Partida Rol por web

Parece que no voy a tener que postergarlo demasiado tiempo. Pensó Charlie cuando Michael Simon se fue en solitario hacía la bolera. Y ya lo creo que no se ha terminado, imbécil.

-Bueno, ya se está yendo todo al garete.- Dijo cuando escuchó los ruidos en la cocina y en la bolera, mientras terminó de recargar su pistola.

-Voy a ir a corroborar que nada malo le suceda al patán ese en la bolera, ¿Me esperas a que termine antes de irnos?- Le preguntó a Allison mientras una sonrisa cínica se dibujaba en su rostro.

Avanzó unos cuantos pasos hacia la galería y notó a Destiny y a Samuel haciendo fuerza para bloquear la puerta que daba a la cocina, parecía verse por el ojo de buey que había uno de esos enfermos del otro lado.

-¡Última oportunidad! ¿A qué Unidad pertenecen y quién es vuestro Capitán?- Preguntó un delirante Charlie mientras apuntaba al zombie que había detrás de la puerta, sería un tiro muy difícil, pero no imposible. No ayudaré a estos insubordinados si no muestran lealtad, y a la que Jerry se despierte y salga de esas ataduras improvisadas...

¿Cómo era posible que el tipo aguantase mi golpe? Esto no era nada normal...Nada de lo que estaba pasando era normal, sino más bien un argumento de mis propios guiones...

Pero no tenía tiempo de pensar ni plantearme nada. Un cabrón maltrataba a una mujer. Suficiente. Así que probé a forcejear con el agresor para quitárselo de encima a la chica.

-¡Aguanta, Carla, aguantaaa!!

Kate entró corriendo, mas asustada que otra cosa. Portaba un cuchillo de cocina en una mano.

Al llegar entrar se quedó un momento analizando la situación y sin entender muy bien que estaba pasando, decidió ayudarte en tu empresa, poniendo su confianza en tu buen hacer.

Aprovechando su carrera te ayudó a pegar un último tirón a aquel tipo y liberar por fin a Carla, quien parecía muy nerviosa.

— Aaahh!! Gr-gracias... apareció este tipo de la nada... me quería morder, está loco! — se apresuró a decir jadeando y levantándose lo mas rápido que podía. Se sentía segura estando vosotros dos con ella, así que una vez de pie, apoyó su espalda a la pared, lo mas lejos de aquel tipo.

Se levantó del suelo con unos gestos muy extraños, como si fuese una especie de marioneta.

Ahora que lo veíais de pie y de cara, teníais claro que era el conductor del coche accidentado. Tenía aun sangre por su cuerpo y sobretodo del golpe en la cara. Sus ojos estaban abiertos de par en par y sus pupilas completamente dilatadas.

Su expresión era terrible y enseñaba sus dientes babeando como si fuera un perro rabioso.

Claramente, su brazo derecho estaba roto pues tenía una doblez completamente antinatural.

Sin dejaros mucho tiempo a reacción, se abalanzó de nuevo corriendo hacia Carla.

- ¡JODER! - Maldijo cuando se dio cuenta del tipo de puertas que eran. Iba a ser más difícil de lo que pensaba, así que Destiny prefirió centrarse en su tarea e ignorar los delirios del cowboy mientras la situación lo permitiera... Aunque temía que él no lo permitiera mucho más. 

No sabe si la aparente calma de la doctora la tranquiliza o la pone más nerviosa, pero al menos aprecia a quienes mantienen cierto nivel de control y sensatez, la ayuda de Sam y la disposición de ayudar de Paul y Kate, aunque se preocupe por estos. Quiere oponerse a su marcha, pero sólo tiene tiempo y atención para bloquear la puerta lo más que pueda, sin distraerse. 

Y como sospechaba, el cowboy sólo presionaba más la situación. Podía gritar y exigir lo que quisiera, ella no podía simplemente pulsar un botón y verse como parte de una unidad militar, ni sabía cómo funcionaban, ni si ese comportamiento o protocolos entraban en la 'normalidad' de ese mundillo, pero la presión de aquello le volvía loca mientras empujaba la puerta, con él a su lado, y una pistola junto a ella, que veía que no tenía duda alguna en usar...

- ¡Lo que tú digas, tío! - Le siguió el rollo con tal de que colaborara de una vez, aprisa, pero sin presiones de mando, aunque más bien en contra de su voluntad. Seguro que aquello le explotaba en la cara, sólo esperaba que no fuera de forma literal.

-¿Hmm?- Dijo Charlie muy calmadamente, con anterioridad su fuerza de voluntad había sido puesta a prueba ante la adversidad y demostró una compostura heroica para sobrellevar las situaciones de estrés. -¿Puedes ser más precisa? Que no te entiendo bien.- Ajjj, estos progres de hoy... quieren todo servido sin dar nada a cambio, ¿Por qué uno tiene que arriesgarse sin más o gastar sus balas? Solo pido un poco de reconocimiento a la autoridad, lo lógico vamos...

Charlie soltó un suspiro y con la lengua movió el escarbadientes a la comisura del lado contrario en la que estaba.

Demonios... a veces creo que todos se han vuelto locos.

La joven parecía muy asustada, no era para menos después de todo, tenía a uno de esos enfermos a escasos sentímetros y a la que le diera una simple mordida ya no la contaría, y por si fuera poco, parecía que la fuerza del placaje de aquél bicho estaba venciendo para lograr abrir la puerta.

Llegó la primera embestida fuerte en aquellas puertas, tanto Destiny como Samuel se deslizaron unos centímetros en aquel suelo pulido pero consiguieron mantener a aquellos tipos a ralla. Aunque tenía pinta que no iban a desistir en su empeño de entrar en el restaurante.

Había dos pequeñas ventanitas en aquellas puertas y pudisteis ver claramente quien había ahí fuera.

El primer de aquellos tipos parecía un mendigo: iba con un gorro de lana y vestía una chaqueta ligera completamente sucia y llena de agujeros. El resto de ropa dejaba también que desear. Tenía toda la cara sucia como de barro y partes de ella ennegrecida como si se hubiese quemado. Los ojos casi se le salían de las órbitas y las pupila estaba completamente dilatada. Tenía la mandíbula desencajada y babeaba restos de sangre. Su mirada era terrible.

En contrapartida, pero no menos terrible, era un chaval de unos 20 y tantos años. Parecía que iba bien peinado y vestía ropa casual y moderna. Sus rasgos eran finos, aunque lucía varios cortes en toda la cara, como si se hubiera peleado con una jauría de gatos rabiosos. Sus ojos estaban hundidos debajo de los pómulos y no mostraban ninguna compasión. Su piel era pálida y se le marcaban muchas venas de color negro por todo el rostro. Tenía una gran herida en su hombro, como si alguien se lo hubiese intentado comer.

Notabais la enorme presión que ejercían aquellos dos tipos contra la puerta, podríais decir que era desmesurada.

A fuera, el maldito generador seguía emitiendo muchísimo ruido.

También pudisteis escuchar algo de jaleo en la zona de la bolera, seguramente Michael estaría haciendo de las suyas.

-¿Que quiere morderte? -estaba alucinando. Respiraba agitado, espantado. Miré de hito en hito a Kate, gracias a su ayuda habíamos podido liberar a Carla de...de eso. Miré al atacante...se me heló la sangre en las venas...Dios mío, sí que era cierto todas esas incongruencias y rollos de los demás...

No era posible. Esto no pasa en la realidad. ¿Muertos vivientes? ¿La gripe esa? Francamente, estaba aterrorizado. Pero el nuevo ataque contra Carla hizo reaccionar a mi cuerpo, que no a mi mente, paralizada por el horror. Salté y corrí hacia él para detener su avance. Maldita sea, ¿no se supone que los muertos son lentos? 

Como poco, intentaría empujarlo hacia un lado, y luego...luego correr fuera de allí- ¡Corred, salid de aquí, rápido!

Te aferraste por detrás a aquel tipo y le rodeaste con los brazos con toda la fuerza que podías imprimir.

Ahora que estabas cerca, te fijaste en el cuello de aquel tipo, como se le marcaban todas las venas de un color negro con matices morados. Su cabeza estaba llena de sangre y cristales del parabrisas del coche.

Tenía claramente un brazo roto pero no parecía importarle.

Detuviste su avance momentáneamente, y el se giró para mirarte con aquellos ojos muertos. Siguió intentando avanzar pero apenas podía cargar con tu peso y tu fuerza por lo que empezó a agitarse para deshacerte de ti. También estiraba su cuello para intentar llegar a morderte uno de tus brazos.

Carla empezó a arrastrarse por la pared lentamente, para mantener el máximo de distancia con aquel ser. Cuando hubo dado un pequeño rodeo giró la cabeza hacia la puerta y hacia Paul de manera intermitente, como dudando.

— Y-yo, yo... gracias Paul, pensé que me iba a ma-matar. Iré en busca de ayuda!

Dijo esto y aún mirando atrás, salió corriendo como pudo de aquel baño, dejando por el camino el único zapato que llevaba puesto.

- ¡Joder Charlie dispara de una vez! Sam estaba intentando aguantar la puerta todo lo posible, esos tipos tenían una fuerza increíble y al verlos sus caras no le transmitieron nada que pareciera convencerle de que siguieran siendo humanos.

Se le heló la sangre un poco pero no iba a permitir que esas cosas entraran ahí a morderlos como hicieron con Jerry, así que siguió empujando las puertas dobles de la cocina.

- ¡Capitán, dispare joder! Charlie estaba fuera de sus cabales pero no dejaba de tener un arma y ser otra de las personas que no estaba empujando las puertas de la cocina, si quería alguna oportunidad de que esos tipos se detuvieran en su empeño de abrir la puerta tendría que seguirle el rollo.

- ¡A mí la primera y con ganas! - Exclamé al capullo del dueño del local. - ¡Pero con una de verdad, no como la suya! - Le recalqué. Me desquiciaba y no sabía porque. Bueno sí lo sabía, el conjunto de todo. Si todo fuese normal, sería la sumisa y empática Allison Cameron... pero la situación no lo era y mis hormonas tampoco.

La respuesta sobre el 4x4 estaba en el aire y si hubiese mejor línea buscaría como hacer un puente en un coche, pero estaba todo colapsado. Así que la idea estaba descartada. Charlie seguía a mi lado y tuvimos una breve charla hasta que el dueño del local se largó con su bate, así que no llevaba pistola y Sam y Destiny sostenían la puerta de la cocina.

El vaquero loco optó por presionar para ganarse amigos y eso no le iba a funcionar, pero no era capaz de verlo y no le iba a insistir mucho más. Eso sí, cuando él y Bobby se separaron de mí, me volví a pegar a ellos. Entonces vi por los ventanales de las puertas de la cocina a esos dos que empujaban la puerta y asustada, me aferré al cuerpo de Charlie. Le permitía disparar, pero no moverse y correr salvo que se soltase de mí.

- Charlie, por favor... ahora son dos. Si entran y les muerden serán cuatro y dudo que tengas munición ilimitada... piénsalo un poco... - Le rogué en un susurro mientras trataba de tragarme el llanto del miedo. - Y no sabemos que está pasando con el que esté al lado y el idiota del dueño del local... si le golpea la cabeza y le salpica la cara... y está Jerry, que no tardará en cambiar... son muchas balas, Charlie. ¿Realmente tienes tantas?

Y le miré con preocupación, buscando a Ronald en su mirada. Pero nada, no estaba. Se había rendido y Charlie estaba verdaderamente crecido y su ego ocupaba todo el local. Iba a ser imposible bajarle de allí.

Cerré los ojos, aquello me jodía de verdad, pero saqué mi móvil y esta vez traté de llamar a House. Quizás él... supiese que hacer... si es que la línea no seguía saturada.

-Doctora, créame, sé lo que hago.- Charlie estaba convencido de que luego de que aquellas personas vieran cómo la muerte les acariciaba la nuca si estaban fuera de la Unidad Paraíso, y cómo había seguridad en ella, su subconsciente les haría mostrar lealtad. -Y ya le dije que Ronald me pidió un favor, el cuál le aseguro que coincide con sus intereses para sobrevivir, pero a dónde vamos necesitaremos fuerza, y a esa la dan los números, así que haría bien en comenzar a colaborar con la causa Paraíso y ayudarme a reclutar, doctora.- Le continuó susurrando, solo ella podía oírle con ese volumen de voz tan apagado. 

Entonces Samuel también mostró lealtad. 

-¿Ves cómo funcionan las cosas?- Dijo con una sonrisa cínica a Allison, se sumaban combatientes a la causa.

-¡Excelente! Entonces, Unidad... Dejad entrar a esos enfermos del demonio, que los recibiré con una bala en el entrecejo!- Dijo,  aunque la orden era por de más fácil, parecía que de cualquier modo lograrían entrar. No quiero que la cobertura de esos baitenes me dificulten el tiro.