Partida Rol por web

El cabo primero enarca una ceja y devuelve su mirada hacia la fogata negando con la cabeza, mientras te alejas. Caminas hacia el cuartel y a unos 50 metros de alcanzarlo, teniéndolo ya a la vista, te cruzas con un recinto de gran tamaño rodeado por una verja metálica. La verja tiene unos tres metros de altura y está coronada por alambre de espino, del que cuelgan jirones de tela mecidos por el viento. El suelo está cubierto de manchas de sangre. En el interior de la verja hay retenidos una docena de hombres y mujeres con expresión desesperada. Todos visten ropas de color gris claro ennegrecidas por el polvo y la suciedad. Sus mugrientos rostros te observan fijamente cuando pasas junto al recinto. Unos guardias ataviados con negras armaduras antifragmentación patrullan el perímetro, vigilando tras cascos equipados con fotovisores. Van armados con rifles automáticos. Ves a Itzia de cara a uno de los guardias, el cual le está diciendo algo.

Mire alzando una ceja cuando aquel me pidió ayuda, no me daba lastima pero tampoco sabía lo que habían hecho para estar de aquella forma. Después la escena de aquel guardia me hizo mirarle y acto seguido tras su frase una duda se asomó por mi cabeza, quizás no debía de formular la pregunta pero no pude evitarlo.-¿Si van a ejecutarlos para que hacerles un juicio?-.

Gracias, soldados. Dije cuando me indicaron la dirección en la que habían visto a ¿Itzia?, esperaba que así fuera y con ese ánimo me dirigi a dónde me indicaron.

Me acerqué a Itzia para escuchar lo que el soldado le estaba contando. Mientras lo hacía, miré detenidamente a los detenidos, esperando averiguar por qué estaban detrás de aquellas rejas.

Y aunque mi rápido vistazo no me dió ningún dato útil, no pude desprenderme de la sensación de que algo muy extraño estaba pasando en aquel campamento de la guardia imperial.

Solomon: Alcanzas a oír que Itzia le pregunta al guardia que porqué hacerles un juicio si van a ejecutarlos. El guardia carraspea como única respuesta, y entiendes perfectamente el motivo: es obvio que el juicio previo es necesario, pues esa es la diferencia entre el simple asesinato y hacer justicia. Parece que el guardia no quiere gastar saliva con una mujer poco acostumbrada a la ley imperial.

Itzia: Te percatas de la presencia de Solomon, que se acerca a ti sin decir palabra. El guardia carraspea como única respuesta, manteniéndose en silencio, y no sabes porqué.

Vret: Caminando en la dirección indicada te cruzas con un recinto de gran tamaño rodeado por una verja metálica. La verja tiene unos tres metros de altura y está coronada por alambre de espino, del que cuelgan jirones de tela mecidos por el viento. El suelo está cubierto de manchas de sangre. En el interior de la verja hay retenidos una docena de hombres y mujeres con expresión desesperada. Todos visten ropas de color gris claro ennegrecidas por el polvo y la suciedad. Sus mugrientos rostros te observan fijamente cuando pasas junto al recinto. Unos guardias ataviados con negras armaduras antifragmentación patrullan el perímetro, vigilando tras cascos equipados con fotovisores. Van armados con rifles automáticos. Ves a Itzia y Solomon de cara a uno de los guardias, estarían hablando, pero ahora justo están los tres en silencio y el guardia mira a un punto fijo del horizonte con porte recia.

Solomon e Itzia: Veis a Vret alcanzaros y acercarse a vuestra posición.

Miré el lugar y su vigilancia arrugando la nariz. No esperaba ver sangre ni patrullas aquí, no parecía un hospital así que sólo podía ser...oltra cosa.

Sin mirar directamente a nadie me acerqué a ambos acólitos y les pregunté con voz queda. ¿algo de interés?

A todo ésto,Svein y Screw parecían haberse esfumado. ¿no salieron trás de mí?

Cuando el guardia carraspeo sin decirme nada le mire extrañada por no entender que pasaba, de todas maneras iban a ejecutar a esta gente y en mi opinión se debería hacer ahora y no hacerles malgastar saliva para un juicio. Llega Salomon y al poco Vret, que aparece preguntando.- No mucho, aunque un par de tiendas mas hacia allí hay un joven algo trastornado psicologicamente ¿y vosotros? -

El comisario nos ha pesto al tanto y nos ha dicho dónde radica el problema. Dije con desidia manifiesta que quería expresar la mala sensación ue había recibido de la información dada. Al menos sabemos dónde están los herejes.

Por su noto de voz se intuía que el psiquico había descubierto tantas cosas como nosotros, y eso no me gustaba absolutamente nada.

¿Podría decirme de que se acusa a los detenidos? Soldado- Le pregunté al hombre que acababa de contestar a Itzia, tal vez tuviese relación con el motivo de nuestra visita o estaban a la espera de sentencia por otros motivos completamente ajenos, pero por preguntar no se perdía nada.

El guardia gira su cabeza de forma notable hacia Solomon con gesto inexpresivo que podáis ver dado que porta un caso completo. Tras un breve silencio responde con dureza: -De traición, hacia nuestro Señor Emperador y hacia la Ley imperial. Son rebeldes, y serán juzgados en consecuencia. -tras lo cual recupera su mirada hacia el horizonte y su recia porte. Los detenidos os ruegan piedad con la mirada pero al parecer no se atreven a hacer más.

Me agradó ver que el comisario no se andó con rodeos intentando evadir la pregunta… parecía ser que los documentos fueron destruidos pero eran relativos a una secta del Caos… la Hermandad de la Malicia… diría que ese nombre me suena de algo…

No era muy dado a ser amable pero… Gracias por su sinceridad Comisario, al menos podemos tener una idea más clara sobre a qué nos enfrentamos… ¿Qué sabe de la Hermandad de la Malicia?... Podría considerarse que tentaba a la suerte intentando que nos diera más información pero... la información es poder, lo es todo… sin información no hay conocimiento y sin conocimiento… eres prácticamente como la salvaje que nos acompaña… puedes creer que conociendo como hacer fuego con dos piedras ya tienes la vida solucionada…

El comisario había dejado claro antes de que él y sus hombres no iban a participar en aquella misión y aunque su compañero parecía querer insistir en que Nihilius les dijese algo mas sobre aquella supuesta secta, no parecía que el mismo estuviese dispuesto a colaborar mas de lo que ya lo había hecho. Dado el carácter arisco del mismo, dedujo que sería una perdida de tiempo intentar hacerle cambiar de opinión. De todas maneras tampoco podían malgastar mas tiempo del necesario, pues a cada minuto que transcurriese el mal que se escondía en lo profundo de aquella cueva podía hacerse mas fuerte.

- ¿Hermandad de la malicia?- Intervino Svein enarcando una ceja.- Desde luego con ese nombre no son los adoradores del caos mas discretos del sector Calixis...- Prosiguió en un tono de sorna.

- Muy bien.- Dijo levantandose de su asiento.- Agradecemos su información al respecto y su ayuda Comisario Nihilius, lo tendremos en cuenta a la hora de investigar lo que ocurre en las cuevas. Que la luz del Emperador guie sus pasos y le de fuerzas para acabar con los enemigos del imperio.-

Y haciendo el simbolo del aquila, se hecho el rifle láser a la espalda y se aprestó a salir de allí.

Los traidores al emperador solo merecen un castigo.- Contesté reprimiendo el asco que sentía al comprobar nuevamente que alguien era capaz de darle la espalda al bendito Emperador.

Estaban en la escombrera.- Afirmé más que pregunté. Sospechaba que así sería, aunque no lo sabía con seguridad. De lo que sí estaba seguro era que la contestación del soldado me sacaría de dudas. Más incluso, que si le hubiese preguntado directamente.

Señalé a los presos - Necesito interrogar a uno de ellos. - Tampoco lo hice como una petición sino más bien como una orden. A estas alturas los guardias imperiales ya sabrían que éramos representantes de la inquisición. Lo que aún no sabían, y esperaba que por nuestro bien tardasen en saberlo, era como de cerca estábamos del inquisidor.

Screw: -Gracias por su sinceridad Comisario, al menos podemos tener una idea más clara sobre a qué nos enfrentamos...¿Qué sabe de la Hermandad de la Malicia?...

Svein: -¿Hermandad de la malicia? Desde luego con ese nombre no son los adoradores del caos mas discretos del sector Calixis...

Comisario: -Poca cosa, creo que son alguna especie de sucesores de la primera secta que fue descubierta y erradicada...la que os he comentado antes. Pero, sinceramente, no es mi deber ni mi deseo conocer y comprender a esos malditos herejes. Todos estos temas son cosa de la Inquisición, como es bien sabido.

Svein: -Muy bien. Agradecemos su información al respecto y su ayuda Comisario Nihilius, lo tendremos en cuenta a la hora de investigar lo que ocurre en las cuevas. Que la luz del Emperador guie sus pasos y le de fuerzas para acabar con los enemigos del imperio.

El comisario se levanta también, lo cual parece más educado de lo que os ha parecido en un principio, y responde: -Un placer caballeros, que el Emperador guíe vuestros pasos también.

Svein sale del cuartel sin dar mayor explicación.

El guardia se mantiene totalmente estoico hasta que Solomon comenta lo de interrogar a uno de ellos, momento en el que el guardia se gira totalmente hacia Solomon, con todo su cuerpo encarándolo, y dice: -Será necesaria la autorización del comisario para ello. Hablen con él, suele encontrarse en el cuartel. Que el Emperador les bendiga. -su bendición deja entenderse como una clara despedida, más cuando recupera de nuevo su recia porte de mirada fija en el horizonte.

Vret había dicho que el comisario les había puesto al tanto y les había dicho donde radicaba el problema. -¿Y bien? ¿Qué os ha contado?-. No habíamos estado delante cuando el comisario les había contado todo aquello así que yo quería saberlo. Solomon pregunta al guardia con el que parece contestarle y nos dice donde se encuentra el comisario.-Creo que primero debemos saber que les ha dicho antes de interrogar-. Me quedo allí esperando la respuesta de Vret y esperando que hace Solomon.

El comisario nos informó que la parte preocupanten de la rebelión y que continúa sin solventar se encuentra en la mina, sobre todo en el nivel conocido como escombrera, o a partir de allí.

Sus hombres dijeron haber visto mutantes y demonios y por ello volvieron de la incursión con numrosas bajas.

Me parecía un resúmen adecuado a lo que nos habían dicho. Aunque aún había un par de datos por contar.

También mencionó que a los rebeldes se les incautó una serie de documentos describiendo actos horrendos.  Supongo que el credo herético. Me había olvidado por completo de ello. ¿los tendría en su poder aún? debíamos consultarlos.

¡Ah! dije para terminar. Se supone que es cosa exclusivamente nuestra, no va a enviar a nadie con nosotros.

Las palabras del comisario eran muy parecidas a lo que nos contó el inquisidor a bordo de la nave, lo único que él no hablo de mutantes ni de demonios.

Mejor, estos soldados ya han fracasado una vez allá abajo. No necesitamos que el deshonor de no cumplir con su deber con el emperador nos acompañe.- Dije lo suficientemente alto como para que el estoico guardia lo escuche, aunque por dentro estaba sorprendido por la falta de información y colaboración que el comisario nos ofrecía.

Tenemos que volver a hablar con el comisario.- les dije a mis dos compañeros.- Necesitamos leer los documentos incautados, permiso para interrogar a esta gente y planos actualizados de la mina, en especial del nivel conocido como escombrera.

Fui asintiendo con la cabeza a cada cosa que mi compañero iba diciendo, al parecer estos rebeldes se iban a merecer su final en aquellas tierras.- Esta bien-. Dije al haber escuchado todo lo que nos había dicho. Estaba deseando poder ver a uno de esos mutantes o demonios que decían que había, estaba deseando matar a uno de ellos. Me gire para prestar atención a Solomon el cual tenía mucha idea de todas estas cosas y estuve de acuerdo en todo lo que dijo.- Si, creo que tu podrías ocuparte de interrogar a estos y creo que Vret y yo podríamos ocuparnos de lo demás-. Dije mirando a ambos, esperaba que estuvieran de acuerdo e hice una señal para poder ir de nuevo con el comisario.-¿Nos guías Vret?-. Pregunte haciendo un gesto con la mano para que el, que ya había estado con el comisario, nos guiara en su búsqueda.

Y de nuevo estáis todos juntos. Os encontráis cerca del cuartel, Screw sigue a Svein que le guía en una dirección...Itzia, Solomon y Vret no saben qué dirección es ésta. Por su lado éstos se encuentran con el clérigo y el tecnosacerdote dirigiéndose hacia el cuartel.

El frío arrecia, va cayendo la tarde y el ambiente se vuelve algo más duro todavía, los soldados se aprietan algo más los unos a los otros mientras resisten con orgullo las inclemencias de este frío mundo minero. Vuestros santos os vienen a la mente así como vuestra misión, pasan los minutos y aquello que guarden las profundidades sigue indemne...sabéis que no sois los miembros predilectos para esta misión, pero sabéis también que el Emperador protege.