Partida Rol por web

Te encuentras en Broscon, una ciudad devastada por la guerra y el hambre. Ves a la gente yendo de un lado a otro, todos desconfiando entre ellos. No parecen estar fijándose en ti, ni parecen estar muy nutridos. La única tienda que hay parece un puesto pequeño hecho por un niño y la posada no es más que un edificio medio derruido lleno de camas cochombrosas.

¿Esperarás a que tu Dios te guíe o vas a tomar la iniciativa? Tu forjas tu destino.

Jhon da una vuelta por la ciudad hasta que por fin encuentra una tienda o lo que queda de ella, al llegar enfrente del chico se para y mira si hay algun objeto con el que se pueda interesar. una vez terminado de revisar todos los objetos que tiene se centra en el chaval.

Jhon: hey! tienes algo para beber?.

Mira de arriba a abajo a la persona que acababa de entrar.

¿Qué si tengo algo de beber? ¿Pero tu has visto lo devastada que está la ciudad? La gente está ahí a fuera matándose por algo de comida... - se queda en silencio un rato.

Si la verdad es que si que tenemos bebida, justamente de eso sobra en esta ciudad. Tengo licores medicinales, pero esos te costarán más caros (pueden ser usados en batalla para restaurarte algo de salud y cuestan 3 monedas la unidad) o también puedo darte del de garrafón (solo puede ser usado para rolear, es gratis).

Además tengo más cosas a la venta, pero como comprenderás, en la situación en la que estamos no va a tener un precio económico y las raciones de comida sobre todo van a ser mucho más caras.

En lo que habla el tendero miro alrededor buscando otras personas y posibles rutas de escape alternativas y lugares que me resulten atractivos ya sea unua habitacion para invitador o alguna caja donde este el dinero, cuando acaba de hablar le contesto.

Dame una de garrafon para empezar que entre lo de garrafon y lo mejor que tengas no va a ser muy diferente, dime que es lo que ha pasado aqui, la guerra queda muy lejos

Te sirve una buena jarra de un vino de garrafón. 

La guerra pasó por aquí hace mucho, pero por lo visto no hay dinero suficiente para reconstruir la ciudad, vivimos con los suministros que nos proporcionan el resto de ciudades.

La verdad es que esta ciudad era muy bonita, pero al creer en nuestro Dios, las demás aldeas no quieren que reconstruyamos templos que ellos consideran falsos.

Aparte de eso, poca más información te puedo dar, solo me gano la vida vendiendo lo que puedo.

Al creer en vuestro Dios? que Dios es ese?.

le contesta de manera sospechosa

Y las caravanas de mercaderes que? ya no pasan por este pueblo no teneis ninguna ruta comercial creada?

En estos tiempos, cada ciudad cree en un Dios o no cree en nada. Por ello da igual como sea nuestro Dios, ellos jamás nos ayudarán, o bien porque creen que adoramos a falsos ídolos o bien porque creen que creemos en estupideces. - suspira mientras recoloca una manzana algo pocha que se había caído.

Las caravanas de mercaderes saben que dinero tenemos muy poco y también les imbuye el miedo a que alguien desesperado por comer, les asalte. Como ves la situación de la ciudad muy buena no es.

Se queda mirando la taberna o lo que ha quedado de ella, se acerca a una ventana y observa detenidamente el pueblo esta en un estado lamentable pero puede servir para empezar piensa mientras se acerca otra vez a la barra

No teniais bastante vino en la ciudad yo puedo ayudaros a venderlo en otras ciudades solo necesito un carro y alguien que me acompañe hasta la ciudad, el chico joven ese valdra, con aceptarle como ayudante tuyo podemos sacar mucho beneficio.

no es el mas apto del pueblo pero servira para el proposito

¿De verdad harías eso por nosotros? Es decir, ¿realmente te da igual que recemos a otros dioses? -el tendero parecía no caber en si de tu interés por el poblado.

Está bien te daré lo que necesitas.

Tras un rato esperando, el tendero te presta su carro y le dice al niño que estaba por ahí que te acompañe.

Tienes ahí dentro unos 4 barriles de vino, si logras venderlos y traer el dinero de vuelta. Habrás ayudado muchísimo a la ciudad. -realmente sonaba desesperado. Qué Dios te bendiga.

Tras ver como cargan todos los productos en el carro le pregunta al tendero

Tienes la capacidad para mantener las provisiones de forma ragular? que es lo primordial para poder hacer que prospere la ciudad porque podemor firmar un contrato para que sea oficial

No, no hay más vino que ese, pero si lo vendes y traes de vuelta el dinero podremos reconstruir los viñedos para fabricar más y así poco a poco ir reconstruyendo la ciudad.

Ahora parte, en tus manos recae el destino de esta ciudad.

Gracias por lo que está haciendo señor, si todo sale bien, mi ciudad natal pronto volverá a ser lo que era. - ves en sus ojos una gran admiración hacia ti.

tras concretar los detalles del contrato hace una señal al muchacho para que coga sus cosas y suba al carro se acerca l tendero para hablarle de su plan para esta aldea

Ven! acercate socio y disfrutemos de este nuevo contrato que acabamos de firmar

Está bien compañero, brindemos. Antes que nada, informarte de que para restaurar el viñedo, necesitaré 100 monedas por lo menos.

Desde donde estamos puedes ir a dos ciudades.

Mespirn - señala hacia la derecha. La verdad es que no tengo mucha información de esa ciudad.

Jetla -señala hacia la izquierda. Hace mucho que no voy, pero la última vez que fui, me dieron muy buen trato.

Tu decides donde vender compañero.

Oh, gracias por la información, creo que iré hacia Jetla, me parece la mejor opción. - dijo mientras mientras miraba hacia su próximo destino.

¿No tendrás algún contacto en la ciudad que pueda serme de utilidad? Y sobre lo del viñedo no te preocupes los demás aldeanos colaboraran de buena gana, te lo aseguro.

Podrías preguntar al posadero de la ciudad. Seguro que puede decirte donde vender el vino, dile que vas de mi parte. -te dice mientras te da unas palmaditas en la espalda.

Que los Dioses te bendigan.

Miro alrededor de la sala comprobando que no haya gente, al estar solos los dos me acerco y le digo.

Gracias compañero, eres un buen socio, lastima que hayas muerto

Al acabar le acuchillo tres veces en el corazon con una daga, mientras le susurro al oido.

Cuando la muerte no llega a los que se la merecen, mis manos son los lazos que nos unen con Dios

Maldito... *tose* Pensaba, que por fin esta ciudad levantaría cabeza... Muere y cae en el suelo.

lo arrastro hasta detras de la barra,de manera que este escondido a simple vista, le quito todo lo de valor que lleve encima, parte de comida que haya por las estanterias y nuestro contrato recien firmado ademas de un buen vino para el camino.

luego cogo un cuchillo que lo mancho de sangre y lo tiro al lado del cuerpo.

salgo tranquilamente hacia nuestro carro, al llegar le digo al chaval.

Pon rumbo al Oeste hacia Jetla que tenemos mucho camino por recorrer

El niño te ve salir de la tienda y escucha tu orden.

¡Si señor! y empieza a empujar el carro, camino a Jetla.

A mitad de camino, sin mediar palabra os atacan unos bandidos que al parecer quieren el carromato.