Partida Rol por web

El fuerte viento os dificulta la tarea de montar las tiendas pero finalmente lo conseguís. Una vez asentados, el cielo empieza a oscurecerse. Las temidas nubes del norte que parecía que os perseguían en vuestra marcha ahora están sobre vosotros. Una manto gris cubre el cielo nocturno. La luz de la luna no se filtra ni un ápice. Todo esta en absoluta oscuridad...

Te mantienes en tu tienda pensando sobre como actuar. Dudas en si es el momento correcto de hablar con Iofur o quizás cabe esperar algo más. Piensas en lo que tu padre hubiera hecho...

El no se habría amedrentado ante el. Le hubiera plantado cara estuvieran o no los hombres delante. En ese momento dudas durante un segundo si te mereces ser su heredera. Pero de pronto recuperas tu confianza. Sabes que pasaste las pruebas y luchaste mejor que muchos de los capitanes. Te merecías ocupar ese lugar...

EL viento azotaba la lona de la tienda con fuerza renovada. Estas sentada sobre la manta mientras decides que acción tomar. En ese momento sientes un fuerte pinchazo en el estomago. Sabes que es debido al veneno. Pero el dolor es mucho más débil que la noche anterior. El tratamiento hace efecto...

Agarras el frasco de brebaje amargo para tomarte la dosis de la noche mientras piensas que hacer, si actuar ahora o esperar a más tarde... 

Solo vosotros podéis cumplirla. Sois parte de un todo. Muchos como vosotros en otros rincones del mundo intentarán hacerse con el arma, cada uno con una intención distinta. En vuestras manos está en usarla sabiamente. En aliaros con las personas adecuadas y en presentar batalla a otras.

Sois los elegidos por Dhazael. Bajo mi responsabilidad os he dado toda la información que he podido proporcionaros. Puede que si falláis el único culpable sea yo mismo por haberos seleccionado...

Pero eso ya se verá. Ahora lo que tenéis que hacer es dirigiros a Saburunda. Tenéis que hablar con el Gran Maestre de la Orden. Él os prestará toda la ayuda que pueda. Su apoyo será absoluto con vuestra causa. Pero tenéis que tener cuidado, pues el Magisterio sospecha de la Orden. No quiere que el arma sea encontrada. Y en el caso de encontrarla se la entregarían a Viela sin ninguna duda. 

La elección no debe tomarse precipitadamente. Ni Viela ni Los Cuatro pueden salvaros. Solo el equilibrio entre ambos llevará a este mundo a mil años de paz. Partid pues, tenéis poco tiempo antes de que las esferas se alineen. Pedid ayuda a la Orden y volved para cuando se abra el Abismo.

¡Vamos, marchaos!

El felino profirió un poderoso rugido que sorprendió a todos los presentes. Era hora de marcharse de aquel sagrado lugar...

Estoy pensando que a lo mejor seria preferible hablar con mi escolta y pedirle su opinión sobre el tema.

Ese comentario me ha echo sentirme muy indefensa ante la tropa y ademas cuestionarme si debería ser la jefa de los Lanceros de la Bruma, y ademas si mi padre no hubiera muerto esta misión seria mas tranquila para mi pero bueno yo he luchado por tener esto y no me voy a rendir ahora.

Después de darle vueltas hago que un hombre llame a mi capitán particular para poder hablar con el sobre lo acontecido a la llegada al campamento.

Dale el siguiente mensaje dígale al capitán Jokibin que venga a hablar conmigo y que si puede ser ahora ya que es algo bastante importante..

Eriüm tenía en su cabeza muchas dudas referente a su valía para realizar la misión que les había impuesto Dhazael. Sería capaz de reconocer a sus aliados? podrían devolver a los templos todos los espíritus dormidos? conseguirían traer al mundo esa estabilidad entre los cuatro y la Diosa?.

Sin duda alguna esta era una gran oportunidad para demostrar a su familia lo importante que era para su raza. No dudó en mirar una vez más a los ojos al imponente animal y hablar sin vacilar. No se en que te has basado para elegirnos para esta misión. Pero tan solo por eso daré mi vida por realizar nuestro trabajo. Hace un larga reverencia a Dhazael como muestra de gratitud y se da la vuelta para caminar hacia su capitana.

Una vez a su lado la mira con una media sonrisa. E de irme a prepararme, como Dhazael a dicho... no tenemos tiempo que perder. Tenemos que ir a Saburunda y regresar para cuando se abra "El Abismo"... Caminó de nuevo hasta la salida de la sala, al ver como la oscuridad seguía siendo dueña de los pasillos, bajo el ritmo de su avance esperando a los demás para salir del templo.

 Me quedo pensativo y observo a todo el mundo. Me dan la impresión que el peso del mundo no les sientan demasiado bien.

" De hecho...a mi tampoco..." pensé, y tras eso pensé en mi difunto padre y en lo que él habría hecho.

Tras meditarlo tranquilamente dije:

- Parece ser que esta batalla se va a librar hagamos lo que hagamos ¿no?. - Agarro mi martillo y lo empuño levantándolo apuntando al cielo. - De ser así...prefiero aportar mi grano de arena y no pararme a mirar como sobrevive....o acaba el mundo. 

" Él no lo hubiera querido así... "

En seguida el guerrero se aleja de la tienda para avisar al capitán.

Jokibin no tarda mucho en llegar. Parece que ya estaba acostado pues no lleva la armadura puesta, solo la ropa bajo la gruesa capa. Tu todavía llevas la armadura puesta para cuando el entra. Con lo que te das cuenta que has estado pensando durante al menos una hora antes de llamarle. Sin darle más importancia te levantas para abrir la lona y dejarle entrar.

Vaya temporal esta haciendo fuera... dice mientras se adentra en la tienda apretando la capa contra su cuerpo para mantener el calor.

Que necesitas Arya. ¿Empiezas a encontrarte mejor? 

Tras las explicaciones de Dhazael el grupo vuelve sobre sus pasos. Tanto los humanos como los elfos no habían abierto la boca para decir nada. El camino de regreso a través de la oscuridad sirvió para que todo el grupo reflexionara sobre lo que había acontecido en el templo. solo el Archimago se había rezagado, pues tenía cosas que hablar con Dhazael a solas...

La luz se vislumbra tenue a lo lejos. Las dos ventanas a cada lado que dejaban entrar un pequeño resplandor reflejado en las rocas de la roca. El templo parecía inmerso en las profundidades de la montaña y esa sala era el linde con el exterior. Una gran puerta de dos batientes se alzaba ante vosotros que ahora os encontráis en la penumbra.

Antes de que nadie se acerque a la puerta, la capitana elfa habla...

Pienso que es el mejor momento para despedirme de Nalak'Hum. Después de lo que he hecho  no puedo seguir capitaneando la guardia.

Prefería presentarse voluntaria a la misión que ser enviada por el Archimago a causa de sus ofensas.

Erïum Dûïn, tu puedes quedarte. El Archimago no tendrá en cuenta tus acciones. No creo que consigas ocupar mi puesto tras apoyarme, pero estoy segura que podrás mantener tu posición. Tu puedes elegir... para mi ya es demasiado tarde. 

Todos guardaron silencio durante un momento. Los caballeros de la Orden estaban obligados a cumplir con su deber. Pero los elfos ya habían hecho todo lo que podían escondiendo al Oromashu y al templo. Ya no tenían ninguna deuda pendiente con la Orden. Cualquier elfo que ayudará a la causa sería bienvenido, pero no estaban obligados a ello.

El camino de vuelta pareció mas corto ya que el silencio reinaba entre ellos, solo se escuchaban los pasos de las botas de batalla del humano y el enano retumbando por los pasillos. Cada uno iba absorto en sus pensamientos, en lo que les depararía el futuro a partir de ahora.

Los rayos de luz volvieron a cegar al joven elfo quien necesitó unos segundos para orientarse. La voz de la capitana resonó con fuerza y su rostro podía verse triste y desolado. Lo siento Capitana, pero ya e dado mi palabra Dhazael que daría mi vida por la misión y por este mundo. No tengo elección, e sido elegido para esta misión junto a ellos y eso es lo que voy a hacer.

Se acerca un poco mas a la bella elfa y le pone un brazo en el hombro saltándose totalmente el protocolo. No digas tonterías Beyit, siempre has dado tu vida por proteger Nalak'Hum el Archimago es una persona sabia, y el sabe que no puede prescindir de ti, eres la mejor guerrera que hay en esta fortaleza, siempre has demostrado tu valía. Ahora me toca a mi demostrar lo que valgo, o morir en el intento. Eriüm siguió caminando dirección a su habitación sin mirar atrás y sin decir palabra alguna mas.

No se había dado cuenta de lo tarde que se había echo y mientras ve como su capitán esta muerto de frió intenta quitarse la armadura, mientras se piensa como exponerle a Jokibin el tema del comentario tan fuera de tono que ha sufrido delante de todos sus hombres.

Aunque en un momento dado escucha como le pregunta y entonces sale de su mundo y le contesta si estoy algo mejor solo es que he estado en mi mundo particular y casi no me ha dado tiempo de ponerme cómoda y ya veo que tu me has dejado y enseguida, bueno dejemos el tema esa a un lado, yo quería comentarte lo siguiente, pero solo entre nosotros los hombres no deben enterarse de acuerdo.

Dime la verdad el comentario de la llegada que te ha parecido.

Tu como hombre tienes el visor en otra dirección a mi me dan ganas de bajarle de rango como mínimo y de segundo de mandarle también para que haga el camino de vuelta y se quede allí esperando, ya que me ha faltado el respeto y no he estado a la altura creo.

Estoy bastante enfadada y enrabietada y no se si eso va a hacer mella en los hombres estoy echa un lió de verdad

Espero que el responda algo por que lo he bombardeado sin piedad.

Viendo que la conversación puede ir para largo y que no se trata solo de recibir ordenes se acomoda sentado sobre la manta. Parece que va recuperando el calor gracias a la capa que lleva encima y al hecho de estar sentado y con las piernas encogidas. Esta prácticamente hecho un ovillo y el trasero no toca el frío suelo sino la manta que hay sobre el.

Veamos, si te refieres al comentario que espetó esta tarde el Capitán Iofur...

Piensa durante unos segundos antes de proseguir. Se acaricia la barbilla mientras piensa que palabras son las mejores para darse a entender.

Iofur es un buen oficial. Sabe comandar a los hombres de su tropa y es de los mejores lanceros a la hora del combate. Pero hay algo que no me gusta en él...

Creo que si te enfrentaras con el abiertamente o le dejaras en ridículo delante de todos, se atrevería a retarte en duelo singular. Ya sabes que Iofur es muy fuerte, y puede que pierdas ante él. Sabes que si te reta a un duelo puede quedarse con el puesto de jefe, ¿no?

Solo te digo que tengas cuidado Arya...

Arya se sentía muy mal por haberle dado tanta lata a Jokibin pero tienes muchas dudas sobre que puede hacer con respecto a dar una reprimenda al Capitán por su comentario.

Ya se que tengo que tener cuidado en como me dirijo a el y no creo que en publico se muy adecuado pero a lo mejor esperar y cuando llegue el momento sacar la conversación y decirle lo que me pareció el comentario. le comenta mientras ve que esta algo aterido con lo que le dice acércate y ven a calentarte y acércate a mi que parece que en vez de hablar con mi amigo parece que estoy hablando con un desconocido.

Y sobre lo de retarle lo se de sobre y lo de que es un buen Lancero de la Bruma también lo con lo cual solo se me encarare cuando vea que no queda mas remedio.

Podrías dar tu opinión es que estoy hablando sola o que estoy algo histérica y necesito un poco de ayuda vale.

Sigo con el bombardeo creo que me mandara a paseo y no se que haré si se enfada conmigo no quiero hacer este viaje sola.

Sin más demora el grupo sale al exterior. A medida que andáis de vuelta al patio central os dais cuenta de que el sol esta en su cenit. Es hora de comer y todos los ilustrados se dirigen al gran comedor. Sin daros cuenta ha pasado toda la mañana. Cada parte se dirige a un sitio distinto. Los elfos a sus aposentos para prepararse, y los caballeros de la Orden al patio principal. Ahí les espera el resto de su comitiva. 

Sin demasiada ilusión por ello los elfos disponen a los caballeros de una zona de reposo. Esta se encuentra cerca de el gran comedor que esta en la parte central del piso inferior. La sala dispone de mesas y sillas donde aguardar tranquilamente. No disponen de habitaciones para ellos por lo que probablemente se marcharán antes de caer la noche...        

Tras la conversación y todo lo sucedido me encuentro realmente ensimismado con la posibilidad de aportar algo importante al futuro de mi pueblo y de todos los pueblos existentes. No obstante me siento algo inútil y pienso que la misión puede ser demasiado complicada para nosotros.

En el tiempo hasta la partida intento recopilar toda la información que sea posible sobre la misión, con los conocimientos adquiridos me dirijo a la biblioteca y trata de encontrar documentación sobre todo lo hablado.

Busco además cualquier tomo o pergamino que me pueda ayudar en el viaje, algo que de mayor poder a mi magia.

 Cuando llegamos a la zona que habían dispuesto para nosotros tomo asiento con pesadez y apoyo mi cabeza en mis manos sobre la mesa.

- Lord Kerem...¿qué pensais sobre todo lo que hemos escuchado hace un momento? - Empiezo a notar como si el peso del mundo ya estuviera cargado a mi espalda - Creo que la sensación de que algo no iba a ir bien que he arrastrado todo el camino hasta aquí se ha visto cumplida...

"Y de qué manera...."

Eriüm se apresuró a llegar a su estancia. Una vez allí se despojó de sus atuendos de la guardia de Nalak'Hum y se puso ropa con la que se sentía mas cómodo ya que iba a ser un viaje muy largo. Se detuvo unos segundos frente el armero observando los arcos y pensando cual sería mejor para la misión. Al final llegó a la decisión de coger un arco largo de roble, no era el más ostentoso de los que tenía ni el mejor adornado, pero ese arco tenía un gran valor sentimental ya que fue el primero que tubo, con el que aprendió a usarlo y si esta puede ser su ultima batalla es con este arco con la que quiere librarla. Se colocó el carcaj doble en su cintura y ocultó bajo su coraza de cuero cinco pequeños cuchillos elficos.

Cuando estuvo preparado se dirigió a la puerta, agarró el pomo y se quedó inmóvil vacilando delante la salida. Voy a echar de menos el sonido del agua caer de la cascada junto al cantar de los pájaros que me despiertan cada amanecer... Se armó de valor y se encaminó a despedirse de sus seres queridos antes de partir.

Entras en la gran biblioteca creyendo que ahí puedes encontrar algún conocimiento que te ayude en el camino. Empiezas a buscar entre las estanterías que conoces, siempre había algún pergamino interesante que te había gustado aprender en el pasado. Pero antes parecía que disponías de todo el tiempo del mundo, ahora en cambio todo parece precipitarse... 

Estas algo nervioso por lo que no te das cuenta hasta al cabo de un rato que alguien te esta mirando. Detrás de ti ves al Archimago, que sostiene un pergamino en su mano y te lo ofrece.

Esto es lo primero que debes aprender, mi joven discípulo. Sin aprender a descifrar este pergamino no sabrás interpretar las señales de los 11 restantes. Es muy valioso y quiero que lo estudies día y noche hasta que volváis de Saburunda. Una vez de vuelta con él estoy seguro que habrás sabido descifrarlo. Entonces abriremos el portal hacia El Abismo.

A muchos de nuestros ancestros les había costado meses, quizá años para hacerlo, pero tu solo tienes un par de meses hasta que regreséis. Quiero que centres tu aprendizaje en el, hasta que vuelvas. Una vez estés de nuevo entre estos muros estarás preparado para aprender conjuros mucho más rápido que hasta ahora.   

Tómalo, por ahora te pertenece. Mantenedlo alejado de miradas indiscretas Guildam Bardüm. No sabemos quien puede querer apoderarse de él.

Aldrin, se que esto puede resultarte duro. Pero hemos de asumir la responsabilidad. Somos miembros de la Orden del Martillo dorado dice con gran orgullo mientras se le hincha el pecho.

Somos los elegidos para traer la paz al mundo. El gran maestre ha confiado en nosotros para esta misión y vamos a poner todo nuestro empeño en cumplirla.

Se detiene para observar a sus hombres. Algunos de ellos tienen miedo, y otros están preocupados.  

Cuando lleguemos al monasterio de Saburunda podréis elegir si quedaros ahí o seguir, pero por ahora todos hemos de volver a nuestro hogar. No quiero ver más esas caras, ¿Es que acaso no veis que somos los únicos que podemos llevar esta tarea a cabo?

Parece que los hombres retoman fuerza de voluntad y valor a medida que Lord Kerem continua su discurso...

Finalmente cuando los ánimos están mejor, se aleja contigo a una de las mesas para hablar solos. 

Dime Aldrin, ¿crees que estás dispuesto a asumir tu deber? Entenderé si te quedas en Saburunda, nadie te obliga a hacer esto.

El capitán se acerca a ti y te pone parte de su capa por encima para poder compartirla. Pone el brazo por detrás de tu espalda quedando su mano izquierda sobre tu hombro izquierdo. Hace mucho frió y de esta manera los dos empezáis a entrar un poco en calor. Sin darse demasiadas libertades no se acerca tanto como esperabas, puesto que de alguna forma sigue guardando las formas. Ya no solo por ser su jefa sino por el respeto que hay que guardarle a una chica. El joven Jokibin, con algo de vergüenza te contesta... 

Yo en tu situación le plantaría cara. No puedes dejar que te ofenda de esa manera, eres la jefa. La próxima vez deberías actuar al momento. Se que te cogió la otra vez de sorpresa y por eso no supiste como reaccionar. Pero esta vez ya sabes que puede ir a por ti. Puede que intente desacreditarte de nuevo, ese será el momento.

Aunque si quieres puedes hablar con él en privado. Esta solo en su tienda. Pero si lo haces así el sabrá que quieres plantarle cara. Depende si prefieres hacerlo en privado o delante de los hombres. Pero lo que está claro es que esto no puede continuar así...

Incluso sospecho de que el que te puso el veneno fuera uno de sus hombres. Lo que no se es con que intención lo hizo. No era un veneno mortal...

Jokibin piensa durante un momento...

Lo que creo que no deberías hacer es pedir el apoyo de los demás capitanes de momento. Hasta que no tengamos pruebas de que realmente es Iofur el causante de eso.

Al salir por la puerta de tus aposentos, ataviado con todo lo que necesitarás para el viaje, te encuentras con Beyit. La capitana esta apoyada en la pared esperándote. Su mirada denota alegría y esperanza pero a la vez preocupación. Sabes por su expresión que esta contenta de que te unas al grupo. Eres su mano derecha desde hace tiempo y sobretodo desde que la defendiste en el Gran Comedor. Si algún guardián ha de ir con ella ese eres tú.

Vaya, te veo con muchas ganas de partir Erïum Dûïn dice con una sonrisa picara en el rostro.

Si hay algo que tengas hablar conmigo antes de marchar dilo ahora. ¿Acaso anhelabas quedarte aquí toda tu vida como guardia de La torre?

Ella era un espíritu libre. Había recorrido mundo antes de confinarse en Nalak'Hum. Conocía las regiones elficas de Kilik'Rhaza e incluso te había contado historias de más al norte. Había ingresado en la guardia hacia solo unos años y ya era la capitana. Estaba deseosa de partir en busca de aventuras como lo había hecho en el pasado.