis virtudes y poco me importaba lo que pensara un loco como él; mi coeficiente intelectual estaba mucho muy lejos del suyo y no iba a entrar en sus jueguitos de niño celoso. Volví a poner a Zoe junto al motor y me paré tras ella, era alta, tenía un cuerpo precioso pero sobre todo, algo que no había encontrado en ninguna mujer antes, era capaz de distinguir una belleza como aquella.

-Qué interesante...-dije hablándole soltando por fin su mano.-Si alguna vez necesitara un ayudante, tú tendrías el puesto en el mismo instante en que levantaras un dedo. Si, lo es y cómo puedes ver, está casi listo para ser montado. No vibra, aún a máxima velocidad, compacto, robusto, alta fuerza de densidad, larga vida, 1500 rpm..., y además, Zoe, fabricado completamente por mí.

Le sonreí, era agradable contarle aquello a alguien que lo entendiera. Luego hice un alto, dejándola que admirara la máquina y puse atención a la lista que Winter me había dado, le di la espalda un minuto a Zoe y lo miré con una sonrisa displicente.

-Estás en algo gordo, ¿eh, Winny? Pues puedo, puedo proveerte casi todo esto... Aunque necesitaré ayuda y por lo menos dos o tres horas. ¿Qué dices, guapa, te gustaría ayudar?

Miré al latino.

-Tú y el señor silencio-dije con amabilidad sin ánimo de ofender a Max,-pueden tomar algo, esto parece una ratonera pero tengo de todo aquí. ¿Y bien, quién va a pagar por esto? ¿La policia?

Sonreí.

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15/03/2010, 12:05
Zoe

 Tras un intenso escalofrío, frunzo el ceño cuando el aguafiestas guapetón me coge, mirándolo seria y con algo de mala leche -Iba a ser un segundo, coño…- Niego con la cabeza y me paso la mano por la cara hacia atrás, para apartar el pelo de la cara. Y para refrescarme la susodicha un poquito.

La sonrisa vuelve cuando sigue el otro, el que molaría arrancarle los tatuajes a bocaos. De nuevo ante mí el aparato más interesante desde que he llegado a esta ciudad. Y me refiero al motor.
 
Sonrío ampliamente ante las cosas cursis que dice Speed sobre que currase con él. Cuidándome de no mirar al agente del orden de ojos chulísimos, por si sigue mosqui -No puedo tío, me queda poco-nada en esta ciudad.- Me encojo de hombros, una jodida lástima. Ya sí, tras asentir una a una a las características que va diciendo, que sé de memoria, otra vez ojos como platos y boca alucinada, con el hallazgo de que lo haya hecho él. -Hostia puta, que pasada, Speed...
 
Muerdo los labios mientras los machotes me dejan en soledad con lo que hay en la mesa, cogiéndolo con un taco de cuidado y mirándolo desde diferentes ángulos, observando flipada los pequeños detalles del X-8… Joder, ¡Lo que hubiese sido trabajar con él! Si lo hubiese conocido mucho antes esto sería otra cosa, me iría habiendo aprendido un huevo de cosas, pues desde que llegué todo ha sido trabajar sobre lo que ya sabía, sin saber prácticamente nada nuevo.
 
Levanto la vista con lo de guapa, hacia ellos, cojonudo, -Ya ves, tipo...- Asiento. Vuelvo a soltar el cacharro (para los no entendidos) como si fuese un delicado bebé. Me encojo de hombros con brazos extendidos y mirando a Winter, labios apretados y cara de que no es mi culpa, cabeza levemente ladeada -Tú tranqui, que no vamos a tardar ná entre los dos.- Y me quito en un santiamén la chaqueta vaquera y la sudadera gris de debajo, las dos a la vez, lanzándolas a un sillón cualquiera. Camiseta blanca de manga corta y suelta, con grasa en distintos roales a la vista, vieja es poco para definirla.
 
Me froto las manos fuerte, sonriente. Por fin un poco de acción, de la que me gusta.
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07/04/2010, 18:29
Grasp Winter

Había visto maneras cutres de intentar ligar, algunas de ellas incluso en primera persona, pero lo de este tipo era díficil de superar, joder, es como si yo le contara los malos que he matado o la gente que he salvado, bastante patético.

¿Desde cuando te importa de donde sale el dinero?

Respondí con poca delicadeza, pero tenía razón, ese capullo no solía interesarse por eso, lo cual, me puso en guardia casi de inmediato, pero por supuesto, no lo delaté, si no fuera capaz de controlar esos pequeños detalles, no hubiera durado mucho en la calle.

Solo preocupate de que es al contado

Resoplé, y tras echar una mirada a Zoe que quería decir allá tú, me acerqué a la posición de Aguirre, y le susurré algo al oído y señalé a Bowens, tras lo cual, asintió con calma. Eso debía bastar para, como mínimo intranquilizar al capullo.

Busqué acomodo, después de, por supuesto, hacerme con una de esas cervezas de importanción que gastaba, uhm, me molestaba empezar a coincidir en gustos con el chiflado ese. Alejado de la ventana, allí me instalé en un sofá, con una clara vista de los movimientos de Ojos Verdes, despreocupados, casi inconscientes, ahí radicaba la morbosidad que despertaba, irritantemente atractiva.

Un sorbo a la fría bebida, una sonrisa ten cuidado con lo que le encargas hacer, en mi presencia suele ponerse nerviosa y romper cosas me encogí de hombros, era totalmente cierto.

 

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09/04/2010, 18:25
Speed Bowens

Cuando Zoe se quitó la chaqueta y lo demás, la observé fijamente pero sin intención de molestarla, sólo admirando lo que era aquella chica menuda, metida en esa camiseta vieja que le hacía mucho más sexy de lo que ya la hacían sus conocimientos. Lo de menos es la ropa, lo importante era la percha.

-Si rompe algo, tú pagas Winny, vamos, mientras sea en efectivo.

Ni siquiera las niñerías del poli bueno me podían poner de mal humor aquella noche. Me restregué los ojos, si, el sueño se había espantado gracias a los visitantes pero la vista siempre estaba cansada.

-Tienes cualquier herramienta que necesites allá, vamos a ocupar un par de destornilladores especiales, están en la caja naranja. Mucho acero y argón...

La miré a los ojos y sonreí.

-Imagino que sabes soldar argón, ¿no? Aunque no es problema si no lo sabes, te enseñaré en un segundo.

Le guiñé un ojo y cogí otras piezas más pequeñas, algunos bulbos re hechos, con tecnología del presente pero resistencia del pasado, transistores digitales, placas de audio, sensores de movimiento, en fin, nada nos faltaba en aquella mesa. De hecho durante un largo rato me olvidé de lo que se cosía entre el mexicano y Winter, aunque habría sido mucho mejor estar con la señorita a solas, aunque más no fuera para construir cosas.

-Usaremos un par de pistolas láser que tengo en el cajón de la esquina, iré a buscarlas y si quieres una cerveza, ni lo dudes, Zoe...

Decir su nombre era más bello que armar un motor cualquiera que fuera éste. Sin duda. Volví pronto con la cerveza para ella y un poco de agua vitalizadora para mí, lo que me dejaría despierto unas 12 horas más y me senté a su lado, teníamos mucho trabajo por hacer y ahora no trabajaba sólo por la paga, sino por un placer un tanto más mundano. Hice un gesto con la mano sobre el teclado virtual en mi mesa y comenzó a sonar música antigua, a un volumen no muy alto, lo suficiente para relajarnos.

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14/04/2010, 18:13

Mientras Max y Winter bebían aquella cerveza, el móvil del mexicano sonó y éste atendió de inmediato, la voz del otro lado era una voz de mujer como bien pudo constatar Winter pues aunque se alcanzaba a entender lo que decía, si alcanzaba a escuchar el tono suave de una mujer y el cambio repentino en la cara de Max. Se levantó y por pura cortesía le dijo a Winter que los vería luego, que le llamaran cuando estuvieran listos. Se acercó a Speed y le pidió que le abriera la puerta; éste último un poco contrariado, se dispuso a hacerlo pero cuando faltaba por abrir la última puerta, Max se acercó a Zoe y le dijo:

-Mi mujer me necesita, cuídate y no dudes en llamarme pase lo que pase. ¿Entiendes?

Finalmente Maximiliamo Aguirre salió por la puerta saludando con la mano a Bowens y alejándose por la misma vereda por la cual habían entrado, metido en sus propios pensamientos y sus propios problemas. Sintiendo que dejaba una parte de si allá dentro, con los que serían, al menos por unos días, casi tanto como su propia familia.

Dentro, un afanoso Bowens, colocaba piezas aquí y allá, mientras pensaba la manera de que resultara todo como lo estaban planeando, nunca perdía ningún detalles de los aparatos que fabricaba; incluso pensaba en las manos de Zoe a la hora de usarlos y no era por un tema sexual, sino de practicidad, quería la que mujer guapa, pudiera defenderse de cualquiera. A veces sus ojos si iban a otros lados de la chica, el cabello, los labios, no más allá y aunque sabía que Winter los tenía bajo la lupa, poco le importaba.

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18/04/2010, 12:15
Zoe

La sonrisa por imaginarme currando en cosas super guapas, conexiones, engranajes, cables, herramientas, la pura alegría por hacer algo útil y que además es casi orgásmico para mí… me ha durado un puto segundo por culpa del cabronazo disfrazado de colega de vez en cuando.

De fondo Bowens contestando, yo negando con la cabeza mientras me muerdo el dedo índice de la mano que he juntado en un jodido puño. Mirándolo a los ojos con cara de que no siga por ahí si le tiene aprecio a su vida, aunque sólo sea un poquito. Me restriego la mano por la cara mientras me giro, a ignorarlo, a digerir las putas ocurrencias que tanto por culo dan… Muerdo el labio inferior para no acabar riéndome, aunque ahora no me vea.

Cacho de capullo guapetón ocurrente. Cacho de capulla mongola sin dignidad.

Restriego las manos por el culo, para calentarlas y darme ánimos, asiento mientras a Machete Man cuando se acerca y vuelvo la cara para mirar como sale. Que mierda más tocha, cada vez somos menos... Y él poli ahí, con su cara de no romper platos. Podría ser él el que tendría que irse con todas sus castas… Lo miro sería, sin ninguna mala leche, mongola, mongola, y doy la vuelta para empezar la tarea de una puta vez.

No preocupes, llevo liada con el argón desde los dieciocho.- Le sonrío con agrado a su bonita cara y me coloco unas gafas protectoras inmediatamente después. Poniéndome a currar ya, sin querer pararme a pensar que estoy a solas con los dos tíos más buenos que he tenido tan cerca en mi vida nómada, ni en lo que me apetece una cerveza, o siete, ni en que Trapos está siendo cuidado por una niñata mientras Keith nos ha dejado tirados, ni en... Puñetero día.

Nueva cancioncita del pleistoceno animando el cotarro...

No hace falta ser un lince para darse cuenta que los dos tenemos bastantes tablas. Muy pocas indicaciones son necesarias, una fructífera conversación que se desarrolla con gestos casi en su totalidad, más algún que otro susurro casual, a veces los dos técnicos inclinados sobre el mismo aparato y otras tantas cada uno concentrado en el que tiene entre sus manos, casi como si el otro no existiese, pero que vuelven a conectarse en el momento preciso y sorprendentemente coordinado en silencio.

En este tipo de situaciones el tiempo vuela, los ánimos se aplacan y sólo las cosas concretas que se están realizando son las que ocupan la mente por completo. En determinados momentos de una vida eso se agradece sinceramente. Relegas lo secundario, o lo que no tiene solución, y te dedicas a disfrutar de esa abstracción, esa desconexión parcial que pone de muy buen humor cuando llega a buen puerto, como en este caso, dejando únicamente una sensación de paz, orgullo, ¿por qué no decirlo?, y buen rollo.

Coloco las gafas, despacio, sobre la mesa, el resto de mi cara con surcos de grasa, igual que las manos y camisa, que en realidad no necesitaba de ninguna más para estar hecha un desastre. Brillos metálicos por el contacto con las aleaciones de distintos materiales tintinean en todo el cuerpo, en el pelo… y sí, una sonrisa tranquila, sincera, enormemente satisfecha. Tanto para el colega de currele como para el otro.

Suspiro mientras me froto la frente, quitando algunos restos -Ha sido una puta caña, Speed. Me ha flipado currar contigo, tío.- Todavía con gesto relajado le habló el otro, como si hiciese mil años de las quinientas movidas que hemos tenido ya, o como si nunca hubiesen existido, lo cual en realidad sería una enorme pérdida.

Va a ir sobre ruedas, Winter. El equipo es de lo mejor.- Asiento segurísima de lo que digo, sin dejar de sonreír.

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19/04/2010, 18:50
Grasp Winter

Definitavamente se confirmaba que Bowens era un capullo, yo no es que tuviera ninguna duda, pero empezaba a quedar claro para el resto, y sin tener que esforzarme lo más mínimo, y el detalle de la musiquita, aparte de tocar los cojones, lo refrendaba.

El teléfono de Aguirre me distrajo, y escuché atento, frunciendo el ceño cuando el mejicano se acercó, se disculpó y le quité importancia, de momento no era necesario, y bien sabía, por lo que me jactaba de conocer al tipo, que debía tratarse de algo gordo para que se largara.

Me esperaba un rato aburrido mientras jugaban con los cacharros.

Al principio intento aparentar interés en lo que hacen, luego dedico mi atención al culo de Zoe, luego a la cerveza, vuelta a la chica, cada vez más sucia, ella, por supuesto. Y finalmente entrando en una especie de sopor nada agradable. Empiezo a tener calor, y el pasarme la botella por el rostro deja de tener efecto a la tercera vez que lo hago.

No logro entender la pasión que dedican a esos estúpidos aparatejos, ya podían dedicarsela a las personas en su lugar, que a algunas, aún merece la pena hacerlo, no demasiadas, pero bueno, siempre mejor que a una jodida pieza de metal, por muy “argonil” que sea.

Sólo su voz me rescata del soberano aburrimiento, y me incorporó de mi perruna posición para mirarla, sus ojos destacando sobre la infinita suciedad que la recubre, y alegrándome de que parece que por fin han terminado de preparar las cosas.

En ningún momento he tenido dudas de ello, ¿no ves que he hecho la elección personalmente?

Le devuelvo la sonrisa, por instinto una vez más, demasiado recientes algunos acontecimientos, y me vuelvo hacia el capullo que tenemos de proveedor.

Bowens, creo que voy a pagarte un poco menos de lo acordado, el resto se lo daré a Ojos Verdes para que se compre ropa nueva, después de todo, te ha ayudado y no se ha cargado nada, por lo menos aparentemente.

La miro de manera divertida, y hago un gesto en dirección a la puerta venga nena, recoje los trastos y largémonos, que ya llevo aquí mucho más tiempo del que me gustaría mientras digo esto, introduzco una mano en la chaqueta, preparando la pasta para transferirla al lugar indicado.

 

 

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20/04/2010, 17:02
Speed Bowens

Sonreí, lo de Winter me parecía casi demasiado y quizás si yo hubiera estado más al día en cuando a mujeres se refería, quizás habría pensado en aquello desde el primero minuto. Quizás Zoe era la mujer de Winter pero no, no cuajaba del todo la gelatina, ella me había coqueteado porque esas cosas si que sabía reconocerlas aún. Me encogí de hombros mientras me limpiaba la grasa en un poco de tela vieja que tenía para tal tarea. Enarqué una ceja y sonreí mirando de nuevo a Zoe.

-Verás, Winny...-me puse de pie y rodeé a Zoe poniendo mi mano en su cintura mientras con la otra le señaló por el pasillo para que vaya a lavarse la cara.-Por mí, puedes darle el pago completo a Zoe, ya se me ha pagado suficiente al tenerla como ayudante... Ahora, puedes seguir en plan amarga la noche o puedes venir con nosotros.

Empujé suavemente a Zoe sin soltarla.

-Allí puedes encontrar cosas para limpiarte, linda.

Me volví de nuevo a Winter mientras me quitaba la camisa y me ponía una totalmente limpia, que se pegaba perfectamente a mi cuerpo.

-Digamos que luego de un arduo día de trabajo o de años, me dieron ganas de salir. Conozco un lugar acá cerca-dije levantando un poco la voz para que Zoe pudiera escucharme.-¿Qué dicen? Comida, bebida y buena música... Bueno, música.

Una nueva sonrisa de mi parte, si tenía que cargar con Winter para llevar a Zoe, no tenía el menor problema.

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21/04/2010, 09:44
Zoe

Enarco una ceja con evidente extrañeza en la cara, morro sorprendido acompañando al conjunto de la expresión, gesto de incredulidad y me acabo encogiendo de hombros, con el Winter, con lo de su equipo… ¿no te fastidia el tipo? lo he elegido yo, listo, y lo hemos hecho nosotros con los cojonudos materiales de Speed, vaya tela, que forma de echarse flores gratuitamente.

Pero como pasa siempre con éste, se supera a sí mismo con lo siguiente y hace que olvide enseguida lo anterior, confusión de adónde querrá llegar ahora con lo de pagarme, ¿Para qué cojones quiero yo más ropa? En casa hay mil camisetas de Keith, y algunas mías salvables todavía… y antes de comprar ropa llamaría a mi familia para preguntar si a alguien le sobra algo.

Pero no es esto lo que me acaba mosqueando, o entristeciendo: no mola cuando te das cuenta de que has hecho el primo a lo bestia, que todos los tios son unos mamomes y quieren lo mismo y son igual de sobraditos al intentar conseguirlo. Sobre todos los que tienen una cara que no te cansas de mirar y un cuerpo que no dejas de pensar en tirarte, por muy hecho mierda que tengas el corazón.

Tú buscas un colega, vale que buenorro, pero un colega, y te encuentras un sobón, y la pregunta es ¿Cuándo cojones vas a dejar de sorprenderte porque son así? ¿Y de buscar que tienen algo más en la jodida sesera? Y de rallarte por evitar al que más palos te va a dar…

Con mi brazo haciendo palanca separo el brazo de Speed de mi cintura, andando en la dirección que me indica pero evidenciándose que me he quitado yo. Cogiendo en el camino la sudadera gris y la chaqueta –¿Estáis tontos o qué? No pienso quedarme ni un puto pavo. Las cosas no funcionan así, joder....- Lo digo evidentemente fastidiada, para mí misma, mientras me separo de ellos negándoles con la cabeza a la misma vez que salgo y los dejo en la habitación. Bufo y cierro la puerta tras de mí, no por vergüenza de que me vean en bolas, algo que me la suda, lo que no quiero que vean es mi cabreo y mi profunda decepción.

Me miro tristemente en el espejo: Los tíos son gilipollas y no tienen zorra idea de nada. Nunca.

Camisa tirada al suelo, no tengo ganas de lavarme, pero si de calmarme, así que me echo agua por cara y pelo, empapando en su totalidad ambas zonas. Me seco la cara mordiendo el labio inferior y negando con la cabeza, capullos, y me coloco la sudadera gris, después la chaqueta vaquera y recojo la camiseta. Salgo poniéndome la capucha de la sudadera. En todo el proceso habré tardado tres minutos, con lo cual mi estado de ánimo es el mismo.

Yo no. Me voy a tomar por culo, a mi puta casa.- Seria miro al poli, el otro supongo que lo sabe -Hay que dejar que se enfríen las soldaduras, esperar a mañana pa cogerlos y probarlos.- Y miro al otro, me queda poco que decirle ya.

Nos vemos, Bowens.- Dos dedos en la sien que hacen un gesto de despedida al separarse de la cabeza, medio sonriendo pero sin conseguirlo en su totalidad y tiro en dirección a la puerta.

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21/04/2010, 12:32
Grasp Winter

 

Ahora lo veía todo con claridad, joder, que idiota había sido, y que haya tenido que ser el capullo de Bowens el que me abriera los ojos, pero desde luego, eso explicaba muchas cosas, y yo que empezaba a sospechar que había perdido “el toque”.

Miro a Bowens mientras Zoe desaparece con el pasillo, con esa expresión que ya empieza a resultarme más que familiar, y le sonrío con suficiencia, vas por mal camino colega  y me alegraba, no hubiera sido un buen remate de día.

Yo también tengo cosas que hacer, otra vez será lo mismo erez capaz de fabricarte un colega estuve a punto de decirlo, pero no convenía forzar demasiado las cosas, quien sabe cuando íbamos a volver a necesitarnos, así que me despedí con menos aspavientos que Ojos Verdes, y de mucho mejor humor.

El vivir con Keith, el pasar del tema, joder, que idiota había sido, mira que no haberme dado cuenta antes.

Esperé hasta llegar al coche antes de decir nada, no es que esperara que su mala leche se hubiera evaporado del todo, pero confiaba en que un poco si ,ya iba calándola algo más.

¿Te llevo a casa?

Pregunté casi con indiferencia, como si no hubiera quedado claro lo que había dicho, aunque mirándola con una sonrisa bastante diferente a las que le había brindado últimamente, mucho menos socarrona, incluso se podría tachar de amable.

¿Sigues por ahí?

No le favorecía demasiado la capucha

 

 

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21/04/2010, 18:24
Zoe

 

Lo miro fijamente, morro contraído en una mueca muy poco simpática, resbalándome el buen rollito que ha decidido tener milagrosamente conmigo, sin que me preocupe lo más mínimo cuanto va a durarle. Miro por encima de mi hombro, por la derecha, como si buscase a alguien justo al lado, posición inicial de nuevo, ladeando la cabeza y ahora hacia el hombro izquierdo, mismo rato. Al llegar al centro me encojo con expresión muy interrogante
 
¿Me hablas a mí?- Un tono irónico - ¡La hostia me estás hablando a mí!... ¿Y eso, Winny?- Abro los ojos, como si estuviese completamente incrédula mientras empiezo a endurecer la mirada -¿Ya no me ignoras, tío?- un largo segundo, cabreada, mirando sus jodidos ojos, demasiado mosca como para pensar demasiado en lo puteantemente perfectos y claros que son -¿Existo? No me jodas, vaya puta sorpresa macho.- Manos en las caderas y frunzo el ceño, bueno, en realidad es mantenerlo como estaba antes, sólo que con mas mala idea en los ojos. Echo el cuerpo para delante -¿Y a que COÑO se debe ese cambio?- Niego con la cabeza, para mear y no echar gota. Además, subnormala ¿Qué cojones te importa?
 
¿Sabes qué? -Parpadeo, acabo de decidir que he tenido la mejor idea de toda mi vida-Que no voy a mi casa, me vas a llevar al silent,- Sonrío con cero ganas, con la misma chulería esa que siempre me regala él -que me voy a agarrar la cuerna de mi vida, ole mis huevos, para olvidarme de todos los putos gilipollas que vivís en esta ciudad de mierda… - con lo bien que los llevaba antes, claro, porque para compensarlos tenía a … -y de los cabronazos que se largan con la prim... bah, que coño , no es asunto tuyo.- Bufido de que la vida es una gran asquerosidad.
 
Doy la vuelta y voy hacia la puerta del acompañante en grandes zancadas, susurrando blasfemias ininteligibles totalmente merecidas... Abro la puerta y la cierro bruscamente cuando me siento, con fuerza. Si la rompo que se joda, este cacharro estaba peor antes de pasar por mis manos. Giro a su dirección,
 
¡¡Ya sabes a donde voy, arranca de una puta vez!!
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22/04/2010, 11:58
Grasp Winter

Alcé los ojos, afilando la mirada sobre Zoe, cristalina, serena, evaluando la situación, los asuntos más peliguados, a menudo, no se trataban con una pistola y unas cuantas balas, más bien todo lo contrario, apretar el gatillo era de lo más sencillo.

La misión parecía irse al carajo por momentos, el grupo se disolvía, lo de Aguirre me preocupaba menos, era un profesional con experiencia, sé lo que puedo esperar de él, pero esta chica, es demasiado impredecible, tiene la sangre demasiado caliente y la lengua demasiado suelta. En circunstancias normales, habría dado boleto a esto, devuelto el dinero a la rubia y a otra cosa, no sería la primera vez, tal vez por eso sigo vivito y jodiendo.

Pero estas no eran unas putas circunstancias normales.

Despacio, rodeo el coche en vez de entrar en él, y abro la puerta del copiloto, de par en par, acuclillando justo delante de la misma, para que nuestras cabezas quedaran a la misma altura.

La noche ha caido, y con ella el paisaje de la ciudad se transforma, lo que antes era una calle normal ahora es un oscuro callejón, dos tipos caminando se convierten en dos mercenarios realizando un encargo, esa es la magia que envuelve a Night City, ese tono gris oscuro que la rodea, donde nada es lo que parece, donde todo tiene justificación, donde sobrevivir es lo único que importa.

Aquí he nacido, he crecido, y aquí moriré, desconozco otros matices diferentes, soy incapaz de descernir lo correcto de lo incorrecto, sólo se que tengo un objetivo que me permite continuar cada día, justificar cada uno de mis actos, muchos dirán que no es la mejor filosofía, seguramente esos no habran pisado nunca los Arrabales del Este, no sabrán tasar el valor de una vida humana, yo compré una por tres eurodólares.

Por eso es bueno ser Winter, él conoce la ciudad, parece gustarle, parece controlarla, servirse de ella, nadie puede resistirse a tal combinación. Por eso tengo que seguir siéndolo.

¿Sabes TÚ qué? Hablé bajo, casi en un susurro, pero se escuchaba  con suficiente claridad, ya que había una notable ausencia de ruido cercano en la siguiente manzana hay una parada de la línea siete, desde allí podrás coger la dieciocho, que te dejará a un par de calles del Silent señalé con el dedo la dirección de la estación de metro, pero no me moví de mi posición ni un milimetro, la mirada clavada en el hervidero verde de sus ojos.

¿Tienes problemas verdad?, estás jodida, no hace falta ser muy listo para darse cuenta, bienvenida a Night City, donde los cojes, te los metes por donde te quepan, y te comportas como si fueras la más feliz del mundo y lo único que te importara es el dinero y tal vez, un buen polvo.

Apoyé la mano en la parte baja del coche, para que me ayudara a mantener el equilibrio.

Si quieres aparentar que estás de vuelta de todo, perfecto, cada uno a su modo, incluso te diré que es buen argumento para seguir adelante, pero aprende a hacerlo bien, sin que se note lo que en realidad eres.

Seguía tan serio como al principio, enfocados mis ojos, fríos, sin nada que ocultar.

Porque sino te van a destrozar, se van a aprovechar de ti, y van a explotar tus debilidades sin compasión  Un destello de tristeza así que en caso de que no sepas hacerlo mejor, mi consejo no es que cojas la linea siete, sino la calle cuarenta dos, y sigas todo recto por ella, hasta llegar al desierto.

Me incorporé despacio, con la manos en el techo para facilitarme las cosas

Y tienes razón en una cosa, tus problemas no son asunto mio, salvo que tu quieras que lo sean.

Me di media vuelta despacio, para regresar al lugar del conductor.

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22/04/2010, 13:03
Zoe

Lo miro desafiante cuando lo tengo a mi altura, brazos cruzados y mismo careto mosqueado. Estoy hasta los cojones de todos, pero de verdad. Por un segundo su plan es cojonudo, ¡A la mierda! Total, entre ir con el aquí, en silencio, e ir sola en un metro no hay significativa diferencia… o no debería haberla.

El puto problema, (me repito mucho, lo sé) es como siempre, lo que dice después. Me quedo completamente quieta, sin empujarlo para salir, que era la idea inicial, atrapada en lo que está diciendo, en su jodida inspiración diciendo verdades como puños que duelen como tres putas patadas en los cojones. Por menos que minúsculas ganas de escucharlas tenga.
 
Durante un clarificador segundo cuadra el sentido global del enorme pollo que he montado. Doliéndome a hierro, en el pecho, cuánto echo de menos a mi rubiales, al que era mi incondicional hace tres horas. Costándome hasta respirar. Aprieto los puños mientras sigue su merecida bronca pacífica, no voy a joderla más. Me abstengo de parpadear.
 
Lo sigo con la mirada cuando se va, apenas girar el cuello un poco, pero finalmente vuelvo al receptáculo, al silencio del que voy a disponer, depende de mí cuanto tiempo. Mirada en la roída guantera, la mente muy lejos del buitraco de Speed, o del poli que se ha comido la movida tocha sin que, por esta vez, tuviese nada que ver con él. Me froto con fuerza la cara con las manos, por si acaso, y cojo aire, todavía con el corazón encogido. Me bajo la capucha. Que cagada... y que condena.
 
Para cuando vuelvo a mirarlo en nuestra oscuridad particular, estoy completamente seria, pero sin el más leve rastro de la rabia que me tenía poseída hace un momento. Sé perfectamente el importante motivo que me la ha quitado. No me importa que me considere una pardilla, ya sabía que lo pensaba, es el motivo de su comportamiento conmigo desde siempre. La putada es que ahora haya parecido que lleva hasta razón. No tiene ni idea de que son otras cosas las que me han hecho pensarme un par de veces sobre lo que ha pasado.
 
Muerdo el labio inferior, fuerte, relamiéndolo por dentro con la lengua, es difícil decirle nada. El cabronazo se ha tenido que quedar a gusto.
 
Tienes que hacerme un favor, Winter.- Aprieto los dientes. Es evidente que no estoy de coña, sólo gran preocupación, un poquito de bochorno en las mejillas, esa es la pura verdad, y el tono más en serio que me ha escuchado desde que me conoce, sin ninguna duda.
 
La puerta sigue abierta.