Partida Rol por web

El silencio real es espantoso.

Muchas veces cuando se habla de silencio, cuando estamos en nuestras casas y pensamos en ello, realmente siempre hay un cúmulo de pequeños ruidos que no molestan pero están ahí: coches de fondo, viento, lluvia, el sonido de una bombilla, una máquina de aire acondicionado, etc.

De repente todo se apagó: se apagaron todas las luces, las máquinas de aire acondicionado y ventiladores dejaron de hacer ruido, la luz de la farola que estaba medio estropeado dejó de parpadear, las chispas del agujero en la pared del restaurante dejaron de parpadear, incluso en el horizonte, las pocas luces que había en aquel desierto de campos se apagaron por completo.

Fue un solo instante, el mundo -o al menos la porción que percibiais- se paró.

Luego empezasteis a oír vuestras respiraciones y las de aquellos que teníais al lado.

Kate y Paul os encontrabais en la sala de seguridad y de repente os encontrásteis en la mas absoluta negrura, aquella habitación no tenía ningún tipo de ventana y tan solo estaba iluminada por las pantallas de los monitores ahora apagados.

Enseguida escuchasteis un movimiento de la silla donde estaba Frank y unos rápidos movimientos, incluso algún que otro empujón, escuchasteis como se movía rápidamente y salía de la habitación, dando un fuerte portazo.

Destiny y Samuel os encontrábais dentro del restaurante.

Por un lado Destiny seguía taponando la herida de la pierna de Jerry que estaba ahora tendido encima de una mesa de servicio. En cambio, Samuel se había alejado de ella para ir en busca del resto hacía el parking.

Justo os pudisteis ver las caras unos instantes antes del apagón, con Ronald y Allison que estaba entrando por el agujero del coche hacía dentro del restaurante.

-¿Sam? ¿Qué pasa aquí?- Alcanzó a preguntar Charlie antes de que se apagaran las luces. 

-Joder, la luz... ¿Qué hay con el conductor del coche? Es peligroso estar cerca de él.- Sentenció el marine a raíz de las conclusiones a las que arribaron con Allison, mientras lo decía, había tomado el celular con la mano que tenía libre para encender el flash como linterna, en la otra llevaba una pistola.

- ¡Ronald! llegó casi corriendo Sam a su altura, o al menos encontrándose a mitad del camino. - Yo tampoco sé que pasa aquí, ah, joder, otra vez las malditas luces.

- ¿Cómo que el conductor del coche? ¿Peligroso? Si está muerto. Sam, entre los nervios reparó en que Ronald llevaba un arma.

- ¿Has dado tú ese disparo de antes? Bueno, no importa, hay un chaval ahí dentro con Destiny al que lo han atacado y se está desangrando. Tampoco sé donde se han metido el chaval y la otra chica pero todo esto da ganas de pirarse cuanto antes.

-Charlie, me llamo Charlie. Lamento haber dicho que me llamaba de otro modo, es que me daba vergüenza meterme a un tonto evento de citas con mi nombre real.- Mintió Charlie, era demasiado narcisista como para hacerse pasar por Ronald. Listo, solucionado. Y al resto Ronald solo los saludó con un gesto de sombrero así que no debería ser un problema.

-Los muertos se están levantando como si fueran los putos zombies de una película, Sam. La doctora, Allison, tiene una teoría.- Continuó avanzando hacia el coche del accidente, iluminando con su celular. -Pero primero lo primero...- Estaba dispuesto a reventar los sesos del conductor "muerto" antes de que despierte. 

- ¿Qué los muertos se están.. levantando? Sam estaba bastante atónito con el dato pero tampoco era plan de discutirle algo a un hombre armado en estos precisos instantes y viendo la situación la verdad es que no era como si le costara ser convencido.

Además viendo como se acercaba al conductor muerto del coche que se siniestró, si de verdad era como decía Charlie, el poco conocimiento que tenía Samuel sobre el mundo de ficción de los zombies le daba mala espina por el resultado que pudiese tener en, el chaval, pero no tenía ni idea igualmente.

- Si eso es verdad deberíamos de pirarnos cuanto antes, buscar a los demás y largarnos de aquí. Eran muchos los que estaban en la bolera pero tampoco era plan de dejarlos atrás.

Charlie sentía los pedazos de cristal rotos bajo las suelas de sus borcegos de vaquero, los cuales estaban manchados con la sangre y los sesos de la joven que perseguía antes a Allison, a cada paso se acercaba al auto del siniestro.

Por un segundo vió algo moverse a su costado y pensó que el conductor ya había despertado, sintió un bombeo de adrenalina hasta que se percató de que solo era Bobby, el perro de Ronald, que lo seguía a la par. Puto perro del demonio, casi te pego un tiro, joder, no hagas eso.

-Si, ¿Dónde están todos?- Preguntó, tenía un discurso que dar si pretendía tomar el control del grupo para llevar a cabo su misión y necesitaba a todos allí. -Docto... Allison.- Se corrigió para tutearla tal y como hacía Ronald. -¿Vió a algún vehículo irse del parking?- Preguntó para saber si los demás aún seguían allí o no.

¿Y quién atacó a ese que está herido con la tal Destiny?- Vaya nombre de ramera que lleva esa, seguro que trabaja en un club nocturno de Kansas City los fines de semana.

El apagón me pilló de sorpresa aunque no que Charlie no me respondiese nada a lo que le había contado antes que entrar. Empezaba a acostumbrarme a ello. Tuve que sacar mi móvil para alumbrar mi camino y no acabar en el suelo herida. Charlie no tardó en avisar de que la gente muerta se volvía a levantar... pero de otra manera.

- Charlie, por el hombre del coche no debes preocuparte. Se le abrió la cabeza como un melón en el accidente. Si eso es lo que les mata, no se levantará. - Dije con seguridad para luego alumbrar a Sam.

- Es complicado de explicar y más para mí, pero... el coche atropelló a una chica. Cuando llegué estaba muerta. Para que me entiendan, hasta un ginecólogo está capacitado para determinar si alguien está muerto o no en un momento dado y a mí me ha tocado firmar algunas defunciones. Por lo que estaba muerta... pero tiempo después. No lo sé... no sé cuanto, cambió y me agarró el tobillo. Pudo ser un acto reflejo pero cuando vi que quería morderme y que se movía... grité... porque vivía de nuevo. Estaba cambiada, aunque la luz del lugar no me dejaba ver bien y la verdad, estaba más preocupada en soltarme y huir que en otra cosa... y llegó él y me salvó la vida. - Dije alumbrando a Ronald con la luz del móvil y al pasar a su lado, le acaricié el brazo, tal y como hubiese hecho con... ya daba igual.

Todo había cambiado.

- ¿Dónde está el herido? ¿Qué le pasó? - Dije entonces, después de apoyar las palabras de aquel hombre que me había salvado y que no le tomasen por loco. - Le haré una cura de emergencia y a ver si se puede mover. Sam tiene razón, debemos irnos de aquí, pero estamos en medio del caos, quiero decir que las dos ciudades más cercanas tienen a la gente en sus calles, quejándose por el toque de queda y... - Me giré y miré a Charlie. - Creo que este va a ser el lugar más seguro esta noche. - Y si diese con Cuddy... no quiero llamar a House. - Salvo que conozcan una carretera que no pase por ninguna de esas ciudades y nos saque de aquí.

-Pues buena cosa oir eso, una bala menos que gastar.- Que tampoco me quedan muchas, esto me recuerda que aún no recargué mi arma con las pocas que quedaban en la guantera.

La doctora explicaba la situación sobre la joven que Charlie atropelló y pisoteó luego hasta hacer papilla con su cerebro, y creyó oportuno agregar algo. -Y también hay bandidos saqueando, uno se llevó cosas de la caja de mi camioneta. Pero en el callejón había otro enfermito de estos, no sé si antes estaba muerto o no, pero le pegué dos tiros al pecho y perdió un brazo pero ni sé mosqueó, quería morder a mi perro a toda costa, hasta que le pegué un tiro en la cabeza, parece que eso sí los deja bien muertos, ¡Ja!-

A Charlie se le escapó una risilla que podía hacer notar que no estaba para nada estresado por la situación, por el contrario, estaba en su salsa y disfrutaba cada segundo.

Miró hacia el fondo, la iluminación de los celulares era pésima pero parecía que había un joven de color en el fondo junto a la mujer. A la que se trate de Jerry será un gran problema para mí. Pensó Charlie, Ronald lo conocía y era amigo de su padre, su identidad estaba comprometida. Tendré que limpiarlo antes de que mejore.

-Entonces, Allison, dijiste que era posible que todo esto sea por la puta gripe esa, ¿No? No tenemos los trajes de astronautas esos que dijiste antes, pero si me ato un pañuelo a la altura de la nariz, ¿serviría de algo?- Preguntó, tenía un pañuelo rojo y blanco para los mocos de la nariz que podía colocarse. Tssss... Si no hubiera tirado ese estúpido sombrero texano que le gusta usar a Ronald en el callejón cuando tomé el control, hasta parecería un bandido del viejo oeste con el pañuelo y todo. 

-Putos comunistas, seguro que es un ataque biológico de los chinos o los rusos.- Musitó Charlie para sí.

¡Joder, si que es Jerry! Maldición... Dijo cuando confirmó que era él. Allison dijo que le haría una cura rápida para estabilizarlo, pero Charlie no podía permitir tal cosa, o su identidad podría llegar a estar comprometida.

Hizo una rápida carrera hasta el herido, con la intención de llegar a él antes de que la doctora lo hiciera. 

-Destiny, ¿Verdad? Soy Charlie, encantado.- Dijo a la joven que quería evitar que se desangre. -Joder, pobre chico, ¿Cómo le pasó esto?- Preguntó de forma cínica, porque le importaba un bledo. -Tsss... déjame ayudar, soy un marine.- Dijo y colocó su teléfono en una mesa con el flash hacia abajo, cosa de que la luz no pudiera salir y la habitación continúe mal iluminada.

Con sutileza apartó las manos de Destiny para colocar las suyas, una encima de otra, sobre la herida abierta por dónde Jerry perdía sangre.

-¿¡Qué demonios fue ese ruido!? ¿Seguro que el conductor tenía la cabeza destrozada? He oído algo.- Mintió para distraer.

Entonces, de forma sádica, fría, y calculadora, Charlie comenzó a escarbar y hundir los dedos de la mano que tenía debajo de la palma de la otra, la cuál los tapaba, intentando hacer el mayor destrozo posible en la herida de aquél joven para que sea insalvable, con la mayor discreción posible. ¿Lo descubrirían?

No es lo que parece dice el colega...No, qué va...Tuerzo la sonrisa con la bronca merecida que le pega Kate al cerdo ese. Yo no abro la boca pero tengo intención de decírselo a Carla, que a Michel lo mismo se la sopla, pero esto no se puede conseguir. Y lo peor es que se busca una mierda de excusa. otro capullo.

Total, que pillo el bolso para salir -Va, vamos, Kate, por esas escaleras sí- , cuando...mierda...Todo en negro. Absolutamente todo... menudo apagón...Vaya nochecita, ya me podía haber quedado en casa...Joder. - Solo es un corte de electricidad, igual vuelve en nada y...

¡Hostias! Ese cabrón se ha dado el piro. Será gilipollas. -¡Eh! ¡Oye, tío! Mamonazo...- No se ve nada pero nada, es brutal- Dame la mano, Kate, vamos, hacia la puerta, por aquí...Ay, espera.

Pillé el móvil y encendí la linterna, iluminando hacia la puerta. -Ya. Por aquí. Va. ¿Tienes linterna también?