Sheena puso los ojos con exasperación.
—¿No escuchas cuando te hablan o qué?—preguntó molesta—¡Os dije antes que estábais interfiriendo en los asuntos del Imperio idiota!
La mujer se sentó en el suelo, con las piernas colgando.
—Imagino que estarás cansado de ser perseguido por los agentes imperiales. Si me ayudas, quizás podamos ponerle un remedio a eso...—dijo ladeando la cabeza.
Al escuchar que alguien le llamaba, el musculoso pero anciano hombre se giró.
—¿!YOLEI!?—preguntó alarmado.
Entonces Yo-yo se fijó en algo. ¿Estaba Jecket realmente sorprendido? ¿O quizás algo más? Si no fuera porque nunca lo había visto, así, incluso diría que estaba... ¿asustado? Pero su maestro era alguien que se sorprendía pocas veces y no tardó en serenarse.
—¿Qué haces aquí Yolei?—entonces cayó en la cuenta de que su alumna le había hecho la misma pregunta—Yo.... ¿sabes qué es este lugar?
Qué hago, qué hago, qué hago.
Piensa, piensa, piensa...
CORRE.
Y así lo hice, pero no de una manera lógica, no, fui corriendo hacia él girando en última instancia a la derecha para esquivarlo, el chute de energía me había dado la valentía necesaria para hacerlo, y estaba segura de que aquel monstruo no se lo esperaba, porque sino... estaba muerta.
xD
¿Qué tiro?
Inesperado para todo el mundo, incluso para este humilde narrador, Alumi no huyó sino todo lo contrario. La inventora echó todo su arrojo dispuesta a darle al minotauro con toda su potencia eléctrica y lo que hiciera falta. ¡Esta era su prueba de fuego! Ya no se trataba de un combate en grupo dónde sus compañeros la cubrían. ¡Alumi contra el peligro! ¡Lo superaría y les demostraría a todos que no era esa persona débil que se pensaban! ¡Vaya que sí!
El choque de trenes se aproximaba cuando de pronto, un bloque de piedra de izquierda a derecha cerró el paso cortando el pasillo. Y después otro. Y después otro. Y después otro más. ¡A ese ritmo acabaría aplastada por uno de esos bloques!
Antes nada, ahora sí. Como con los gusanos, tira DIN + DREC. Dificultad 13.
- ¡Noooooooo! - grité al ver caer aquel bloque que desbarataba todos mis planes, di un salto para esquivarlo, y luego otro, y otro, y otro más, ¡ así era imposible ver nada y mucho menos luchar! Me estaba desesperando por momentos, ¿qué pretendía cansarme? Porque, demonios, lo estaba consiguiendo.
- ¡Estúpido bicho! ¡Deja los jueguecitos y enfréntate a mí! ¿O acaso me tienes miedo? - dije intentando provocarlo si es que podía oírme...
Motivo: Tirada
Tirada: 2d6
Dificultad: 13+
Resultado: 7(+10)=17 (Exito) [3, 4]
Yupiii ^^
Me ha encantado como has empezado el post, y me alegro mucho de haberte sorprendido jiji
Había algo que delataba a todos los perros del imperio y eso era su soberbia. Por alguna extraña razón todos y cada uno de ellos se creían superiores a los demás, como si aparte de tener un palo metido por el culo tuvieran un libro con todas las respuestas del mundo; como si ellos fueran la única verdad.
A pesar de ello, aquella oferta me interesaba y a pesar de que quizá fuera una trampa, al menos me podría ayudar a salir del laberinto.
-Lo siento, la verdad es que mi atención estaba puesta en el toro azul que te acompañaba, pero ahora soy todo oídos... señorita del imperio.
Me crucé de brazos y también me senté en el suelo con las piernas cruzadas, abandonando la posición de guardia para el combate.
-Que ayuda necesita el imperio de un humilde hombre con un traje Synchro como yo, como puedo ganarme las alas de la libertad.
—Bueno, es evidente, ¿no?—preguntó de forma retórica—. Tus compañeros cazarrecompensas son una molestia. Acaba con ellos.
Mi maestro no parecía saber dónde estaba, lo cual me sorprendió. ¿Cómo había llegado hasta aquí si no tenía ni idea de donde estaba? ¿Era eso posible? Además, ¿qué probabilidades había de acabar los dos, sin previo acuerdo, dentro del laberinto de un minotaurio?
—Estamos... en la isla de Rushán, maestro.
Era extraño, pero... era él, no había dudas.
—Ehm... aunque... encerrados en el laberinto de Ox Asterios —alias el guaperas con cuernos, aunque eso omití decirlo—. Debemos encontrar la salida. Pero... ¿cómo es que está usted aquí? En mi caso, venía con un grupo de compañeros a capturarlo, ¿pero y usted? ¿También había venido a la isla a por él?
Mi mente estaba llena de preguntas... aun así, lo mejor era no separarme de mi maestro. Las paredes no tardarían en volver a moverse, y no quería perderle de vista.
—¿Rushán? No, no lo es. Esto es... —preguntó Jecket sin terminar la frase—Un momento, fue allí donde te mandó la Fuerza Alpha-Mu-Omega, ¿no? ¿Qué te paso allí?
Me rasqué la cabeza calculando los pros y los contras de aquella propuesta. Era cierto que el imperio quería acabar conmigo y si me dejaran en paz ya no necesitaría ganarme la vida como cazarecompensas y arriesgar el pellejo cada dos por tres. Pero por otro lado, les había cogido algo de cariño a mis compañeros. Pero lo que más pesaba era que el imperio ya le había traicionado una vez.
-Como puedo saber que mantendréis vuestra promesa y no acabareis conmigo una vez que haya eliminado a mis compañeras?
La mejor opción para mi quizá era aceptar y si luego no me apetecía seguir ayudándoles, siempre podía volver a cambiar de bando.
-Y digamos que acepto... me vas a guiar hasta ellas o las tengo q esperar a la salida? por que no tengo ni idea de como llegar al final...
A quien acabará ayudando Eddie? chan, chan!
Mi maestro evitaba contestarme. Sus palabras sólo añadían más preguntas a mi mente.
¿No es Rushán? ¿Entonces dónde estoy?
Quería preguntarle más, pero... antes debía contestarle. Era mi deber como alumna... mi maestro tenía la palabra siempre, y debía respetar el orden y la jerarquía.
—Exacto, maestro —le dije—. Pues... justo ahora mismo estábamos a punto de darle caza a el guap... ejem... quiero decir... a Ox Asterios. Sin embargo, nos dividió a mis compañeros... bueno, a los compañeros que quedábamos porque los otros creo que están achicharrados por gusanos de fuego... una larga historia... el caso es que nos separó creando este laberinto tan extraño.
Sí, eso es... eso era lo que había ocurrido.
—¿No estamos entonces en Rushan, maestro? —me atreví a preguntar, buscando respuestas.
Los bloques de piedra se iban cerrando uno a uno obligando a Alumi a deshacer el camino andado y alejándolo de ese minotauro. Rabiosa, la joven se puso a gritar, quería luchar contra ese bicho.
—¿Así que quieres enfrentarte a un minotauro?—escuchó una voz grave a sus espaldas—Entonces será mejor que lo hagas con uno que tenga sesera.
Y allí estaba ÉL. Azul, grande, musculoso, con su enorme hacha, su armadura dorada y su temible par de cuernos. Ox Asterios, el capitán Minotauro.
Ahora sí, TCOM.
—La persona para la que trabajo no dejaría pasar la oportunidad de tener a su servicio a un caso exitoso del proyecto Synchro—afirmó con rotundidad Sheena—. Y puedo asegurarte que sería un trabajo mucho mejor que cualquiera que tuvieras antes de enfundarte en ese traje.
La mujer movió balanceo suavemente sus colgantes piernas.
—Creo que puedo llevarte hasta tus compañeras para que acabes con ellas.
Si vas a intentar engañarla, tira INT + DSOC
Jecket miró seriamente a su alumna.
—Yolei, yo...—el hombre hizo una pausa para tomar aire—... he muerto.
—¿M-muerto...?
La palabra salió de mi boca, en tono dubitativo y lleno de sorpresa.
¿Mi maestro había... muerto? ¿Era eso posible? ¡No! ¡Jamás! Era el hombre más fuerte que conocía, era imposible que pudiera haber muerto... Debía tratarse de una broma de mal gusto...
—No puede ser, maestro —me atreví a contradecirle—. Si está muerto, no podría tocarle, ¿verdad? Mis dedos atravesarían su cuerpo...
Para convencerme de que era imposible, alcé mi mano y lo puse en su hombro. Si estaba vivo, o muerto, lo descubriría en ese mismo instante...
Trabajar para quien sea que trabaje la mujer de las gafas era volver a convertirse en el esclavo de alguien, adiós a la libertad, al libre albedrio y hola a cumplir ordenes sin rechistar y a dejar de pensar por mi mismo. La respuesta en mi cabeza era clara, pero si quería salir de aquel laberinto más valía que no se me notase.
-Un trabajo, es un trabajo! Además, algo me dice que irme contigo será mas gratificante que ser enviado a aplastar gusanos gigantes de fuego para poder pelear con un grupo de piratas que ni me van ni me vienen.
Chasqueé los nudillos y seguidamente el cuello preparándome para un enfrentamiento.
Y solo tengo que derrotar a dos chicas medio heridas? Es la entrevista de trabajo mas fácil del mundo! Por donde empezamos?
Motivo: Engaño
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+8)=15 [2, 5]
Int: 3 + DSOC: 5 = 8
Total: 15
Eh... no era eso exactamente lo que pretendía, osea sí, quería luchar, pero... ¿el líder?
UF.
Estaba condenada...
Pero, eh, iba a alargar mi condena todo lo que pudiese y más... quizás así conseguían llegar los refuerzos...
¿No?
Motivo: TCOM
Tirada: 2d6
Resultado: 3 [1, 2]
Sí, he vuelto, ¡a mis tiradas de mierda!
xD
Sheena se quedó un rato mirando a Eddie por encima de las gafas y entonces hinchó los carrillos.
—¡No me gusta que me mientan!—se quejó con un chillido—¡Pues muy bien! ¡Si quieres tirar tu vida al traste que así sea!
La mujer se incorporó, abrió su maletín y en un santiamen montó una lanza muy parecida a la que usaba Eddie. Aunque a diferencia de la del sincronizado, ésta no tenía la hoja de fuego. Entonces se lanzó al laberinto dando un salto.
—Seguro que el Imperio sacará datos muy interesantes de tu cadáver.
¡Es hora de las T(ortas)COM!
Motivo: ¿Se lo cree?
Tirada: 2d6
Resultado: 11(+8)=19 [5, 6]
Yo-yo no tuvo problemas en tocar a su maestro. Pero la expresión de preocupación de éste no se relajó, sino que se acrecentó.
—Yolei. Creo que tú también has muerto.
—Veamos que sabes hacer—dijo el minotauro.
Entonces el pirata dio un gran salto hacia adelante hasta ponerse cara a cara con Alumi, pero en lugar de atacarle con su inmensa hacha le dio un fuerte puñetazo en el rostro. La inventora salió disparada y se estampó contra uno de los muros del laberinto. Había sido un buen golpe, pero menos mal que contaba con su armadura sónica. Sino igual la habría tumbado.
—Vaya—dijo con una sonrisa—, veo que sabes encajar los golpes, ¿pero sabes darlos?
Ox ataca y le hace a Alumi 8 puntos de daño. Esta reduce en 6 y se quedan en 2.
Estado de Combate
- Alumi 2 puntos de daño.
Motivo: Ox - TCOM
Tirada: 2d6
Resultado: 6 [3, 3]
Motivo: Daño
Tirada: 3d6
Resultado: 8 [5, 1, 2]