Partida Rol por web

Aarkan: Destinos Enlazados

Acto 3: La capital del reino

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06/03/2011, 12:07
Iza Retzaras

Tras aquella sacudida me desequilibro un poco, todo ocurre muy rápido y me quedo confusa recibiendo aquel arpón. Me giro y cruzo aquella mirada con Ukara sin saber muy bien qué hacer. ¿De verdad necesitan nuestra ayuda? Pues vaya, tanto hechiero y tantas armaduras andantes y ahora necesitan refuerzos de esclavos. Con suerte igual si... no, no nos liberarán, perderían mucho dinero si muriésemos o nos liberaran. Me encogí de hombros y apoyé una mano sobre el hombro de Ukara mostrando confianza, a este paso nos acostumbraríamos a luchar codo con codo con cualquier enemigo.

Vamos a ver qué ocurre —dije mientras me encaminaba a la escalera que subía hacia cubierta...—

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07/03/2011, 13:58
Director

Saburunda

Larey finalmente se despertó y el tema de conversación fue derivando a cosas más mundanas. La joven desayuno con las frutas que habías cogido, mientras se diluía la importancia de vuestro camino...

La joven te explico algo sobre ella. Era familiar de Doromus y vivía con el desde hacia años. El sacerdote se hizo cargo de su educación, al igual que de su cuidado. Había tenido una feliz infancia en Gaihon y podía notarse en su manera de sonreir, la inocente y feliz sonrisa de una joven que apenas había vivido las penas del mundo...

Más tarde, Doromus te explicó que te llevaría hasta la capital y que se hospedaría allí durante unos días. De todas maneras hacia tiempo que quería ir, y esta ocasión le permitía ausentarse de sus deberes como párroco durante un par semanas.

El sacerdote sabía perfectamente que tus contactos eran mucho mejores que los que él te podía proporcionar. Siendo perteneciente a la familia real lo más seguro es que te dieran todas las facilidades para investigar acerca de tus asuntos.

Te esperaba una habitación confortable en la corte y no podías negar que necesitabas ese descanso...

Tras horas de viaje finalmente llegáis a las puertas de la capital... 

El en centro de un enorme valle se alzaba la preciosa ciudad de Saburunda, joya del reino. Recuerdos de tu nombramiento como caballero y otros muchos te rondaban la cabeza. Ese era un lugar prospero en el que ninguna desgracia podía oprimir los corazones de la gente.

Finalmente y tras varios días ahí estabas, frente a las puertas de la capital. Un par de guardias que custodian la puerta te saludan respetuosamente y te abren paso. Otros dos os escoltan hasta de camino al castillo. Lo habitual era presentarse ante el rey nada más llegar a la ciudad como muestra de respeto y buena fe.

Así pues os adentráis por la calle principal. Algunas personas se detienen o dejan de hacer sus tareas por un momento para ver de quien se trata. Alguno de ellos os saluda como muestra de cortesía. Pese a que no sois muy conocido en la ciudad, muchos recuerdan el día de vuestro nombramiento junto al de varios nobles. Aunque tu eras el centro de atención en ese momento.

Empezáis a avanzar calle arriba atravesando el barrio de artesanos y posteriormente el barrio de mercaderes...  

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07/03/2011, 14:52
Mariscal Zeion Siffrinmundo
Sólo para el director

Marish de manera cortes, inclinaba ligeramente la cabeza a modo de saludo, a aquellas personas que lo saludaban, aun el recuerdo de su nombramiento era como reciente, aunque ya había pasado bastante, pero recordaba muchas de las caras que se cruzaban en su camino hacia el castillo.Con porte caballeroso y educado, sigue a los guardias hasta las estancias de la corte, para presentarse formalmente al Rey, seguido de Doromus y Larey, habían hecho ambos mucho por él, cuando estuviese delante del rey, pediría humildemente que se alojaran en la corte con él, es lo mínimo que podía hacer por el trato y cuidados que había recibido, por parte del parroco y su apadrinada.

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07/03/2011, 15:13
Director

La mayoría de prisioneros se quedan rezagados en la parte de la bodega. Solo unos pocos y tu subís rápidamente las escaleras para poder enfrentar la amenaza. Por desgracia al subir a cubierta una imagen grotesca os aguarda.

Bajo el cielo tormentoso grandes olas sacuden el navío. La espuma del mar se escurre entre los tablones que están a vuestros pies. Un nuevo temblor que te hace perder el equilibrio sacude el barco. En ese momento una enorme criatura surge de las profundidades marinas para sacudir sus monstruosos tentáculos.

Los prisioneros que hay en cubierta están paralizados del miedo. Algunos de los rezagados suben a la cubierta encabezados por Ukara que blande el arpón al igual que los demás. Todos se aterran al darse cuenta de la amenaza...

De pronto el capitán os llama la atención.

- Ataros a los cabos y lanzaros al agua! Es la única manera de acabar con él!

Ciertamente ves como algunos de los marineros del barco ya están listos para saltar en el siguiente embiste. Todos ellos atados para luego poder regresar a bordo. 

No muy lejos percibes una fuente muy poderosa de magia. En la parte más alta del barco y rodeado por varios hombres de hierro se encuentra el hechicero. Parece que esta invocando algún tipo de poder para defenderse del ataque de la monstruosa criatura.

Ukara al ver directamente a la persona que les había hecho todo eso a su gente, parece perder el control. Aprieta el puño y paree preparar el arpón para lanzárselo. En ese momento te ves en la decisión de dejar que Ukara tenga su venganza o de prepararte para atacar a la monstruosa criatura marina.  

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08/03/2011, 18:40
Sólo para el director

Los pasos me desviaron de mi camino. Seguramente por estar distraida con la idea de que mi hermano se metiera en algun nuevo jaleo.
Cuando me di cuenta estaba disfrutando de un paseo por las calles del mercado, viendo las mercancias que no tardarian en zarpar hacia otras tierras donde se venderian por un precio muy elevado. Que simple que podia llegar a ser la gente rica...

Al final me tope con una acogedora posada o al menos eso parecia desde el exterior. Entre movida por una curiosidad extraña. No era propio de mi abandonar tan a la ligera mis obligaciones y estabamos necesitados de dinero.
Entre y comprobe que en verdad era acogedora, comoda y digna de una verdadera Dama. No se trataba de un tuburio donde la reputacion del lugar manchaba el nombre de quien lo pisaba. Este parecia distinto, era fresco y aseado y confortable. Aun estaba distraida cuando una mujer me llamo la atencion con un saludo y una pregunta. Me senti avergonzada al caer que yo no habia reparado en ella y mi educacion quedaba en entredicho.

Algo avergonzada me acerque a ella y le salude con una sonrisa - bonita taberna - le dije - la vi desde la calle y la belleza de la fachada me llamo a entrar. Desgraciadamente no dispongo de dinero alguno para poder disfrutar de su estancia - mi mirada se agacho aun mas avergonzada - busco trabajo, tal vez usted pueda ofrecerme algo o sepa de alguien que me pueda emplear - le sonrei.

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08/03/2011, 22:17
Iza Retzaras

Desvío rápidamente el arpón y miro a Ukara de la misma forma que había hecho antes ella en la bodega. ¡Ahora no era el momento, puesto que aquel hechicero podría ser nuestra salvación!

Ukara, no, no lo hagas, él podría ser nuestra mejor carta para acabar con ese especie de pulpo-calamar, si lo matamos no podremos sobrevivir hoy ni luchar mañana —dije todo lo veloz que pude con las palabras atropellándose unas entre otras—. Te prometo que nos encargaremos de él en un futuro...

Además, seguro que en su camarote tiene un libro de hechizos bastante mono que pueda ayudarme a seguir con el aprendizaje que Xerina empezó. —añadí en mi cabeza pensando de forma egoísta por primera vez en mucho tiempo—.

Notas de juego

Si logro que entre en razón, no hago caso al capitán y disparo mi arpón (con un intento de precisión) a algún sitio que pueda ser su punto debil como ojos, boca o algo así, nada de ir a por los tentaculos o demás partes viscosas

Si no lo logro... bueno, pues que siga el roleo del motín, ayudo a Ukara a defenderse de los capullos que intenten matarla y probablemente me retire hacia el camarote del hechicero para ver magias y esas cosas. Lo mismo, con suerte, encuentro algo de teleportación... xDD

 

No sé como irá lo de Persuasión, tengo un punto en esa habilidad con una bonificación de tres en PERcepción, por lo que no sé que tipo de tirada será ni qué dificultad para persuadirla, en cualquier caso te dejo a ti la tirada ^^

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09/03/2011, 15:39
Sólo para el director

Con pasos lentos y pesados caminaba Dhin, pues no era de su agrado el tipo de encargos que le hacian y menos aun a quien beneficiaban... pero eran necesarios para la subsistencia, y para mantener la cabeza pegada al cuerpo.

El semielfo acompaña al que ahora era su patron, escuchando su encargo y asintiendo a sus palabras, a la espera de que termine de hablar.

-Esta clarisimo señor, debe parecer un robo casual y ademas no resultar dañado el portador del pergamino, sin el menor problema.

Dijo con la mejor de sus sonrisas.

-Respecto al oro... ¿Quizas una parte por adelantado? El hambre ya comienza a nublar mi vista, y sera una desgracia que por falta de fuerza y precisión mi daga termine por herir a quien no debe.

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10/03/2011, 11:57
Director

Tras pasar por el barrio de los mercaderes os adentráis en los jardines de palacio. Se trataba de una zona muy distinta al resto de la ciudad. Los jardines de palacio eran prácticamente un barrio en si mismos. Rodeados de fuentes y canales, los arboles se erguian con multitud de formas claramente podadas con el mayor esmero posible. Los miembros de la corte almorzaban sentados en el césped mientras disfrutaban del hermoso lugar. Alguno de ellos se acerco para saludados. Muchos de ellos eran conocidos por ti, incluso algunos formaban parte de tu misma familia. Mas de uno se extraño al verte sin un buen caballo y un siervo que llevara tus pertenencias. En cambio ibas subido en una carreta tirada por dos viejos caballos, acompañado por un viejo y una muchacha esmirriada.

Finalmente y tras cruzar los jardines, entras en el recinto del palacio real. Era el castillo mas enorme y hermoso que jamás habías visto. En todo el reino no había maravilla alguna que se le pudiera comparar. Pese a que algunos decían que la gran catedral era incluso mas espectacular, tu todavía no la habías visitado.

Dejáis el carromato en el establo y los sirvientes se ocupan de quitarles las bridas y darles algo de comer. Os habían traído hasta Saburunda y merecían un buen descanso.

- Maris, me gustaría acompañarte a ver al rey. - dijo la joven Larey en tono desenfadado. - Siempre he tenido la ilusión de poder ver en persona a nuestro monarca.

El padre Doromus estaba dando instrucciones a los siervos, en relación a los caballos y al carromato, por lo que no se percato de la petición que te hacia la muchacha.

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10/03/2011, 13:52
Director

- Me alegro mucho que te guste mi posada. La regento desde hace quince años y como imaginaras ya es parte de mi vida. Todos nuestros esfuerzos han sido para llevar este negocio adelante y creo que a dia de hoy puedo asegurar que es una de las mejores de la ciudad. - comenta la dueña con una sonrisa en la cara, que le hace marcar las primeras arrugas de la edad. - Más de un viajero ha venido expresamente aquí recomendado por algún familiar o lugareño.

- Pero bueno, no voy a contarte más historias ¡Que ya estoy empezando a parecerme a mi madre, jajaja! - rie a bandibula batiente. - Veamos en que te puedo ayudar... - dice dejando la jarra perfectamente limpia en una de las repisas.

Parecía una mujer muy amable y dispuesta a ayudarte. De seguro que algo podría hacer por ti, o al menos haría lo que pudiese. Desde el primer momento le habías causado buena impresión y eso lo notabas.

- Mi sobrina Katerina quiere trabajar en los juegos. Como sabrás dentro de poco se celebra el toreo anual de luchadores y la ciudad se llena de viajeros. Ya trabajó allí el año pasado y le pagaron muy bien solo por trabajar tres semanas. Dicen que necesitan a chicas jóvenes, así que yo ya no puedo presentarme, que sino lo haría, no tengas duda, jeje. Se trata de recibir a los nobles que vendrán, servir comida, ya sabes...

Pese a que no llevabas mucho en Saburunda, recuerdas que el torneo de campeones era uno delos mayores espectáculos de la región. Muchos guerreros recorrían cientos de millas para participar y poder llevarse el premio y la gloria. 

- No, en serio, yo tengo que ocuparme de la taberna. Vendrá gente de todo el reino para ver el torneo y eso lo notamos bastante. Así que fijate, ¡hasta tienes donde elegir! Puedes quedarte aquí y ayudarme durante esa temporada o ir a la Arena con mi sobrina donde seguramente te pagarán mejor.

Por ahora tu mayor problema era encontrar trabajo y tenías por ahora esas dos opciones. Sonríes pensando que has tenido suerte.

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10/03/2011, 14:27
Director

Aclaraciones: 

1- Consigues que Ukara te haga caso. Solo se lanzan dados si quieres persuadir engañando o contra sus propios intereses. En este caso ella sabe que si lo mata ahora todos moriréis. 

2- El monstruo marino por ahora solo asoma los tentáculos al exterior, razón por la cual prácticamente todos los marineros estén luchando contra él bajo agua. Por lo tanto desde cubierta solo ves sus enormes y viscosos tentáculos, y supones que sus puntos débiles están bajo la superficie.

3- Tus opciones ahora mismo son muchas:

- Amotinarte luchando contra los pocos marines y el capitán.

- Enfrentarte al hechicero que está concentrado en detener al monstruo.

- Atarte un cabo y lanzarte al agua para luchar contra el monstruo.

- Atacar sus tentáculos que están en el exterior.

- Cualquier otra que se te ocurra a ti xD

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10/03/2011, 14:47
Director

El tipo desde un principio no pone muy buena cara a tu petición de un adelanto. Te agarra fuertemente de las solapas y te estampa contra la pared que tienes justo detrás. 

- Mira chaval, no me toques los cojones. - dice rechinando los dientes mientras te echa su apesoso aliento a la cara. - Le debes un montón de dinero a los jefes y no pienso darte una sola rupia hasta que hagas bien tu trabajo.

Finalmente te suelta y te advierte. - No me hagas perder el tiempo contigo muchacho. Haz tu trabajo y cierra el pico, o te lo cerraré yo mismo.

Esta gente no era precisamente con la que se podía bromear. Eran tipos bastante problemáticos y que ni siquiera a ti te gustaban como compañía. Eran de esos que te si no hacías lo que te decían podías aparecer la mañana siguiente flotando en una acequia.

- Y ahora vete. - dice entre dientes mientras se marcha a su puesto. - Deberías agradecerme que te recomendara para este trabajo. Con suerte saldarás la mitad de la deuda. Así que ya puedes hacerte una idea del interés que tienen los jefes en que todo esto salga bien.

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10/03/2011, 15:35
Mariscal Zeion Siffrinmundo

Deberas de cuidar tus palabras, no dirigirte hacia el Rey si este no te dice que le hables, debes de mostrar en todo momento respeto y educación, se que te comportarás bien, pero he de informarte con antelación, el trato con un Rey es no hablar si este no te habla, mostrar siempre pleitesía, sin olvidarte que cuando estemos ante él, debemos de inclinarnos para hacerle una reverencia, las formalidades en los castillos, aunque distan mucho de cualquier formalidad en cualquier sitio, se deben de cuidar con especial cuidado, un gesto que no sea aprobado, una palabra que mal suene, seria una excusa perfecta para suministrar una justicia rápida..., ten en cuenta mis palabras, puedes acompañarme, pero sigue mis pasos, no hables si no te lo indico con un gesto de mi cabeza, manten las formas, si agradas en tu trato al rey, seran todo facilidades... -dice maris explicando a la joven muchacha, mientras se dirigen hacia la vista con el Rey -

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11/03/2011, 14:41
Director

Tras hablar con Larey acerca del comportamiento idóneo que había de hacer gala frente a un monarca, se unió Doromus a la conversación.

- No os preocupéis por la chica, yo me ocuparé de que tenga esa bocaza bien cerrada. - dijo el sacerdote dándole unos golpecitos en la cabeza a la joven. - Y ahora será mejor que entremos sin demorarnos más.

Las puertas de palacio se abrieron dándoos paso a un enorme pasillo abovedado que desencovaba en un gran salón. Tras este subís unas escalinatas acompañados siempre por dos guardias, más como una protocolaria escolta que otra cosa. Finalmente y dejando atrás las grandes salas, llegáis al salón del trono. 

El lugar era hermoso por la cantidad de luz que entraba a través delos ventanales. Grandes columnas de mármol franqueaban una alfombra que acababa en un pequeño podio. En él, un único trono se alzaba vacío, dejando ver su elaborada factura.

Tras esperar pacientemente unos minutos, el rey se presentó en la sala entrando desde una de las puertas detrás del trono, que como ya sabías conducían a su biblioteca particular. El rey era un gran estudioso de todas las artes y predicaba siempre que un buen monarca no podía dejar de perfeccionar sus conocimientos para llegar al mayor discernimiento de las realidades que acontecían en el mundo.

Y allí fue presentado ante vosotros... 

- Se presenta ante vosotros Zeion tercero, amo y señor del reino de Saburunda. - dijo pomposamente uno de los guardias.   

El rey se sentó en el trono mientras hacíais la convenida reverencia. Se acarició la barba y os miró de arriba a abajo antes de decir nada. Sabía perfectamente que tu visita había sido precipitada, puesto que de lo contrario se lo hubierais hecho saber con la debida antelación, como hijo del Conde de Lucrecia que erais.

- Bienaventurados seáis sobrino mio. Veo que venís bien acompañado... ¿Que os trae con tanta urgencia a la capital?.  Debéis saber que tengo noticias para vos. Pero adelante, responded primero.

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11/03/2011, 17:06
Mariscal Zeion Siffrinmundo
Sólo para el director

Mi Rey... - se inclino ante su tio -

En Gaihon fue testigo de fuerzas sobrenaturales que habían despertado por codicia de los hombres, tuve que investigar mas a fondo para encontrar un remedio y razon, para que fuerzas que sobrepasan el entendimiento humano, no siguieran matando por venganza y  justicia, encontre la solucion al problema, mas hombres inocentes murieron sin poder evitarlo, incluido mi fiel escudero, en las entrañas de la mina, donde mis ojos vieron aquello que jamás pense podría haber visto, pude solucionar el problema, mas mi cuerpo quedo como en una especie de extasis y trance, mientras mi alma era conducida con otras, a vista de seres superiores a la naturaleza, alli me explicaron el peligro que estamos expuestos toda la gente de nuestra tierra y reinos, los planetas se han alineado y una Guerra de proporciones épicas estallara, en la que los Dioses, se levantaran para empezar una Guerra, mas la única forma de que humanos y demas criaturas de estos reinos, no seamos arrastrados a la Guerra de los Cielos, es encontrar ayuda  y consejo de los 12 Oromashu..., yo..., Marish Zeion Siffrinmundo pido ayuda a nuestro Rey, para buscar ayuda en esta contienda, poder informarme e investigar sobre Saburunda , los Oromashu y la Guerra entre los Dioses que esta a punto de estallar, mi Majestad, pido ayuda de su sabiduría, ya que es conocido por todos los reinos. - se explica el Paladin -

Cuando haya descansado este maltrecho cuerpo, me haya informado para resolver algunas dudas, mis pasos me han de llevar a Saburunda,donde he de encontrar a una persona determinada, para alli los que hemos sido llamados para la búsqueda, empecemos nuestra mision de búsqueda de los Oromashu. - seguía explicandose -

Pido tambien , que estas dos personas , que me han ayudado en este tiempo, sean alojados y tengan el mismo trato que yo, sin ellos, tal vez mi cuerpo estaria bajo tierra creyendo erróneamente que habia fallecido, se merecen ese trato especial, si su excelencia lo ve apropiado. -termina de decir Marish -

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12/03/2011, 13:06
Rey Zeion III

 

El rey atiende mientras cuentas tu historia, pues parece lo suficientemente interesado para no interrumpirte hasta que acabas del todo. 

- Se que desde tu nombramiento como caballero has realizado varias hazañas, pero no tenia noticia alguna de tus logros en Gaihon. Imagino que no fue fácil enfrentar a una criatura sobrenatural como aquella. Me alegro de que devolvieras la paz a la ciudad.

En ese momento se levanta del trono y hace que le acompañes a su biblioteca privada para hablar más tranquilamente de asuntos de gran importancia. El padre Doromus y la muchacha son acompañados a sus aposentos como invitados.  

Una vez os encontráis en la biblioteca particular, el rey cierra las puertas. Parece un lugar recogido, sin más puerta que la que va directamente a la sala del trono. Montones y montones de estanterías llenas de libros y pergaminos acumulan polvo por doquier. Una tenue luz se filtra a través de los cristales tintados de color ámbar.

Tu señor saca un libro bastante prominente y que parece no haber sido revisado desde hace décadas. Lo deja caer sobre una robusta mesa de roble y te dice... 

- Según me cuentas has tenido una experiencia espiritual y por ello has venido a Saburunda, a buscar respuestas. Entiendo tus preocupaciones y si la diosa ha querido que estés hoy entre nosotros con un mensaje de advertencia, no seré ni tan solo yo como señor de estas tierras el que ponga trabas a tu camino.

- Enviaré de inmediato a uno de nuestros emisarios con una misiva directamente a la Gran Catedral de Marevah, al norte. El Magisterium se complacerá de saber que la hora de librar la Guerra de los Cielos ha llegado. Junto a esa carta haré referencia a tus acciones en Gaihon para que seas admitido en la Orden de Ecclesia.

- Si lo que dices es cierto, duros tiempos nos aguardan sobrino mio. Y si el momento de luchar ha llegado debemos estar preparados para combatir a los demonios que intenten arrebatarnos lo que es nuestro.

- Este manuscrito es todo lo que poseo acerca de la Guerra de los Cielos. Pero no debe salir de estas murallas. Es uno de los pocos ejemplares que existen y no puedo permitir que este conocimiento se pierda en el olvido. Toma en libro, dirígete al Templo de la ciudad y preséntate ante el Arzobispo. Él te guiará mejor que yo en estos momentos.

- Que la luz guié tu camino sobrino mio... - dice poniendo una mano sobre el hombro y entregandote el libro con la otra. - Confío en tu buen hacer. 

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12/03/2011, 15:29
Mariscal Zeion Siffrinmundo

Gracias mi Rey, la verdad que desde pequeño tengo la mania de llamarte por mi Rey,  que como mi Tio... - dice posando su mano en la de su tio, a modo de gratitud con una sonrisa, algo poco habitual en él -

Si este libro es un bien preciado para usted, puedo quedarme y leerlo aqui, aun tengo buena memoria, no creo que me cueste mucho leer el libro y memorizar su contenido, de esta manera el libro no sera sacado de estas murallas, además de no correr peligro de que sea robado.., si me cede su permiso, me gustaría quedarme aqui, para leer el libro y memorizar asi su contenido, cuando alla acabado , mis pasos iran hacia el encuentro del arzobispo..., si lo ve mas apropiado... - dice Marish con una reverencia -

 

 

 

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12/03/2011, 19:49
Iza Retzaras
- Tiradas (1)

Tirada: 1d4
Motivo: Decsión
Resultado: 4

Notas de juego

Maaaaalooo, tengo tantas opciones que son tentadoras... Dejemoslo al azar a ver qué opina y cuál es la mejor...

 

1d4:

 

1 Amotinarte luchando contra los pocos marines y el capitán.

2 Enfrentarte al hechicero que está concentrado en detener al monstruo.

3 Atarte un cabo y lanzarte al agua para luchar contra el monstruo.

4 Atacar sus tentáculos que están en el exterior

 

Bueno, los dados han hablado, aparte del post anterior pues eso, que ataco desde cubierta con el arpón a uno de los tentáculos, por probar puntería y eso. De todas formas soy más útil en cubierta lo mismo tengo que hacer magia y no creo que debajo del agua sea una buena concentración, además, que coño, no me apetece ni mojarme ni estar manchada de sal todo el rato. xDD

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15/03/2011, 00:52
Sólo para el director

Con fastidio Dhin asiente, no le gusta que le mangoneen pero esta en un lio demasiado gordo. Pero apreto los puños y penso por que hacia todo esto.

-Gracias por pensar en mi para este trabajo, señor.

Cuando le dio permiso para irse, se fue con viente fresco y en cuanto lo perdio de vista escupio en el suelo con rabia. Bueno aun faltaba para la noche, y habia quedado con su hermana para comer, quizas ella habia tenido mas suerte.

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15/03/2011, 21:50
Sólo para el director

 La mujer, muy amablemente me dio dos oportunidades. Ninguna de las dos, me era grata. Yo era una mujer de cierta categoria en mi ciudad y servía a Nobles o a gente rica. Servir en una taberna, no era algo provechoso, ni tan siquiera bien pagado. Asi pues, le sonreí y tratando de no sonar descortes le dije

 - Muy amable es su oferta, mas... necesito un buen dinero y como usted dice, mas ganare en las Arenas que en la posada. Asi pues, le agradezco de corazón su oferta, pero creo que me acercare a la campiña donde estan los Caballeros haber si encuentro a alguien a quien atender. 

Dicho esto, me despedi de la mujer y abandone la taberna. No queria perder tiempo y cuanto antes saliera, antes llegaría. 

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03/04/2011, 13:03
Director

Querido sobrino, no dudo de tus capacidades, pero este manuscrito debe ser interpretado por eruditos de este menester. Y si tanta urgencia tiene lo que me cuentas, no podemos permitirnos dar un paso en falso. Como te dije enviaré a uno de mis fieles emisarios...

El rey Zeion se ausenta durante unos momentos para hacer llamar a uno de los más veloces. Como bien sabías, los emisarios de Saburunda eran poco comunes en el reino. Se trataba de seres de una raza extranjera, gente que venía de otro lado del océano y  se hacían llamar "hermes". La relación entre humanos y hermes era muy estrecha en la capital, gracias a sus alas podían recorrer grandes distancias para llevar mensajes en la mitad de tiempo que lo haría un mensajero a caballo. Por suerte o por desgracia no habías conocido a ninguno en persona hasta ese mismo día...

El rey volvió a entrar acompañado de un diminuto ser alado que se sostenía sobre dos piernas como si de un humano se tratara.

Saludos alteza dijo formalmente el hermes presentandose ante ti.

Te presento a Romu, el emisario real. Él se ocupará de llevar nuestro mensaje a Marevah. Allí el Magisterium recibirá noticias sobre tus hallazgos. Espero que actúen lo antes posible para afrontar esta situación. Si lo que me dices está a punto de suceder debemos prepararnos.

El rey en ese momento se sienta y empieza a escribir una carta con todos los detalles que le has contado acerca del advenimiento de los Cuatro y sobre la proximidad del inicio de la Guerra de los Cielos. Finalmente sella el pergamino y se lo entrega al mensajero.

Este guarda el manuscrito en un carcaj y se despide de ambos saliendo directamente por una de las ventanas de la biblioteca. Alza el vuelo y pronto se aleja del castillo.

Y ahora - dice el rey dándote el libro - Dirígete al Templo de la ciudad y preséntate ante el Arzobispo, el sabrá que hacer hasta que lleguen las nuevas del Magisterium.