Partida Rol por web

Sonrió y agachó la cabeza un instante.

-No digas eso que me pongo roja y pfsfsfs- rió al contestar a Kath y se tiró de un mechón del flequillo para taparse un ojo-Pues... el poder del bacon y las tortitas... y una mezcla entre años de baile y un problema de hiperactividad según mis padres y el conservatorio londinense- bromeó a medias alzando los hombros para darle la explicación a Maki, empujando a Sasha (sin llegar a moverle porque fuerzas no le quedaban) a modo de regañina- ¿tanto se notaba?- negó con la cabeza pasándose el antebrazo por la frente.-qué calorazo hace y tú quieres poner fuego, muy bonito Kath, ¿qué tal un poco de agua mejor? Tenía algo así pensado para la prueba pero no quería estropearos el pelo... ¿a quién le toca?- la respuesta llegó pronto un chico del segundo grupo con quien no había cruzado palabra.

We are nothing without love..pues jodidos vamos, divagó mientras atendía su actuación, aplaudiendo cuando concluyó-muy buena actuación- le reconoció cuando regresó con el resto del grupo. Pensó durante unos segundos si había escuchado el nombre del chico pero si lo había escuchado no lo recordaba así que lo dejó correr... cuando diesen los resultados de los que estaban dentro y los que estaban fuera se preocuparía de los nombres que recordaba.

Miró a un lado y a otro y se mordió el labio inferior sin poder evitar una punzada de preocupación. No por ella sino por aquellos con los que había tratado, ¿y si al dividirse el grupo no volvía a saber nada de ellos? No siempre conocía a gente con la que congeniase en el ámbito más importante de su vida y ellos, pese a ser tan distintos entre ellos, conformaban un grupo agradable.

Cruzaré los dedos, se dijo y, tal y como había pensado, sus dedos se cruzaron durante unos segundos.

Yuusuke que bajo y se fue a beber un poco de agua vuelve con la botella en la mano y dice:

• Chicos sois todos espectaculares la verdad, de hecho me dais un poco de miedo, porque como las plazas sean limitadas no sé yo si vamos a entrar nosotros eh

Se rasca la cabeza y vacía media botella de agua sobre su cabeza mientras dice:

• En serio entre las voces que tenéis y como os movéis, pero no os voy a mentir la que más me ha gustado ha sido la saltimbanqui de la escuela, porque seguro que entrar Aless, porque puedo llamarte Aless verdad?

Se acerca a la chica y le hace un gesto de aprobación, se acerca a Maki y mira de reojo a Halca y en tono de broma dice:

• Oye Aless no te gustaría venirte a un grupo así muy cañero con simpáticos y atractivos asiáticos que nos vendría bien una chica como tú así muy animada e inquieta

Le pone una mano en el hombro a Maki ya que sabe que Halca no va a hacerle caso dice:

• Pero tu sigue componiendo para nosotros eh

 Del primer grupo, la pequeña británica de potente voz y los muchachos con los cellos llamaron mi especial atención, que también vino con los más entusiastas aplausos de entre los que repartí durante el resto de actuaciones de ese grupo. ¿Es que también admitían a menores de edad en la academia?. Siempre me habían gustado ese tipo de instrumentos, y para colmo el original estilo distinto y movido de aquellos dos chicos dieron un toque especial a las canciones que versionaban. Tras su actuación quedé expectante ante la actuación de Alessa al recordar que ella traía un violín, curiosa.

 -Waaa...- Exclamo en voz baja, además de aplausos, ante las actuaciones de Jack y Kath, conmovida ante la coordinación y complementación de sus armoniosos y pasionales movimientos.

 Después fue la actuación del chico ruso, cuyo acento me parecía gracioso, además del comentario de la pelirroja sobre la Rusia soviética, qué puntazo. Sin embargo parecía cantar bastante bien en inglés. Arrugué la nariz, pensativa, mientras escuchaba su primera actuación. ¿De qué me sonaba? Me parecía que relatara alguna historia fantasiosa, o tal vez estuviera dejando mi imaginación demasiado suelta tras tantos videojuegos y tantos desfases en fiestas. Su voz me pareció distinta, aunque no desagradable, si no todo lo contrario.

 El siguiente espectáculo, ofrecido por el grupo japonés, me suscitaba curiosidad tras haber oído repetidas veces la superioridad vocal de Halca, que cantó primero, a la de Maki. No pillaba mucho la música japonesa, y menos la parte en la que los chicos rapeaban, ya los asiáticos del primer grupo no llamaron especialmente mi atención. Sí me sorprendió, sin embargo, el comprobar que Maki, a mi parecer, cantaba mejor que Halca... Pero teniendo en cuenta la seria expresión que siempre lucía la japonesa, sería mejor que me guardara mi opinión para mí misma. No reprimí, sin embargo, un gesto de enhorabuena para la chica, guiñándole un ojo y levantando el pulgar, sonriendo y asintiendo levemente con la cabeza. Quería silbar para animarla, pero no quería causar mala impresión a quien tuviera que decidir si yo me quedaba allí o no.

 Después vino la esperada actuación de Ale, que como la de los cellos me dejó boquiabierta. La chica, además de tocar maravillosamente el violín, bailaba enérgicamente, el estilo era totalmente distinto al de aquellos dos, pero también innovador. Aunque nunca había tocado el violín, tenía entendido que era bastante difícil dominarlo, y más cómo lo hacía ella, así que bailar al mismo tiempo debía ser tremendamente complicado, doble mérito sin duda, casi me costaba seguir sus vivos movimientos, lo hacía parecer fácil y todo. Aplaudí fuertemente cuando acabó su actuación, que como su propio día a día, llevó con gran entusiasmo. -Cómo mola.- Solté con los ojos abiertos de par en par y una sonrisa, mordiéndome el labio inferior.

 La enérgica actuación de Max consiguió que empezara a moverme levemente de lado a lado con el pegadizo ritmo, el estilo de la canción y su voz suave. Me imaginé por la calle, tarareando su canción mientras andaba de un lado a otro con el skate. Probablemente grabarán todo esto, o los mismos chicos deberían haberse grabado con anterioridad, así que intentaría conseguir la música de más de una de las actuaciones.

 Los chicos que ya habían actuado se pusieron a hablar entre sí en lo que yo me preparaba a subir al escenario tras la última actuación, bebiendo agua para aclarar la garganta y luchando conmigo misma por no morderme las uñas. Nerviosa, comencé a tararear algo lento antes de subir. Cantar y silbar me relajaba, así que sabía que una vez estuviera ante todos, solo tenía que cerrar los ojos y dejarme llevar.

 Desplegué las patas del piano hasta dejarlas en la altura máxima, dejé el piano sobre éstas y posicioné el micrófono a la altura de mis labios, justo sobre el piano, que seguidamente enchufé, encendí y configuré para empezar, presentándome antes formalmente.

 -Buenos días, mi nombre es Nadia, y voy a cantar mi propia versión de The Scientist, de Coldplay, y Titanium de David Guetta, además de... Bueno. -Señalo a mi piano con las manos, sonriendo.- Además de tocar el piano.- Afirmo lo obvio, antes de inclinarme hacia el público y disponerme a cantar.

 Mis dedos empezaron a moverse, y seguidamente también mis labios. A pesar de que me sabía la canción como la palma de mi mano, me esforcé por que mi inglés, ante gente de tan diversas procedencias, sonara impecable. No sabía cual sería el caso de los japoneses, pero si iba a una academia internacional, debía sonar internacional, como el ruso. Mi propia voz sonaba de fondo en la base que había ordenado que pusieran sin piano ni voz principal, obviamente, complementando la canción, además de los instrumentos que se iban añadiendo.

 Repetí la inclinación cuando acabé la primera canción, agradecida por su actuación, y comencé con la segunda, que estaba deseando comenzar a interpretar. Miré hacia el cielo, o más bien el techo con una sonrisa, entusiasmada tras mi primera actuación por estar ahí, disfrutando de esa forma.

  Aunque tranquila, tocaba y cantaba con entusiasmo, sintiendo las palabras de valor, firmeza y superación que clamaban la canción, dirigiéndolas a mí misma conforme las pronunciaba, dándome el ánimo y la seguridad de que lo estaba haciendo bien, perfecto, de que yo valía, y merecía estar ahí, como otros tantos que ya lo habían demostrado con creces. Como la anterior canción, esta tenía una base parecida, con instrumentos y mis propias voces añadidas.

 Terminé con otra reverencia, además de la permanente sonrisa tonta que me acompañaría el resto del día tras aquella maravillosa sensación, quería estar ahí para siempre. -Sois un público genial, espero haberos hecho disfrutar, y poder hacerlo muchas más veces.- Me despido animada antes de coger el piano y volver a bajar a mi asiento, apoyándome sobre el respaldo y echando la cabeza hacia atrás, apretando los puños sobre mis mejillas sonrientes. Cuando volví en mí, miré a los chicos en busca de expresiones o reacciones. Yo estaba bastante segura de que lo había hecho bien, pero ¿Qué pensarían ellos?

Halca mira las actuaciones con los brazos cruzados y asintiendo, la verdad es que no le desagradaban, le gustaban las actuaciones, pero en cierta forma era consciente de que todos los allí presentes eran rivales, así que los tendría bien vigilados, el chico ruso fue el que mas le gusto, así que se acercó a él y le dijo:

• Mi proposición de hacer un dúo sigue en pie, creo que podría estar bastante bien hacer algo así… si, creo que podríamos funcionar bastante bien en un dúo para que negarlo, una especie de colaboración para una canción, podría estar divertido

Mira a Alessa y sonríe y dice:

• Curiosa interpretación, eres toda una saltimbanqui muchacha, si te tomaras en serio tu espectáculo seguro que llamarías más la atención…. Yo te recomendaría buscar a alguien que cante contigo, podrías ganar mucho

Al resto les mira y asiente en señal de aprobación

-Oh, el sueño de toda mujer, estar rodeada de atractivos asiáticos... pero ya sois muchos en el grupo mi abuela decía que tres son multitud y vosotros habéis pasado de largo esa cifra hace mucho-le sacó la lengua a Yuusuke omitiendo por Maki lo que opinaba sobre dejarla en el grupo trabajando para ellos cuando el camino de ella pretendía ser distinto y agradeció a Halca su crítica con una sonrisa avergonzada, seguramente la chica había sido todo lo amable que sabía ser.

-No me gusta depender de nadie en el escenario,bastante en serio me tomo la composición de las canciones y el diseño de la coreografía así que actúo para disfrutar y que disfruten, no todos tenemos la suerte de que nos den casi todo el trabajo hecho- dijo sin malicia.-En la segunda peli de Men in Black Will Smith decía algo muy chulo que quedaría genial ahora... pero ahora no me viene, bleh, corramos un tupido velo-Hizo un gesto de despreocupación sacudiendo una mano en el aire como si estuviese borrando algo de una pizarra. Halca era el perfecto especimen de conservatorio, incapaz de innovar y dar rienda suelta a la creatividad... porque la creatividad era cosa de Maki, Halca ponía fuerza al cantar pero eso no quitaba que fuera lo único que aportaba al grupo por lo que había visto en las actuaciones: violencia al leer unas letras que no eran suyas.-¡Shhh que sube Nadia! ¡Ánimooo!- silbó a su compañera devora-tortitas con una sonrisa radiante

-Madre mía, Nadia, ¡el poder de las tortitas! Tienes una voz tan dulce que creo que me has provocado caries-la abrazó al igual que había hecho con Maki y con Kath-qué envidia de piano y de voz... un día hacemos playback yo muevo la boca y tú hablas... o algo.

Se inclinó hacia delante para que quien quisiese se diese por aludido durante la pequeña pausa que había entre actuación y actuación.

-¿Después nos hacemos algunas fotos? Quiero tener un recuerdo de aquí -

Alexander estaba escuchando la actuación de Nadia y aplaudió como el que más ante su actuación, demasiado ligera la primera canción para su gusto pero estaba bien, él también tenía canciones "ligeras" en su repertorio- Buen trabajo -dijo a la chica antes de que los japoneses vinieran con proposiciones de hacer grupo. 

Parecía que ahora tenían miedo de quedarse fuera, así que sonrió y cuando iba a hablar lo hizo Alessa. Cuando mencionó la película de Men In Black, esbozó una sonrisa- Yo molo solo -dijo sin una pizca de acento antes de empezar a reír y contestar a Halca- Puede que en algún momento puntual sí; pero yo prefiero trabajar por mi cuenta, a mi ritmo y si la cago soy yo el único afectado. Los grupos dan más juego, pero al ser más gente se multiplican las posibilidades de cagarla -entonces volvió a escuchar a Alessa y negó con la cabeza- No tomaste tortitas, ¿recordar? -dijo de nuevo con su acento grave- y Kath, lo mismo que para Halca, yo tener muchas manías, y eso ser problema para hacer "grupos" y trabajar equipo.

 -Vaya, ¡Gracias!- Correspondo con ganas al abrazo de la pelirroja. -Dulzura es lo único que creía que podía esperar de un instrumento como el tuyo, como en tu primera actuación, que me ha puesto los pelos de punta, y no algo tan cañero como en la segunda, ¡Has estado genial!- Contesto entusiasmada al separarme de ella, con brillo en los ojos tras mi actuación.-

 Luego me río ante su proposición.- Claro, y en la siguiente hago como la que toca el violín, y me cubres desde atrás, ¿No?- Sonrío picajosa.- Aunque no creo que pudiera. -Caigo- Una cosa es mover los labios y otra moverse como lo haces tú, si yo intentara mover el brazo así seguro que parecería un pato mareado.- Continúo sonriendo, para luego dirigirme al ruso- 

 -Gracias a ti también, Sasha.- Pasarán días y aún no me acostumbraré a llamarlo así... Ni a su acento- Sonrío divertida, dando además por hecho que me aceptarán.- Tú también has estado fantástico. ¿Te importaría pasarme tus temas en un correo o algo? Me gustaría tenerlos para el móvil o el mp4. - Pido al ruso, esperando una respuesta positiva.

El escenario se volvió a iluminar y allí estaba el director de la academia,  el hombre tenia en su rostro una gran sonrisa, mira hacia el publico y dice:

- Aun quedan algunas personas por actuar, pero no se encuentran en estos momentos aquí, por lo que aun les daremos algo de tiempo, sin embargo, una de las cosas más importantes en nuestra academia es el compromiso....

Una pantalla empieza a descender destres del hombre mientras este habla:

- Como saben querido público, nuestros aspirantes tienen hasta esta noche para demostrar su valía, pero como cada año nos gusta modificar un poco nuestra forma de evaluar para que no todos sean capaces de adelantarse a ella, a continuación podrán ver a las personas que actualmente pueden considerarse admitidos.

La pantalla se queda fija, el hombre se gira y dice:

- Estas personas estarían admitidas si decidiéramos ahora, sin embargo, aunque queda mucho día y es tan complicado llegar a la cima como mantenerse y créanme si les digo que mantenerse en la cima es más complicado.... así que las personas que aparecen a continuación sus rostros espero que no se relajen ya que pueden y van a cambiar mucho las cosas de aquí a esta noche.

En la pantalla empieza a aparecer varias caras una detras de otra:

Una vez aparecen las imágenes el hombre dice:

- Como he dicho, los que no aparecéis convencednos de que si valéis y los que si aparecéis convencednos de lo mismo. Algunos están tan cerca de entrar o no entrar tanto por arriba como por abajo que no lo podéis imaginar

El hombre sonríe mira a todos y dice:

- Ahora, los que han actuado tienen libertad para... demostrar que no sois gente normal, que sois artistas que están por encima no de la media, sino por encima de los mejores

Una gran ovación se escucha mientras el hombre comienza a marcharse del escenario, pero se queda sentado en las primeras filas

Estábamos mirando el escenario, viendo como terminaban unos y empezaban otros. Del segundo grupo, empezaron una pareja, que al igual que nosotros, bailaron, pero su baile resultó un tanto confuso para nosotros.

-Parece que ella es igual de nerviosa que yo...-Soltó Nina.

Yo me quedé mirándolos sin decir palabra hasta que terminaron.

-Si, algo así- le contesté sin dejar de mirar el escenario, aun cuando ya habían terminando. Estaba repasando mentalmente las actuaciones.- Su estilo es mucho más civil, medido, sobre todo en su segunda actuación, nosotros somos más tirado a lo despreocupado de la ocasión...

- No lo sé, su estilo es demasiado... Disney. Muy empalagoso. ¿Es algo así como danza contemporánea, no? – me miró ella, ladeando un poco la cabeza. - Debe ser alguno de esos bailes de academia. - dijo claramente sin pretender sonar ofensiva. - Es que... se ven de academia de ballet... O algo así. Como si no tuvieran idea de lo que están bailando, y cada paso fuera una coreografía establecida e inalterable. Demasiado... perfecto. No sé si me entiendes... Frío.

Me encongí de hombros, aun sumido en mis pensamientos y asentí.

-Ajá. si, por decirlo de alguna forma...

 Después de la actuación de tal Alexander, al que solo llegamos a puntualizar que tenía una voz suavecita entre nosotros, llegaron un grupo de japoneses con un buen y firme estilo, dando mucho de si.

-Wow, me gustan estos tipos, me molan mucho.

Hasta había saltado un poco en sus canciones y entusiasmado.

-A decir verdad, la primera chica que ha cantado me gusta bastante más para el grupo, pero la segunda no se libra, la verdad, a mi parecer, elegiría a la primera. Su estilo me hace ver mejor al grupo.

 - ¡Eso te iba a decir! Va más con el estilo- Me apoyó Nina- Aunque aún no termino de procesar que H&MC signifique High and Mighty Colour.... Pero estuvieron fantásticos, si.

 -Tal vez con ese título quedase mejor la otra chica, más pintoresca...- Puntualicé

- Si, pero es que el nombre del grupo no tiene nada que ver con el grupo en si.

- Que se le va a hacer...detalle sin importancia al lado de como actúan.

Tras estos, una chica con un violín hizo maravillas, con él y con sus movimientos.

- Me gusta la pelirroja. Tiene buen ritmo, una habilidad considerable con el violín, y el baile no va mal. Quizás podríamos pedirle que nos compusiera algo si tenemos que participar luego... ¿A que sería genial?- Me comentó Nina convencidísima de sus palabras.

 Yo aplaudí fuertemente tras la actuación de la chica.

-Simplemente, precioso, esa alegría, esa sangre, wow, te hace vivir. Si quisiese que bailásemos juntos sería la hostia.

Nina me miró de reojo levantando una ceja, para luego volver a mirar al escenario.

-Ahá.

Claramente su opinión sobre la pelirroja había cambiado radicalmente, aunque yo ni me había dado cuenta en ese momento, así que seguí como si nada.

 Tras otro chico, de nuevo una chica volvió a llamarme algo la atención.

Aplaudí, lo había hecho bastante bien, una bonita voz que escuchar.

-Siento decir que esta chica no lo hace tampoco nada mal, me gusta, transmite la música con su voz.

- No sé, no lo hace mal, pero... no me mata, ¿sabes? Podría vivir sin escucharla. Es muy...aletargante.-Me cortó Nina.

-No sobresale quieres decir. Si, llevas razón en eso.

- A diferencia de la violinista, claramente.

Me soltó aquello en un tono ligeramente hostil, y en aquel entonces me di cuenta del asunto por donde iba.

-Oh venga.-Dejé caer los hombros y todo el peso en mis manos mirándola con desgana por el asunto.-¿En serio? - Miré hacia otro lado.- Bueno, no está mal y todo eso pero...-Y miré de nuevo a Nina sonriendo.- Era broma boba.- Y me lancé hacia ella atrapándola entre mis brazos para que no se resistiese ni escapara.- Si sabes que como tu nadie.- Le di un furtivo beso, corto pero tenaz y volví a mirarla.- Booooba.

-¡¿Que no está mal?! - alcanzó a gritarme antes de que yo le sonriera y la atrapara para robarle un beso, independiente de que ella me empujara e intentara apartarme su rostro - Claaro, claro. Ahora como yo no hay nadie. Hace nada pensabas en reemplazarme por la pelirroja, casanova. - reclamó, aún molesta, aunque acomodándose en mis brazos.

-Bueno si, lo pensé...-Admití falsamente para picarla un poco, pues no era verdad, mientras seguía sujetándola- Pero solo eso. - Y le saqué la legua mientras le guiñaba un ojo.

-¡Si serás bruto!- se quejó dándome manotazos al pecho, inconsciente por su propia inseguridad de lo obvio de la mentira - ¡Solo eso! ¡¿Cómo que solo eso?! - se sacudió un poco, intentando liberarse del abrazo - ¡Pues que sepas que el bailarín del primer acto no estaba nada mal!

-Oh, vaya, pues ni me había fijado...-y reí mientras la achuchaba- Aissssh.

Poco después apareció el director de la academia hablando.

Cuando el director apareció en el escenario, un escalofrío le recorrió la espalda, escapando de entre los brazos de Markus para prestar atención a lo que diría el académico. Era imposible que el tiempo hubiese pasado, ¿no? Según sus cálculos aún les quedaba algo de tiempo, aún podían participar. Oh, dios, no. ¡No podemos irnos a casa por dedicarnos a mirar los actos del resto! ¿Qué le diremos al resto de los chicos? ¿”Disculpen, pero es que estaba muy entretenido el show”? Y aunque la primera frase del director le dio algo de esperanza, el final de la misma se la arrancó rápidamente. Habían pensado que estaban desinteresados. ¡Solo esperaban su turno!

Sin aliento espero a los que ya habían sido admitidos. Un par de rostros que se alegraba de ver en la pantalla grande y otros que detestaba saber que se quedarían. Miró a Nine y apretó su mano, ansiosa. - ¡Tenemos que ir ya! – le exigió en un susurro. Al menos sabía que nada estaba grabado en piedra, y que tenían las mismas oportunidades que el resto. Quizás incluso más, por ser de los últimos y tener el beneficio de permanecer frescos en su memoria. – Cariño, ven, tengo una idea - empezó a decirle mientras caminaban desde el fondo del salón al escenario – Sé que quedamos en improvisar, pero la competencia es dura y… ¿Te acuerdas del aniversario de matrimonio de tus abuelos? ¿La celebración de las bodas de oro? – esperó a que asintiera y siguió – Pues, recuerdo que nos divertimos bastante haciéndoles ese homenaje. Y sonreír es justo lo que necesito ahora, o te juro que tendré un colapso nervioso – intentó bromear, sin mucho éxito. Aun así, Markus le sonrió divertido, pero incapaz de ocultar de ella aquel leve brillo de preocupación sincera que relucía cada vez que hablaban del tema. Miró al escenario, esquivando su mirada y continuó hablando mientras le pasaba el pendrive al encargado y esperaban tras bambalinas. – La segunda… la segunda la vas a reconocer apenas suene. – volvió a mirarlo enternecida, recordando el trabajo que les había costado esa coreografía. Probablemente, el lograr los pasos y sincronizarse había sido lo de menos.

Se arregla la cola de caballo y el jockey, esta vez no podrían disfrazarse para darle más efecto dramático. Pero no importaba, se entendería, seguro que sí. O quizás… - ¿Me prestas tus lentes un segundo? ¡Te los devuelvo enseguida! – prometió a uno de los encargados que andaban tras bambalinas. Se subió los pantalones hasta más arriba de la cintura y esperó que la postura hiciera el resto. Sonrió y, dándole un apasionado y duradero beso a Markus para desahogar los nervios, le soltó la mano y salió al escenario con él detrás.

Buenas noches, somos Nine y F-one – saludó Nina con voz dulce y una sonrisa, señalando a cada uno como correspondía.

¡Esto es 9/41, just dance with the heart, the music is already playing! – gritó entusiasmado Markus, dándose un par de golpecitos en el pecho que provocaron una suave risa en la chica.

 La rutina siempre comenzaba con ellos fingiendo senilidad. A veces se les iba la mano y se pasaban mucho rato en eso, pero ahora sabían que cada segundo estaba contado. Era entonces cuando, de un momento a otro, sorprendían con una serie de movimientos ágiles y rápidos, que aunque no eran de mayor dificultad estaban tan perfectamente sincronizados que de parecerse entre sí, cualquiera hubiese creído que era una ilusión óptica, una imagen proyectada dos veces. Luego venía lo que ellos llamaban “la momia saltarina”, una serie de típicos pasos de viejos acompañados de saltos que pretendían imitar los intentos de baile de los adultos mayores. Luego Nina se apresuraría a buscarlo y se engancharía a su brazo, para mecerse con gracia y tranquilidad, como alguien de esa edad haría al recordar el baile de su graduación, hasta encontrar la postura para volver a sus rutinas de espejo. Pero sin importar cuantos pasos serios hubiera en aquella rutina, cada cierto rato era imposible aguantar una sonrisa juguetona que surgiera del retrato del baile de cualquier abuelito, de sus posturas, de sus movimientos. E incluso cuando lo que hacían parecía rejuvenecerlos de pronto, la onda de la música hacía que todo se sintiera un ambiente familiar y divertido, haciendo fácil recordar aquella noche de parrillada en casa de los tíos de Markus. ¡Qué manera de reírse aquel día! Vio el momento en que Nine fingiría tropezarse y lo abrazó, siguiendo la rutina, jugando con sus manos a crear figuras imaginarias para luego alejarse bailando cual chaperona en los años cincuenta, a continuación moviendo las caderas y desplazándose hacia un lado riendo sinceramente. E incluso como abuelita, supo que podía hacer una ola para tomar la mano de su amado, y girar hasta que él la volviera a erguir y la abrazara, manejándola como un títere, terminando por hacerla saltar hacia delante con una curvatura en la espalda y tomarlo de la mano.

Se apagaron las luces y fue a dejar las gafas que había tomado prestadas, se arregló los pantalones a la cadera y volvió al escenario para decirle a su novio que se echara en el piso junto a ella. En cuanto reconoce la canción, lo siente clavar su mirada en ella, solo por la fracción de segundo antes que empiece la rutina. En realidad, no sería difícil para nadie llegar a la conclusión de que aquel era el retrato de una relación que había pasado por problemas graves, conflictos que los habían alejado, pero aquello era solo parte de la historia. El rechazo del uno al otro, demostrado en la manera de agrandar la distancia y negarse la mirada, la sincronía rápida y confusa de un pensamiento mecanizado que acababa en batalla campal y con ambos dándose la espalda pero buscando la atención del otro. Ser uno y lo mismo, aunque se lo negaran y les volviera locos, aunque fueran tan distintos que la misma sincronía que los hacía únicos y excelentes en su pasión fuera incompatible con la confusión en sus cabezas. Los gritos que buscaban provocar y en vez de eso solo encontraron silencio. Sin embargo, un evento como el que había causado esto no lograría separarlos. Ambos se extrañaban, se querían, y en su contacto se buscaban aunque fuera a través de simples miradas que de simple no tenían nada. A fin de cuentas, ambos sabían que se necesitaban. Y que, por sobre todas las cosas, dentro de su locura compartida, se amaban más allá de los riesgos.

Recordó, abrazando la cintura de él con sus piernas mientras la giraba, aquel gesto de amor al que correspondía esta parte de la coreografía, la misma que ahora lo llevaba a estar sobre ella y a cruzar sus miradas en un momento eterno. Si no hubiese sido por las luces, probablemente lo rojo de sus mejillas podría haber iluminado el lugar, sintiendo cosquillas en el estómago al recordar la primera noche luego de que todo volviera a la normalidad. Él estaba allí para ella. Nunca se había ido y nunca lo haría. Lo sintió acariciarle la quijada mientras ella estaba arrodillada de espaldas y le sonrió, enamorada. El dio un paso hacia el lado y ella lo guió hacia abajo, de vuelta hacia ella. Nina siempre estaría ahí para guiarlo también, cuando y hacia dónde quisiera. Hasta entonces, hasta que la tormenta volviera, solo quedaba cerrar los ojos y no separarse jamás.

Una vez las luces volvieron a desaparecer, se giró hacia él, aún echada en el escenario y le susurró un corto y dulce “Te amo” antes de levantarse junto a él de la mano, agradecer al público que los aplaudía con una sonrisa y un saludo, y salir del escenario. 

Mientras actuaban sus compañeros Mike estaba atento a ellos pero con sus cascos puestos moviendo los dedos como si pinchara la melodía que ellos cantan o bailan, miraba el reloj cada pocos instantes  deseoso de que fuera ya su turno, nota que le avisan así que unos tragos de Redbull apurando lo que le queda de lata y directo al escenario.

Al llegar coloca sus trastos y un tulipán de peluche del tamaño de una lata de refresco el cual lleva gafas de sol y baila al ritmo de la música, conectas los cables al amplificador y altavoces y después camina hasta el borde del escenario.

Hola soy Mike Zennesti, mi numero es el 462 y voy a pinchar tres temas de música electrónica compuestos por mi, espero que les guste, gracias.

Se giró y volvió a su mesa de mezclas, encendió la planta peluche y comenzó a pinchar, la música sonaba mientras Mike gradualmente subía el volumen.

La cara de Mike transmitía verdadera felicidad, su cabeza se movía al ritmo de la canción, con la mano izquierda contaba los tiempos antes de ir metiendo poco a poco su segunda pista la cual entró como el quería haciendo que saltara y levantara los brazos para animar al publico, el tulipán peluche no dejaba de bailar mientras Mike abría los brazos para sentir las vibraciones del publico y la música, con los dedos contó uno dos tres alzado la mano antes de pasar definitivamente la segunda pista.

Con precisión quirúrgica introdujo la tercera pista a la par que bajaba el volumen para hablar al publico.

Muchas gracias a todos , esta ultima pista la dedico a todos, todos mis compañeros que están luchando hoy aquí para entrar, entremos o no ya somos grandes.

Hasta otra!!!

Me emocione cuando vi mi cara en la pantalla, di un pequeño salto de alegría y junté mis manos pero cuando no vi la de Jack me preocupé, busqué su mirada y pude notar su enfado o preocupación - No significa nada, tenemos aún todo el día - le dije con nerviosismo en la voz, si entraba yo y no el ... sin duda sería un antes y un después en mi vida.

Crucé la mirada con Alessa y Maki y las felicité sin pronunciar palabra alguna.

 Miré expectante la lista de las personas que estarían admitidas. ¿Cómo era posible que yo no estuviera? No podía ser, apreté los puños, nerviosa, revisando de nuevo la lista, comprobando una vez más que mi foto no estaba ahí. Cerré los ojos y agaché la mirada. No podía volver a casa, no quería encontrarme de nuevo entre toda esa mierda, pero no había llegado hasta aquí para dar pena ni suplicar, si no para demostrar lo que sabía hacer de verdad delante de toda esa gente. Alcé el mentón, exhalando con la boca abierta mientras mantenía los ojos aún cerrados. 

 Otra pareja de bailarines subió al escenario entonces. Reflexionaba sobre qué podría hacer para demostrar que merecía estar ahí cuando el baile, que me pareció realmente bueno, arrancó entre sonrisas esos pensamientos de mi cabeza. Aquellos ágiles movimientos con apariencia torpe, incluso con el detalle de llevar durante todo el tiempo la espalda encorvada, resultaban bastante divertidos, además de sorprendentes. 

 El segundo baile, más juvenil esta vez, también estuvo bastante compenetrado y lleno de movimientos ágiles, sorprendentes, pasionales y cariñosos, así como al final de éste.

 Aplaudí a los chicos tras ambos espectáculos, especialmente al final, cuando se marchaban. Merecían una despedida tan grande como su actuación al bajar del escenario, lo habían hecho maravillosamente.

 A pesar de que también disfruté del espectáculo del segundo baile, no me gustó tanto como el primero, que consiguió animarme más. Había estado distraída con los dos espectáculos ofrecidos por la pareja, pero aún así no había conseguido apartar del todo la preocupación por mi estancia en la academia. Aún quedaba gente por actuar, estaría feo pisarles su actuación si actuaba yo de nuevo, pero al mirarlos cuando la pareja de baile acaba ninguno parece tener la iniciativa para hacerlo primero, ¿Qué haría, quedarme quieta entonces, dejar que pasara mi oportunidad por indecisión de los demás? No, a la porra la educación, el director había dicho alto y claro que los que ya habíamos actuado teníamos la LIBERTAD para demostrar que merecíamos estar ahí y, oh, yo no pensaba desaprovechar ese tren, como no desaprovechaba ninguno, tomaría sin dudarlo el derecho de demostrar como quisiera que tenía el talento suficiente para ser admitida. Las dudas ya llevarían a los que faltaban a donde tuvieran que estar, pero esas dudas no me habían traído hasta aquí como para dejar de intentarlo ahora, por pesada que pudiera parecer, y tampoco me sacarían. Cabezona como yo sola, hasta el final.

 -Alessa, cuídame el piano, porfa. - Se lo encasqueto y luego junto las palmas de las manos, añadiendo una sonrisa que pedía a gritos una disculpa por cargárselo.

 Subí de nuevo al escenario estirando y doblando los brazos un par de veces, sonriendo, la sola sensación de estar ahí, aunque fuera para que me cogieran de penalti, ya me volvía a embriagar. Saludé al público inclinándome hacia delante antes de empezar a hablar.

 -No, no soy la gemela de Nadia, soy yo otra vez.- Sonreí al público tras el chiste malo. -Ahora sí que me echan- Me divertí, riéndome interiormente de mí misma. -Supongo que ya habréis visto que no estoy en la lista, y es por eso que subo de nuevo, para no darme por vencida ya que el director me ha dado esta oportunidad, nos la ha dado.- Rectifico, mirando especialmente a los que tampoco habían salido en la pantalla para animarlos. -Así que si tras esto me quedo, ya me tendréis muy vista.- Bromeé. - Y si no, me recordaréis como la pesada que no quería irse ni a tiros.- Bromeo una vez más. Si iba a hacerlo, sería mejor que fuera por las buenas, y más teniendo una segunda oportunidad. Enfadarse o entristecerse de lo contrario no valdría la pena, con ello solo conseguiría hacerlo peor. - Bueno - Retomo el hilo, poniéndome seria. - Ésta vez no actuaré dos veces, si no una, para que los que faltan por actuar y los que quieran hacerlo de nuevo tengan tiempo para ello.- Aclaro, para tranquilizar sobre el tiempo a quien tuviera en mente subir al escenario, una cosa era aprovechar las oportunidades y otra ser egoísta. Además, qué coño, así como persona quedaba de puta madre, que igual servía de algo o igual no, pero oye, nunca se sabe.

 -Ésta vez voy a cantar mi propia versión Acapella de See You Again, de Wiz Khalifa y Charlie Puth.- Explico. - Cuando quieras. - Indico al encargado de poner la música.

 La canción empezó a sonar algo tranquila mientras se reproducía un vídeo de fondo partido en cuatro cámaras en las que salía cantando la base de la canción acapella, que variaría en diferentes ritmos a lo largo de esta. Mi yo real, sin embargo, esperaba agarrando el micrófono, preparada para empezar a cantar la voz principal de la canción, que empecé dulce y con una sonrisa significativa al público, acompañando mi voz con movimientos tranquilos.

 Terminé bajando los brazos y apartando esa sonrisa de mi cara cuando acabó aquella parte dulce de la canción, cambiando repentinamente tanto el tono como el tipo de movimiento que realizaba, resultando en otros más bajos, duros y precisos mientras empezaba a rapear. Acompañadas por los hombros y los brazos, movía las manos expresivamente al ritmo de cada sílaba de las palabras, mientras me balanceaba un poco con las piernas al ritmo de la base ésta vez.

 Después continué rapeando pero de forma más rápida y melódica y, pero con voz más suave, con movimientos parecidos, pero más armoniosos también, para pasar con un manotazo hacia abajo de nuevo a la voz dulce y el estribillo lento, volviendo a los movimientos más tranquilos que correspondían a esa parte de la canción tras ese último golpe de mano al acabar esa parte del rap.

 Por último, comencé a tararear con los ojos cerrados, moviendo una vez más las piernas al ritmo de la base y con las manos separadas entre mi cara y el micrófono, 'reiniciando' la canción antes de comenzar de nuevo con la siguiente parte del rap, con distinta letra, y repetir a partir de ahí las pautas que había descrito durante toda la canción hasta acabarla.

 Volví a sonreír y a hacer la reverencia ante el público como despedida.

 -Gracias por todo, y mucha suerte a los demás.- Dije antes de bajar, animada una vez más tras haber actuado.

 -Uff...- Bajé del escenario sonriendo y mirando hacia arriba, sacudiéndome el pelo hacia detrás antes de mirar a Alessa y volver junto a ella para recuperar mi piano. -Gracias, y perdona.- Digo a la chica con esa sonrisa de disculpa otra vez cuando recupero el piano, mientras me acaricio la nuca.

 -¿Cómo lo habéis visto?- Pregunté a los chicos algo nerviosa, esperando que me dijeran que lo suficientemente bien como para quedarme. Mis dos primeras actuaciones habían sido en tonos agudos y altos además de un estilo parecido, pero para esta tercera la había elegido de otro tipo y que abarcara más tonos, desde el bajo hasta el agudo, suave y alto, dando a entender que mi voz tenía variedad de registros, que tenía potencial.

Maki se tenso cuando el director salio al estrado, realmente no podía creerse que ya fueran a dar unos resultados aunque fueran preliminares, cuando dijo que aparecerían suponía que ella no estaría, pero se equivoco por completo, parecía que si que estaba ella también Talca y Yuusuke, en la mirada de Maki podía verse la gran sorpresa, realmente no se lo creía que la hubieran escogido a ella y casi tartamudeando dice

Yo... Pero pero...si no soy tan buena... No me lo puedo creer... No lo he hecho tan bien, si...no canto tan bien...

Mira de reojo a los que no habían sido preseleccionados y les mira extrañada no se lo podía creer porque había gente que lo había hecho mejor que ella y estaba totalmente segura de ello, aun así su cara mas que de alegría era de autentica sorpresa

Se quedó atónita mirando las fotos. Quería gritar y quería reír, llorar y bailar hasta caer exhausta en el suelo pero, sobre todo, quería que los jueces viesen otros puntos de vista más allá de la pura técnica.

Movió los labios con un "felicidades" mudo cuando su mirada se encontró con la de Kath y dio un pequeño empujoncito a Maki.

-Ves como vales- la regañó por su inseguridad.

El espectáculo de Nine y Ef (no tenía especial memoria para los nombres artísticos) no la sorprendió. quizá porque Kath y Jack ya habían actuado y el que hubiese otra pareja de bailarines no le resultó tan original y de nuevo se le escapaba esa química especial que daba el vínculo de la confianza entre el chico y la chica... pero no por ello se aburrió con el espectáculo. Eran buenos, no comprendía cómo habían podido esperar tanto para demostrar su talento y aplaudió con ganas cuando su turno concluyó.

Cuando Mike subió al escenario silbó (más o menos, al menos el gesto sí que lo hizo) y aplaudió hasta que comenzó su actuación, golpeando  el suelo con los pies siguiendo el ritmo observando la concentración del chico con una sonrisa de fascinación sin poder evitar echarse a reír por el guiño dedicado a sus compañeros y rivales al concluir.

Se despistó un instante, pensando en qué hacer para demostrar que valía para estar ahí cuando un pequeño toque del piano y la voz de Nadia la sacó de su ensimismamiento.

-¿El qué? ¡Ah!, trae, trae...¡Vamos Nadia!- la animó-¡Tú puedes hacerlo!- le sacó la lengua a modo de respuesta de la sonrisa de disculpa de la chica y casi se olvidó de respirar cuando subió al escenario, mordiéndose el labio para que todo aquello resultase a favor de su rival en el desayuno. Su canción parecía sencilla pero, incluso Alessa, que de cantar solo sabía hacerse algún coro esporádico usando modificadores de vos, podía ver que necesitaba coordinación y un buen control de su respiración para llevar a cabo los cambios de ritmo que combinaban los distintos registros de los que Nadia hacía gala como si fuese fácil.

Tiene que estar ahí dentro.

-No te aplaudo porque ando un poco ocupada- dijo al devolverle el piano-yo te he visto muy bien- asintió con la cabeza para reforzar su afirmación- esperadme aquí, ¿vale?- les dijo- voy a acabar con mis posibilidades de entrar-anunció escurriéndose hacia el escenario.

Durante varios minutos el escenario estuvo vacío mientras ella daba las pistas al encargado de luz y sonido y hacía sus pequeños trapicheos antes de salir y enfrentarse a todos.

-Hola...- su voz le sonó extraña tímida y trémula, pequeña en aquel mar de gente que esperaba- Disculpad que no me presentase, ya habéis visto que soy una chica de nervio...- rió y su risa sonó cantarina reverberando desde los dispositivos de audio repartidos por la sala de conciertos- me llamo Alessa y estoy aquí porque no hay conservatorio que soporte mi método, la música para mí lo es todo, va en mi sangre y cuando suena hace que vibre y que me mueva, por eso estoy aquí... a punto de soltaros el mayor tostón de vuestra vida -Hizo una pausa y miró a sus compañeros- Aquí arriba, juzgáis nuestra técnica pero ahí abajo- señaló con el arco donde estaban los que se postulaban a las pruebas- hay gente que vale para esto. Sí, cierto, yo no tengo ni idea de la mitad de las cosas pero me gusta conocer a la gente ¿y qué es la música? La música sirve para conectar, para expresarse y, por eso creo que además de su técnica tenéis que ver cómo son.- hizo una mueca- Sé que con esto tengo muchas posibilidades de largarme por donde he venido pero ahí fuera, en el mundo, hay muchos músicos buenos, bailarines impecables que son famosos... pero que no sirven para estar con los demás y en esas imágenes que habéis puesto, faltan caras. Caras de gente que, sin conocerse entre sí de nada, ya se sentía unida por la música, por sus esperanzas, por lo que esto representa. Gente que en vez de marcharse de forma independiente, demasiado centrados en su futuro aquí, ha querido aprovechar el presente para que, si no entran, llevarse la experiencia que da esa mínima convivencia entre estas paredes.-Se pasó una mano por los ojos e inspiró- y eso desde aquí arriba no se ve. ¿Veis ese grupo de ahí?- volvió a señalar la pequeña piña de Kath y Jack, Mike, Nadia, Sasha y Maki- esas personas significan para mí más que muchos de los que están fuera ¡y solo he desayunado con ellos!- rió nerviosa y volvió a frotarse los ojos- merecen estar aquí.- dijo esta vez como si fuese una orden, enderezando la espalda. Era pequeñita pero en ese momento parecía llenar todo el escenario sin moverse- ¡fiiiiuf! Qué a gusto me he quedado, ¿vosotros no? Pensad sobre lo que he dicho, tanto si me quedo como si me voy- hizo visera con la mano- la salida está por ahí ¿verdad? Pues os dejo mi humilde atención y voy memorizando el camino a ella- dijo con tono despreocupado para desaparecer del escenario y que los focos se apagasen durante un par de minutos.

Actuación

Cuando los focos se volvieron a iluminar la pantalla estaba de nuevo iluminada con una figura femenina y habían distribuido por el escenario una plataforma escalonada y, sobre ella, suspendida en el aire, se encontraba Alessa con su violín, una pierna estirada y el empeine arqueado y la otra flexionada tras la primera en la típica postura de bailarina clásica de caja de música pero como si el estar colgada no le afectase.

La mujer de la pantalla empezó a cantar, y Alessa a tocar mientras acompañaba la voz de la chica y se movía en el aire con gracia natural y la elegancia inherente al ballet clásico, estirándose y recogiendo las piernas mientras era bajada con lentitud, moviendo al final las piernas como si andase para amortiguar el ya de por sí leve impacto con al plataforma sin dejar de tocar en ningún instante. En cuanto tocó la plataforma pareció hacerse con el control de todo y olvidarse de las normas de movimiento del ballet, adaptándose a un nuevo estilo de baile, quedándose quieta el tiempo suficiente para que algunos chicos de la propia academia que ayudaban con el escenario la despojasen del arnés del que había estado colgada.

Notó el click en la espalda en el momento en que la voz de la cantante decía "Somebody make me feel alive and Shatter Me", entonces el escenario entero se convirtió en su terreno, podía doblarse, agacharse, dejarse alzar por los mismos que habían quitado el arnés para ayudarle a bajar los primeros escalones de la plataforma improvisada  pero siempre dejando que el violín resonase por todas partes, quería que cualquiera, fuera cual fuese su estilo, pudiese sentir la necesidad que ella tenía al bailar. Caminó de puntillas con pasos cortos y delicados durante un tintineo angelical en la canción para bajar después los últimos escalones que la separaban del verdadero escenario con graciosos saltitos y caminar por su superficie, saltar y plantarse casi en el mismo borde del escenario para seguir tocando con fuerza mientras giraba sobre sí misma en diferentes piruetas o arqueaba su espalda de forma casi imposible mientras tocaba, impregnando de su propia pasión las notas mientras que su cuerpo realzaba el papel que en esa canción representaba: el de una muñeca, no fuerte, no resistente, pero sí flexible y de movimientos armónicos que cambiaban con el ritmo de su música mientras la voz de la vocalista acompañaba a su violín.

Al concluir la canción, con el torso combado hacia un lado y el arco por encima de su cabeza casi notó que las rodillas le fallaban pero no era más que su propio miedo, hormigueándole mientras desaparecía. Se enderezó adoptando una postura más natural y, deslizando una pierna hacia atrás y cruzándola con la otra, realizó una reverencia, señaló hacia los chicos de apoyo y al que se encargaba de la luz y sonido y les regaló a ellos la ovación de la sala.

Bajó del escenario con la frente perlada en sudor y una sonrisa.

-Si me quedo fuera que sea por alguno de vosotros- se detuvo y se secó el sudor de la frente con la manga de la sudadera que había recuperado-si vais a tirarme algo por el discurso aseguraos de que sea algo dulce y que pueda comer.

Una vez termino la actuación de Alessa apareció en el escenario de nuevo el director muy sonriente, le hizo un gesto para que subiera y cuando esta lo hizo la agarro por el hombro y empieza a decir bastante alegre:

• Esto, esto es lo que buscamos en gran medida, una persona con habilidades, con iniciativa, que no le importa decir lo que siente y que vive realmente la música, incluso capaz de sacrificarse por decir lo que realmente piensa

El director se coloca un paso por delante de Alessa y dice:

• El estar ahí solo quiere decir que lo habéis hecho muy bien hasta ahora, y ya que esta chica lo ha hecho tan bien y ha demostrado tantísimo entusiasmo vamos a darle una habilidad especial por así decirlo. Cuando llegue la hora de decidir podrá nombrar a una persona, esa persona si no ha sido seleccionado por nosotros podrá estar tres días mas a prueba en nuestra academia, tendrá una segunda oportunidad

El hombre mira a Alessa y a continuación a todos y dice:

• Y ahora, tienen libertad para moverse por la academia, y recuerden después de la cena (día 25) serán anunciados los que dejaran de ser aspirantes para ser alumnos

Halca lo observa todo en silencio y no dice nada, tras las últimas palabras del director suspira y dice:

• Vaya parece que la saltimbanqui ha sido mas lista de lo esperado….

Se acerca a Maki y le susurra algo al oído para a continuación mirar al resto y decir:

• Creo que no me quedare aquí mas tiempo, algunos resultados eran esperados, me iré a dar una vuelta por la academia, seguro que hay lugares mas interesantes que ver

Mira a los chicos del grupo y dice:

• Chicos seguros que si os esforzáis un poco más os cogen, ya sabéis porque creo que no os han dejado entrar por el momento…. Porque no vamos a demostrarles lo que somos capaces de hacer? Tengo una idea, venid…y no, Maki tu no estas invitada a escuchar la idea que seguro que la jodes

Halca se marcha de la sala acompañada de los chicos de la banda

Yuusuke esta callado, lo cierto es que se le notaba molesto porque no habían cogido a los chicos de los instrumentos y si a los cantantes, realmente se le notaba en la cara que estaba enfadado con la situación, cuando Halca dice lo de que tiene un plan para ayudar a los demás y cuando dice lo de que Maki no esta invitada se acerca a Maki y dice en un tono comprensivo:

• No te preocupes, supongo que querrá hacer alguna actuación o algo, tu descansa un poco, ya te contare lo que quiere hacer Halca vale?