Partida Rol por web

Te palpitan las venas de la cabeza mientras varias gotas de sudor frío recorren tu frente. Tienes la espalda totalmente empapada y tus sentidos están de alguna forma agudizados. Piensas rápido mientras ves el tren acercarse, rezumando vapor y polvo a partes iguales de una forma ralentizada. Tienes tiempo para pensar varias alternativas mientras lentamente ves como el tren recorre impasible tu trayecto en las vías hacia tu persona. Piensas que si el maquinista te hubiera visto habría hecho sonar su claxon, pero no ha sido así. Por fin un golpe de buena suerte. El paracaídas sigue empujándote hacia las vías mientras el viento continúa inflándolo.
El cuchillo que llevas colgado en tu cinto no te da problemas, y de un par de tajos bien dados consigues cortar las cuerdas, y el tren está a pocos metros tuyos.
El tren pasa a escasos centímetros de tu cuerpo, y eres empujado al suelo por la onda de choque del vapor, que te quema por un segundo, para después quedar empapado. Te has librado de una buena.
De una de las esquinas ves aparecer a tu compañero Killarney, que te mira con el rostro pálido al ver la situación en la que estabas.

Corres cómo si tu vida dependiera de ello y al asomarte por la esquina de uno de los edificios contiguos a la estación que da a la parte trasera de los andenes ves a Chance luchar contra el paracaídas por su vida. Esta siendo arrastrado hacia las vías del tren mientras un monstruo metálico que expulsa humo y vapor a partes iguales se dirige a gran velocidad hacia él.
Menuda suerte está teniendo el líder de la misión, piensas, aunque de alguna forma esto lo veías venir. Es lo que pasa cuándo dejan que un civil se encargue de hacer trabajos de especialista.
Reprimes de alguna forma las ganas de gritar para hacerle saber que estás ahí, apoyándole e intentando ayudar, pero hay muchos metros entre vosotros dos y el tren se le ha echado encima ya.
Lo último que ves antes de que el tren arrolle a Chance es que el paracaídas ha salido volando.
Unos minutos de silencio y tensión pasan hasta que se disipa la nube, y ves a Nathan en el suelo, reclinado, cuchillo en mano, a salvo.
Se ha librado de una buena, pero si el destino de esta misión es que todo sea así de difícil, la suerte no parece que vaya a estar de vuestro lado, así que va a ser bueno que deis lo mejor en cada situación.

Ha pasado al menos media hora desde que habéis llegado a tierra y no hay noticias de vuestros dos compañeros.
Al mirar al fondo del horizonte, hacia lo que parece Hintertrebain, veis una diminuta figura que va avanzando lentamente mientras tira humo a su paso. Si vuestra triangulación es correcta ahora mismo estáis en una zona aledaña al bosque de Karlstein, justo al norte de Vordertrebain. La carretera que hay cerca de vosotros os puede confirmar de alguna forma vuestra posición.
En la oscuridad de la noche, solamente rota por las zonas iluminadas de las regiones pobladas locales, destacan dos pares de faros que transitan por la carretera que sube directamente hacia Vordertrebain. Puede ser una patrulla, aunque por la velocidad a la que se mueve podría ser un civil en su automóvil, sea lo que sea no sería bueno fiarse.

Rapido, caballeros, debemos ocultarnos antes de que seamos visibles para ellos - digo mientras compruebo alrededor si hay algo en el suelo que pueda delatarnos y me encamino hacia el bosque. Una vez en el, me mantengo cerca del linde, lo suficiente como para ver quien conduce el vehiculo, pero no como para que ellos me puedan ver a mi si su velocidad es suficientemente alta. en caso de ver que reducen su velocidad, me preparo por si es necesario hacer uso de la fuerza

-¡Abajo! -Exclamó no demasiado alto por el temor de ser escuchado. Siguió el aviso poniendo cuerpo en tierra haciendo una señal a sus compañeros para que hicieran lo propio.

Entonces reptó hasta quedar casi al borde de la carretera. Un vehículo rápido no les vería y así podría recabar algo de información de lo que estaba por suceder, y en caso necesario estar preparado para un inevitable encuentro. Las perspectivas a ojos Frye no eran nada halagüeñas como corroboró desembarazándose del arma a su espalda y colocándola frente a él, apuntando en dirección a la carretera.

Siguiendo a sus compañeros trató de ocultarse de tal forma que tuviera la suficiente visión a la carretera para poder ver el vehículo. Al igual que William y Margareta no las tenía todas consigo. Sus compañeros seguían sin aparecer y el tiempo se agotaba. Con mucho cuidado sacó el revólver, se tumbó en el suelo y susurró al resto: -Si es necesario disparamos a matar, pero si podemos golpearlos mucho mejor.

Estaba claro que la mejor opción era evitar cualquier confrontación, el ruido de cualquier disparo alertaría al enemigo a varios kilómetros a la redonda.

Con una rápida reacción os tirais al suelo esperando no ser visto por quien sea que se acerca. Los segundos se vuelven eternos mientras esperáis impacientes que los vehículos pasen. Un primer automovil, con la bandera alemana y su consiguiente esbatisca pintada en la puerta lateral del coche pasa de largo sin prestaros ningún tipo de atención.

El siguiente vehículo es una motocicleta con sidecar, que al pasar por vuestra zona aminora el paso hasta el punto de pararse. Sus luces alumbran la carretera mientras el soldado Nazi que hace las veces de copiloto se baja del sidecar.

Está fumando un cigarrillo mientras apunta con su rifle a unos escasos metros de vuestra zona. Un minuto pasa y el soldado no se mueve, apuntando a unos matorrales que se mueven de vez en cuando.

-Hoch, wer dann?- Alza un poco la voz y mira de reojo a su compañero.

El que estaba en la moto baja, y mira fijamente donde apunta su compañero, y después le dice algo: -Ihr stellt euch Dinge Hantz, kehrt in das Fahrzeug oder wir werden Probleme haben.

Jack suspiró aliviado al ver que el joven yankee estaba de una pieza, incredulo sacudió la cabeza. Con cautela observó los andenes e intentó determinar si Chance podría avanzar hasta su posición sin ser visto o por el contrario se expondría a ojos indeseados.

Había perdido de vista el paracaidas del profesor y eso no le gustaba. No podían dejarlo por ahí tirado, los alemanes sabrían lo que era si lo pensaban un poco o se lo llevaban a un mando. Pero ahora mismo lo más importante era salir de la estación con vida y reunirse con el resto del equipo.

Ron vio cómo se paró el soldado Nazi muy cerca de donde se encontraban, demasiado para su gusto. Mientras su corazón se aceleraba, agarró con fuerza el revólver con el dedo en el gatillo. Si tenían que disparar ahora la misión iba a alcanzar otro grado de dificultad.

Los alemanes empiezan a hablar entre si pero por desgracia los conocimientos de alemán del cabo son muy limitados por lo las palabras suenan ininteligibles a sus oídos.

¡Demonios señor!¡Pensé que le habíamos perdido! "Killer" se las ingenió para gritar susurrando. Con cautela y cuidado Jack y Chance se movían en dirección al punto de aterrizaje de sombra en sombra, aprovechando los acciedentes del terreno. Tras haber recuperado el material del veterano soldado y una vez lejos de la estación Jack se dirijió de nuevo a su oficial al mando. ¡Esa condenada racha de viento parecía enviada por el mismísimo führer!¿Está herido?

Al no entender lo que dicen los alemanes guardais silencio en la más absoluta de las tensiones. El hombre que sostenía el arma en alto parece entrar en razón cuando su compañero le ha hablado, así que vuelven de nuevo a la moto con sidecar y continúan su camino. Realmente dais gracias a que "Killer" no haya estado presente ya que es conocida su forma de reaccionar impetuosamente.

La motocicleta sigue el camino que había hecho el automóvil anterior y poco a poco su ruido y luces se van perdiendo en la oscuridad.
 

suspiro aliviada y entonces me doy cuenta que estaba apretando el arma con muchisima fuerza. Relajo la tensión y busco con la mirada a mis compañeros.

Es hora de partir, quizá la proxima vez no tengamos tanta suerte - diciendo esto, me aproximo al matorral al que apuntaron los hombres con el arma presta. posiblemente sea un animal pequeño, pero no me gusta dejar nada al azar

-Vámonos-. Sentenció el soldado confirmando que estaba de acuerdo con Margareta. 

Los nudillos estaban blancos de la fuerza con la que tenía asida el arma. Al escuchar las palabras de sus compañeros, se levantó y asintió. Era el momento de partir, si los otros dos seguían con vida, ya sabían a donde se dirigían ellos.

Avancemos. -susurró.

Chance esta todavía en shock después de haber tenido que luchar para salvar el pellejo y ni siquiera había empezado a luchar con alemanes. Killer con su acento y su forma tradicional de hacer y decir las cosas intenta hablar con él para intentar calmarle de alguna forma y que recupere la compostura.

Os dais cuenta de que todavía estais en una zona un poco complicada, aun habiendo salido de la estación para ir a un sitio más comedido y escondido, además, vuestros compañeros tenían unas ordenes muy claras, y no os parece correcto hacerlos esperar. Puede que los americanos tengan un problema con la puntualidad, pero los ingleses y sobre todo los irlandeses son gente de la que puedes esperar que estén en el sitio y lugar adecuados a la hora correcta.

Vuestra situación es la siguiente: Creeis estar en algún punto cercano a la estación de Hintertrebain, bastante más al sur de vuestro punto de reunión.

Sois dos personas en un país del que no sabéis nada, en el que no conocéis nada, y en el que no sabéis hablar la lengua local y vuestras referencias más cercanas son las que habeis visto en el mapa. Puede que con el alemán tengáis suerte pero podría ser arriesgado.

Vuestros compañeros al ver que no llegáis al punto de encuentro probablemente hayan iniciado la misión sin vosotros.

Pensad detenidamente en un plan.

No era capaz de enfocar la mirada. La experiencia cercana a la muerte le había sumido en un shock post traumático que le atenazaba la garganta. Miraba pero no veía a su compañero.

Tenía que recuperar pronto el control o no saldría de aquella. Empezó a respirar acompasadamente, intentó relajar los músculos agarrotados de brazos y piernas. Respiró hondo...

Bien, Killer, estamos en la boca del lobo... ¿Alguna sugerencia?