Enrique se despierta en su turno de guardia con mucha energía para lo poco que ha dormido. Sus muchas expediciones le han obligado a dormir muchas veces a la intemperie y está acostumbrado a descansar mucho en poco tiempo de sueño y condiciones adversas
Tirada: 2d10
Motivo: Dormidera
Dificultad: 15+
Resultados: 10, 9
Exitos: 0
Tirada: 1d10
Motivo: Repetición de 10
Resultado: 8
Total de la tirada 27.
Tirada: 2d10
Motivo: musculo
Resultados: 4, 5
Me ha despartao alguien o me tiro toda la noche de un tirón sobando?
meda igual o me duermo o sigo dormido :)
2 despiertos, 2 Dormidos y no no se despierta hasta que yo lo diga.
Los despiertos iréis a postear al claro.
2 despiertos 2 dormidos... ¿Faltan 3? Yo esque sólo leo las tiradas de 3...
Tras un breve trance Leyna consigue despertar de su letargo. Mira a su alrededor como diciendo "no estoy dormida, de verdad, sólo había cerrado los ojos para meditar" y pone otra rama en el fuego para desentumecer el cuerpo.
Tirada: 3d10
Motivo: somnolencia profunda
Resultados: 9, 8, 5
Como has puesto totos yo vuelvo a tirar, te la pongo en privado para que si no vale los demás no se quejen. Y si vale, borra ésto y la pones en publico.
Mientras mi cuerpo se trata de adaptar al incómodo suelo, mi mente se relaja hasta alcanzar el sueño. Puede que sueñe algo hasta que llegue mi hora de despertarme, pero seguro que no lo recuerdo.
Yo quedo a la espera de que me despierten para comenzar mi turno.
Qué bonito es Toledo. He pasado unos días geniales.
Dormir en el duro suelo no me ha dejado descansar como yo esperaba. Me gustaría poder quedarme un rato más para recuperarme de mis entumecidos músculos. Tomo la decisión rápida y medio somnolienta de quedarme acostado hasta que alguien me avise de mi turno.
Tirada: 2d10
Motivo: Músculo
Resultados: 5, 3
Bien a la mañana siguiente estáis mas cerca del rió a cruzar.
Perezosa Leyna se levanta y se estira, ensilla su caballo y coge el de su compañero perdido.
Creo que sería razonable donarlo en algún pueblo o venderlo...
Si esperar respuesta se prepara para montar.
Cuando vais despertándoos uno a uno, veis como Enrique se ha pasado lo que quedaba de noche en vela realizando un improvisado monumento en honor de Julián. Un aparatoso montículo de piedras y una cruz de maderas coronándola.
"¿Alguien me puede contar que ha ocurrido aquí, no tengo mas que vagos retazos de un sueño? ¿Donde esta Julian?"
Enrique está algo cansado, pálido y ojeroso por la falta de sueño. También tiene el ánimo demasiado tocado como para hablar alegremente.
Julián ha pasado a formar parte de las leyendas.
Dice más crípticamente de lo que suele hablar. Sin embargo, no parece que se le pueda sonsacar nada más de información. No hoy.
Julián mira a Jose Antonio con cara de cansancio, alivio y, a la vez, tristeza, en un rictus lógicamente muy extraño, y luego contesta a su pregunta, al menos en parte:
- José, estamos ahora demasiado cansados, sobre todo Enrique y yo, que hemos estado despiertos desde el principio. Déjanos descansar y te contaremos todo con detalles. Por ahora, baste decirte que hemos recibido la visita de un sidhe que nos ha obligado a jugar una partida de acertijos en el que del resultado de cada ronda dependía la vida de uno de vosotros...
Con gesto de profundo cansancio, Julián se envuelve en su manta y se tumba para intentar dormir o, al menos, descansar un poco el cuerpo.
"Sea pues descansad, y ya me contareis. Y gracias"
Oir todos los comentarios sobre la suerte de Julián me hace dudar de si todavía sigo en medio de mis sueños. Tras rezar unas plegarias en su nombre me preparo para la continuación del viaje. Vuelvo a ensillar mi montura y espero junto a Leyna a que el resto esté en condiciones de continuar.
- Una noche un tanto peculiar no? -
Ya habrá tiempo de descansar cuando lleguemos a puerto, ahora ha amanecido. Debemos continuar viaje.
Dice Enrique preparando la silla de monta de su caballo.
Rápidamente, recojo mi equipo y preparo mi caballo para partir.
Y nos ponemos en marcha Tralaraaaaa XD
¡¡Gente, que se nos muere la partida!!
Tras los hechos de la noche anterior, Julián está de un humor taciturno y, si alguien consigue entablar conversación con él, también podrá constatar que podría llamarse, con justicia, de perros. Pero hay que seguir adelante con todo, y, a pesar de la pérdida de su tocayo, convertido en lobo, ahora están mejor que antes: al menos tienen el amuleto de la dama y, si se la cree, no tendrán más problema hasta llegar a su destino.
Así que termina de preparar su impedimenta y sigue a la comitiva de amigos y compañeros de viaje que parte con la mañana.